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Munzel por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola mis terroens de azucar, aqui yo subiendo un nuevo capitulo de este hermoso fic. Espero que les guste, lean, comenten y disfruten. 

Nos vemos abajo. 

-Solo quería decirte madre, que…- Bajo su mirada dejando escapar un suave suspiro –Ya...- Movió con cuidado su cabello, para sentarse en la silla de colore verde –Ya sé que quiero para mi cumpleaños- Sus brazos ligeramente cruzados, pero su mirada triste se reflejaba.

-¿Y, que quieres ahora?- Madre Sagtel apoyando su cabeza en su mano, con los ojos cerrados y de verdad fastidiado.

-Quiero… Materiales de herrería…- Bajo su mirada tratando de recordar –Una vez me trajiste unas láminas de acero hechos con caracoles blancos de las tierras cerca del mar-

-Pero ese es un viaje largo y lo sabes Munzel- Levanto su vista, hacia el doncel frunciendo el ceño –Un viaje de tres días- Giro sus ojos.

Notándose temeroso –Creí… que era una mejor idea que las… Estrellas- Como le costó tener que afirmar algo en lo que no creía.

El hombre, lo miro con atención, dejando escapar un suspiro y formándose una ligera sonrisa en sus labios, se paró de su asiento.

-¿Seguro que puedes quedarte solo?- Se acercó hasta donde estaba el joven.

Este a su vez, se levantó del asiento, para dedicarle una sonrisa a quien lo había criado.

Le dio un abrazo, recargándose en su pecho, tratando de mostrar que estaba conforme con la nueva idea que presento –Si me quedo aquí… Sé que estaré bien-

El mayor acaricio sus suaves cabellos, deslizando sus dedos y después depositándole un beso en la cabeza, siendo lo más maternal que podría lograr.

Munzel, preparaba la canasta para su madre, con diferentes frutas, pan y queso, guardándola con cuidado.

Madre Sagtel se colocaba la capa para salir de la torre.

Al estar listo el pelilila se acercó ofreciéndole la canasta, para el viaje largo que procedería a realizar.

-Volveré dentro de tres días- Su voz podría sonar triste, al despedirse del pequeño –Te quiero mucho mi niño-

-Yo te quiero más- Sonaba tiste en despedirse de él, aunque le ordenaba y le hablaba sobre los peligros del mundo de manera exagerada, amaba mucho a su madre.

-Yo te quiero aún más-

Con esas palabras se despidieron, para que él mayor baja de nuevo por el cabello del jovencito, mirándose con atención mientras desparecía por ese camino rocoso, que lo conducía hacia afuera.

Una última señal de adiós, ambos levantaron sus manos para agitarlas en el aire y de esta forma de decir que volverían a verse pronto.

Al perderse el peli azul de la vista del doncel, este abrió sus ojos verdes con algo de alegría, girándolos hacia el armario y poner su plan en marcha.

Primero quitando la silla que estaba recargada en la puerta.

Coló ese objeto verde, delante de él, encogiéndose de hombros, sosteniendo el martillo de hace rato. Estaba temblando un poco, pero debía enfrentar a quien fuera.

Tomo un respiro con fuerza –Listo- Asintió de manera solemne con los ojos cerrados y luego abriéndolos.

Sujeto un mechón de su cabello, haciendo un movimiento para atrás, así lo arrogaría a la perilla del armario, para jalarlo y abrir esas puertas que lo apartaban del intruso.

Se quedó mirando al rubio, aun en posición de guardia alta, pero aún seguía completamente desmayado el otro.

Haciendo que cayera de cara hacia el piso. Quedando en una posición algo extraña, con el trasero levantando.

Munzel estaba algo sorprendido de esa acción, sus ojos bien abiertos y su boca igual, más sostenía con ambas manos el martillo delante.

Esa posición provoca que el ladrón, resbalara de cara, hasta quedar todo el cuerpo en el suelo por completó.

El pelilila, se acercó con cautela hasta quedar a escasos centímetro del otro.

Estaba preparado para darle en la cabeza su era necesario, inspeccionaba con la mirada al hombre, le aprecia curioso.

Pero tenía una idea para mantenerse protegido por cualquier cosa.

Paso un rato, cuando el rubio ahora se encontraba atado a una silla por el cabello lila, aún estaba inconsciente y fue puesto en el único lugar donde los rayos del sol se dejaba ver ahora.

El pequeño corderito rojo, estaba en el hombro del rubio, bramo un poco,  lo miro con unos ojos de molestia, le dio un pequeño topecito en la mejilla, pero no despertó. Aquello molesto al mini animalito, le volvió a dar un tope ahora más fuerte en la mejilla, pero nada.

