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No puedo dormir por Cupcakechito

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Pov. Lavi

Un mes y medio antes.



Está bien lo admitía.

 Fui yo quien en parte, puso un muro entre los dos, hablo sobre Allen. Lenalee llevaba bastante tiempo acusándome sobre ello a lo cual me negaba en rotundo, no tenía pensado hacer público este malestar que tenía por él... pero supongo que fui demasiado evidente desde un principio. Mea culpa.

Alma sabía de sobra el disgusto con el cual recibí anteriormente la noticia de que trasladaría a un chico salida de la nada recién comenzando el curso, y que por descarte este caería en mi habitación, me hice forzosamente de a la idea de que mis caprichos de traerme a una choco cuando y como yo quisera iba a ser bastante reducidas, eso, dependiendo de carácter tuviera el nuevo individuo... y mi olfato me decía que no iba a ser muy enrollado, en fin ese es un tema aparta, la cuestión era ahora mismo convencer a mi mejor amiga, Lenalee, de que el verdadero problema, la x a despejar en la ecuación era el Moyashi ¡no yo! ¿qué más podía hacer? Faltan cinco meses para mi graduación y el menor de mis problemas debía ser tener diferencias con mi reciente, caído del cielo, compañero de habitación.

Yo no elegía ser amistoso por que sí, simplemente mi forma de socializar se construía en base al trato de la otra persona, y si no era de mi agrado, mi mayor arma era la indiferencia y la distancia, así de simple, poniendo un ejemplo claro estaba Chaozi Han, ese tipo con una anatomía extraña en cual consistía estar petad al mismo tiempo gordo, ese pecoso... ¡me caía para la mierda! Y luego por otro lado estaba Yu, estar con Yu era igual a diversión, con él era imposible no reírse a carcajada o intentar tocar su sedoso pelo, y probar a hacerle diferentes peinado mientras meditaba, aunque a veces se enfadaba un poquito y me amenazaba a mi, a mi perro inexistente y a toda mi familia incluida con su Mugen pero... solo es porque Yu es muy cachondo y tenía un humor negro... eso creo.

Temprano en la mañana Lena me había pedido mi ayuda para un examen del álgebra, ascendí encantado, nuestro código de estudiar juntos era muy estricto ya que intentábamos levantar lo menos posible las sospechas de su hermano. Después de clases busqué mis mejores apuntes y los reuní, hasta que me di cuenta que el libro que estaba leyendo no lo tenía, me pareció raro, comencé a buscar entre mis cosas y las del moyashi, en una de esas levanté su colchón y descubrí desgraciadamente por accidente su escondite secreto. Su pequeño santuario de comida.  Joder.  En esos momento el Moyashi estaba en una de sus clases extras – iba fatal en los estudios, por cierto – , de hecho, solo lo veía en el almuerzo a veces y por las noches, bajé el colchón blanco como un papel y creedme, si hubiera resultado ser otra situación gustoso me hubiera reído a carcajadas, grabado un video para futuros chantajes y tema de burla para los futuros meses pero... nada, absolutamente nada de eso se me veía apetecible, y hacerle bullying así sin más a Allen con nuestra parte tan comunicativa, no iba a resultar ni la mitad de gracioso, solo quería hacerlo enfadar de esa forma tan adorable que se ve con Kanda cuando le llama Moyashi... pero como dije anteriormente, el resultado era nulo.

Ahora bien, intenté olvidar a toda costa mi reciente descubrimiento y ponerme a pensar severamente dónde había dejado mi libro.  Alma.  Le llamé cuando me lo crucé en la fotocopiadora.  ¿Sabes donde dejé me libro?

 ¿Cuál?  Se rascó la cabeza.  ¿El que siempre lees? 

 No ese no, El chico que perdió su corazón (1)  Se quedó pensado un buen rato para luego encogerse de hombros y suspiré. Luego me fijé en lo que estaba haciendo y le pregunté.

