Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Últimos Pensamientos por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Terrones de azucar, muchas gracias por seguir leyendo mi fic. 

Si pueden y gustan lean, disfruten y comenten. 

Nos vemos abajo. 

---Primer Año---

No podía resistir el cargarlo, ya tenía trece años y el pequeño Kiki un año de estar conmigo, aunque es también su edad cronológica precisamente.

Aunque me mantenía en mis deberes de reparador de armaduras, para mantener el santuario lo mejor posible aun con la maldad ahí, cuidaba también del niño que tanto quiero, ha comenzado a hablar, me causa tanta risa al verlo tratar de comunicarse conmigo, sus primeros pasos al verlo crecer, siento que está pasando muy rápido…

Tantas cosas que he estado aprendiendo con mi pequeño, incluso he vuelto a ganar la confianza que había perdido.

Me la he pasado todos los días entre cuidar a Kiki, reparar las armaduras y utilizar mis habilidades como herrero para hacer joyas, para venderlas en el pueblo.

No me había dado cuenta de lo costoso y difícil de criar a un bebe, pero lo estaba haciendo solo por él.

Kiki alegraba mis días, no importaba cuando cansado estuviera, lo mal que me sintiera su sonrisa me volvía a la vida por más difícil que esta se volviera.

Pero estarme dedicando a ese estilo de vida, me cobro muy caro.

Un día regresando de haber vendido algunas joyas, conseguir lo necesario para ambos.

Me percate que presentaba un poco de fiebre, sentía mi cuerpo débil, la cabeza me daba vueltas, tosía y comenzaba a sentir un picor en mi garganta.

-No, por favor-

Estaba preocupado… Me enferme y en algún punto mi cuerpo dijo… “No más, descansa” y ya no podía negarlo.

Al llegar, aun con mi cuerpo tan pesado y cansado, seguí haciendo lo esencial.

Prepare la comida de Kiki, yo no tenía apetito, solo un té caliente.

Mantenerme de pie fue tan difícil en ese instante.

Al terminar, ya no tenía fuerzas de nada, es mejor dormir un poco, mis ojos me dolían tanto, a Kiki lo sentía más pesado de lo normal, cada paso que doy me sofoca.

No podía mostrar una cara de dolor, no quería preocupar a mi niño…

(-¿El entendería lo que pasaba?-)

Eso curso por mi mente.

Lo deje en aquella cuna de madera, que había hecho para él.

No es lo mejor pero servía para que estuviera a salvo.

Me deje caer en la cama, sintiendo como todo mi cuerpo esta adolorido, con los síntomas es obvio, pesque un muy fuerte resfriado, lo sabía… Había estado así casi una semana, pero al no cuidarme bien, se fue empeorando de a poco.

Trataba solo de que mi pequeño no se contagiara, olvidando mi propio bienestar.

Ahora me encontraba más enfermo, cansado y con una sola cosa en mente.

Si yo emporaba, ¿Quién cuidaría de Kiki?

Miles de reocupaciones me vinieron a la mente en ese momento.

Incluso la idea de que si yo no sobreviviera.

¿Quién se haría cargo?

Sé que es tonto pensar así, hasta donde yo conozco, nadie se muere por una gripe.

Mas una cosa era que me estaba descuidando tanto.

Me estaba quedando dormido, con la vista hacia ese bebe, que en ese instante ya era hora de su siesta, conocía todo de esa criatura, si no me recuperaba para dentro de unas horas… No sabría qué hacer.

No pensaba nada bien, la desesperación llego a mí junto con la preocupación, una muy mala combinación para alguien enfermo.

Entre mi conciencia y la conciencia, estaba pidiendo, rogando, casi suplicando, que alguien, quien fuera… Me prometiera que cuidaría a mi bebe, si algo malo me pasaba.

En soledad mi mente hablaba…

Y yo solo seguía, hasta que poco a poco mi cansancio gano y me quede dormido.

Después de eso no recuerdo mucho, salvo que un cosmos conocido fue una sensación tan cálida…

Me sentía seguro.

Recibí tu llamado, ¿Por qué tu cosmos esta tan inquieto?

¿Qué es lo que te… Pasa?

Observo una cuna, con un bebe adentro, y verte dormido, me extraña demasiado.

Somos de la misma edad, aun así… Luces como la última vez que te vi, pero… Tu sonrisa eterna desapareció…

Planeaba despertarte.

¿Estas bromeando?

¿Cómo haces esta clase de cosas?

