Día 2: Besos
"Maldito alcohol, estúpido orgullo y condenado Charasuke". Pensó Menma mientras se apresuraba a beber la cerveza de su vaso. Torció el gesto encontrando un tanto desagradable el sabor. No era su bebida predilecta a decir verdad, pero ayudaba a excusarse en cuanto a su silencio. No es que fuera muy hablador y sus compañeros y conocidos bien sabían que era mejor dejarlo solo. Mas ese Uchiha coqueto notaba esos escasos segundos extra agregados por su persona. Odiaba el escrutinio de aquellos ojos negros. Aún sin usar su tan aclamado sharingan era capaz de leer sus movimientos. Sus gestos de disconformidad y las sutiles muestras de diversión en sus labios apenas curvados. Esos ojos estaban allí analizándolo minuciosamente. Dejó de pensar en cómo aquella mirada lo desnudaba cuando la descarada Hinata propuso jugar a la botella. Haruno chilló emocionada y por alguna extraña razón, un brillo inusual apareció en los ojos de Charasuke.
—Yo sólo veré —dijo evitando ser involucrado en un plan tan obvio por parte de aquellas féminas.
—Moo~ —se quejó Hyuga mientras ponía una cara de decepción intentando verse tierna—. ¿Por qué, Menma-kun? —preguntó apoyando sus atributos delanteros en su hombro.
—¡Oye, Hinata no te apoyes tanto en él! —gritó la joven de ojos verdes mientras la imitaba, pero en el brazo opuesto al que sujetaba Hyuga.
—¡No perderé tiempo en tonterías así! —declaró Uzumaki levantándose de su lugar listo para irse.
—¿Ya ves lo que provocas, plana? —insultó Hinata mirando con desprecio a su rival.
—Fue tu culpa por acosarlo con esas cosas, pechos parlantes —devolvió el insulto dispuesta a empujarla.
—¡Cálmense! —pidió Uchiha sacando de la nada una rosa para cada chica poniéndose de mediador—. Yo estaría encantado de besarlas a ambas. A diferencia del kitsune-chan, yo no creo que se embaracen con un beso mío —dijo con una sonrisa burlona.
Aquel comentario llegó a oídos del mencionado haciéndolo voltear. Notó de reojo a sus demás compañeros riendo divertidos. Incluso las kunoichis que momentos atrás peleaban, estaban sonriendo más calmadas. Y es que de sólo imaginar que un ninja dedicado, serio y responsable como Menma fuera tan inocente de creer algo así, —aún conscientes de la mentira en esas palabras—, era gracioso. El jinchuriki era el único sin verle la gracia al asunto. Caminó con firmeza hasta donde estaba el otro y lo encaró con claro enojo.
—¿Qué quisiste conseguir con tu bromita? —preguntó directo.
—¿Yo? —preguntó el de cabellos brunos encogiéndose de hombros con total despreocupación—. Nada, ahora sigue tu camino a tu casita. Vamos a jugar cosas de adultos.
Ante aquellas palabras el joven de ojos azules se sintió en una encrucijada. Si se iba estaría dándole la razón a ese cabeza hueca. No le importaban las opiniones o burlas que pudieran generarse a raíz de eso. El enojo nacía de ver esos rosados labios apretarse uno contra otro conteniendo una carcajada. Los veía temblar ligeramente. No perdía detalle de los movimientos que hacían, mas cuando se dio cuenta de lo fácil que sería malinterpretar su pequeño análisis visual, volvió a observar aquellos ojos oscuros. No supo si fue mejor o peor esa elección. De a momentos se perdía en esas obsidianas, deseando develar sus secretos.
—Entonces... —dijo Sakura notando demasiada tensión entre sus compañeros de equipo—. ¿Juegas también, Menma? —preguntó con una expresión de ansiedad por recibir un "sí".
—Sólo un rato —aceptó mirando de mala manera a Charasuke, quien sólo regresó una risita divertida.
Uzumaki se sentó en el círculo formado entre sus compañeros. Estaban los nueve novatos y el equipo de Neji. No debió sorprenderles ver a ese pervertido auto invitarse buscando la oportunidad de acercarse a su prima, pero no podían evitarlo. Ese tipo siempre salía de la nada para estar cerca de ella. Estando allí, los invitaron a jugar con ellos. Mientras más gente hubiera participando, más divertido sería para todos. La botella giró comenzando así el martirio de Menma. Él veía a las "víctimas" sin soltar su vaso con cerveza. A diferencia de sus salvajes y molestos compañeros, él no tenía deseos de hacerse el gracioso con comentarios subidos de tono. Contrario a Uchiha. El mencionado participaba muy activamente del vitoreo y bromas. Y más cuando los golpes no se hicieron esperar.
