Sera raro que lo diga, pero me di cuenta de que Terry, mientras más crecía, más necesitaba de mi atención, me preguntaba en qué momento había crecido tan rápido.
Aunque, sin temor a mentir, el amor que sentía por mi pequeño crecía aún más rápido. Para dar un simple ejemplo de que tanto adoraba a mi hijo: En el pasado, habría dado mi vida por Julieta, la amaba demasiado, pero ahora, seria capaz de usar a esa mujer como escudo humano con tal de mantenerlo a salvo.
Después de un magistral encuentro entre él y Dana, había resultado vencedor.
Una vez declarado como campeón, ayudo a su rival a ponerse de pie, pero parecía que Dana se encontraba más alegre de haber sido vencida que él mismo ganador. Me sonaba de algo.
-Pude que solo tenga 10 años, pero está listo para hacer la iniciación -J susurro para mí, mientras yo estaba cruzado de brazos y veía con orgullo la habilidad de Terry, sentía un poco de nostalgia, había heredado ese talento de Damián indudablemente.
Traba de no hacerlo, pero era imposible no imaginarme como seria la vida si los dos pudiéramos verlo crecer, juntos. Nunca he pensado en Damian como algo más que un hermano, sin embargo, tenia un sueño, uno bonito, donde Damian sonreía, abrazaba a Terry y Bruce estaba orgulloso de su hijo, los demás miembros de nuestra familia estaban felices por eso. Sacudí la cabeza obligándome a salir de esa fantasía.
-Papá, si pudiste venir -Arrojo la toalla con la que se estaba secando el sudor y corrió hacia mí.
-Jamás me he perdido ninguno de tus enfrentamientos oficiales -Acaricie su cabeza y me abrazo con fuerza, correspondí a ese abrazo, vivía por el cariño que mi hijo me tenía, ahora él era mi motor, mi ancla.
-Iré a cambiarme, no vayas a dejarme, estaré listo en un flash -Ahora copiaba las frases de Bart. Salió corriendo y lo perdí de vista unos instantes.
- ¿A dónde vamos? -Le pregunté a J.
-Te acompañará a patrullar -Respondió, me giré hacia ella, se le avecinaba un huracán -No me mires a mí, tú se lo prometiste.
- ¿En qué momento? -Mi memoria no podía estarme fallando, yo jamás había dicho eso.
-Si lo hiciste -Bart apareció y mostró un video, en el cual yo estaba profundamente dormido.
-Papá, cuando sea el mejor de todos ¿Podré acompañarte a patrullar? -Pregunto Terry mientras Bart se reía de fondo.
-Si... -Respondí con voz casi inaudible.
Estaba totalmente anonadado, para empezar, no sabía que hablaba dormido y en segunda, no pensaba exponer a lo más importante en mi vida al más mínimo peligro.
-De ninguna manera -Me rehusé.
-Entonces ¿Vas a romper una promesa que le hiciste a tu hijo?
-Eso no es una promesa -Me defendí.
-Lo es para Terry, se ha esforzado mucho, es la razón por la cual se estuvo preparando tanto, quiere impresionarte, no lo decepciones -Sabían exactamente como manipularme, jamás había faltado a una promesa y había procurado no fallarle, estaba contra la espada y la pared.
Anochecía y al parecer era inevitable que Terry me acompañara esa noche.
Yo me estaba poniendo el traje, cuando me miré en el espejo, ya habían pasado 10 años desde que había vuelto, casi 60 desde que morí, y lo único que veía era que el número de cicatrices había aumentado, aunque las ojeras ya eran menos visibles que antes, me había crecido algo de barba, era increíble que me costara tanto reconocerme en ese reflejo.
Terry salto hacia mi espalda y se abrazó a mi cuello.
-Vamos papá, se hace tarde -Tomo impulso e hizo un salto mortal hacia atrás -Tenemos que atrapar a los malos -Corrió al Bat.
-Ya voy -Me puse la máscara y lo seguí, me había contagiado algo de su emoción, me recordó a la época en la que fui Robin.
Todo el viaje se la había pasado pegado a la ventana mirando el exterior, llevaba puesto un traje negro de entrenamiento y J había preparado para él un antifaz sencillo para proteger su identidad.
-Mi papá es Batman -Dijo eufórico al mirarme. Sonreí.
-Eso ya lo sabias, desde siempre -Comenté.
-Si, pero ahora voy a verte trabajar, y ayudarte ¿Puedo ser Robin? -Eso me causo un escalofrío.
-Veamos cómo te va esta noche -Bart y Kon' le habían contado mil historias del dúo dinámico, no era raro que quisiera formar parte de esto, confesaré que con el tiempo había perdido algo de ese temor porque decidiera usar una capa.