 Oh, tengo que hacer un par de encuestas.  Sacudió el papel sobre la mesa y me olí venir. A Alma le gustaba mucho socializar con todos, era demasiado bueno y en su clase solían aprovecharse de su entusiasmo y bondad.

 Alma...  Suspiré.  ¿Otra vez?  Solo infló los mofletes molesto, él ya había leído mis pensamientos.

 ¡Esta bien! ¡Yo me ofrecí voluntario...! No es como si alguien me lo haya pedido expresamente...  No me creía nada de eso, pero en cambio, lo vi darme la espalda mientras comprobaba el número de páginas contándolo. — Además, Allen me prometió que me ayudaría, no es a para tanto.

 ¿Allen?  Decir su nombre me provocó desconcierto, a lo tonto me había mal acostumbrado a llamarle de la otra forma - la más molesta - y me pregunté cara pondría si un día de estos le dirijo la palabra con su nombre...

Aunque supongo que estará igual... Me rasqué la frente sintiéndome confuso.  Últimamente sois como uña y carne.  A lo que Alma me sonrió maliciosamente.

 ¿Celoso de que Allen se a mi nuevo mejor amigo?

 ¿Celoso, yo? No...  Me reí.  Pero creo que a Yu no le está gustando ni un pelo verlo siempre juntos.  Recordaba como la semana anterior lo encontramos tomando su soba como de costumbre, aprovechando la oportunidad en que raramente coincidíamos todo el grupo – porque Yu solía usar su tiempo libre en entrenar con Mugen – por lo que le invitamos – le obligamos– a sentarse con nosotros. Cuestión que Yu fulminó al moyashi con su mirada, una técnica en la cual era muy bueno y todo un experto pero que curiosamente resultaba ser inmune en Allen a diferencia de otros mortales –yo incluido – y luego hizo breve comentario acerca de que ver a Allen atragantarse con su comida le hacían querer vomitar. Fue muy divertido, como se lanzaban veneno mutuamente, como si fueran culebras, cada cual más ingenioso que el anterior... -y la verdad yo no entendía esa manía que tenía de concluir cada amenaza con un bonito rapado al cero y venta del cabello ajeno- Hasta que a Allen se le ocurrió doblar su cuchara repleta de puré como un tirachinas y asestar con tal precisión sobre el bonito flequillo de Yu para luego escurrirse lentamente por su cara. Una vez más parecía que Allen Walker se había ganado el silencio y todas las miradas del comedor, solo que lo siguiente que vi a continuación fue como Kanda clavaba uno de los cuchillos sobre la mesa y se subía solo para levantar la camisa del Moyashi mientras gritaba aun más blasfemias, hasta ese punto, no solo estaba seguro de que Allen iba a morir si no que algún desgraciado -como yo- caería también victima en medio de aquella feroz batalla, la multitud que venía de todos lados no ayudaron mucho, animando a la pelea a puños limpios. Todo el mundo quería ver sangre, menos, Howard Link, el jefe de estudios quien casualmente pasaba por allí logro intervenir con éxito y llevarse a rastras a ambos. Él resto de la historia nunca lo supe. Yu era una tumba, mientras yo, ni corto ni perezoso, le dirigí la palabra exclusivamente a Allen solo para que me pasara tan valiosa información digna de cotilleo, pero como presupuse, estaba con demasiado mal humor para siquiera notar que le estaba interrogando cansinamente, y me mandó de una forma muy sutil a la mierda.

El caso es que Alma estaba ahí, y se disculpó cientos de veces ante Allen por la actitud de Yu. Ahora mismo bajó los ojos con tristeza mientras suspiraba su nombre.  ¿Has hablado con él?

 ¡Yo...!  Me imaginaba que no. Como si fuera un escudo anti-Yu, puso los papeles a mitad de su rostro, todo sonrojado.

