—Rey Defteros es hora de que lo llevemos a su aposentos.
—¿Rey?
—Si, el Rey Asmita no ha ordenado que desde ahora nos dirijamos a usted cómo Rey consorte asi que ahora debe acompañarnos majestad.
— Otra no me queda, no estoy en condiciones para pelear.
(...)
—Su majestad Asmita, a qué debo su llamada.
— Quiero que atienda a mí consorte, tiene herido el brazo, la pierna y creo que el hombro. Mi esposo es salvaje y se me ha rebelado desde hace casi treinta años hasta la fecha, así que necesitaré que busque algunas de sus "remedios" algo para que se "suavize".
—Si Majestad, tengo lo que busca.
(...)
Ni bien llegaron al aposento, lo desencadenaron para luego dos guardias vigilar la puerta hasta que llegó el Rey y el médico.
—¿Que planeas Asmita?.
—Cómo vera este es mí salvaje esposo.
—Ya lo veo majestad, repito tengo la solución para su problema.
—No soy un problema soy un ser humano, que clase de médico es usted.
El hombre solo sonrió para luego abofetearlo.
—Su majestad, me ha dado el permiso para curar sus heridas y su mal comportamiento que veo es muy grave. Ningún impuro puede levantar la voz y faltar el respeto a un Alfa por más consorte del Rey que fuese.
Defteros estaba listo para devolverle el ataque, pero sintió como su rostro empezó a entumecerse para luego seguir el resto de su cuerpo.
No podía mantenerse en pie, sus ojos empezaron a cerrarse empezó a faltarle el aire para luego caer al piso desmayado, pero no sin antes pronunciar.
—¿Que hiciste Asmita?
—Lo que debía haber hecho cuando nos casamos, enseñarte tu lugar.
Los guardias recostaron a Defteros en aquel lecho.
—llamen a las doncellas, quiero que lo higenizen y dejen como digno cortesano, bello y radiante.
—cuando este le avisan al médico para que cure sus heridas y termine lo que empezó.
(...)
Cuando abrió los ojos vio que no era una sueño, estaba viviendo esa pesadilla otra vez.
Intentaba moverse y no podía, quería gritar pero no podía aquella mordaza debajo de su bozal, no le dejaba.
Sus manos se encontraban atadas al respaldo de la cama y su piernas una en queda pata formando una V.
—Cada que mí padre te violaba, tú te volvías mansito conmigo sonreis obligadamente, pero sonreis.
Iba dejar que te pudras en el calabozo, pero no mereces eso, mereces un castigo mejor, uno más a tu nivel.
Muchas veces me rechazaste, pero a tu amante y a mí padre te abrías como la golfa que eres.—Abofetandolo mientras esté respiraba de forma acelerada llorando quería decirle verdades pero no podía.
—Pues no me dejas de otras, deberé ser como mí padre para que me respetes, pero no seré yo quien te aplique el castigo siempre te gustaron otros antes que yo pues serán otros lo que te adiestraran.
Quitándole la mordaza para escuchar la voz de aquel desafortunado.
—No lo hagas Asmita, te lo ruego.
Te juro que no me iré mas, pero no me hagas pasar por esto.
—No confío en ti Defteros, me llevo el bozal quiero oirte para cuando este campesino te coja.
Aquel hombre se le subió encima para luego besarle el cuello.
—Dejame.
—Callate basura —golpeandole en el rostro.
Asmita escucho como aquella mano resonó en el rostro de su esposo, quería sacar el sable y cortarle la cabeza ese creido, pero necesitaba quebrar a Defteros.
Ese hombre procedió a besarlo para ingresar sus manos resecas a los muslos y luego intentar introducir unos de sus dedos.
—Porque te haces desear, déjame cogerte — golpeando lo otro vez.
—Basta por favor Asmita detenlo, ya basta no me hagas pasar por esto, te lo ruego.¿Quieres saber? Tu padre producía terror me quedaba inmóvil del miedo cada que me ponía en un calabozo, cada que me violaba.
Quería que tú fueras padre porque no te creía capaz de gobernar.
Mí amante era ...
De repente un golpe le dio directo en el ojo para hacerlo sangrar.
—Callate.
Para ser lo último que menciono ese hombre para que su cabeza rodará por el piso.
—No me interesa, quien fue tu amante, Solo quería oírte rogarme
Te odio tanto Defteros pero al mismo tiempo te amo que jamás dejaría que otro te hicieran daño, más ahora, que volviste.
Desencadenandolo de la cama para que este se pudiera sentar.
—El unico que puede tocarte soy yo y nadie más o terminarán como esté y el medicucho que te golpeó, te prometo ser un esposo atento mientras tu sepas tu lugar o te juro que lo que te haré no se compara con nada que hayas vivido, refrescate y quitate la sangre de sujeto y ve para mí habitación te quedarás ahí a cumplir tus deberes de esposo, en lo que limpian aqui.
En el castillo solo andarás con la compañía de dos guardias y ni pienses en huir o si no tu castigo será peor.
retirandose dejando a su consorte temblando de miedo y sin habla.
(...)
—Rey Kardia le tengo noticias al parecer Virgo ha levantado la orden de captura contra el consorte del Rey Asmita lo han capturado y el Rey le ha perdonado la vida.
—Defteros, no puede ser, prepararme un caballo viajare a hablar con Asmita y por nada del mundo que Milo tomé el control.
—Entendido Rey Kardia.
Te juro Asmita, que si le hiciste algo te voy a asesinar con mis propias manos igual que lo hize con el cerdo de tu padre.
...
Continuara...