Desperté con el rayo del sol que se filtraban por una esquina de la cortina, ronroneé contento cuando sentí el olor de caramelo y manzana, abrí mis ojos lentamente captando la espalda trigueña que ahora poseía unos lindos chupones y pequeñas mordidas, lentamente me acerqué más tocando su lindo estómago y dando suaves besos en su cuello todavía no marcado, escuche un lindo gemidito salir de sus carnosos labios, me levante y lo empecé a retratar en mi mente, su cabello rojizo estaba desordenado, sus cachetes rojizos, lo que me sorprendió fue como instintivamente acerco su nariz a mi cuello, aspirando con fuerza, de mis labios se escapó un gruñido. Sonó el timbre de mi celular y bufe molesto, quería tiempo con mi pareja, lo necesitaba. Me separé y escuche un lloriqueo de parte de mi omega, sonreí y suavemente le di un beso a su frente, él se acurruco en el espacio donde estaba, me dispuse a ponerme unos pantalones deportivos y recogí la ropa que estaba tirada por el lugar para ponerla a lavar, entre al baño privado y me lave la cara, me retire del cuarto, contestando el teléfono, quien sea lo quería despedazar.
- ¿Qué tal Niji-kun?
- Nash… ¿Qué quieres?
- Le dices eso a tu amigo que casi despellejan ayer.
- ¿Qué es lo que deberías decirme?
- Ja tan serio, Muertito y Emo están yendo a tu casa.
- ¿Porque? –instintivamente saqué los dientes y gruñí, no quería nadie por aquí cerca y menos alfas invadiendo mi territorio con mi pareja recién presentada.
- Quiet, bro… están llevando las cosas del omega que se quedaron en la tienda y un mensaje.
Suspire y fruncí el ceño, la escena de ayer era algo que no quería recordar y esperaba que Taiga tampoco lo recordara.
- ¿Qué mensaje?
- Pregúntales tu
Me corto y mire por la ventana, estaban estacionados un Lamborghini marrón mate y un Mercedes Benz rojizo, Himuro salió del marrón mate con una mochila negra y Mayuzumi del rojizo con una carpeta. Me recosté en el marco de la puerta esperándolos y dándoles una mirada de advertencia que no invadieran más de lo que les iba a permitir.
- Creo que tienen razón sobre que los alfas se ponen posesivos con sus parejas.
- Mayuzumi mejor no indagues.
- ¿Qué los trae por aquí?
- Un hola estaría bien, ¿sabes?... no venimos por tu omega así que controla a la bestia.
Cerré con fuerza mis ojos y tomé un respiro, Himuro ya había captado a su pareja y Mayuzumi no tenía gusto por los omegas, ellos no lo tocarían.
-Lo siento pasen
-Nunca pensé que serias de los posesivos.
-Himuro lo entenderás cuando te acoples con el tuyo.
Himuro afilo su mirada, todavía no se decidía, tendría contratiempos si seguía con ese comportamiento en especial con su omega.
-Por esa razón, a mí no me van los omegas
Mire a Mayuzumi seguía con sus creencias, no voy a mentir el tener a tu omega te hace más instintivo, más salvaje, pero joder yo estaba en mi nube de felicidad en estos momentos podría decir ser el hombre más feliz del mundo.
-Esta es su mochila, tiene todas sus pertenecías de eso nos hemos asegurado.
-Hablando de eso, ¿Dónde está él? -Dijo Mayuzumi mientras se sentaba.
-Duerme- los chicos voltearon su mirada a la puerta negra, no pude evitar gruñir.
-Nijimura lo vuelvo a repetir no queremos a tu omega y es mejor que mantengas la puerta cerrada, no quiero oler tu apesto hedor.
-Pienso lo mismo que Himuro, pero no dijiste que no ibas hacer ningún movimiento hasta que se presentara, digo esperaste 4 años y pues como que tu plan acaba de fracasar ¿no?
-Ayer se presentó -los dos me miraron extrañados- Por eso creo que estoy actuando más posesivo de lo normal.
-Así que es cierto en algunos casos de almas predestinadas-Asentí
-Himuro esto significa que ya tenemos a la madre del grupo- Mire molesto a Mayuzumi y Himuro dio una carcajada.
- Por cierto, Silver te invita cordialmente a ti y a tu omega a la fiesta de presentación de su hermanita
- Crei que iba a ser el próximo mes
-Iba, su padre adelanto el viaje de comercialización porque al parecer su niña quiere viajar a las Bahamas, y el próximo mes es la mejor ocasión para ir a la playa, así que bueno lo adelantaron.
Suspire y asentí, tendría que adelantar todos los procesos para anular el compromiso, joder por culpa del encargado de publicidad de la empresa de Takao se dio a conocer la fecha del matrimonio, cosa que no tenía sentido, Takao ya estaba marcado por su pareja destinada y yo hace mucho les comunique a mis padres que tenía la mía, estas cosas alegraron a ambas familias nadie quería que nos casemos por un acuerdo de nuestros abuelos. Un problema más que agregar a la lista, porque las grandes familias estarían invitadas a la fiesta y un millón de periodistas, si iba a llevar a Taiga no tenía que sufrir ningún daño se lo prometí a sus padres y a él la primera vez que lo vi.
-Bueno nos vamos, te envió la tarjeta a tu correo o a la casa de tus padres.
-A los dos, estoy seguro que mi hermano va a querer ir.
Cuando los despaché, me metí a la cocina y empecé a preparar el desayuno, sabía bien que mi omega era muy comelón, el desayuno iba hacer delicioso, el sentimiento y la calidez de mi pecho me embriagaba, me sentía cálido.
