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¿Amor? por ZahodySeira

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Abrí lentamente los ojos, me sentí adormecido y el olor a alcohol y cloro inundo mi nariz, estaba en una superficie blanda… ¿Dónde estoy? Las paredes blancas del lugar y la cortina celeste, era la enfermería del lugar. Trate de levantarme y sentí un terrible dolor en el vientre, mire mis brazos y pude ver como tenia moretones en mis brazos. Y lo recordé, me toqué apresuradamente el cuello y… no tenía una marca, ni vendas en el cuello, suspiré alegremente.

- Veo que ya te levantaste –Ahí estaba la asistenta de la enfermera, la señorita Masako, ella era una recluta recién llegada a la universidad, me caía muy bien.

- ¿Si?... esto me siento mejor ¿Qué debo hacer ahora? –La mire interrogativamente, ella me miro sorprendida.

- Hemos llamado a tus padres, pero parece que alguien más te va a llevar a casa –se acercó y me toco la frente – Al parecer estas mejor… mientras esperamos a que te recojan tenemos que hacer un papeleo

- ¿Por qué? –Odiaba los papeleos

- ¿Es la primera vez que te pasa algo así en tu celo?

- ¿Qué es lo que pasa con mi celo?

- Bueno has generado más feromonas de lo normal en un omega de tu edad y pues has causado un gran alboroto en el club de boxeo, aunque hay algo que no entiendo, si estas blindado ¿porque estabas solo?

Mire las paredes nuevamente ¿libere más feromonas de lo normal? Eso era raro yo casi nunca liberaba feromonas en mis celos, yo era de esos que no sentía nada siempre y cuando estuviera tomando mis pastillas. Pero la más grande pregunta era ¿Quién me ha blindado?

-Yo… bueno es la primera vez que me pasa esto

- Puede que haya habido un aumento de feromonas por tu edad o tu cuerpo estaba llamando a tu “bling” ¿por cierto desde cuando estas blindado?

Volteé la mirada –Yo no lose… no sé quién es –ella me miro sorprendida y soltó una sonrisa, confundiéndome, anoto en su libreta.

-Bueno puede que lo conozcas dentro de poco –Abrió la cortina y salió- por cierto, se fue hace un momento para traerte ropa.

Mierda estaba tan confundido que no me di cuenta que estaba completamente desnudo, me agarré la frente, empecé a jugar con mis mechones violetas y me llego un recuerdo borroso… “eucalipto y anís”.

Después de que me echara nuevamente en la camilla y trataba de recordar algo más como por ejemplo como llegue a la enfermería, mi mente estaba en blanco y… joder voy a tener migraña si sigo intentándolo. La puerta se abrió.

-Ya está despierto, pasa

La cortina fue abierta y el chico ahí parado me miraba con mucho odio, ¡¿Qué demonios, porque estaba aquí Chi-chan?!

- ¿Qué haces aquí? –me senté apresurado

- Ponte esto y sal –me dio una bolsa con ropa dentro, me sentí un poco abochornado cuando me di cuenta de mi estado, él salió, me apresuré a cambiarme, unos pantalones negros y una chaqueta amarilla.

- Si, lo voy a llevar en cuento termine de cambiarse

- ¿Con quién hablas, Chi-chan? -Chi-chan estaba recostado en la pared con su celular en mano cuando salí.

- Tus padres… vámonos yendo –empezó a caminar, pero se detuvo abruptamente cuando vi que no me movía.

- Lo siento Chi-chan, no puedo ir contigo, Masako-chan dijo que me iba a recoger mi alfa así que puede irse retirando, muchas gracias –me incline

- ¿Esperar a tu alfa? –Sentí un temblor y asentí levemente- ¿Estás diciendo que vas a aceptar que te hayan blindado sin tu conocimiento? –Su voz era ronca

- No estoy diciendo que lo estoy aceptando…

- Odio a los que son como tú –me quede sin aire y me retumbo la cabeza- Yo soy él que te ha blindado, no te equivoques no lo sabía tampoco, pero me hare cargo, así que vamos yendo a tu casa.

Apenas llegue a casa, me tire en mi cuarto y me puse a llorar, “Odio a los que son como tú”, me dolía todo, podía sentir todo el odio y frialdad por parte de Chi-chan, joder ¿Por qué yo?, ¿Por qué de todos los alfas tenía que ser él? Había dos formas de cortar un bling, una era de medicamentos y la otra… teniendo sexo, era más que obvio cual iba a ser la alternativa, los medicamentos. ¿Qué tipo de pesadilla era esta? Siendo sincero me alegre muchizimo cuando me entere que Chi-chan me había blindado pero sus palabras me dolían, me ardían en mi alma y la más grande incógnita que tenía era ¿Por qué lo había hecho?