La noche fue muy divertida para Terry, atrapamos a un par de ladrones y convenientemente detuvimos el asalto a una joyería, al principio, cuando estuvimos ante el primer criminal, se paralizo, comprendió que no era lo mismo hacerlo en los entrenamientos a la vida real, todo el tiempo estuve tras él, evitando que tan siquiera lo tocaran, después se soltó, definitivamente tenía un talento nato para pelear.
Antes de ir a casa, compramos pizza, su favorita y la mía también. Lo lleve a la cima del edificio más alto que encontramos para cenar.
-Este ha sido el mejor día de mi vida -Sonrió, me trajo un sin número de recuerdos, pensar en Jason me daba una sensación agridulce. Se recargo en mí y a los dos segundos su pizza había caído muchos metros al suelo, se había quedado dormido, lo cargue y lleve de regreso al Bat para que descansara, bajé por última vez para recoger la basura, pues no podíamos dejar nada que nos delatara (y el respeto al medioambiente, claro).
Sentí la presencia de alguien más cerca, me di la vuelta rápidamente y vi a una sombra negra ocultarse tras una pared, presioné un botón en mi cinturón de utilerías y el Bat se cerró a piedra y lodo, si algo me pasaba, estaba programado el enviar al avión de regreso a casa con Terry dentro.
Me acerque listo para cualquier cosa, aunque a estas alturas, eso era imposible.
-Batman -La figura salió de la oscuridad para dejarse ver.
-Aquaman -Dije al reconocer al individuo -Arthur Curry... Jr. ¿Qué trae al monarca de Atlantis tan lejos de su país?
-Nada de Aquaman, solo Rey Arthur -Respondió despectivo -Vine por recomendación de una amigo -El hijo de la Reyna Mera y Aquaman era ya todo un hombre, el orgulloso rey de Atlantis -Connor me ha hablado de ti -Se refería al hijo de Flecha Verde -Dice que eres de fiar, que no eres otro charlatán que se pone el traje y que gracias a ti es que la resistencia ha despegado.
-Me da demasiado crédito por ello, apenas y los estoy ayudando.
-No seas modesto, esos cretinos no eran más que basura cuando estaban a cargo del kriptoniano y la amazona, ahora hasta parecen listos para hacerle frente al Régimen... Lo que tengo que hablar contigo no puede ser aquí, estas formalmente invitado a mi nación.
-Iré en cuanto esté libre -Respondí.
-Yo creo que vendrás ahora a menos que quieras que toda esta ciudad termine igual que Gótica mientras tu protegido duerme plácidamente en un avión que no podrá protegerlo de ese ataque.
Hijo de perra, este individuo había crecido en un mundo en el que sus padres murieron salvando el planeta y su amado mentor había sufrido el mismo destino al protegerlo de su malvado tío que trato de usurpar su trono cuando apenas era un adolescente. En otras palabras, estaba a una tragedia de convertirse en lo mismo que Damián, no tentaría mi suerte con él.
-Deja que lo envíe a un lugar seguro y te acompañare a donde quieras -No debí decir eso, noto de inmediato que el niño dormido en el Bat era mi más grande debilidad.
-No, el niño viene con nosotros, te doy mi palabra de que mientras no intentes nada en mi contra, tendrán paso seguro por mi reino -Seguro, claro. Aun así, no me dejaba muchas opciones.
-Bien -A regañadientes, pero tuve que ir por mi hijo y llevarlo en brazos hasta una nave-submarino en la que venía aquel rey y su escolta de 6 guardias que en ningún momento dejaron de apuntarme con sus armas.
Hacía mucho que no había visto la ciudad dorada de Atlantis, sorprendentemente se veía más esplendida y brillante que nunca.
-Has hecho un buen trabajo gobernando este lugar -Observe mientras Terry se movía somnoliento.
-Desde que Damián se apodero de la mitad del mundo ¿Sabes cuantos desechos han arrojado al mar? Ni uno -Oh, eso se escuchaba algo raro.
Llegamos al palacio, nos dieron respiradores que básicamente formaban una capa de oxígeno alrededor de nuestros cuerpos, además de un auricular que nos permitía escuchar perfectamente lo que ocurría y de ahí fui guiado hasta una habitación donde había demasiadas computadoras y personas trabajando.
-Puedes dejarlo dormir ahí -Dijo señalando una especie de sofá, no me quería apartar de él, pero no era muy cómodo cargarlo y enfrentarme a Arthur Jr., pues me sentía doblemente vulnerable. Hice caso y le puse encima mi capa para cubrirlo.
Me acerque a ver la gran pantalla que mostraba las calles de Atlantis.
-Ahora dime ¿Qué es lo que quieres de mí?
-Quítate la máscara -Dijo al momento que un guardia dirigía su arma a Terry, me quede un momento inmóvil, no había mucho que pudiera hacer en esta situación.
