Sin pensarlo dos veces, y faltando un poco al respeto, le arrebata el celular al rubio, para contestarle él mismo a su borreguito, había pensado en estar quieto para que Asmita le cuente, pero es demasiada la preocupación.
Confundiendo al de primer año, que solo se quedó con el cuadernillo en sus manos, mirando al castaño parado con su teléfono celular sujetado con fuerza, pegado la oreja.
-¡¡¡¿QUÉ TIENES BORREGUITO?!!!- Aun no son nada y Dohko ya le tiene su sobrenombre especial al peliverde y desde luego lo usa sin pensárselo.
-¿Eh?- Sorprendiéndose al escucha la voz del de segundo, y poniéndose rojo por haber escuchado que este lo llama borreguito -¿Dohko? ¿Qué haces con el teléfono de Asmita?- Preguntas de mucho más peso ahora.
-Yo… Quiero saber qué te pasa…- Su tono lastimero, y sonrojándose al notar por fin que apodo uso al contestar, pero eso le da igual ahora, quiere saber que le ocurre a quién ama con el corazón -¿Está todo bien? ¿Algo sucede? ¿Necesitas algo?-
-No, Dohko… Cálmate… Yo… Le hable a Asmita para pedirle un favor…- Solo sabía que en este momento no era conveniente decirle lo que ocurría, si se entera que está pensando en que su rubio amigo le haga el favor de hacer una videollamada cuando sea la demostración de justamente esta persona.
Se moriría de vergüenza, cuando se ha dicho a sí mismo no interesarse así por nadie y comete el error más hermoso de dejar ver que tiene sentimientos por el de segundo, aunque lo niegue una y mil veces.
-¿Qué favor?- Y Dohko no dejara que eso lo convenza, puede notar por la voz que su peliverde esta algo nervioso y preocupado, creyendo que no es por su causa obviamente, así que investigara –Yo lo puedo hacer por ti-
-Pero… Tu competencia… Dohko, iniciara en unos momentos ¿No?- Shion al escuchar como el castaño esta mas angustiado por lo que le ocurra a él, que en si su importante presentación a todo el público.
-Eso no tiene importancia para mí, si algo te ocurre te voy ayudar- Habla firme y decidido, sin ninguna pizca de duda, pues es de quien ama, el que necesita ayuda, aunque pueda llegar a decepcionar a todos, no le interesa, solo que Shion esté bien.
Demostrando desde ahora que Sion se volvió su prioridad principal, al cual nunca dejara que nada malo le ocurra, primero Dohko recibirá cualquier golpe o daño antes de que al peliverde lo toquen.
Desde luego quien está del otro lado de la llamada no pude creer como se está comportando el castaño, aunque solo lo escucha, ya es suficiente para hacerlo sentir vergüenza, por sus mejillas rojas y ocultar su rostro detrás de su mano libre.
¿Por qué este chico debía ser tan dulce y amable con él?
Son solo amigos apenas, no es momento de que exagere con algo así.
Sin embargo, tampoco permitirá que se pierda algo tan importante y más al saber cuánto ha luchado el castaño por estar en ese lugar, por llegar a demostrar su fuerza y técnica, no lo dejara evitar este hecho.
Lanza un suspiro y con la voz más demandante que puede ejercer, para hablar.
-Dohko, dale el teléfono a Asmita, de verdad tengo que hablar con él, es muy urgente- No se doblegara por el otro.
-Pero…- Intenta protestar, aunque el tono de su borreguito es suficiente para sentirse nervioso, pensando que ya lo hizo enojar.
-Nada de peros, es algo que solo Asmita me puede ayudar y no permitiré que no estés en tu competencia, la quiero ver así que ve de una vez, tienes el tiempo preciso para hacerla y tus padres estarán allí viéndote y… Mi familia igual, así que… Solo vete de una maldita vez- No sabe de dónde le salen dulces y agresivas palabras, pero son sinceras, no puede hacer que el castaño pierda algo tan importante, sabiendo la emoción que tenía desde un principio.
-Shion… Yo…- Baja la mirada, esta aturdido, y confundido en que hacer o decir -¿De verdad iras a verme?- Sonríe levemente, impresionado por algo que ya habían prometido.
-Te dije que sí, así que no me falles, vete… A lo que Asmita me ayudara son cosas de donceles, no te lo puedo decir- Es la farsa que se sacó de la maga.
