Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Últimos Pensamientos por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno mis terrones de azucar, lean, disfruten y comenten. 

Nos vemos abajo. 

---Seis años---

-Maestro Mu, ¿Lo he hecho bien?- Esa sonrisa traviesa, mostrando como logra ir reparando las armaduras con pequeños daños.

-Sí, lo has hecho bien- Le devuelvo la sonrisa, mientras continuo.

-¿Cree que pronto pueda repararlas como usted?- Deja el casco en la mesa, volviendo a su lugar a mi lado, y haciendo de nuevo el mismo proceso.

-Sí, dentro de un poco lo harás- No quiero hablar mucho de ese tema, siento que nuestro tiempo juntos se está acabando, pero no debo pensar en eso.

-No sabía que el polvo estelar, se obtiene al expandir su cosmos y reducirlo rápidamente, con lo que queda esos residuos- Trataba de él mismo explicar aquella lección que le di hace un tiempo.

Volvió a utilizar el martillo y cincel que específicamente le di, aun no podía utilizar las herramientas celestiales, pero eso no lo detenía de seguir aprendiendo.

Se mira tan concentrado, haciendo su mejor esfuerzo, lleva algunas vendas en sus manitas, ha cometido errores y se ha lastimado a sí mismo.

En esos momentos, recuerdo las veces que me pasó a mí, pero yo no obtuve nada de consuelo.

Al contrario… Unos buenos regaños y reprimenda física me lleve, pero entiendo que debió ser muy duro.

Sin embargó con Kiki, yo… Jamás me atrevería a ponerle un dedo encima, pegarle es algo que no me perdonaría.

Aunque, si he tenido que entrarlo físicamente, sé que la guerra santa se acerca.

El viejo maestro, me lo ha advertido incontables veces.

Me pidió que siguiera entrenando a Kiki de una manera apropiada, lo mejor que pueda y rápido.

Es necesario dejar un sucesor para caballero de Aries.

Si lo pudiera cambiar lo haría, pero esto es algo que ni yo puedo alejarlo.

Además que mi pequeño, se esfuerza por alcanzar mis pasos…

No quiero que lo haga, nunca he querido que pase, pero… Es necesario.

Me he quedado mirándolo, suspiro con pesadez en más de una ocasión.

Como quisiera proteger su sonrisa, que lo único que se preocupará fuera de no lastimar sus manos en la reparación.

Si solo tuvieras que hacer eso, estaría bien… Pero, enfrentar los peligros que conlleva ser caballero de Atena.

Nosotros no tuvimos opción, nacimos para eso.

Quiero que tenga opciones.

Muevo mi mano hacia su cabeza, para acariciar su suaves cabellos, mi mirada se ha tornado triste, el sufrirá en el futuro y no existe nada que pueda hacer para cambiarlo.

Creo que lo he distraído, ha dejado de trabajar, para levantar su mirada, sus ojitos tienen una tonalidad similar al de mi cabello y sus tikas también.

-¿Maestro Mu?- Me pregunta confundido, creo que noto que mi corazón sufre.

-Dejemos esto por ahora- me levanto del suelo, para con paso lento caminar hacia afuera.

No di tiempo de que tuviera alguna protesta, me siguió el paso, es un niño tan obediente.

A fuera el clima se torna frio de nuevo, el atardecer llega.

Camino lento hacia la orilla de aquel lugar tan vacío y solitario en la que he estado viviendo por once años, pero desde hace seis, ha sido mucho mejor.

-Maestro, ¿Qué hace?- Lleva a mi lado, algo agitado por dejar rápido todo, pero sobre todo debe ser mi comportamiento algo extraño.

Me siento en la orilla, mis pies cuelgan y puedo apreciar la última vista del sol que nos regala por ese día –Ven- Le señalo que se siente a mi lado.

Asiente tan suave, y me obedece, sentando a mi lado, noto que me mira preocupado, después hacia el punto que observo en la lejanía.

Una brisa fría se siente, aun que lleve ropa algo cálida, no la siento… Me he acostumbrado a este tipo de clima.

Mas veo como tiembla de frio, rodeando los brazos con sus propias manos, tratando de darse calor, es normal es más joven, y si se está quieto este clima no perdona.

Lo miro atento, estoy bastante serio.

Quito mi bufanda con rapidez, este recuerdo que encontré hace algún tiempo en unas cosas que guardo de alguien muy importante.

Y con esta prenda roja, le cubro los brazos, es un niño puede cobijarlo aunque sea un poco.