 Tienes que hablar con él, Alma, no puedes seguir huyendo.

 ¡Y tú!  Me incriminó.  ¿¡Por qué no hablas con Allen!?  Si lo que intentaba era desviar el tema, lo hizo a base de bien, me quedé paralizado con una media sonrisa en la cara.

 ¿Qué? ¿Qué rayos tiene que ver el Moyashi en todo esto? ¿Y porqué tendría que hablar con él?

¡Pregúntatelo tú mismo!  Volvió a gritar aun más sonrojado y salió corriendo. No entendía a Alma, a veces... actuaba como una chica,  por muy raro que sonase ese concepto.

Hasta donde yo sé, Yu y Alma siempre habían estado juntos desde crío, cuando lo conocí, recuerdo perfectamente la timidez de Alma, se escondía siempre a espaldas de Yu este siempre lo sobre protegía de todo a su entorno, como si fuera el hermano mayor.  Como obviamente no lo eran comenzaron a acusarlo de ser gays. Todo se metían con la inocencia de Alma, con su manera de ser tan expresiva e infatil, hasta su nombre fue objeto de risas por lucir como el de una mujer.

"Alma, es nombre de niña"

Yu nunca se quedaba parado, si tenía que liarse a hostia con el primer gilipollas que pillase allá iba él. Su padre Tieldoll aseguraba que Yu siempre fue un niño muy serio y reservado, meterse en peleas solo lo hizo ser alguien más solitario y arisco... pero solo creo que es alguien difícil de conocer, a mi solo me costó una fractura en el brazo hacerme su amigo. Una vez le pregunté qué le desagradaba tanto del Moyashi.

— Su sonrisa falsa de mierda. Dijo de forma segura casi sin pensar. Eso me sorprendió.

Era un tipo tan antisocial que solo escuchaba y le hacía caso a Alma. Obviamente Alma no quería nada de eso para Yu, un día se lo dijo terminando en una acalorada pelea verbal – y algún que otro golpe, ambos eran un poco brutos... no entiendo tanta violencia –, se echaron muchas cosas en cara y terminaron alejándose poco a poco hasta llegar a lo que son ahora. Alma prometió nunca más depender de Yu y me dijo que era capaz de hacerse de cualquier otro amigo, muchos y muy buenos, mejores amigos llevándolo con su inocencia y amabilidad a ser el blanco de gente aprovechada.

La verdad siento pena por Alma, y por Yu... lo veo más solo que nunca. No es que crea en los rumores de si son o no son gays resentidos, pero el vínculo y los sentimientos tan fuertes que hay el uno por el otro... son completamente envidiables, yo nunca he sido capaz de entenderme e involucrarme así con nadie, muchas veces me pregunté ¿cómo sería... poder estar con alguien y saber que puedes contar siempre con esa persona para lo que sea? La confianza, la fortaleza, el sentimiento de querer darlo todo...

Normalmente uno pensaría que algo así solo puede darse en el amor, que algo así, solo puede ocurrir entre un chico y una chica, yo mismo pensaba así. Pero conocerlos a ellos me hicieron reflexionar sobre muchas cosas, y el hecho de que esta sociedad haya logrado echarlo a perder me da un sentimiento total de impotencia, realmente, no me sobran las ganas de meterlos a los dos en un armario y que se arreglen como hombres, ya sea golpeándose hasta que no puedan más, hablando como personas civilizadas o... de otro forma más homosexual.

Y entonces llegó a Allen - ¿Por qué parece que siempre que hablo de él marco un antes y un después? - No digo que sea mal chico, no puede serlo, de hecho, se ve en su mirada que es tan honesto como Alma y Alma fue capaz de encontrar alguien nuevo en quien poder conversar y apoyarse nuevamente, ese alguien no era ni yo ni Lenalee... quienes somos lo más cercanos y fuimos capaces de conocer y verlo todo desde más de cerca, puede que sea por esa misma razón, puede que Alma siente que puede empezar desde cero con el Moyashi, quien desconoce de su historia, de lo que era antes para olvidarle, despreocuparse de todo... Pero para los ojos de Yu ya es otra historia, Yu se siente usado, aunque no lo diga, se siente completamente dejado de lado y... solo, muy solo.