Tuvo la idea de hacer lo siguiente, tomo todo el aire que pudo y lanzo un fuerte bramido en la oreja del inconsciente hombre.

Sin duda el ruido fuerte funciono con este.

Pues despertó por el susto del ruido adorable.

-¡¡¡AUUU!!!- Abrió sus ojos azules de golpe, mirando a su alrededor -¿He? ¿Qué?- Miro hacia abajo, al sentir la opresión en su cuerpo y la sorpresa fue tan grande al ver todo ese cabello lila atrapándolo en esa silla.

Intento moverse, pero no lo lograba, estaba muy bien sujetado. Siguió con la mirada la larga cabellera.

-¿Eso es…Cabello?- Por todos lados siguió ese camino, subía hasta el techo, sumamente largo, hasta una viga que parecía había una persona.

-Luchar… Lu…Char, no te servirá- Ocultó entre las sombras, con el martillo en mano y una voz de medo se reflejaba en él.

-¿Haa?-

Entrecerró los ojos, para distinguir la figura, pero luego al siguió, pues decencia de su lugar estratégico.

-Ya sé que quieres y… No me das miedo… ¿Oíste?- Ahora estando en el piso de nievo, pero con la oscuridad de su lado, se sentía más seguro.

-¿Qué?- Preguntaba confundido, no comprendía a que se refería esa tierna voz.

Presto más atención, cuando noto que se movía hacia él.

Con cada paso lento, revelaba su verdadero ser enfrente de la luz.

Trataba de verse firme, pero su adorable cara no le permitía verse amenazante, aunque el arma en manos pudiera decir lo contrario de esa angelical figura.

Mas mostraba esas esmeralda la sorpresa en su ser.

-¿Quién eres?- frunció levemente el ceño, le causaba mucha curiosidad ese hombre, el primero que veía fuera de su madre y él -¿Quién te ayudo a encontrarme?- Caminaba amenazante, levantando ligeramente su herramienta.

Shaflyn, parecía incrédulo a lo que observaba, los zafiros notaban confusión, estaban abiertos sus ojos, necesitaba conocer ¿Quién lo había capturado?

-Aja- Fue lo único que contesto por la sorpresa.

-¿Quién eres? Y ¿Quién te ayudo a encontrarme?- La voz gentil, se notaba molesta y su dulce carita, se volvió a una de enfado, mostrando levemente los dientes apretando la mandíbula, levantando con fuerza el martillo, por un lado, por si lo necesitaba.

Se quedó mirando al pelilila por un instante más, algo en ese joven le había llamado mucho la atención, pero debía salir de allí de forma inmediata.

Aclaro su garganta un poco, tenía un plan en mente –Yo no sé… ¿Quién seáis? Ni que treta es la que me trajo aquí- Bajo su mirada cerrando sus ojos, como una pausa dramática –Pero me gustaría decir…- Formo una sonrisa socarrona, mostrando su mejor lado y una coquetería muy descarada –Hola- Así miro al doncel, queriéndose ganar su confianza o algo más.

Pero este no aprecia reaccionar, al contrario solo sirvió para mantener su guardia más alta, no comprendía las intenciones de este hombre y no las dejaría pasar ninguna.

-¿Qué tal? Me llamo Shaflyn Rider- Se presentó aun con sus aires de grandeza.

Abrió sus ojos un poco, aun frunciendo el ceño, pero esa situación le estaba incomodando, movió sus pupilas hacia la izquierda, regresándola al instante al sujeto atado.

-¿Cómo va todo? ¿He?-

Lanzo un suspiro de desesperación, le gustaba ir al grano en este momento –¿Qué otro conoce mi ubicación?- Lo amenazo sosteniendo el martillo delante de él, provocando que el rubio se inclinara lo poco que podía para atrás –Shaflyn Rider-

-Quieto precioso- Sonaba confiado.

-Munzel- Contesto amenazante.

-Salud lindo, te contare-Empezó a hablar con las manos, pero ahora ya otra vez había cerrado sus ojos, para mantener su aire de misterio –Tuve un incidente, caminando por el bosque. Luego vi tu torre y vi…- Sus expresión cambio a una de sorpresa al recordar que algo le faltaba –¿He? Oh no, ¿Dónde está mi bolsa?- Rápido se giró hacia el chico, aun sin ver.

-La escondí- Cruzado sus brazos delante del pecho, sonriendo triunfante –Y jamás la vas a encontrar- Esa mirada verde mostraba que estaba ganando ese duelo.

El rubio, inspección el lugar, buscando deliberadamente solo con la “Mirada”, hasta que se topó con algo –Esta en la vasija ¿No?-

El pelilila, al darse cuenta que estaba en lo cierto y no había tampoco tomado en eso que la dejo a la vista, decidió dejarlo de nuevo sin conciencia.

