—Recuerdas Defteros, cuando nos casamos apenas llegábamos a la adultez... Recuerdo cuando anunciamos el embarazo de
S
haka y me escupiste.
— Lo volvería a hacer Asmita, tu padre era un rey desgraciado: me torturó y golpeó para que estuviera contigo. Ahora tu haces lo mismo, no me sorprende siempre fuiste un títere de él.
—Callate. —abofeteandolo. —Yo te amaba, me peleé con él para que te sacará de ese calabozo y cómo me lo pagaste, te fuiste a revolcar con vaya saber quién.
—Y nunca lo sabrás o quizás si, el día que te mueras quizas te lo diga para que sufras porque no vas a poder hacer nada. Asmita, me das el mismo asco que me dio tu padre.
(...)
Pasado
—A donde crees que vas Defteros a esta hora de la noche, deberías estar en tus aposentos con mí hijo. No sé que modales tengan en tu Reino, pero aquí no tolerare ese tipo de faltas.
—Solo iba a los jardines a caminar un rato.
—Ven, quiero hablar contigo.
(...)
—Nunca vuelvas a meter a mí padre en esto, Defteros, mí padre era un hombre honorable que quería lo mejor para mí. Si hubiese sido por él, me hubiese casado con un doncel decente, pero el que eligio me rechazo, yo te elegí a ti y él no le quedó otra que aceptar.
— No Asmita, tu padre era un monstruo.
(...)
—Defteros, veo que tú y mí hijo no se llevan bien y no han intimado, sabes, no me interesa en lo más mínimo. Es un ciego que no llegara a nada, necesito que urgente tenga un heredero, por lo que tendré que domesticarte para él. —Sujetándole los brazos, para ponerlo contra la pared —Te enseñaré tu lugar, le darás un hijo por las buenas o un hermano por las malas.
(...)
—Tu padre era un monstruo y tu eres igual a él, querías moldearme, que me volviera lo que tú querías. Ese hombre yo le odiaba le temia por lo que trataba siempre de sonreír para que no me lastimara. Luego estuve con ese al que siempre ame y decidí encararte irme de aquí con mis hijos, pero tú me quitaste a Shaka, para que me quedara para atarme a ti —quebrado en llanto. —Pero no iba a poder soportar otra tortura más de ese hombre, por lo que me fui igual.
—No te creo, Defteros, mí padre no era un monstruo solo te enseño tu lugar.
—Tu padre me violó más veces de las que yo estuve contigo o con mí amante. Por eso te odio, porque eres el causante de aquellos recuerdos dolorosos que jamás se irán y jamás podre perdonarte. Puedes encerrarme, golpearme cómo lo hizo él, pero eso no borrara el pasado. Lo único que puedo agradecerte es que hayas sido tú el padre de Shaka y no él lo único.
Ambos siguieron frente a frente en aquel calabozo.
Uno encadenado y el otro de pie con la espada en la mano para luego Asmita retirarse de ahí en silencio y dejar al prisionero en paz...
—Tu, guardia quiero que sigas mis instrucciones: acondicionen una de las habitaciones reales cómo para que no escape, pero que esté cómodo, Llamen a un médico para sus heridas. A las 9 en punto lo llevan allí.
—Entendido Rey.
— Tu anuncia a todos los sirvientes que el Rey consorte ha regresado y las cosas van a cambiar aquí.
—Defteros, no voy a dejar qué te vayas, otra vez, voy a hacer que me ames o que te resignes amarme.