Los tres príncipes se retiran de la caverna, regresando una vez mas por el camino amarillo, luchando otra vez con los mismos enemigos hasta que ingresan a la ciudad libre. Una vez que el trió entra en este lugar, se dirigen rápidamente hacia la casa del científico, quien al verlos, los lleva al patio de atrás, en donde se encontraba el cañón.
Yugi le entrega la pólvora a Mokuba, quien la pone en donde tiene que ir al mismo tiempo que los tres jóvenes se meten dentro del cañón. Luego de estar dentro de este objeto, se escucha la cuenta regresiva de diez a cero por parte del científico, una vez que el contador llega a cero, se escucha el cañonazo, haciendo que los tres chicos salgan disparado por los aires hasta que cayeron en una llanura.
Este sitio tiene prado, plantas, flores, montañas a su alrededor y enemigos con forma de topo, abejas con lanzas y serpientes amarillas.
- Auch, eso me dolió - dice el amatista sobándose la retaguardia.
- Ami también - se queja el chico bestia.
- ¿En donde estamos? -pregunta el mayor, mirando a su alrededor- ¿No se supone que llegaríamos a Hana?
- Pues, estamos en la llanura de los topos, solo tendremos que caminar medio día y llegaremos a Hana - responde Heba a la vez que se levanta del suelo.
- Bueno, entonces en marcha amigos - dice Yugi comenzando a caminar.
- Si
Los tres príncipes sacan su armas para combatir en contra de los monstruos a la mismo tiempo que avanzan por el camino del norte ya que es el único trayecto por el cual deben seguir hasta que por fin llegan a la puertas del reino. Después de entrar a Hana los tres quedan sorprendidos al ver que habían tanto soldados del reino como solados magos tirados en el suelo y prácticamente todos muertos.
- Por...fa...vor...por...te..jan...al...rey...Joey...corre...peli...gro...ag - dice un solando agonizando y lamentablemente muere .
- Estos es terrible, no puedo creer que mi padre haya llegado hasta este punto - molesto Yami al mismo tiempo que aprieta sus puños.
- No, es tiempo de quedarnos contemplando, debemos darnos prisa o le pasara lo mismo que a mi padre - dice Yugi alterado.
- Entonces corramos - menciona Heba comenzando a correr.
Los chicos empezaron a correr hacia el castillo pero fueron interrumpidos por criaturas magias creadas por la magia de los invasores, estos eran robots, caballos de ajedrez y mini magos. Los tres peleaban con ellos lo mas rápido que podían mientras avanzaban por los pasillos del palacio hasta que por fin llegaron a la sala del trono, en donde vieron a un joven de cabellos castaños, ojos azules, test blanca el cual vestía una camisa negra, un pantalón gris, una botas negras y un capa blanca con bordes plateados el cual estaba mencionando un hechizo hacia el rey quien es rubio, de ojos marrones, test blanca, viste una camisa blanca, un pantalón café claro, una botas marrón oscuras, una capa rojiza con borde blancos y en su cabeza una corona de oro decorada con diamantes de distintos colores.
- Detente, Seto - grita Yami atacándolo con su bastón, pero el otro chico esquiva rápidamente sus ataques.
- Valla, si es príncipe Yami a tu padre le encantara saber que sigues con vida - sonríe malvadamente y desaparece ante ellos.
...- baja la mirada y sus amigos le ponen una de sus manos en sus hombros en forma de apoyo.
- Quiero agradeceros por que habéis salvado mi vida, ¿Podrían hacerme el honor de escuchad vuestros nombres? - pregunta el monarca viendo a los chicos.
- Mi nombre es Yugi, soy el príncipe del reino ventisca, el es Yami príncipe del reino de magos y el es Heba príncipe del reino del hombres bestia- el menor hace las presentaciones separándose de sus amigos.
- Es un placer conocerles, mi nombre es Joey ¿En que puedo ayudaros?- cuestiona el rey mirándolos con interés.
- Su majestad, nosotros tres hemos sido elegidos por el hada Kizara para encontrar a los espíritus que custodian las piedras sagradas, ya que, una vez que los tengamos todos uniremos sus poderes con los del hada para entrar al santuario santo, tomar la espada sagrada y con despertar al dios de la creación y así evitar la destrucción del mundo - explica Heba de forma resumida.
- Lo que queremos saber es la ubicación de los seis espíritus que nos falta por recolectar - dice el mayor terminando lo que el chico bestia había comenzando.
- Entiendo, pues primero tendrán que demostrarme que si son capaces de encontrar y traer consigo al espíritu del viento, para llegar a este necesitan volver a ciudad libre, tomar la ruta del este y continuar por el norte hasta que lleguen al puerto del comercio de allí tomen un barco hacia el puerto del viento y dirigiros al este hacia las montañas. Entre ellas, un poco antes de llegar al reino ventisca encontraran en una de sus cuevas tanto a la piedra sagrada como al espíritu del viento, una vez que regresen con el os daré las otras ubicaciones- les dice el monarca seriamente.
- De acuerdo, muchas gracias su majestad - dicen los tres al mismo tiempo a la vez que hacen una reverencia.
- De nada y que el dios de la creación los proteja
Los tres chicos se retiran de la sala del trono, caminan hacia la salida del castillo, cuando de repente ven el cañón de Mokuba en el jardín delantero del palacio, por lo que, los tres salen hacia allí, topándose con un chicos de cabello verde, ojos azules oscuros, test blanca, viste todo de blanco a excepción de sus botas que son negras.
- ¿Que haces con el cañón de Mokuba? -pregunta Heba a la vez que lo mira con desconfianza al igual que los otros dos.
- No, me miren así, me llamo Noah y soy el hermano mayor de Mokuba, los dos tenemos en un cañón- se presenta el chico con una sonrisa.
- Oh, ¿Podrías llevarnos a ciudad libre con el? - cuestiona Yugi con curiosidad.
- Claro que si - contesta el pisaverde con seguridad.
- ¿Puedes asegurarnos que llegaremos justo allí? - interroga Yami cruzándose de brazos.
- Si, tengo mejor puntería que el, así que entren sin problemas chicos - responde el chico riéndose de su hermano menor.
Los tres jóvenes se miran entre ellos, asienten con sus cabezas, se meten dentro del cañón y salen volando, aterrizando justo en el patio trasero del científico. El trió de príncipes sale de ese lugar, al estar afuera se dan cuenta que ya es de noche por lo que van a dormir a la posada y al día siguiente.
Continuara