Comprendo la situación, puedo verlo, pero no puedo hacer nada... estoy algo cabreado porque, aunque a Alma le hace bien ese nuevo cambio nunca... será como su relación anterior con Yu, y yo si tengo que elegir por alguien me quedo del lado de Yu, creo que él realmente lo está sufriendo todo, en silencio, y me es difícil creer que Alma conociéndolo aun mejor que yo no sea capaz de ver el daño que le está provocando. Yo realmente no quiero culpar a nadie, no quiero...

Tampoco tengo el apoyo de Lenalee, ella se siente muy confundida al respecto y se siente culpable por no haber hecho nada, ella también era de las que afirmaban "Lo bonita pareja que hacía ambos" y lo sé, sé que no lo decía mal intencionalmente - por muy perturbador que pueda ser ese mismo pensamiento - hacer cualquier movimiento o inclinarse por alguien la dejaría mal parada, sea lo que sea, porque siempre inconscientemente buscaría ese tipo de solución homosexual.

A estas alturas, ya nadie puede interrumpir, ellos mismo tienen que solucionar las cosas.

Eso, si no fuera porque Yu es incapaz de controlar su mal carácter y parecía atentar contra la vida del Moyashi en cualquier momento y cada oportunidad que veía, asegurándose y convenciéndose cada vez más que la causa de todos lo males era él.

Estoy sin palabras...

                                                                     
.

.

.

La tarde se veía soleada, daban ganas de salir a dar una vuelta. Recibí un wattsup de Lenalee aclamándome en la biblioteca, que estaba completamente vacía, al parecer llevaba rato esperando y estaba a punto de llorar intentando resolver algunos problemas sola, acudí como héroe al rescate.  ¿Qué te tardó tanto?

 Me distraje.  Dije encogiéndome de hombros mientras preparaba los apuntes. Luego tras un silencio levante la vista y allí estaba ella poniendo cara rara.  ¿En que rayos estas pensando Lenalee? – Arqueé una ceja.

 Jmmh...  Sonó a propósito pensativa, otorgando un poco de misterio  ¿Qué tal te va con Allen? – Refregué la mano por mi rosto arrastrando la piel y parpados en un gesto cansino. Espero y solo espero... que esta mujer no sea tan sádica – como su hermano– como para haber fingido tener problemas en lo estudios solo para cotillear, todo porque hacía más de un mes que no me asomaba por las habitaciones de las chicas, pero tras el último accidente apreciaba más mis huevos que otra cosa.

 Ya hemos tenido esta conversación, así que...

 No, no la hemos tenido. – Rio divertida, tenía razón.  Tú distraído ¿Cuándo? Dormido quizás pero señor Bookman, tú distraído nunca.

 Sí Komui viera lo impertinente que es su adorada niña... – Cambio su rostro a uno sorprendido.

 No te atreverás.

 Pruébame. – Ella dio por zanjado el tema, no por que se lo tomara en serio, si no porque ambos estábamos jodiendo mutuamente, nos pusimos a estudiar.  Pensaba en Yu y Alma. Solté repentinamente al cabo de un rato.

 ¿Crees que tengan solución?

  No lo sé. Quisiera creer que sí.  Por lo pronto, solo puedo apoyarlo desde lejos.