Un golpe de metal seco se escuchó.

De nuevo despertó de la misma forma que lo hizo con anterioridad, un bramido fuerte de ese corderito, le ayudo a volver en sí.

Al ver a ese animalito, se movió desesperado, sentía el dolor en su oído, hasta lo tallaba en su hombro para aliviar el dolor.

-¡¡¡DEJA DE HACERME ESO!!!- Su cara se descompuso, mostrando el enfado en él.

-Ahora, la escondí donde no la vas encontrar- Negó con su cabeza, brazos cruzados, se mostraba muy confiado el doncel, sus mejillas rosas y esa sonrisa.

-Mmm- Fue lo único que salió de los labios de Shaflyn.

-Entonces- Lanzo un poco de sus cabellos hacia atrás, para aproximarse al sujeto, caminando a su alrededor -¿Qué quieres hacer con mi cabello?- Lo señalo usando el martillo en cuestión -¿Cortarlo?-

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Seguía al joven con la mirada, pero esas preguntas le aprecian tan fuera de lugar.

-¿Venderlo?- Sonó furioso, posicionando el arma debajo de la barbilla el rubio.

-Nooooooo- Seguía sin abrir sus ojos, pero seguía todo sus movimientos gráciles –Oye lo único que quisiera hacer con él, es quitarlo de aquí, literalmente- Se movía desesperado.

-Y…- Pensó lo que había escuchado -¿Qué? ¿No quieres mi cabello?- Lo miro incrédulo, bajando el martillo.

-¿Por qué crees que querría algo así?- Abrió sus ojos levemente, para fijarlos en los del muchacho –Oye, alguien me seguía, encontré una torre, la subí, eso es todo- Cerro de nuevo sus ojos, ya se había desesperado por tratar con ese chico.

-Y… ¿Todo eso es cierto?- Señalo al rubio, sin poder creerle.

-¡¡¡SI!!!- Lo encaro.

Pero Munzel, no estaba seguro si de confiar en ese hombre extraño o no.

Su pequeño amiguito apareció de entre su cabello, subiendo por su hombro y descendiendo por el brazo de este.

Para ponerse de frente al rubio, que lo miraba atentamente, los pequeños ojitos lilas, bien abiertos, queriendo intimidar. Lo inspecciono de arriba abajo, no se le escapara ningún detalle, para mantener seguro a su amigo humano.

Se volvió al doncel, para señalarle que tenía que “Conversar” los dos solos la suerte del rubio, pero con la misma volvió a plantarle cara al atado, entrecerrando sus lindos ojitos y bramando de manera ronca.

Shaflyn, todo esto le aprecio extraño, pero no se dejaría intimidar por un joven tan pequeño y un animalito tan adorable, que no inspiraba nada de terror.

Pero aun así los seguía con la mirada atento.

Están a una distancia prudente comenzaron a hablar.

Bramando el corderito rojizo primero

-Lose…Si no ¿Quién puede guiarme?- Espero al respuesta del animalito, sosteniéndolo en sus manos.

Un bramido se hizo presente seguido de algunos más cortos.

-Creo que nos está diciendo la verdad- Hablaba bajito, moviendo su cabeza como afirmación.

Seguía bramando suavemente, para seguir la conversación.

Mas el rubio, se inclinó un poco hacia el lado izquierdo, para ahora si ver mejo en toda la extensión de la palara. Los zafiros, miraban pero no creían que alguien pudiera comunicarse con los animales.

Ya estaba pensando para este momento que el pelilila era sin duda un loco ermitaño.

-No tiene colmillos- Negó con la cabeza.

Otro bramido adóbale.

-pero si no ¿Entonces qué hago?-

Los dulces bramidos de ese corderitos se vieron opacados, por el ruido de la silla saltando o mínimo eso trataba el ladrón, que quería huir.

Suspiro ante este ruido.

-Ahora… Shaflyn Rider- Coloco al corderito en su hombro –Voy a proponerte un trato- Camino seguro hacia la chimenea.

-¿Trato?- Estaba confuso, esa forma de actuar del menor lo dejo sin comprender nada.

-Mira hacia acá- Lo giro con su cabello, pero al fuerza fue tal y el equilibrio nulo, que cayó de cara de nuevo al piso.

Se subió a la madera sobre la chimenea, para abrir la cortina de satín roja que cubría aquel trabajo de herrería. -¿Tienes idea, de que es esto?- Abrió dicha tela, para que el tumbado en el piso lo viera.

-Hablas del polvo estelar que lanzan para el príncipe- Su voz se notaba trastocada, estaba en el suelo y no salía del todo bien.