Miré el Mercedes Benz rojizo mientras mis padres se despedían de mí, mis padres me miraban preocupados y yo estaba asustado, el día de ayer Chi-chan había llamado a mis padres contándoles todos los acontecimientos y dando sus respectivas disculpas, según lo que entendí en este periodo de celo tenía que estar lo más cerca de Chi-chan para que mi cuerpo no sufriera un colapso, empezar el tratamiento iba a demorar, sería peligroso que lo haga cuando estaba en esta etapa. El viaje fue incomodo Chi-chan no me dirigió la palabra y ni siquiera me miro, era como si yo no existiera, no pude evitar meterme más golosinas por los nervios, ¿Por qué parecía que sufría?

-Sera mejor que no lo comentes con nadie, no quiero problemas -sentí una rabia incrementándose en mis entrañas, apenas estaciono el carro, abrí la puerta de golpe y salí, sorprendiendo a más de uno de los que estaban parados, Chi-chan también salió y me persigo, me agarro del brazo, me arrastro a un callejón, podía escuchar como susurraban y decían como viejas chismosas que era la primera vez que vieron a Chi-chan con un omega, si fuera otro momento hubiera estado revoloteando feliz pero ahora lo único que quería era estrangularlo, aplastarlo y hacerlo botar su arrogancia.

- ¿Por qué hiciste eso?

- Porque quise, mira primero yo nunca te pedí que me blindaras, lo hiciste tu solito, así que no me trates como si me estuvieras haciendo un favor, él que debería estar molesto en esto soy yo, así que deberías tratarme como… COMO UN PRINCIPE POR TU NEGLIGENCIA –lo mire directamente a los ojos, sintiéndome avergonzado por expresarme como un niño, uno muy mimado y consentido, pude ver cómo había un brillito de alegría en ellos que desapareció rápidamente cuando aparto la mirada, y se sobo la frente.

-Tienes razón … lo siento, voy a procurar tratarme mejor ¿sí? –me quede sin palabras cuando jugo con mis cabellos, en un segundo ya estaba teniendo unas benditas mariposas en mi estómago y mi cara como un tomate.

- ¿Qué fue lo que hiciste con Mayuzumichi? –pregunto un asombrado Ki-chan

- Yo creo que fue un amarre –respondió Ao-chan mientras Mido-chin le da un zape, alegrándome por verlo con un chichón.

- Nunca creí que Murasakibara-kun utilizara eso trucos –dijo Kuro-chi mientras tomaba su malteada.

- ¿Crees que sea agua de calzón? –respondió Ki-chan meditando.

- POR SUPUESTO QUE NO –me levanté y si ya era el punto de muchos chismosos ahora era peor – No hice nada, además Chi-chan… -sentí como alguien me agarraba de mi cabeza y se sentaba a lado mío.

- ¿Qué fue lo que yo hice? –los que estaban en la mesa se quedaron perplejos

- ¿Chi-chan que estás haciendo…?

- Lo que me pediste esta mañana – dijo entregándome un chocolate, en este momento no sabía si estaba despierto o soñando, para sorpresa de todos.

Estaban circulando varios rumores sobre mí y Chi-chan, pero lo más extraño de todo era el comportamiento de Chi-chan, casi parecía mi novio, dejo de hablar con chicas pasando los tiempos intermedios conmigo, en la mañana me iba a recoger y por la tarde también, es más me llenaba de dulces.

Esa tarde fue muy amable, fuimos a comprar pasteles después de la universidad, apenas echaba una mirada a un postre y este ya estaba entre mis manos, el segundo día estuvimos en la biblioteca mientras me enseñaba integrales fue muy divertido verlo esforzarse para que entendiera las formulas entre risas y bromas de lo malo que era enseñando, el tercer día fuimos a mi habitación a ver unas películas cuando perdió una apuesta mientras nos acurrucábamos en mi cama, aún puedo escuchar en mis oídos el dulce sonido de sus palabras de crítica a ¿Dónde estaba el fantasma?, aun podía saborearlas y el día de ayer habíamos ido al parque para comer helados que se me antojaron, parecíamos niños mientras jugábamos con los columpios. Si antes creí que me gustaba Chi-chan ahora podía decir que estaba loquizimo por él y rogaba a los dioses que me dieran más tiempo, no era iluso, Chi-chan me trataba bien porque se lo pedí, pero por más que me lo repetía no podía controlar mis sentimientos.

Y eso me lleva a este momento, se supone que yo no estoy saliendo con Chi-chan, pero… estaba blindado por él así que teóricamente estábamos en una relación ¿Verdad?, entonces por esa razón estaba dudando si ir o no con los chicos a la discoteca este día, habíamos quedado hace mucho…

-Atsushi, ¿si vas a ir verdad? - Ao-chan me miraba profundamente, mierda se lo había prometido a Ao-chan para que llevara a cabo su plan, pero…

- ¿No debería preguntarle a Mayuzumi-san? –Dijo Kaga-chi

- Pero no están saliendo, ¿así que no le veo problema alguno? –refuto Ao-chan

Aka-chi, desde el primer día me saco información y le dije todo por miedo a sus tijeras así que todos en el grupo sabían de mi situación, y si se preguntan porque tanto alboroto por ir a una discoteca y era simple no era cualquier discoteca era una “A quickie” (para conseguir un polvo rápido) donde la única misión de ir ahí era para tener sexo, y pues eso.