El castaño estando derrotado, suspira, pero no porque este enojado o triste, muy por el contrario sonríe, devolviendo el celular al otro.
-Dice mi…- Ahora si se muerde la lengua al estar más sensato en sus palabras, poniéndose rojo –Shion necesita hablar contigo, dijo que son cosas de Donceles- Algo apenado por haberle arrebatado el celular a su dueño, pero se entiende la desesperación.
-Está bien- Sonriente el rubio, divertido por como ambos se comportan.
Bueno el comportamiento de uno y la posibles palabras que dijo Shion.
Para ver las relaciones interpersonales de ajenos si es bueno, pero para las propias no.
-Iré a mi competencia, Shion dijo que estaría allí, así que... Me iré… Nos vemos- Sin decir otra cosa, se va corriendo lo más rápido posible pasando a personas que van caminando, la motivación de ser visto por quien ama es suficiente para irse rápido.
Confundiendo algo a Asmita que igual debería irse a guardar la carpeta en sus manos, pero primero atender a su mejor amigo.
-¿Shion, está todo bien?- Pregunta algo curioso y dudoso, pues…
¿Desde cuándo tienen cosas de donceles que hablar?
-¿Ya se fue?- Su voz débil, por los enormes nervios.
-Sí, corriendo… ¿Qué pasa?- Gentil en su hablar.
-Estoy en un problema, no poder ir con Dohko, pero necesito estar con él, así que…-
Mientras narra lo que tiene que hacer, lo cual Asmita acepta sin falta, le gusta ser ayudante del amor, hasta se siente muy afortunado de apoyar a este amigo suyo, que jamás pensaría hacer cosas por ese sentimiento.
Claro que Shion lo llama cumplir una promesa de solo amigos, pero le vamos a creer esta vez.
Mientras los donceles se ponen de acuerdo, el castaño está integrándose a sus compañeros en la competencia para presentarse, con apenas unos minutos de sobra en llagar.
Corre rápido, no es muy alto, pero su agilidad compensa todo eso.
Además que tiene una motivación especial, que lo haría correr una maratón y aun así presentar toda sus habilidades de combate.
Un peli azul, también se apresura para ver la presentación de su buen amigo, después de todo por el momento nadie lo quiere en su club, no es necesaria su presencia, aunque no es solo contra él, sino que ahora mismo están arreglando la zona que se destinara para la exposición.
El evento de puertas abiertas inicio hace un tiempo, ya han pasado varios clubes a dar su participación, por eso el lugar que comparte su área con una más importante ha sido desocupada y es momento de hacerla artística por el tema.
Después de todo Deuteros solo se debe encargar de la limpieza después, sería una labor muy pesada, pero está bien, nadie quiere estar a solas con este joven, pues les da miedo su presencia y lo creen un maleante que los metiera en problemas.
Así que, prefiere no hacerles cambiar de idea, mejor así… Tiene tiempo de ir a la presentación de su mejor amigo y a la de su ángel, y eso es algo grandioso que vale la pena todo el trabajo en solitario que hará.
Sus pasos se han vuelto apresurados, quiere llegar a tiempo, así pasaría ya el tiempo con su ángel, sin apartarse de este, hasta que sea el momento del club de música, uno de los más importantes y hermosos catalogado por todos.
Sonríe aun con un pesar en su corazón.
Sí, es feliz, tiene de amigo a su amado ángel, un mejor amigo que se apoyan mutuamente, incluso puede decir, aunque no lo haría, que los padres de Dohko lo aprecian tanto, casi como si fuera un segundo hijo para ellos.
Pero sabe que no lo es, de allí su pesar.
Ver a varios alumnos con uno o sus dos padres que los acompañan en este día de puertas abiertas, incluso ver a otros compañeros con personas que si bien, no son sus padres, son sus tutores o hermanos mayores que se preocupan por estos, riendo, comiendo algo, mirando las presentaciones, todo para de alguna forma iniciar las vacaciones de dos semanas y media.
Con el hecho de que noche buena y navidad están a nada de llegar, es algo que le trae sentimientos dudosos y que añoraría tener una familia propia…
Personas que de verdad lo hubieran querido por lo que es, sin odios, maltratos, un hermano que de verdad fuera eso, no un maldito loco que le echa la culpa por todo lo que hace.
Desearía que las cosas fueran diferentes… Pero ahora ya no sabe si eso sería lo mejor.