  No creo que nunca den el gran paso. Ambos solíamos hablar mucho sobre esos temas de parejas, la confianza no escaseaba entre nosotros, ella siempre me hablaba de su relación con Back y yo de mis ligues de turno, también teníamos buen ojo para otras parejas del instituto y aunque nos divertíamos teorizando – e inventándonos el resto de historia que se acomodase a nuestras fantasías– nuestra regla número uno era la de no intervenir, con anterioridad y por experiencia, sabía que involucrarnos a juntar una pareja siempre podía terminar saliendo tan bien como mal, y desde nuestra perspectiva honesta, preferíamos ganarnos el corazón de la persona indicada por nuestros propios medios. Ella lo había logrado, casi seis meses de noviazgo con Back Chan y no la tenía nada fácil, asegurar su integridad física incluía que la sola mención de su nombre fuera tabú. Por así decirlo, Back y Lenalee eran como los modernos Romeo y Julieta... solo que aquí nadie moría, y si se pregunten por qué tanto secretismo solo mentaré a "Komui" y me alejaré lentamente...

Mientras yo... bueno, yo prefería estar solo, así que si de alguna forma intuía de alguna chica que le gustara, prefería ignorarla hasta no estar seguro de que ella solo estaría ahí de pasada, honestamente, no me veía como novio de nadie, las relaciones suelen ser problemáticas – véase Lenalee y Back, teniendo que verse en secreto–

Volviendo al tema de Yu y Alma, cuando Lenalee hablaba del gran paso, se refería a una relación amorosa, sinceramente yo tampoco le tengo fe. Si ninguno era capaz de ver lo que sentían, era por su culpa, por mucha lástima que sienta, no pienso ayudar en nada.

De repente sentí un movimiento brusco en la ventana, desvíe la mirada por inercia y allí estaba ¿Aquello no era el golem del Moyashi? Timcampy salía huyendo posándose sobre una rama, en seguida, un gato gordo saltó hacia su dirección se armó un revuelo de hojas. Si Tim estaba ahí, solo podía significar una cosa.

Allen estaba cerca.

Acudí corriendo hacia la ventana y la abrí, mirando hacia afuera, a lo lejos vi a Alma que miraba hacia el árbol totalmente interesado, sí, definitivamente Allen debía estar cerca pero aún no podía localizarlo a simple vista. De repente la rama volvió a agitarse esta vez con más violencia.

¡Timcampy! Oí el llamado y ahí estaba, Allen de cuclillas sujetándose de las ramas, pegó un impulso y con agilidad, atrapó a Koro, el gato que solía frecuentar los dormitorios, hacía bastante tiempo que no se mostraba, siempre regresaba con una nueva herida de guerra. Siempre se iba durante semanas por ahí, enfrascado en esos viajes gatunos  o buscando gatitas... parecía que ahora le había dado el gusto también de perseguir golems tomado por presa a Tim.  ¡Te tengo! Sonrió victorioso sujetando con fuerza al animal hasta que se fijó también en mi dirección, probablemente, se había sentido observado, encontrándome allí, siendo el principal espectador. Lenalee se asomó tras mi espalda también para saber que era lo que llamó mi atención tanto como para haber saltado de la silla.

La verdad, ni yo lo pensé bien cuando hice aquello, solo quería encontrar al chico que parecía un fantasma en la noche, porque últimamente a pesar de mí pesado resentimiento por él, no podía quitarlo de mi cabeza, como por ejemplo hoy, aun si Alma dijo que él lo ayudaría me quedó la duda de cómo aquello era posible, porque Allen tenía clases extra escolares de literatura inglesa – sí, me he memorizado su calendario, no es ningún problema para mí– solo podía indicar una cosa, Allen se estaba escaqueando, no era la primera vez desde luego... y eso solo le traería problemas con el dos puntos de Jefe de Estudio, Howard Link, probablemente desconocía cuan severos podían llegar a ser sus castigos o lo maniático que era de tener un historial muy detallado de todos sus alumnos... Realmente no paraba de pensar en esas cosas – podía pensar cientos de cosas al mismo tiempo– y las insinuaciones de Lenalee no tardaban en llegar, no generaban ninguna ayuda para el caso.