Existe una orden contra ti, que has abandonado el santuario, traicionándonos y si tenemos la oportunidad matarte…

Fruncí el ceño, me molesto que fueras descuidado, pero quería respuestas de esa criatura.

Al verte dormir, luces agitado, angustiado, tu rostro me muestra varias meucas de sufrimiento.

Sudabas, jadeando un poco, me atrevo a tocar tu frente, estas caliente…

-¿Una simple gripe es lo que te tiene así Aries?-

Mis palabras son de molestia, ¿Porque eres tan descuidado?

Si supieras que he tratado de mantener tu ubicación en confidencia, haciendo con lo que puedo desviar la mirada de este punto…

Abres tus ojos un poco, estas sonrojado de las mejillas.

-¿Qué? ¿Quién?- Habas como si no me reconocieras…

¿No reconoces mi cosmos?

Estas muy enfermo no te has atendido bien…

¿Desde cuando eres tan descuidado?

-Por favor… Cuida… Lo… Yo… No me…- Suspiras… Es tu tono de preocupación…

-Descansa… Tienes que tratar de recuperarte…-

-Kiki… El… Necesita…- Tu cansancio es más grande ahora… Pero ese cariño a esa criatura es enorme.

-Cuidare de ese niño, por ahora duerme- Lo dije sin pensar seriamente, pero me di cuenta que necesitas que alguien te confirme que estará bien.

Tus hermosos ojos verdes, lucen tan apagados ahora, me estas mirando apenas abiertos, pero giras levemente para verlo.

Y de nuevo los cierras, te acurrucas a una posición agradable para ti.

Tiemblas, prestaba atención a tus movimientos, aunque estas sudando, la enfermedad te consume.

Antes me regañabas a mí, por solo meditar y no atenderme si me enfermaba, ahora solo mírate…

Eres igual de terco que yo, cuando…

Giro mi vista para ver a ese niño, le has puesto un nombre.

Atraviesan miles de ideas por mi mente, pero… No creo… Que sea… Tu hijo biológico… O acaso… ¿Cometiste algún error?

No presto más atención a esto, por un simple instinto tomo aquel cobertor que notaba, para cubrirte, debo de ayudarte a disminuir la gripe, ponerte lo más cómodo posible.

¿No habrías descansado estando solo?

Estarías al pendiente de este niño.

Bajar la fiebre es lo que debo hacer.

Un paño de tela, humedecido en agua, colocarlo en tu frente, para que te fueras sintiendo mejor de a poco.

Conocía o más bien recordaba un poco esta torre, me decías que era un sitio que solo los Lemurianos pueden usar para reparar las armaduras, pero… Que lo compartías conmigo.

No podía hacer mucho que contemplar tu sueño, y… También el de… Kiki, así lo llamaste.

La curiosidad de ese infante me gano, levantándome del asiento que tome a tu lado, para verlo dormir.

Dormido de lado, sus cabellos rojizos, las tikas de color similar a tu cabello, y llevaba puesto ropa de su edad, me sentía renuente en acercarme más.

Gradezco que este dormido, no soy igual de bueno que tú, para cuidar bebes, pero… Por ti lo intentare.

Posicione de nuevo la silla en medio de ambos, para cuidarlos al mismo tiempo.

Con solo la vista miraba cada rincón de tu habitación, un poco desordenada, más la tenías limpia, además que utilizabas las herramientas celestiales para hacer joyería…

-Mu, ¿Ese niño tiene un gran significado?-

Contemplar a ese pelilila se provocaba un estremecimiento en mi ser, seis años de no verte.

-¿sabes lo difícil que ha sido?-

Dejo escapara un suspiro.

-No tanto para ti-

Recordé que en el momento en que te fuiste, algo cambio para mal en el santuario, lo sabias aun así. No confiaste en nadie, ni siquiera en mí para contarme.

Solo desapareciste y fuiste otro tachado de traidor.

Una idea surco mi mente de repente.

Mire de nuevo a ese niño, y pensé que posiblemente él también sea… Otro destinado a ser caballero de Atena.

¿Por eso lo cuidas con tanto esmero?

-Es un Lemuriano… ¿Tu sucesor?- No negare que dentro de mí, aun siendo el más cercano a Dios, me estremeció mucho.

Eres muy joven para cuidarlo… Aunque… Camus también tiene un alumno, pero es mayor que este niño.

Criarlo tú solo ha sido tu deber...