Pues gracias a lo vivido, ha conocido personas que se han vuelto importantes, aunque no compartan con él ningún lazo de sangre, son magníficas y le han demostrado que no se necesita ser familiares, para demostrar un cariño de esa índole.
Y su ángel… Ese rubio joven de quince años, que le hace temblar, latir su corazón como loco, deseando ser digno de algún día poder tomar su mano, habiéndose declarado su amor y ser correspondido.
Piensa a futuro, Deuteros se ha jurado a si mismo que algún día cuando se case, y si el mundo le concede la fortuna de que sea Asmita el doncel que lo acepté como tal.
La familia que tengan, un hijo, dos, tres, los que sean, a todos los amara y les demostrara el amor que siempre deseo, pero no tuvo, así que… Como padre será el mejor, lo será, para que a sus pequeños de un futuro, jamás les haga falta ese cariño paternal.
Pensara en eso, en su caminar apresurado para llegar a la área de presentación del club de artes marciales mixtas.
Sin embargo una dulce voz lo llama, reconociéndola de inmediato.
-¡¡¡DEU!!!- Es alegre ese llamado, con emoción sin duda.
Sonríe al escucharlo, para girarse y ver desde luego a su precioso rubio, pero… No viene para nada solo.
-Asmita, hola…- Quedándose mudo al ver la cantidad de ojos que se fijan en él, pero más sintiendo el verdadero terror de parte de un hombre adulto de una caballera roja que le dedica un gesto poco favorable.
-Hola- Se acerca para saludarlo, bastante tranquilo –Llegamos justo a tiempo, debía primero ir por mis padres y la familia de Shion-
-Ya veo…- La sonrisa de nervios se refleja en su rostro, está delante de sus posibles futuros suegros –Mucho gusto… Me… Me… Llamo Deuteros Gemmin…- Se presenta rápidamente, queriendo ser lo más cortes que se pueda, aunque los nervios le ganan.
-Hola, yo soy Cardinale Virgem, el papá de mi pequeño- Demostrando un carácter cariñoso, sin duda de allí Asmita lo heredo –Y él es Shijima Virgem, mi esposo y el padre de nuestro hijo-
El rubio de coleta alta, siempre tiene la costumbre de presentar a su pelirrojo esposo, pero sin duda se encuentra de un no tan buen humor, al ver a ese peli azul, como sonrió al ver a su pequeño y sobre todo como Asmita le llama, con ese tono dulce.
Clara señal de que Deuteros, está en problemas… Pero no de una mala manera, es normal en los padres sobreproteger con sus hijos.
-Un gusto señores- Rápidamente contesta, al estilo militar, firme y con los brazos a sus laterales, notándose sus nervios inminentes.
-Mmh, igualmente- El pelirrojo extiende la mano, como señal de saludo más formal en estas circunstancias.
Deuteros sabe qué hacer, reaccionando en automático para saludar al padre de su amado ángel, pero los nervios lo hacen no poder verlo de frente.
Un momento relámete incómodo.
Pues, si bien Asmita y su papá están tranquilos, sonrientes ante esta presentación tan censual, el padre del rubio sí que está en modo inspeccionar a este peli azul tan interesado en su hijo, lo puede notar con solo la mirada.
Claro que a Deuteros le hubiera gustado presentarse con los padres de su ángel de una forma más formal y educada, pero las circunstancias no están de su favor.
Los quería conocer ya cuando fuera valiente y pedir el permiso de ser novio del rubio, pero nada sale como planeaba, ni siquiera se había acordado de esta posibilidad por estar pensando en muchas más cosas.
Por su parte la familia de Shion, admira con cierta gracia esta escena, desde luego la hermana mayor del peliverde sonríe, dándole gracia como el pelirrojo se comporta con el joven de cabellos azules.
Algo que igual el hombre de cabellos lilas y algunas canas le da pena ajena por el joven, aunque era mejor que no se burle tanto, pues es exactamente así con el castaño, que desde luego ya conoció a ambos, al momento de la salida del cine y los fueron a dejar a ambos donceles a su casa.
Y por último un pequeño de cabellos lilas lacio y cortos, que mira con sumo enojo como el rubio, su amor platónico sonríe ante otro sujeto y este parece ser muy feliz a su lado.
Los pequeños celos de un niño.
---Presentación del club de artes marciales mixtas---
Después de las presentaciones tan casuales, solo correspondientes a la familia del rubio, pues era la primera vez que estaban presentes en un largo tiempo.