Tomé la máscara y la retiré, dejando que viera mi cara.
-Así que en realidad eres tú -Dijo acercándose -Realmente tus ojos son más azules que el Mar Caspio -Llorando me abrazo, no supe cómo responder, volteé a ver a uno de los guardias buscando respuesta, pero puso una expresión de tristeza al ver así a su líder -Garth solía contarme acerca del primer humano en ganar el Torneo de los 7 campeones.
-Eso fue hace mucho tiempo -Dije melancólico al recordar al Atlante de cabello negro.
-Eres un campeón de Atlantis, en algún momento se dijo que hubieras muerto por otros y lo demostraste al salvar el planeta y vencer a Darksied, en mi opinión, el ultimo héroe real que le queda a la Tierra -Nome sentía merecedor de esas palabras.
-No soy ni la décima parte de lo que describes -Respondí.
-Al contrario, eres mucho más, por eso te traje aquí, también eres la única persona que conoce a Damián y sabrás aconsejarme sobre lo que debo hacer -Se enjuago las lágrimas y fue hasta un panel de control y mostro imágenes de los diversos horrores que Damián había hecho -Yo no estoy de acuerdo con lo que él está haciendo, jamás lo estaré. Quien expulsa familias de sus hogares, asesina comunidades enteras y arranca a los hijos de los brazos de sus madres no es digno ni de llamarse "Rey". Se llevó a uno de mis caballeros (Kaldur), un hombre al que considere mi familia, solo para convertirlo en su marioneta, esa es una falta que Atlantis no debe perdonar. Y, por otro lado, al parecer se autodenomina nuestro amigo y dijo abiertamente en nuestra última entrevista que no tiene intención de conquistar Atlantis, ni siquiera nos quiere como aliados de guerra, dice que solo desea paso libre a la ciudad y que lo llamemos también nuestro protector, pero solo muerto le daría el título de Garth a esa escoria.
-Tu reino está a salvo, el ama este lugar, ahora puedo decir que aquí vivió algunos de los momentos más felices de su vida, no dañará la ciudad ni a tu gente -Le respondí -Lo conozco bien, se cómo piensa, asocia todo lo que lo hizo sentir bien en el pasado con el presente, por eso tampoco intentaría tomar tu trono, eres la sangre de tu padre y madre, aunque posiblemente eres más fuerte de lo que es Kaldur, él no te tomo a ti para su equipo porque deseaba que te quedaras como Rey, es esa esencia la que no se arriesgara a perder, su deseo es volver como un invitado, no a la fuerza.
-Entonces me aconsejas que sea amigo de un hombre que tomo a uno de los nuestros, lo usa como su esclavo y está causando tanta miseria a su propia raza.
-Finge que lo eres -Respondí -Pero apóyanos a nosotros, recíbelo en tu palacio con fraternidad, pero nosotros seremos tus auténticos hermanos, se nuestros ojos y oídos cerca de él, te ayudaremos a recuperar a Kaldur y frenaremos su tiranía juntos -Dije seguro -Conviértete en nuestro aliado.
-Ahora entiendo un poco. Tuve una suerte que él no, mis padres, Garth, mi gente, ellos me colmaron de amor mientras estuvieron a mi lado, veo porque Damián enloqueció cuando alguien como tu simplemente desapareció de su vida.
No era precisamente un secreto el que Talia haya intentado matarlo, fueran las razones que fueran y Bruce tampoco era el padre del año, estaba enamorado de Dick, así que realmente no contaba como familia, recordé las palabras que me dijo aquella tarde "Solo los tengo a ti y a Pennyworth".
Terry despertó después de todo aquel ajetreo y se puso a jugar con los guardias. De vez en cuando volteaba a ver que no fueran a dañarlo, pero... Los rudos soldados Atlantes no pasaron de dispararle con armas invisibles y fingían caer al suelo heridos cuando Terry hacia una maromera y les acertaba un proyectil imaginario en el pecho. Mientras, seguí discutiendo algo de estrategia con Arthur y su gente, aunque en un descuido, el capitán de su ejército, consejero real y yo, lo perdimos.
El Rey se unió al bando de Terry y entre los dos acababan con sus enemigos.
Vulko, el consejero, que ya era caracterizado por una edad avanzada, miro la escena con ternura.
-Tendrá que disculpar el comportamiento de nuestro rey, no había sido un niño desde que tenía 8 años -Dijo el fiel consejero.
-No hay nada que disculpar, entiendo perfectamente, yo también perdí a mis padres cuando era niño -Con la pequeña diferencia de que no había soportado sobre mis hombros el peso del futuro de toda una nación.
Siguieron jugando mucho rato, aproveche para darles algunas advertencias sobre las visitas de Damian a los otros dos, pues eran los encargados de la seguridad de Atlantis.