-Debe tener un año-

No sé cuánto tiempo pase penando en eso, porque sin previo aviso escuche unos balbuceos infantiles, provocando que dirija mi cabeza a esa cuna.

Acaba de despertar, se incorporaba un poco apoyándose en ese barandal de madera.

Y solo me observó, los ojos son de una tonalidad morada, bastante expresivos como los tuyos…

-ma…ma…ma…- Sonrió, estirando sus brazos.

¿Acaso se refiere a mí con esas palabras?

¿Pide que lo cargue?

Una mueca de molestia se dibujó en mi rostro, pero tenía que alzarlo en brazos, para que no llore y te despierte, aun debes dormir.

Como pude y la iluminación me dio a entender, lo cargo, sosteniéndolo con cuidado.

-¿Cómo es que Mu logra hacer esto?-

Tener a ese niño entre mis brazos, me daba una sensación extraña, pero dejo de prestarme atención, cuando volvió a estirar sus manos hacia quien dormía en esa cama.

-Solo querías verlo- Suspire –Por favor no hagas ruido, necesita descansar, Shhhh- Hice aquel ruido gutural para indicar silencio.

Me miro con esos ojos que no puedo descifrar, llevo la pequeña mano a su boca y alzo su dedo, e imitando el sonido que hice.

-Shhh…- Porque sus ojos me extrañan demasiado, y su cara… ¿Así eras de bebe Mu? No lo pudo recordar, pues al final soy menor que tú por meses.

-Entiendes que no debemos hacer ruido- Si alguien me viera haciendo esto, me dejarían de respetar, pero hablaba con un bebe, que logra entenderme.

-Shhhh, mamá… Dueme…- Puede hablar un poco, entonces me confirma su edad… Aunque no lo hace nada bien.

Te llama mamá, esto me pareció bastante curioso, se supone que eres hombre como yo, debería ser papá.

Sonreí, por un instante tuve una idea bastante tonta, pero fue solo una ilusión.

Mantenía este sentimiento en secreto, incluso si no podemos hablar de nuevo, con verte me es suficiente.

-Hambe…- Este niño, me pedía que lo alimentara, llevando una de sus manos a la boca, e nuevo posando sus grandes ojos en mí.

Suspire, resignado… Este día tendría que cuidarlo –Esta bien… Vamos a buscarte algo de comer-

-Si- Asintió con su cabeza.

No lo acunaba como de seguro Mu lo hace, pero lo sostengo bien para que no cayera.

Tenía que retirarme de tu habitación, tienes que dormir y despreocuparte por Kiki, yo lo cuidaré hasta que te sientas mejor.

Busque en la cocina, tratabas de mantener todo limpio, pero la sala está hecha un desastre… supiere al verla, pero primero alimentar a este niño.

De a poco recordé donde guardabas las cosas que pudieran perecer rápido.

-Los niños de un año, toman leche, algunas papillas…- Mi alegría fue mucha, pues no tendría que preparar algo complicado, estas siempre un paso adelante de todos.

Teniendo algunos alimentos ya preparados para Kiki… Espero que sea para un día entero y no coma todo esto de una sola vez.

-Papilla de manzana… Esto le gustaría a Milo- Lleve dicho recipiente, vaciándolo en unos de esos platos para infantes, y una cuchara de la misa índole.

Siempre has prestado atención en todos los detalles, bastante cuidadoso en que todo esté de acuerdo a lo que se necesita.

Creí que tendría que darle en la boca a Kiki, pero… Me sorprendió, cuando al dejar la cuchara en el plato, para cerrar el contenedor de esa papilla.

El solo comenzó a sujetarla con su mano en puño, para comenzar a comer por su cuenta.

Esto me llamo mucho la atención, usualmente los niños no tienden a ser tan independientes… Es muy diferente.

Lástima que no intente alimentarlo yo mismo, me hubiera ahorrado lo que tuve que hacer después, llevo toda su cara y ropa con ese alimento…

Este solo sonrió, termino y estaba satisfecho.

-Eres un glotón- Fue lo único que dije.

Ahora lo que seguía si un niño se ensuciaba de esa manera, tendría que limpiarlo, pero… No sería suficiente solo la cara, mancho la ropa, debía cambiarlo, pero… Entendía lo que significaba, un baño.

-¿Por qué me meto en esto?- Lo pensé un instante, mientras sostenía a ese bebe y me dirigía a ver el atardecer del lugar –Claro, lo hago por Mu-

Me pregunte después quien baño a quien, termine con mis cabellos empapados y mi ropa igual, que bueno que había dejado mi Kasaya de color beige en la sala antes.