—Sólo a Neji se le puede ocurrir tocarle el pecho a Hinata durante el beso —dijo en voz alta Charasuke con una risa escandalosa.
—Valió la pena —respondió el castaño colocándose hielo en la cara. En la zona inflamada por el puñetazo.
Las carcajadas siguieron por un rato junto a los silbidos y gritos al ver la botella dando vueltas. Uzumaki sintió como si sus oídos fueran taladrados constantemente por aquellos ruidosos amigos. Agradeció el silencio que repentinamente se había formado. Sin embargo, no podía ocultar su curiosidad por el motivo. ¿Qué podría ser lo suficientemente importante como para silenciar a todos? Un grito de Haruno y Hinata le dio la respuesta.
—¡No es justo! —gritó Sakura con horror—. ¿Por qué me tocó con el mujeriego fracasado? —interrogó con asco.
—Es el karma —replicó Hyuga con sus labios rojizos curvando una sonrisa de burla—. Esto te pasa por reírte cuando me tocó besar a Neji.
—Es sólo un beso —habló el azabache rodando los ojos con aburrimiento.
—Bueno, al mal paso darle prisa —suspiró con resignación Sakura—, pero cierra los ojos. No quiero que me veas —ordenó viendo al otro bufar antes de hacer caso a su petición.
—No vamos a casarnos, ni a...
Sus palabras murieron en los labios ajenos. Estaba siendo besado evitando que siguiera hablando. Esa textura no era como las demás que recordaba. Él tuvo mucha experiencia besando en citas anteriores, pero esa era única. Tan diferente y tan irreal. Sonrió sin poder evitarlo al comenzar a sentir mariposas en su estómago revoloteando. Se repitió muchas veces que los besos eran un simple contacto físico, corto y efímero. No había motivo para darles una relevancia tan grande. Entonces, ¿por qué sus piernas temblaban con nervios? ¿Cómo es que algo tan sencillo podía quitarle toda la experiencia de la cual tanto orgullo tenía?
—Es sólo un beso, ¿no? —preguntó Uzumaki haciendo que el otro abriera los ojos repentinamente.
—No era tu turno —puntualizó Charasuke con un leve sonrojo en sus mejillas—. ¿Y los demás? —preguntó al ver a su alrededor.
Ya no estaban en el Ichiraku ramen, sino que estaban en... ¿dónde estaban? Uchiha no sabía exactamente su ubicación, sólo veía árboles a su alrededor y siendo de noche poco y nada le servía eso como referencia. El pálido ninja sujetó repentinamente a Uzumaki arrinconándolo contra el árbol más cercano. El joven de ojos azules mantuvo una expresión de seriedad pese a ver como Charasuke olfateaba uno de los dorados mechones de su cabello.
—¿Te pusiste celoso, kitsune-chan? —preguntó con una sonrisa llena de júbilo.
—Sólo practicaba el jutsu de mi padre —respondió torciendo el gesto.
—Para eso debes marcar el objetivo —señaló Charasuke sabiendo del requisito—. ¿Cuándo me hiciste esa marca?
—Cuándo no es importante y la razón es para aumentar el éxito en nuestras misiones —dijo apartándose de su cuerpo caminando lejos del otro con rumbo incierto.
—Uy, sí —contestó Uchiha siguiéndolo de cerca. Caminaba a su lado sin prisas viendo de reojo al otro—. Estaba en serio peligro de ser embarazado por Sakura —bromeó consiguiendo un pequeño golpe en su antebrazo.
—Sólo es un beso, ¿no? —cuestionó el jinchuriki nuevamente, pero esta vez en un tono diferente. Uno casi tímido, como temiendo que la respuesta pusiera fin a lo que sintieron al compartirlo—. No es importante, sólo es un toque entre labios. Nada especial —corrigió con enojo, como si buscara compensar su expresión anterior.
"Sí, es sólo un beso, pero lo es todo para mí cuando viene de ti, Menma"