-¿Polvo estelar?- Sosteniendo la tela, sus ojos fijos al frente, con una leve sonrisa, levanto su vista hacia su máximo sueño –Sabia que no eran estrellas- Su amiguito la hizo salir de su ensoñamiento, para regresar al discurso –Hooo… Mañana al meterse el sol- Lo señalo –Iluminaran el cielo nocturno con ese… Polvo estelar- Marco de nuevo su pose –Tú vas a ser mi guía, iremos a ver el polvo estelar- Lo pensó un momento –Y luego vas a regresarme aquí, entonces y solo entonces- Que confianza había adquirido en su mirada –Te entregare la bolsa que escondí- Recogió su brazo estirado, para posarlo ahora al frente de su pecho –Ese es mi trato-

-Si…- Se trató de levantar aun atado y con todo y la silla, se giró hacia un lado –Yo creo que no- De nuevo esa sonrisa socarrona, que solo podía dar aires de galancete –Lamento decirte que mi relaciono con el reino no es… “Amistosa” en este momento- Negó con la cabeza –Así que no puedo ser tu guía-

Se quedó mirándolo un instante, pensando en que más podría hacer, observo al corderito, el cual le hacia una seña de golpearlo para que hiciera lo que quisieran.

Frunció el ceño hacia el rubio, Levantó su falda levemente para ayudarse a bajar, de donde se encontraba, al descender jalo de nuevo su cabello, para tenerlo de frente.

-Una fuerza te rajo aquí Shaflyn Rider- Jalo con fuerza, para que este se volviera a su posición original y arrastrarlo a con él.

-Llámalo como quieras- Camino hacia él, sujetando cada manchón pelilila con fuerza –Suerte, destino…-

-Un caballo- Que voz más ronca y seria profirió, con un semblante de igual forma.

-Así que tome la decisión… De creer en ti- Se acercaba a él, con mucha confianza.

-Terrible decisión enserio- Sus ojos cerrados de nuevo, y sus cejas arqueadas.

-Pero cree en mi cuando te digo esto- Se había puesto tan serio en su dulce mirada, que podría ahora si inspirar un poco de miedo, jalo con fuerza su cabello, provocando que se fuera para delante la silla, más la sostuvo con su brazo derecho, encarando al rubio –Si quieres destruye la torre en pedazos, piedra por piedra. Pero sin mi ayuda Shaflyn- Tomo aire, mostrando al seriedad de sus palabras –No vas a recuperar, la bolsa que quieres- Planto cara con todas sus fuerzas, era su último recurso y lo usaría a su favor.

Sin contar que Kiki siempre estuvo en su hombro, dándole apoyo al joven en cada instante y mirando desafiante al rubio en cuestión.

Aclaro su voz –A ver si te entendí- Serio con sus ojos mirando las esmeradas -¿Quieres ir a ver el polvo estelar, volvemos aquí y recupero mi bolsa entonces?-

-Lo prometo- Su gentil voz, estaba cargada de tanta sinceridad.

 

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis hermosos terroncitos de azúcar? Yo me encuentro bien, no me quejo. Jajajjajajajajaja Ando organizándome super bien, para la siguiente semana traerles los capítulos del especial de las parejas que les debo son tres, ya se. Pero tranquilos que los verán pronto. 

Debo admitir, que ya tengo listo el capitulo de mañana y el de las Vacaciones ya casi termino. jajajajajajjaja Si sigo así, hasta dibujos haré, tengo inspiración para hacer mas locuras, jajajaja ya saben, mamá terrón de azúcar siempre tan activa en sus loqueras.

Me gustaron sus favoritos soldados de Poseidon, jajajajajajajaja Isaac es muy popular, pero Sorrento también y Kanon igual. jajajajajjaja Excelente.

La pregunta de este día sera algo simple ¿Cual es su película favorita de princesas Disney? Aquí califica, también las que no son princesas, pero tienen una protagonista femenina, que demuestra fuerza de la cual, la inteligencia y demás circunstancias positivas. 

La mía seria "Valiente" la princesa Escocesa Mérida, me gusto mucho y me inspiro en varias ocasiones las canciones y la historia, aunque no apruebo eso de convertir a su madre en una osa, se paso de lanza en eso la muchacha. Aunque si hablo de personaje preferido es otro en cuestión. 

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos, jajajajaja.

Muchas gracias a todos ustedes por leerme, se los agradezco tanto. 

Jajajajajaja bueno, cuídense mucho, protéjanse, coman rico y acaten las medidas de sanidad.

Quiero que todos estén bien y pórtense igual de bien. 

Nos vemos mañana y me despido por hoy.

Ammu se va. 


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