Lo alimente, bañe, cambie pañales, vestí, se divirtió tanto arrogándome agua.

La noche ha caído, tan rápido se pasó el día…

No aprecia tener ganas de dormir, le gustaba que lo cargaran.

-Lo mal acostumbraste a los brazos Mu-

De vuelta a mi lugar inicial, apenas si te habías movido y cambié tu paño varias veces, para que se mantuviera húmedo.

Me alegre que tu fiebre fuera disminuyendo.

Es más fácil para nosotros que mantenemos un constante manejó del cosmos recuperarnos de algo así, pero si no te cuidas, empeoras.

Aun no despertabas… ¿Cuantas noches te quedas en vela para estar al pendiente?

-¿Te sientes seguro porque este aquí?- Mi corazón comenzó a latir rápidamente, esa idea de nuevo cruzo mi mente. Me sonroje tanto con solo ese hecho se hiciera realidad.

No me atreviera nunca a decirlo en voz alta, mi orgullo me lo prohíbe, pero… Esta escena en que nos encontramos, tu descansando de un largo día de cuidar a… Podría ser… En otro mundo nuestro hijo, y yo cuidándolos a ambos…

Negué con mi cabeza, sonrojado… Soy solo un idiota adolescente, que piensa tonterías.

Kiki me noto de esta manera, para llamar mí atención comenzó a jalar un poco de mi cabello, parecía mirarlo con atención…

Lo sostuve, aunque tiraba con fuerza, preferí álzalo más alto, lejos de mi cabello.

Pero sí que es travieso cuando se lo propone. Estiro uno de sus brazos, para tocar mi Bindi con su pequeño dedo.

Otra cosa que le llamo la atención de mí.

Ya mejor no ponía resistencia, este niño me estaba agradando un poco.

Mas cuando miraba a Mu y le decía mamá por lo bajo.

Sería bueno, que al despertar él te llamara papá… Sonrió levemente, por la idea.

Pero también estoy serio, pues sería mejor que esto no lo supieras Mu, quien cuido a tu preciado Kiki, no reconociste mi cosmos, podría pasar por que fue cualquier persona o lo que fuera.

No sé por qué… En mi mente de un adolecente de trece años, sonaba bien.

Ahora no pensaría en eso… La noche estaba presente y para cansar al niño, decidí enseñarle esa nueva palabra.

-Papá- Lo coloque de frente, mantenía mis ojos cerrados casi todo el tiempo, por lo mismo yo aún no controlaba del todo mi gran cosmos, así que no podría en riesgo a ninguno de los dos.

Trato de imitarme, le parecía un juego.

Dure así con el pequeño, hasta que comenzó a bostezar y sabría que por fin dormiría.

Lo coloque en su cuna y esos bostezos me indica que no tardaría mucho en dormir y así fue, lo cobije, para que durmiera tranquilo.

Y volvió a mi lugar, no quería apartarme de tu lado.

-No has tenido hambre en todo el día…- Esto me preocupa mucho, no me debo alterar, tu cuerpo necesita descansó.

Me sentí cansado… Solo pase medio día con el pequeño Lemuriano, y me sentía agotado… No puedo imaginar cómo lo has hecho un año completo, tú solo.

No podría dejar que te encargaras de todo el desorden por tu cuenta al despertar, limpie lo que debía, la ropa de Kiki, incluso la lave…

Me apene, jamás pensaría que lavaría ropa de un bebe, pero lo hacía… No quería que estuvieras apurado por nada.

No recordaba lo frio que pueden llegar a ser las noches en esta torre.

Quito el paño, ya está bastante seco, pero tu fiebre ha disminuido, estas mejor…

Decido cubrirte un poco más, abrigarte por este frio, espero que me disculpes, pero tome algo de tu ropa, mientras la mía se seca…

No dormiré esta noche, quiero contemplarte lo más que pueda, pues no sé cuándo podré verte de nueva cuenta.

Sujeto tu mano, sigue siendo tan suave, es imposible con el trabajo que haces.

Eres tan hermoso, quito algunos mechones de tu cara, quiero verte siempre.

Acarició su suave mejilla, esta tibia es una temperatura normal.

Si me inclinara a… No… No puedo hacerlo, estas dormido, pero quiero.

De a poco voy acercándome a tu rostro, mirarte, ver cada minúsculo detalle de tu piel.

Me inclino cerca de ti, sujeto tu mano derecha para besarla, probar un poco más…

¿Sería tan malo hacerlo?

