Había transcurrido una semana desde que Toshiro llego al mundo de los vivos, en la Sociedad de Almas aun buscaban su presencia, no comprendían que método uso para desaparecer, el Senkaimon no tenía registro y su presencia era nula.
En la oficina del capitán del décimo escuadrón Matsumoto miraba por una de las ventanas, el papeleo se acumulaba y sabía que sería su responsabilidad completarlo – Ah... ¿Dónde está capitán? – Dijo la mujer antes de liberar un pesado suspiro.
En el mundo real las cosas iban las cosas de una manera algo tensas, Toshiro si bien ya tenía su gigai especial se sentía algo avergonzado por lo que transcurrió tras su primera noche, de cierta forma no podía ver a Ichigo a los ojos, aun recordaba claramente lo que había sucedido esa mañana
Cuando había llegado la mañana habían sido despertados por Isshin quien acostumbraba a "atacar" a su hijo en las mañanas, sin embargo, cuando Ichigo reacciono y lanzo la almohada en respuesta noto que tenía un peso adicional, el shinigami de cabellos plateados aún estaba abrazándolo, Ichigo se había olvidado de que le había llevado a su cama.
El escándalo causo que despertara, algo adormecido, era la primera vez en semanas que su sueño fue tranquilo, su mirada parecía la de un niño desconcertado, primero miro a ambos lados y refregó sus ojos - ¿Dónde...Donde estoy? – Pregunto antes de reaccionar, notaba que muy cerca de él estaba el torso de un hombre, levanto la mirada, era el de Ichigo, eso le sorprendió y más aún que se estaban prácticamente abrazando - ¡Kurosaki! – Exclamo antes de separarse y voltear su mirada, estaba avergonzado y sonrojado, demasiado sonrojado.
- Supongo que tu reitsu comenzó a afectar el mundo de los vivos ¿no? Por eso tuviste que apoyarte en alguien que tuviera tú mismo nivel para equilibrarlo ¿no? – Con ello Isshin intentaba lanzarle un salvavidas a Toshiro, no le molestaba lo que había visto, solo intentaba mantener en secreto lo que le había contado en la noche anterior.
El chico de cabello plateado sin mirar a ninguno solamente asintió con la cabeza – Si...- Intentaba sonar calmado, como si no pasara nada, pero en su ser aun sentía la calidez que recorrió su cuerpo mientras estaba abrazando al shinigami sustituto.
Su recuerdo fue interrumpido cuando Orihime le hablo, para mantenerse escondido usaba un gigai especial que absorbía su reitsu, impidiendo que pudiera ser rastreado, igualmente esto ayudaba que en la noche no ocurriera la liberación de sus poderes y terminara congelando todo – Toshiro ¿vamos junto a Kurosaki, Rukia, Chad e Ishida caminando a casa? – La chica de cabellos anaranjado le sonrió de manera cálida, ahora que se encontraba en el mundo humano como si fuera un estudiante de secundaria pensaba que podrían pasar más tiempo y hacer cosas para divertirse, al menos hasta que cumpliera su misión.
Intentando sonar amable negó con la cabeza, ahora que usaba un gigai para pasar desapercibido prefería caminar solo desde el instituto Karakura hasta la casa de los Kurosaki, admirar la ciudad, intentar distraerse, después de todo eso era lo que buscaba ¿no? Alejar la sombra de la muerte de Hinamori de su consciencia, no obstante, ahora existía otra razón, Ichigo Kurosaki, no comprendía el motivo, pero desde esa noche no podía estar cerca de él sin poder evitar sentirse extraño – No gracias, necesito hacer unas cosas antes Orihime – Dijo con un tono calmado.
- Bueno, en ese caso hasta mañana Toshiro – Respondió la chica de cabellos anaranjados con el mismo tono cálido y amistoso antes de salir del salón junto a sus amigos.
Finalmente, Toshiro decidió ir de regreso a la casa de los Kurosaki, tomo el camino largo por lo que le tomo el doble de tiempo, aun así, aprovecho para observar lo que la ciudad durante el día podía ofrecerle.
- Me siento como Matsumoto – Se comento a si mismo tras entrar en algunas tiendas a ver que ofrecían, no había comprado nada, aún tenía al menos el autocontrol en ese aspecto. Tras ver aquellas tiendas decidió regresar a la residencia Kurosaki.
Lo primero que le llamo la atención que Isshin no se encontraba, tampoco Karin ni Yuzu, tampoco encontraba parecía haber señales de Kurosaki ni de Rukia Kuchiki por lo que pensó que podría descansar, camino hacia el cuarto y como no deseaba estar en el armario en recostarse en la cama que tenía la habitación, abrió la puerta, dio unos pasos y tras cerrarla volteo a ver el cuarto su cuerpo se paralizo.
