Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

And Taboo por DaughterOfHermes11

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No menores, y perdón por el lemon medio feo xD, se hizo lo que se pudo.

 

tambien hay algo tras este cap, pero primero necesito que este el cap.

Las cuerdas le apretaban con fuerza sus muñecas, creando rozaduras cuando intentaba moverse.

Sus piernas, débiles debido a los orgasmos anteriores, también estaban inmovilizadas, atadas contra el dosel de la gran cama en la que esa copia de Stark le había colocado.

Una venda cubría sus ojos, haciéndole imposible el divisar algo. Debía confiar en su audición para verificar no estar en peligro, aunque, si era honesto, lo que menos deseaba era mantenerse alerta. Quería apagar todos sus sentidos como hace unas horas, perderse por completo, sin pensamientos, dudas o ideas.

Estaba completamente desnudo, zonas de su piel ardían (posiblemente tenía marcas rojas o moradas debido a los golpes y mordidas) y podía sentir la parte baja de su vientre cubierta de su propio semen.

Atado, boca abajo, vulnerable y abierto, de forma completa (su rostro se estaba poniendo de nuevo rosado ante la sensación de excitación volviendo a él) Todo a la vista de su… dominante, como se había titulado su, se podría decir, acompañante.

—Eres un espectáculo, mi mascota— la voz ronca le envió un escalofrío por todo el cuerpo. — Sobre todo ese culo. —Las puntas del cuero del látigo que el otro portaba golpearon de forma fuerte sus glúteos. Una, dos, tres veces.

Mordió sus labios, intentando no dejar salir ningún sonido; su amo (aún no estaba seguro si el termino le gustaba, pero no podía negar que decirlo aumentaba un calor en él) lo castigaría si lo hiciera.

—¿Nada? Eres una buena mascota, la mejor— elogió el contrario, que esta vez utilizó su mano para darle cinco nalgadas con mucha más fuerza. La sensación de contacto piel con piel se sentía maravillosa. —Tan bonito.

Se removió cuando sintió al otro alejarse, la excitación crecía a medida que escuchaba los pasos del hombre, quién comenzó a caminar por toda la habitación. Podía sentir esa intensa y demencial mirada posándose sobre él, como si fuera una obra de arte; por alguna razón desconocida, eso le gustaba. Mucho.

—Tan perfecto…— escuchó algo parecido a un clic y al instante su cabeza cayó directo a la almohada. Jadeó en busca de aire mientras levantaba su trasero; el vibrador dentro suyo había cambiado a una velocidad mayor, presionando justo en su próstata.

—¡Ah! — no pudo contener el grito cuando su miembro rozó la suave tela de la sábana bajo suyo. Estaba demasiado sensible y gotitas de pre - semen ya escapaban de la punta que debía estar rosada por la actividad previa.

Mordió su labio con fuerza, esperando que Stark ignorada el gemido, más sabía que no tenía muchas probabilidades.

—¿Ese fue un gemido? — Efectivamente, el otro le había escuchado y su tono molesto le dio una idea clara: iba a tener que rogar para que le dejara venir, de nuevo.

—N…no— contestó como pudo, la saliva escurriendo por la comisura de su boca. — Lo…lo siento amo. — agregó.

—Está bien, cariño— escuchó los pasos acercarse muy despacio a él. Un dedo índice delineó su columna, haciéndole temblar. —Pero sabías que lo tenías prohibido amor. Me temo que debo castigarte.

Anthony (porque no era Tony, no al menos su Tony) abrió sin delicadeza sus piernas; el silbido que dejó escapar le hizo ponerse rojo como un tómate.

—Incluso estas partes tuyas son hermosas. — murmuró mientras colocaba algo en su pene. Cuando notó la presión, descubrió lo que era: uno de los famosos anillo de pene de los que había hablado Stark con anterioridad. — Bueno, cachorro ¿vemos cuanto resistes?

Gimió internamente sabiendo que venía una tortura, placentera, pero tortura, al fin y al cabo.

Los ágiles dedos se acercaron a su erección, tomándola con un tipo de firmeza que le hacía recordar a él cuando tomaba su escudo. La mano acarició con ligera dureza la longitud, subiendo y bajando sin cuidado.

El pulgar apretó el grande a la vez que el juguete sexual aumentaba en potencia; pronto se le unieron golpes provenientes de una tabla envuelta en cuero directo a sus nalgas, haciendo que a su vez el vibrador se moviera, embistiendo contra esa pequeña glándula llena de terminaciones nerviosas. Literalmente estaba viendo estrellas, el hormigueo en su bajo vientre se estaba extendiendo, una señal de la pronta liberación.

Intentó mover sus caderas, buscando que el contrario aumentara la velocidad. Los pensamientos se nublaban en su cabeza debido a las sensaciones de dolor y placer que se mezclaban de tal manera que no podía diferenciar una de la otra.

Dejó escapar un sollozó deseando poder llegar el clímax, más el agarre del anillo se lo hacía imposible.

—Amg, por…por favor…— rogó, ya no podía aguantar más. Habían comenzado hace dos horas y ya se había corrido cuatro veces; la sensibilidad era demasiada, no estaba en condiciones para resistirse.

—¿Por favor, qué? — gimoteó ante el tonó autoritario. Lagrimas rodaron por sus mejillas.

No podía más…

—Amo…por…Mmh…favor—luchó para recuperar el aliento—qui…quiero venir.

Una risita fue la respuesta; en menos de un minuto, Stark le quitó la argolla en su miembro, finalmente liberándolo.