Me sonríe mostrando sus dientes y sus ojitos cerrados –Gracias- La sujeta con fuerza, para evitar que el viento se la arranque.

-Kiki- Lo llamo con una voz bastante fría, casi sin emociones, pero es el mensaje que le daré lo que me atormenta.

-¿Si?- Me mira tan atento, mientras juega con sus piernas balanceándolas.

-¿Sabes por qué reparamos armaduras?- No puedo verlo a la cara, así que solo dedico mi vista al cielo.

-Sí, usted me lo ha dicho… Caballeros que pelean por la Diosa Atena, a la cual ella nos encomendó el reparar armaduras a los Lemurianos- Su voz infantil, con un tono más risueño de lo normal, quisiera jamás separarme de él.

-Son ochenta y ocho caballeros dispuesto a luchar por ella, en cualquier tipo de enfrentamiento o guerra, protege la tierra y…- Estuve a punto de decir nosotros, pero quiero mantenerlo aun en secreto –Es necesario que cada cierto tiempo, aquellos caballeros entrenen a su sucesores, existiendo pruebas para lograr obtener alguna armadura-

En este punto noto que me mira atento, no está confundido, si no deslumbrado, es muy difícil hablar de esto, y más tratando de ocultar mi propia verdad.

No es tiempo, no existe momento ideal, para decirle quien soy.

-¿Quisieras en algún momento ser parte de esos caballeros?- Lo pregunte, solo lo deje salir, quería conocer su respuesta, aunque temía que sus palabras me lastimaran.

-¡¡¡SI!!!- Sonrió ampliamente, con una mano sujetando la bufanda y la otra enfatizando su emoción.

-¿De verdad?- Mi voz Salí apenas audible… Fue un susurro tan terrible… Él quería luchar… Deseaba tener esa vida, cuando le he contado tanto… ¿Por qué Kiki? ¿Por qué no me dijiste que no?

Aunque fuera una mentira quisiera… Saber que negarías esa opción, pero eres igual que todos nosotros, tenemos el deseo de proteger el bien, la tierra, a Atena.

-Usted me ha dicho que ellos son personas muy fuertes, que luchan por la justicia y el amor, que siempre ayudan a todos los que lo requieren- Sonríe con esa pequeña chisma de inocencia.

No sabe lo que representa todo, solo he tratado de enseñarle a medias, me niego a mí mismo a aceptar su destino, pero debo hacerlo. Aunque tenga que dejarlo solo algún día.

Espero me perdone…

-Además que me ha mencionado, los más fuertes de ellos son los que protegen las doce casa, los caballero dorados-

-Si…-

-Quisiera algún día ser como ellos, deben ser geniales, y muy fuertes- Solo dedicaba palabras de admiración a aquel rango, al cual pertenezco.

-¿Te gustaría seguir reparando las armaduras?-

-¿Eh?- Me miro confundido –Claro que sí, se supone que es el deber de nosotros hacerlo- Sujeto mi brazo –Maestro, aunque yo me convierta algún día en un caballero dorado, seguir reparando armaduras con usted- Abrazo mi brazo con fuerza.

-Pero… Si tuvieras que escoger…- No sé por qué le hago esto… -Solo una… ¿Cuál sería?-

-¿Tengo que escoger?- Me miro sin soltar mi brazo, bajo su mirada uno segundos, estaba pensando –No quiero… tener que escoger… Quiero hacer ambas- Alza la vista con tristeza en sus ojos –Quiero volverme un caballero dorado, pero no quiero jamás dejar de reparar armaduras a su lado-

¿Porque sus dulces palabras me llevaron a mi propia infancia?

Esa pregunta me la hizo alguna vez mi maestro Shion…

Respondí exactamente lo mismo.

-Entonces, tendrás que entrenar y esforzarte el doble- Lo abrazo de lado a mi cuerpo.

-¿Eh?- Se notaba confundido.

-Ellos saben pelear, sus ataques dependiendo de su constelación guardiana, para acceder a ser caballero dorado, puede ser de dos maneras, escalando primero usando una de bronce o plata- Bajo mi mirada, para sonreírle, que mueca más falsa hago –O que la armadura dorada te acepte si demuestra tu verdadero potencial-

-¡¡¡USTED SABE MUCHO!!!- Sin dejar de abrazarme, recarga su cabeza en mi cuerpo.