Y ahí, cruzando mis ojos contra los suyos, plateados.  ¿Lavi? ¡Ah! Perdió el equilibrio, cayendo de la rama, con gato, golem y todo.

  ¡Allen! Gritó Lenalee empujándome para asomarse ella y mirar hacia abajo, pero al parecer solo fue una falsa alarma, las rodillas de Allen se aferraron a la rama y solo acabó boca abajo. Koro no estaba tan de acuerdo con la nueva posición, maullando desquiciado y erizando toda su cola, escupió a Tim que voló hacia mí, muerto de miedo mientras Koro hacía lo mismo corriendo en dirección opuesta. ¿Allen estás bien? En señal positiva alzó el pulgar poniendo esa sonrisa de mártir, Alma corrió hacia él también, preguntándole lo mismo que Lenalee. Tal vez sí era posible que ese día en particular estuviera, o atontado, fantaseando. Ahora mismo hubiera estallado en risas, burlándome del Moyashi llamándolo algún apelativo parecido a "payaso, o mono de circo" en cambio no fue así, quizás era por mi falta de sueño o porque reflexionar sobre la situación actual de Alma y Yu siempre me ponía nostálgico, pues... no dije nada, incluso si Lenalee después me sonrió picaresca. Alma se estaba descojonado allí abajo en mi lugar.

  ¿Lo ves?

Parpadeé confuso.  ¿Ver el qué?

  Eso. – Solo no podía parar de pensar en la hazaña de Allen trepándose al árbol como si fuera algún ninja, se veía genial. Muy genial.

  ¿El qué? Insistí crispándome los nervios.

  Lavi. Y no paraba de pensar en lo graciosa que se veía su barriga al descubierto cuando estaba dado vuelta, con la frente despejada del flequillo para después con agilidad soltar la rama, dar una voltereta en el aire y aterrizar perfectamente de pie. Si el fuerte de Allen no eran lo estudios, en los deportes sobresalía magistralmente.  Solo te llamó a ti.

  No entiendo el punto. Sonreí de forma no convencional, esta chica me daba miedo.

  Ah... sigues haciéndote el tonto. Se apoyó sobre su mejilla, en el marco de la ventana.

  ¿¡Qué cuchicheáis!? Gritó Alma desde abajo, poniendo ambas manos en su boca. Lena le contestó copiando la postura.

 ¡Estamos estudiando! ¿Quieren unirse? Puse gesto de que no era buena idea. Allen miró expectante a Alma como si estuviera a punto de aceptar pero el solo negó con la cabeza.

  ¡No gracias! ¡Solo devuelvan a Timcampy, no hagan que Allen se suba otra vez al árbol! Era cierto, Tim seguía pegado contra mi cuello, temblando.

  Vamos Tim. Le animé a salir de su escondite empujándolo con un dedo sin resultado, parecía muy a gusto en su nuevo refugio.

Tras un rato de que ambos estemos mirándolo Lenalee volvió a gritar desde la ventana.  ¡Parece que no quiere! Abajo Alma intercambió algunas palabras con Allen que no se oían bien desde aquí y comenzó tirar del suéter gris algo desgastado –y lleno de hojas– indicando que ya se iban, pero él volvió a mirar con pena hacia aquí, caminó un poco para estar más cerca de la ventana y alzó su mano, realmente... se veía lindo.

  Tim... Dijo suavemente pero lo suficientemente audible, Tim levantó las alas y se asomó un poco, hasta que vio a Allen y fue corriendo hacia él hasta achucharse contra su mejilla.

Allen sonrió reconfortado mientras lo acariciaba con los dedos, por su lado Alma seguía tirando más y más del suéter y una sonrisa se asomó por mis labios. A pesar de que yo estaba aquí y él allí, sentía como que estaba más cerca que nunca, es decir, en ese momento no sentí ninguna pulsación de como era Allen por las noches o cuando ambos nos encontrábamos momentáneamente en el cuarto, casi ignorándonos, no... era como que estaba ahí, que era otra persona... una persona que nunca antes había visto – muy por encima de esa sonrisa aterradora que materializaba cada vez que iba a agarrarse a putazos con Yu.– era alguien a quien deseaba conocer, alguien a quien daba gusto ver sonreír.