Me sentí incomodo como que me faltaba algo, respiré y sentí el olor a café medio dulzón leñoso, joder con solo olerlo algo en mí se calentaba también sentí mi olor era ¿manzana con caramelo? Cielos, de todos los olores ese me tocaba, que tenía mi anatomía en contra mía. Traté de levantarme, pero sentir un terrible dolor en mi parte baja y todos mis músculos estaban adormecidos chillé de dolor, en un mal movimiento me resbalé de la cama, sentí un líquido corriendo por mis muslos, me avergoncé y escuché como se abría la puerta. Miré al frente Nijimura estaba solo con unos pantalones deportivos, podía ver sus pectolares y sus abdominales bien trabajados pero lo que me dio mucha vergüenza fue los chupones y mordidas que vi en su cuerpo especialmente en la parte de su clavícula y en sus abdominales inferiores si seguía el recorrido de las marcas iban directo a su… aparte la mirada rápidamente.
-No creí que te levantarías todavía -escuche una sonrisa y trate de replicar, vi en sus manos una bandeja con comida y mi estómago gruño- Déjame dejar esto y te ayudo –rápidamente se dirigió a la mesita de dormir para dejar la bandeja y me agarró de mis costillas para cargarme.
-No… no es necesario –mi voz salió rasposa y sentí como me ardía la garganta, pero hizo oídos sordos y me acomodó en la cama, suspiré cuando la cama tocó mi trasero, un montón de almohadas fueron acomodadas en mi espalda y cuando se dispuso a recoger la sabana vi todo el rastro de semen que había dejado- ¡LO SIENTO MUCHO! – traté de levantarme, pero nuevamente sentí el tirón de dolor haciéndome retroceder, él sonrió y me puso la sabana.
-No te preocupes, no es algo por lo que tengas que avergonzarte –acaricio mi cabello y me dio un beso en la frente, luego nos miramos fijamente, poco a poco nuestros labios se acercaron y sucedió un beso, tierno y simple. Empezó a besar mis parpados y mis mejillas, temblé bajo su tacto.
-Me estoy volviendo adicto a ti ¿sabías?
-No me importa- se alejó de mí y se agarró la frente.
-No me estas ayudando
- ¿Con que?
-Tengo unas ganas terribles de tomarte ahora
Di un respingo y sentí como lentamente empezaba a emanar más feromonas.
-Por ahora solo comamos y luego tomemos un baño ¿sí?
Asentí lentamente, mientras él me pasaba los alimentos, el desayuno fue silencioso, pero no incomodo sino lleno de miradas tímidas y sonrisas nerviosas, me sentí como si este fuera mi hogar como si su contacto siempre hubiera estado ahí, se sentía tan normal que asustaba. Cuando terminamos de comer, Nijimura empezó a preparar el baño y trate de no sentirme avergonzado, ayer él me vio como vine al mundo y yo también así que fuera nervios.
- ¿Nijimura-san, ya voy yendo?
- Ayer por fin me llamabas por mi nombre.
- Lo siento no me acostumbro
Se sentó en el filo de la cama y agarro mi mejilla
-Solo dilo una vez más
-Shuzo-san
-Taiga
Los dos reímos como locos enamorados, él empezó a cargarme después de que en mis dos últimos intentos de pararme parecía un venado recién nacido sin poder dar otro paso, fuimos a la tina, el agua estaba tibia sentí todo mi cuerpo relajarse en especial cuando Nijimura empezó a soltar sus feromonas, estaba tan relajado que me espanté cuando sentí un cuerpo detrás de mí.
-¡¡¿Qué?!!
-Tranquilo soy yo
-pe…pero
-Yo también quiero relajarme –dijo mientras repartía besos por mi cuello, suspire feliz, él empezó a poner shampoo en mi cabello masajeándolo parecíamos una amorosa pareja que pasan su fin de semana juntos. Algo hizo click en mi cabeza. Yo no soy la pareja de Nijimura y esto solo es… ¿algo que se hace después de un revolcón? Joder, me olvidé de ir a dejar comida para Tora, ese gato loco va a matarme, sentí un escalofrió.
-Shuzo-san ¿a qué hora crees que este bien?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Bueno tengo que ir a mi casa no, te agradezco que estés siendo tan amable conmigo, pero bueno sé que solo lo haces por consideración -se me hizo un nudo la garganta, y de pronto sentí como se acumulaban mis lágrimas.
- ¿Crees que hago todo esto porque estoy siendo amable? –pude sentir como su voz tenía un tono más oscuro, asentí lentamente, de pronto fui volteado y pude ver en sus ojos una tristeza profunda con una gran desolación- ¿Así es la imagen que tienes de mí? –parecía como si lo hubiera lastimado, pero que demonios estoy pensando, no debería tener pena por él en este momento.
- Creo que mejor me voy yendo
- Te amo –me sorprendí y mis lágrimas se acularon más, me pare temblorosamente y me dispuse a irme, no puedo creer lo idiota que es. Él me agarro del brazo, traté de empujarlo y golpearlo nunca pensé que él era de los que jugaban con los sentimientos.
- COMO PUEDES DECIR ESO TAN FACILMENTE, ERES UN IMBECIL, CREES QUE, PORQUE NUNCA EH ESTADO CON ALGUIEN VAS A VENIR A JUGAR CON MIS SENTIMIENTOS, PUDRETE, SUELTAME –empecé a tratar de darle un par de golpes, pero me sostuvo de mis muñecas, y yo no tenía fuerzas ahora.
- CREES QUE MIENTO, TE AMO DESDE HACE CUATRO AÑOS –me quedé quieto inmóvil y sentí un balde de agua fría por todo mi cuerpo. Él salió del baño, fue a su ropero se puso unos pants y una polera y me entrego ropa.
- Cámbiate, cuando termines ve a la sala, tenemos que conversar.