-Si, por eso… Si de verdad quieres hacerlo, tendrás que esforzarte más y el entrenamiento no es nada fácil- Quiero asustarlo un poco, sé que no funcionara -¿Entonces que no podre ser suave de nuevo contigo?-

-Sí, lo se… Tengo que volverme más fuerte y no me puede tratar delicadamente- Entiende mucho mejor de lo que creí, su deseo es más grande que la tranquilidad y felicidad que he tratado de darle.

-Mañana el verdadero entrenamiento comenzara- Sigo mirando al firmante, el sol se ha ocultado casi por completo, como el tiempo que deseaba conservar.

Creo que soy muy egoísta, no puedo detenerlo para siempre, si se lo propone será un caballero mucho mejor de lo que soy.

Solo quisiera que no sufriera las pérdidas a la que estamos destinados todos.

-Pero…- Llamo mi atención.

-¿Mmmh?- Solo bajo mi vista a su lado.

-Aun seguirá a mi lado ¿verdad?- ¿Por qué me mira así? No puedo prometerle eso, pero sé que lo necesita, yo fui igual.

-Sí, estaré a tu lado el tiempo que sea necesario- Le dedique la mejor sonrisa, y seguir abrazándolo, el tiempo debería detenerse un instante, se lo agradecería, mas momentos así los extrañaré en el futuro.

-Entonces no tengo nada que temer- Dijo esto, aferrándose a mí, como cuando era un bebe.

Ahora ya no soy aquel jovencito torpe con un bebe, tengo dieciocho, he crecido, me he desarrollado suficientemente bien, entreno todos los días mis habilidades y mi cuerpo.

No sé por qué, pero cada día siento esta presión en mi pecho, que me indica que pronto todo podría volver a la normalidad.

Divague un buen tiempo, cuando menos lo note, Kiki se ha quedado dormido en mi regazo.

Tiene seis años y se me hace difícil pensar que ha crecido tanto.

Acaricio sus cabellos, quisiera seguir contemplándolo y velar su sueño, siento que el frio arrecia de nuevo.

Mi corazón comenzó a latir muy fuerte al pensar en que…

-No… Eso no puede ser…- Mis mejillas se ruborizaron.

¿Por qué pienso en esa persona? Por qué me ilusione un segundo pensando en él.

Creo que es mejor regresar.

Cargo a Kiki entre mis brazos, cubriéndolo aun con la bufanda.

Mi mente traer su rostro, imaginando que estuviéramos juntos, como…

-¿Una familia?- No debo estar pensando en algo que jamás ocurrirá.

No vale la pena… Ni siquiera se… Si pensara en mí.

No importa… Por ahora debo centrarme en lo que hare mañana.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo estoy otra vez con frió... Literal se vino un frente frió en la madrugada y estamos congelándonos... Noooooo

Ya alguien que le diga a Camus que se reconcilien con quien es enojo... Que me estoy muriendo de frió...

Milo por favor... No lo hagas enojar, los que pagan los platos rotos somos nosotros.

Este capitulo le incluí un poco de yaoi, por que... ¿Por que no? Jajajajajjaa me gustan ellos dos a morí, son super lindos.

Pero se que no es el eje central de la historia.

Espero que les guste, sabemos que Mu lo que menos quiere es que Kiki siga sus pasos en este punto, pero... Pronto se hará a la idea... Y sabe que las cosas n se pueden cambiar tan fácilmente o puede que esto debió ser así siempre...

Jajajajjaa bueno, vamos a la pregunta del día de hoy:

A ver... Según ustedes... A su punto de vista... ¿Cual ha sido el mejor patriarca? Yo la neta... Estoy muy con Sage y Hakurei aunque fue interino... Y por muy poco tiempo, pero... Ambos se la rifaron... Jajajajajajajaja Perdón mi borreguito verde, se que hiciste cosas con madres, pero mi corazón en este tema esta con los gemelos Cancer...

Recuerden respetar las respuestas de cada quien, nada sin ofender, es puro chiste.

Espro sus respuestas, comentarios y reclamos.

Bueno mis terrones de azúcar, muchas gracias pro sus comentarios y votos, jajajajaja pues debo agradecer, la neta que estoy titiritando de frió... Dios... No quiero el frió, Por favor Camus... Llévate tu frió contigo... No me gusta, kiaaaaaa...

Voy hacer la llorasion...

Nos vemos mañana para el capitulo triste de "Te Alcanzara Mi Corazón".

Los quiero mucho, cuídense mucho, hagan caso a todas las medidas de higiene.

Me voy con mucho frió...

Ammu se va.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).