Su boca se abrió en cuanto llegó al orgasmo, manchando todo lo que estaba bajo suyo con su semilla.

Agotado y satisfecho, su cuerpo cayó por completo en la cama. El color negro envolvió toda su conciencia.

OoO

Una sensación extraña en su piel le hizo removerse, escuchando un sonido parecido al del chapoteo. Abrió sus ojos, intentando erguirse, pero el dolor en su cuerpo se lo impidió.

—¿Hmm? — murmuró, notando que estaba en una bañera.

—Shh — esa voz a la cual ya se estaba empezando a acostumbrar resonó en el cuarto de baño. — Solo te estoy limpiando, amor— Su acompañante respondió, pasando lo que debía ser una esponja (con el sueño que llevaba, no estaba muy interesado en verificar si lo era o no) por su espalda— Lamento si me pasé con las cuerdas. Tus muñecas quedaron muy marcadas, pero una vez te saqué de la bañera, te pondré una pomada—un suave beso fue depositado en su mejilla.

Cerró los ojos de nuevo, relajándose en las aguas perfumadas. ¿Cómo había terminado así? Solo llevaba una semana allí y a pesar de eso había decidido acostarse con el extraño que prácticamente le había secuestrado y, aún peor, se metió en esa extraña práctica.

¿Por qué lo había hecho?

“Porque estas cansado de siempre tener que llevar el dominio. Hartó de ser él responsable, él que toma las decisiones, los errores, la culpa…” Una voz en su cabeza que definitivamente era conciencia respondió sus dudas “El hombre te hizo sentir mimado, deseado y protegido. Tomó las decisiones, te dio libertad de hablar, pensar y comportarte como quieres sin tener que pensar en la imagen que proyectas o en el deber en tus hombros. Y eso te gusta, te encanta; que alguien por fin tome el mando, te gusta ser sometido, cuidado y mimado…”

¿Cómo discutir contra uno mismo? Esa pequeña voz tenía razón. Después de la soledad, del hielo, de Loki, de Bucky, de la pelea con Tony, del casi enfrentamiento en el aeropuerto...simplemente estaba sin fuerzas para seguir siendo la voz de la razón, el líder y todo lo que ello conllevaba consigo.

¿Era tan malo simplemente dejarse llevar?

—¡Listo! — el tono alegre de Stark le hizo regresar a la realidad, borrando los pensamientos en su mente. — Ven, déjame ayudarte un poco.

No le veía sentido alguno el resistirse, así que se levantó (apoyándose en los azulejos, sus piernas aun temblaban) y simplemente se dejó secar por el castaño, quien posteriormente le colocó una bata, de lo que parecía, raso.

—Ya está, cariño— sonrió el hombre, por unos segundos sus ojos brillando en un color celeste intenso que no podía ser natural, más el efecto desapareció casi al instante— Te ves agotado. Ya quité las sábanas y coloqué unas nuevas, te llevaré a la cama, Steve — Sin necesidad de armadura (lo cual le asombró bastante) Stark le alzó en brazos. — Mañana será un largo día.

Al estilo nupcial “Superior” (o al menos así había oído que le llamaban) lo cargó con sumo cuidado, llevándolo hacia la habitación.

En unos segundos se encontraba en la cama de nuevo, cubierto por los suaves acolchados. Una sensación de calidez le envolvió y el sueño volvió a él.

A pesar del cansancio que le pedía cerrar los ojos, trató de resistir para saber que haría el contrario a continuación. Extrañado vio como el hombre se agachaba hacia él, acercándose a sus labios.

Sabía que debería voltear la cabeza y negarse a eso, pero ¿para qué hacerlo? Ya habían hecho más que un beso, habían visto más de lo que dos personas debían verse y, porque no decirlo, se sentía ¿halagado? ¿curioso?, por el contrario. Decidió permitir que Tony hiciese lo que quisiese.

Sintió los labios del castaño sobre los suyos, creando un beso dulce y suave. Luego se retiró, seguramente dispuesto a irse a su taller.

Antes de que se fuera, estiro su mano para tomar la muñeca de Tony, más por instinto que otra cosa.

Sus mejillas se tornaron carmesí ante la mirada azulada sobre él.

—Gra…gracias, Tony—susurró con timidez, sin siquiera saber por qué. Su corazón latió fuerte ante la pequeña sonrisa en los labios ajenos.

“Tiene una sonrisa realmente bella” el pensamiento llegó tan rápido como se fue.

Bostezando, soltó la muñeca, acomodándose para poder dormir. Las horas de sexo le habían dejado exhausto.

Si se hubiera mantenido despierto, hubiera notado un cambio en la sonrisa de Anthony. La dulzura fue remplazada por la soberbia y, quizás, un toque de locura.

La vista de Superior se centró en la botella de agua en la mesa de luz, la misma agua que el rubio había bebido esa mañana y luego en la tarde.

La toxina debía estar funcionando bien si al fin el capitán empezaba a llamarle Tony en vez de Stark.

Silbando alegre, salió de la habitación. Tenía algunas cosas que solucionar, como el hecho de que alguien intentaba llegar hacia su universo, alguien que conocía como a sí mismo.

—Steve es mío y solo mío— murmuró, estirándose para sentir el ardor que le provocaban los arañazos que el rubio le había hecho por toda la espalda. — Y pobre de aquel que quiera alejarlo de mí~ — canturreó, sus ojos azules tornándose rojos como la sangre.

Notas finales:

Comentarios siempre son bienvenidos nwn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).