-Creo que lo mejor le pregunto a Chi-chan

-Pues hazlo ahora –Aka-chi, miro detrás de mí y ahí estaba con los de tercer año, Nash-chin, Himu-chan, Niji-chi, Silver-chan, Ogi-chan y mi precioso Chi-chan, lo que era extraño, entonces Chi-chan me llamo para salir del aula.

-Chi-chan, ¿qué es lo que pasa?

- Lo lamento Murasakibara, hoy no te voy a poder acompañar… tengo unos asuntos con los chicos –en ningún momento me vio a los ojos, y una mierda se iba a ir a otro lado de seguro… con unas betas, sentí como me llenaba de celos por solo pensar que es lo que iba hacer este viernes por la tarde.

- Esta bien, yo también iba hacer algo esta tarde con los chicos –me miro extrañado, pero asintió, oh ¿enserio pensé algo había cambiado?, suspiré y entre nuevamente al aula.

-Voy a ir –todos me miraron asombrados, hoy me iba a divertir hasta el amanecer y olvidar al tonto de Chi-chan si cree que es el único que se iba a divertir ese día estaba equivocado, muy equivocado.

Después de dos horas en casa de Ki-chan para arreglarnos con la mira de hostigamiento por parte de Niji-chi y Reo-chi, eran los únicos alfas que nos acompañarían y también nos vigilarían aunque siendo sinceros creo que más se comerán a sus novios, Kaga-chi y Mido-chan, y cuando vi como estaban babeando por ellos, daba por perdida su misión encomendada. Pero había que resaltar que todos estábamos muy… putos esta noche. Estaba vestido con un short tipo tanga dejando todo mi trasero descubierto, un polo de tirantes apegado con una casaca de cuero ceñida y unas botas largas con taco, agregando que Ki-chan me había hecho una pequeña colita en mi lado izquierdo era incomodo tener también lápiz labial y rímel, no estaba acostumbrado a utilizar maquillaje pero joder aun me miraba al espejo y no me encontraba y eso que yo era el menos sugerente, ni hablar de la vestimenta de Ki-chan y Ao-chan y poco más y andaban desnudos.

Cuando llegamos sentí un terrible frío correr por mis piernas y varias miradas sobre nosotros, esto me subía el ego, Chi-chan se estaba perdiendo de un bombón, yo era muy bonito. Salí de mi ensoñación cuando sentí una palmada en mi trasero, él chico me dio un guiño y me sonrojé.

La discoteca estaba llena y podía ver a mis amigos bailando apegaditos con unos chicos, y hace un rato que había desaparecido Mido-chan, la verdad era que la música estaba bien, y el coctel de fresa estaba rico, pero por alguna razón me sentía desanimado, suspire y me di cuenta que a mi nariz llego un aroma de “anís y eucalipto”. Entonces lo vi en una playera negra con unos jeans ajustados bailando con una chica rubia. Dirigí mi vista a él chico que me había tocado la nalga, sabía que desde hace rato me estaba vigilando, me moví a la pista, movía lentamente mis caderas mientras pasaba mis manos por mi pecho en unos segundos tenía unas manos en mi cintura, liberé mis feromonas.

La canción cambio por una más movida, pegué mi trasero a su cadera y dirigí mi vista a donde estaba Chi-chan, bingo, tenía toda su atención es más se había parado y me miraba fijamente. Pasé mis brazos por el cuello del chico y sonreí ladinamente, sabía bien que estaba hecho furia, pero ni eso me impidió seguir moviéndome sugerentemente, dirigí mi vista otra vez a él, pero sentí quebrarse algo cuando vi sus labios sobre la zorra rubia. Por arte de locura acerqué mis labios sobre los del chico, este me apretó mis nalgas y solté un chillido sorprendido, sentí asco y repulsión, me sentía sucio. De pronto fui jalado para una zona más alejada, la espalda de Chi-chan estaba rígida y fuimos a la parte trasera, la parte del estacionamiento.

-¡¡¿QUÉ DEMONIOS ESTAS HACIENDO?!! –lo mire sorprendido, y sonreí, no sé si por el alcohol o la euforia del momento me lance sobre él. Mis labios tocaron los suyos ambiciosamente, cuando creí que me iba a apartar, me acerco más podía sentir nuestros miembros tocándose, sus manos recorriendo mi trasero y muslo, mis manos estaban inquietas tocando todo su pecho, nuestras lenguas estaban enredadas soltando sonidos lascivos. Yo estaba volando, gemí feliz, este era mi lugar seguro, esto era lo que yo quería.

- Chi-chan… por favor –no sabía lo que pedía, pero Chi-chan tuvo la mirada sombría, empezó a besar mi cuello y clavícula descaradamente.


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