Después de aquella noche tan tensa, finalmente se me permitió volver con mi hijo sano y salvo a casa.
Terry se había quedado dormido de nuevo y Arthur lo llevó cargando todo el camino hasta que nos dejaron en la misma azotea en la cual nos habían abordado.
-Es un niño fantástico -Observó -Cuida bien de él, se convertirá en un gran hombre, se puede ver que heredó tu corazón valiente -Eso llego a lo más profundo de mi alma. Me regresó a mi niño para que pudiéramos irnos, igual me despedí cordialmente de ellos y quedamos de estar en contacto la para lo que pudieran averiguar del régimen.
Conner y J estaban en crisis cuando aparecimos, nos habían estado buscando por cielo y tierra, curiosamente estábamos en el agua, les hable de nuestros nuevos planes en conjunto con Arthur.
- ¿Y es de fiar? -Preguntó Kon' desconfiado.
-Lo es -Afirmé -Sobre todo, debemos hacer una evaluación de nuestra fuerza hasta ahora, es muy posible que ya estemos listos para dejar de lado nuestro resguardo e iniciar una ofensiva contra el Régimen del Demonio.
- ¿De verdad crees que estamos listos para eso?
-Si, sin embargo, no haré nada hasta que no tenga un análisis completo de nuestras fuerzas.
Comenzamos a movilizarnos, los novatos adquirían cada vez más experiencia y con el entrenamiento inicial que les dimos, se podría decir que podrían contra los soldados de bajo rango del Régimen.
Por otra parte, una gran población del norte de Europa (Los exiliados), así como otras pequeñas naciones de medio oriente que, aunque no estaban a nuestro favor, si estaban en contra de Damian, si presionábamos suficiente en los lugares adecuados, se unirían a nosotros.
-Papá -Terry me despertó de mi sueño profundo -Mamá dice que es malo dormir así -Me había quedado dormido en la mesa con todos los informes que había recibido de nuestros aliados.
-Lo sé -Miré el reloj -Deberías estar durmiendo -Eran las 3 am
-Tengo sed
-Y yo tengo hambre -Dije poniéndome de pie y lo seguí a la cocina.
Me serví un tazón de cereal, mientras él tomaba su agua.
-El tío Bart dice que vamos a ganar -Dijo de repente.
- ¿Ganar?
-Si, esta guerra que están librando tú y los tíos Kon' y Cassie -Yo no quería que él supiera de eso.
-No estamos peleando ninguna guerra -Reí para distraerlo.
-Papá, lo sé, todo el mundo lo sabe, el régimen, la resistencia, Damián Al Gul, también que tú eres el líder de los buenos -Sonrió.
-Eso no es verdad, hablare con tu tío, no puede meterte eso en la cabeza.
-Me gusta aquí, pero quiero que ganemos pronto, para que me enseñes donde naciste
-Ese lugar fue destruido, hijo -Dije dándole la espalda, ni siquiera supe por qué.
-Es que... Nunca me hablas de nada de tu pasado, siento como si solo te conociera por lo que me cuentan de ti -Suspire.
-Bueno, veamos ¿Cuál es mi nombre?
-Timothy J. Drake
- ¿A que me dedico por las noches?
-Eres Batman -Sonrió.
-Y quien es la persona que más me importa y más quiero en el mundo
-Yo -Dijo con las mejillas rojas y le despeiné.
-Quien sepa eso conoce todo de mí, pero si no te basta, pregunta lo que quieras, te responderé con la verdad
-Bueno, siempre he querido saber si tenemos más familia, todos los chicos tienen abuelos, hermanos y eso.
-Mis padres murieron cuando era un niño, pero un gran hombre me adoptó, se volvió mi mentor y con el tiempo aprendí a llamarlo mi padre... Él me dio una familia, con tres hermanos y un abuelo muy amable que cocinaba los bollos y el té más deliciosos de la historia.
- ¿Amabas a tus hermanos?
-Como no tienes idea -Sonreí.
-Entonces mi abuelo también era Batman
-Así es
- ¿Y tú?
-De niño me convertí en Robin y algunos años después, conocí a tu madre, ella me entrenó al igual que a ti, cuando regresé a casa, utilicé un traje rojo y me apodé Red Robin
- ¿Red Robin? He oído ese nombre antes -Dijo sorprendido -Él... Murió.
-A estas alturas ya habrás escuchado el poder que tienen las aguas del pozo en la cueva de la colina ¿verdad?
-Si... -Estaba tan confundido que se quedó en silencio largo rato -Me alegra que estés aquí -Vino a mí y me abrazó -Eres el mejor padre del mundo -Entonces todo lo que había vivido hasta ahora valió la pena solo por escuchar esas palabras.