Robarte un beso…

-Mu, perdóname por lo que hare-

El corazón me dicta que haga esta locura, solo una, y sería suficiente para la próxima vez que nos viéramos, si es que pasara… Prefiero morir yo, antes de que a ti te pase algo.

Me sonrojo por la cercanía que estoy provocando, siendo tu ligera respiración, mi corazón está latiendo tan rápido, que siento que saldrá de mi pecho…

Sujetando tu mano, acorto la distancia que nos separa, poso mis labios sobre los tuyos, tal vez no sientas este contacto… Pero te juro que es algo que voy a atesorar toda mi vida.

Tus labios, a pesar de todo, tienen un dulce sabor a moras… Me gustas, te quiero…

-Te amo Mu de Aries…-

Abrí mis ojos con mucha pesadez… Escuche el canto de aquellas aves que están viajando a un lugar más cálido, los rayos del sol se cuelan por la ventana y me han despertado.

Me giro  a ver a Kiki, está durmiendo… Debe ser bastante temprano.

Me doy cuenta que me siento mucho mejor, mi nariz ya no está congestionada, la fiebre bajo, aunque la tos aún sigue, pero el dolor de garganta es menos…

-Necesitaba dormir- Me estiro un poco, quero cargar a mi Kiki.

Antes de salir de mi cama, noto algo raro.

-Esto… ¿No estaba en el armario?- Miro el cobertor sobre mí.

Pronto al levantarme, diviso que hay un te sobre la silla junto a mí, aún sigue tibio…

-¿Qué?- Lleve mi mano hacia mi boca por inercia y al sentir mis labios, recordé una suave sensación que entre sueños sentí…

Algo tan cálido, que recorría electricidad por mi cuerpo al pensarlo…

-¿Fue real?- Me sonroje… Pensar que alguien me beso… Pero… ¿Quién?

Rápido me pare, para ver a Kiki, si algo malo le paso, juraba que mataría a quien…

Al cargarlo aun dormir, apenas si se acomodó en mis brazos, no era la ropa que traía ayer…

-Sin duda alguien estuvo aquí…- Baje con el pequeño en brazos, pero listo para usar mis cosmos en cualquier ataque que necesitara para defendernos.

Todo lucia diferente, la sala está limpia, la cocina igual… La ropa de mi pequeño esta doblada…

-¿Qué paso? ¿Quién vino?- De nuevo mis recuerdos mientras sentía como la enfermedad me  adormecía, ese cosmos tan cálido, que me trasmitía una paz y confianza, lo conocía…

Me sonrojo de golpe, lo puedo sentir, mi corazón latió y temblé por pena… Él estuvo aquí, cuido a mi pequeño y a mí…

-Shaka… Tu… ¿Por qué?-

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están terrones de azúcar? Yo me encuentro super bien, les diré que estoy emocionada por este capitulo, pues... Me gusto bastante como me quedo, y sobre todo el ShaMu tan lindo que existe y el hecho de como se comporto Shaka, trate de cuidar mucho la personalidad, pero como siendo adolescente es un poco mas manipulable en ese sentido, ya que la personalidad aun no se forja del todo en esa edad, pero ya daba toques de como seria nuestra rubia de pueblo en el futuro. 

Espero que les guste tanto como a mi. 

Yo la verdad me fascino, y espere este día para actualizar fue una tortura, espero enserio les agrade.

Y la pregunta de hoy sera 

¿Con quien shippean a nuestro lindo corderito rojito? O sea Kiki.

Yo la neta estoy entre Gembu y Fudo, para no perder las bonitas costumbres de los Libra o Virgo 

Pero me gustaría saber sus opiniones, la verdad no recuerdo si ya he hecho esta pregunta. Me dicen si ya lo hice. 

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos. 

Muchas gracias por sus hermosos comentarios.

Terrones de azúcar me di cuenta que este fic es uno de sus favoritos... Es que la neta si que lo hice mega adorable y cursi, no se me gusta mucho escribir de ellos dos, son sin duda papi y bebe... Kiaaaaa bueno aunque Mu es la mami.

Espero que lo disfruten tanto, ya el siguiente capitulo esta casi terminado, pero tendrán que esperar para el primer jueves de Noviembre que ya mero sera. 

Nos vemos en la próxima entrega terrones de azúcar los mega quiero mucho. 

Y por cierto les tengo una linda sorpresa para Noviembre. 

Sin mas me tengo que retirar. 

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).