—Sigo sin entender cómo pasó todo eso.
Ginny se encogió de hombros sin saber qué responder a Neville.
Ella también había estado muy sorprendida cuando a mitad del verano, llegaron Harry y Hermione a la Madriguera con nada más y nada menos que Draco y Pansy. Y lo qué más le había sorprendido, era el cambio de actitud de los dos Slytherin. Parecían ser otras personas.
—Yo tampoco lo entiendo, pero al parecer, de ahora en adelante, tenemos que tolerar nuevas compañías.
Hermione y Ron venían de la mano arrastrando su equipaje, Pansy les dio alcance y dio un suave golpe en la nuca de Hermione y siguió adelante, al parecer en busca de Blaise.
—Es muy extraño, ¿no crees? Malfoy no se ha burlado de nosotros y... ¡Nos ha saludado!
—No sé de qué te sorprendes, Neville. No hemos tenido percances con ninguno de ellos este último año. —dijo Ginny.
—Pero sigue siendo extraño.
—No lo es. —dijo una voz tras ellos.
Ginny dio la vuelta y sonrió ampliamente, antes de abrazar a Luna.
— ¿Cómo estás?
—Muy bien. —respondió la rubia. Su voz soñadora se había ido mucho tiempo atrás, pero la inocencia en su mirada seguía intacta.
—Hola, Luna. —dijo Neville con voz temblorosa. Su mirada estaba llena de adoración.
Luna le sonrió en respuesta y miró hacia al frente.
—Me alegra mucho que Draco y Harry estén juntos.
Neville se ahogó con su propia saliva y Ginny frunció el ceño.
Bueno, al parecer no había pensado mucho en la extraña "amistad" entre el rubio y Harry. Había decidido no prestarle atención e intentar arreglar las cosas con Harry, pero su ex-novio había dejado en claro que lo mejor era que ellos trataran de recuperar su amistad y seguir así.
Ginny se había enojado, pero consigo misma. Era su culpa después de todo. Y pronto su enojo había pasado a Draco al ver cómo los dos chicos interactuaban de una manera muy diferente a Hermione, Ron, Blaise y Pansy.
—Eso veo. —dijo tratando de que su voz no sonara fuera de lo normal.
Harry estaba entrando al tren junto con Draco. Ginny no se perdió el detalle de que el Slytherin pusiera una mano en la cintura de Harry de manera cariñosa.
—Lo siento, Ginny. —dijo Neville con comprensión.
Ginny parpadeó, como intentando quitarse una imagen de la mente.
—En realidad ya no me molesta tanto. —admitió Ginny recordando la sonrisa de Harry en todo el tiempo que estuvo en la Madriguera.
—Todos han sido de mucha ayuda entre ellos. —dijo Luna ondulando su cabello con los dedos.
— ¿Cómo lo sabes? —dijo Neville, pendiente de sus palabras.
Ginny rio y enlazó su brazo con el de Luna.
—Porque ella lo sabe todo. Vamos Nev, quiero un compartimiento para nosotros solos.
Neville asintió y se ofreció a llevar el equipaje de Luna. Cuando los tres ya estaban acomodados en el tren, Ginny sonrió.
No todo había resultado como ella había querido en un principio. Harry, al parecer, era feliz sin ella, y aunque en un principio dolió, Ginny se dio cuenta de que no importaba con quién estaba el azabache, lo único que ella quería era que él fuera un chico feliz.
Además, estaba el plus de que su hermano y Hermione se veían mucho mejor que antes. Gracias a Merlín que no habían decidido cortar con su relación y empezar una nueva con cada Slytherin.
Ginny suspiró. Sería un nuevo comienzo para sus amigos y para ella misma.
Era hora de salvar a alguien más.
fin