Me pregunto qué pensará Allen realmente de mí.

Una vez perdí toda visión de Allen dentro de edificio conjunto con Tim y Alma me percaté de mi real embobamiento, me giré dispuesto a continuar con los apetecibles estudios chocándome con Lenalee, cruzada de brazos y una mirada pícara. 

¿Qué? Dije sonrojándome un poco. Sé perfectamente lo ella pensaba sin que me lo dijera, era bastante obvio.

  Nada...

Aquella tarde no era yo.

.

.

.

 

La misma noche Allen se retorcía en su propia cama, ya no era novedad, tenía memorizado cada uno de sus movimientos.  Maestro~ Una profundo enfado me invadió, ese idiota estaba teniendo una pesadilla con algún docente, me pregunto quien había sido capaz de amenazarlo de muerte para quedar tan aterrado, realmente era patético.  Ah... ronquido del Maestro, no es humano... En serio ¿qué clase de sueño estaba teniendo? Me incorporé completamente cansado de esto.

  Moyashi. Le llamé entornando los ojos en la oscuridad para verlo, realmente estaba muy oscuro esa noche, no esperaba que reaccionase a la primera, a mala forma.

  ¡Ah, tiene pelos en las piernas! Se levantó de golpe, sudando con los ojos desorbitados.

  ¡Cállate! Le tiré la almohada con tal mala suerte en ese momento, que rebotó con su movimiento torpe y cayó por la ventana. Estupendo, ahora tendría que improvisar una almohada con una de mis mantas sobrantes.

No puedo dormir con este niño a mi lado, en serio. Y cuando se lo dije por primera vez a Lena suspiró mirándolo de un modo romántico, para nada, si supiera la realidad, el verdadero contexto con el que decía aquella frase.

Pero, estos pensamientos tan despectivos que tenía sobre Allen poco a poco se fueron desapareciendo, y a veces ni siquiera tenía idea de porqué ambos estábamos así, porqué se palpaba tanto la frialdad en el ambiente, porqué no podía tener alguna conversación amena con él, durante casi estos dos meses y medio, ha sido como estar viviendo con un desconocido total y me hacía sentir bastante mal conmigo mismo... Porque Allen no era como Chaozi, no era desagradable ni mucho menos, en realidad, visto como era él desde lejos, fuera del dormitorio, se veía un chico muy agradable del cual no me hubiera importado hacerme amigo en seguida.

No importaba cuantas veces le diera vueltas dentro de mi cabeza, un día llegó aquella tarde común como cualquier otro día, con la diferencia en que me quedé embobado viéndolo, descubriéndolo. Aquella sonrisa que evocó Allen la cual nunca me di el lujo de conocer por cuenta propia, me pareció acogedora y... algún otro sentimiento que no logré clasificar... y tuve consecuencias adversas dentro de mí, como llegar a plantearme todo esto que estoy diciendo, desde sentirme mal conmigo mismo por ser incapaz de hacer algo, hasta desear verlo sonreír así, más a menudo.

...O incluso, ser yo la causa de esa sonrisa.Ojalá ¿no sería lindo?

Más de una vez me encontré a mi mismo fantaseando con eso. 


 

 

Notas finales:

(1) Como dato curioso no existe ese libro, de hecho, es el título de uno de mis doujinshi XD puse ese porque quería que guardara relación con Lavi y que se entienda porqué es su favorito.

Con este cap, doy finiquito al largo Flash Back introductorio. En el siguiente regreso al presente, es que quería que se viera como pensaba en ellos antes del primer capítulo.

 


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