Frente a él se encontraba la figura de Kurosaki sin nada que cubriera su torso, la vista de Toshiro no podía evitar mirar el cuerpo ajeno, el resultado de su entrenamiento, como su musculatura se marcaba, a pesar de las batallas ninguna cicatriz visible, se preguntaba si eso era obra de Orihime, no obstante, no decía palabra alguna, solo seguía mirándolo.
Ichigo se dio cuenta de la presencia de Toshiro, noto que estaba rojo ¿tendría fiebre? No pensó que la causa de que su rostro ardiera fuera él mismo, preocupándose olvido terminar de cambiarse ropa y se acerco colocando una mano en la cabeza - ¿Toshiro? ¿Estas bien? – Pregunto estando frente a el chico de cabellos plateados.
- Eh...yo...- Toshiro apenas podía formular algo, no sabía porque estaba así, no entendía por que se sentía tan nervioso ante la presencia de Ichigo, solamente alejo la mano del shinigami sustituto de su frente de una manera algo brusca - ¡Si! ¡Estoy bien maldición! – Dijo de forma fuerte en un intento por creerse el mismo lo que decía, rápidamente abrió la puerta de la habitación, bajo las escaleras y salió de la casa.
Ichigo había quedado bastante confundido, demasiado, solo le había preguntado sobre si tenía fiebre y el resultado que causo la pregunta era que Toshiro se fuera, no comprendía ello, pero por la reacción parecía ser que algo pasaba en la mente del capitán del décimo escuadrón.
Sin saber que podía ser lo que sucedía pensó que lo mejor que podría ser era pedir ayuda a Rukia, había salido de compras con Orihime por lo que terminándose de vestir salió en camino a buscarlas, necesitaba la opinión de alguien más y considerando que ellas andaban juntas sería la mejor ocasión para no solo conseguir una si no que dos.
Las horas trascurrieron hasta que llego la noche, Toshiro estaba sentado sobre un columpio mirando el suelo, en su mente ahora le invadía el recuerdo de ver a Ichigo sin camiseta, por alguna razón le gustaba la vista y para colmo no podía evitar en pensar en como seria dormir apoyado en el cuerpo de ese shinigami, si bien la primera noche había pasado ello solo fue de manera inconsciente por la amabilidad y preocupación del pelo anaranjado, esta vez quería hacerlo por cuenta propia.
- Así que aquí estabas...no has cambiado en nada, siempre te castigas demasiado – La voz causo que el joven capitán levantara la mirada para ver a su ex superior hablándole.
- Capitán Isshin...- Murmuro mientras observaba que la figura se acercaba hacia a él
El hombre rasco su nuca y desvió la mirada, hacia mucho tiempo no le llamaban así – Ya te dije que no me llames así...solo dime Isshin o Kurosaki...que me llames capitán me trae lejanos recuerdos – en sus ultimas palabras la voz del hombre sonó algo nostálgica, lo cual hizo que Toshiro asintiera con la cabeza en señal de que entendía - ¿Qué haces aquí? Karin y Yuzu esperaban que estuviéramos todos para cenar – Agrego finalmente, explicando así la razón de por qué estaba allí.
- La verdad no sabia que hacer...desde que paso lo del otro día no puedo ver a Ichigo a los ojos, me siento incomodo...de no ser por este gigai aun al dormir congelaría todo mientras duermo pero aun cuando duermo las pesadillas me atormentan y siento que me falta algo...- Aquellas pausas que el joven de cabellos plateados daban eran un intento por no romperse, sin embargo la confusión de sus emociones era demasiada, no sabía cuanto más podría aguantar - ...Siento que mi vida ya no vale nada...mi debilidad mato a la única mujer que me quiso, pensaba que podría ser feliz a su lado, verla me calmaba, me hacia sentir paz y yo la asesine...no importa lo que diga el resto ¡La asesine! – No pudo evitar alzar la voz en aquel momento, todos en el Seireitei le decían que no era su culpa, pero siempre se sintió culpable, al borde de las lágrimas sus orbes de color verde se cristalizaban, aun reprimía su llanto, aun conservaba el orgullo de permitirse no llorar -...Y luego Kurosaki...Ichigo me toma la primera noche como si fuera lo más normal y...y...me calma...no entiendo por qué...pero me calma...con él sentí paz...aun cuando solo dormí fue mi mejor sueño en semanas...no entiendo...- Su respiración agitada daba gestos claros de que estaba reprimiendo o al menos intentar controlar sus emociones.
Isshin se puso de pie sin decir nada, Toshiro levanto su mirada, no comprendía por que parecía alejarse – Bueno si así te sientes respecto a mi hijo será mejor que lo hables con él...mejor los dejo solos, solo regresen pronto para cenar, muero de hambre –
El joven de plateados cabellos no comprendió hasta que volteo su mirada, Ichigo había llegado, su mirada se conecto por un segundo con la de él – Ichigo...- Murmuro, por primera vez le llamaba por su nombre.