Las dos familias parecían una, sentándose una a lado de la otra.
Algo curiosos, del por qué los dos donceles querían ver esto, aunque uno no se encuentra en ningún lado.
Pero eso era algo que ya se sabía y el peli azul supo cuando su ángel le contó lo sucedido.
Aunque en ningún momento este joven se pudo relajar, solo sentía dos pares de ojos que cuidan todos sus movimientos cerca del rubio.
Más se siente calmado, cuando la familia de su amigo se reúne con él, también esperando a que comience la presentación de Dohko.
Y claro un saludo a las otras personas.
Curioso que las familias se conozcan antes de que siquiera los jóvenes se declaren, pero son cosas de la vida que simplemente pasan, además es normal que conozcas en un festival así a los padres de las personas importante para ti, aunque sean bajo el título de una amistad.
De repente se pidió guardar silencio, un alumno de tercer año, es quien comienza a presentar el club, obviamente es quien está a cargo de este como presidente, dedicando algunas palabras, antes de que la presentación inicien.
Todos con sus uniformes blancos de dicha disciplina, pero las cintas que rodean sus cinturas demuestran la categoría en que se encuentran y una en su brazo al nivel cercano al hombro, para denotar el grado al que pertenecen.
Los de primero iniciando con katas sencillas, bastante básicas.
Después los de segundo con movimiento más precisos y concretos en esta Dohko demuestra sus dotes, sonriente, pero desde luego buscando el rostro de alguien que no ve.
Lo cual provoca que su mirada se entristezca, le parece raro y doloroso que estén todos, incluso la familia de su borreguito allí, pero no quien anhela ver.
Más al fijarse un poco con detenimiento a su amigo y al rubio, ambos le hacen una seña de que se fije en algo que sostiene uno de ello.
Entre las manos de Asmita, este sostiene una Tablet, en donde se puede alcanzar a apreciar al peliverde, que si bien desde donde Dohko esta, apenas si lo puede ver, es suficiente con sentirse motivado.
Es lo principal, Shion lo está viendo, debe lucirse para llamar su atención de su amado borreguito, además que ambos enamorados no confesados, debieron pararse y llegar a un punto donde el otro pudiera apreciar bien la presentación, si lo hacían desde el asiento inicial, hubiera sido problemático.
Es allí que se demuestran los verdaderos amigos que hacen de todo para ayudarte, y de paso un momento a solas para ambos, es ganar a ganar.
Pasaron los de tercero.
Para el final cerrar con un encuentro tipo torneo, donde los mejores de cada grado se enfrentan.
Dohko logrando superar sus primeros tres encuentros con facilidad, aunque el cuarto debía enfrentarse con alguien del último año, siendo una competencia muy difícil, pero… El castaño no es un principiante y quiere lucirse delante de su amado, que hizo lo que sea para estar allí, solo quiere impresionarlo, demostrarle que por él se esforzará para alcanzar sus metas.
El castaño demostró que para el próximo año, él será quien dirija la presentación, pues todos los de su club le han dicho, incluso el presidente que él es el mejor candidato para serlo en su último año.
Gano la presentación estilo torneo, y teniendo el premio de una pequeña bonificación económica, este club es uno de medio apoyo, así que obtiene buenos beneficios, pero no como los que están en la mejor mira.
Los padres de Dohko orgullosos, ovacionando a su hijo de pie, aplaudiendo.
Pero no solo ellos demuestran su emoción, también los dos amigos allí presentes, pero más controlados.
Sin embargo alguien más esta que no se lo puede creer, pero no por mala fe, si no por emoción.
---Espera del club de robótica---
-¡¡¡SIIII!!! ¡¡¡FELICIDADES DOHKO!!! ¡¡¡MERECES GANAR, ESO FUE IMPRESIONANTE!!!- El peliverde ni se da cuenta que aún sigue rodeado de sus demás compañeros del club, pues grita entusiasmado, por el éxito del otro, dando un gran salto, con lo cual tira su silla, sin importar nada.
Todo mirándolo algo asustados, pues este lleva sus audífonos puestos, desde luego no escucha nada más que el ruido de la competencia.
-¿Emh… Shion?- La compañera que previamente había ayudado, se acerca lentamente a él -¿Estas bien?- Le toca el hombro con miedo, pues pocas veces este joven se expresa a tal grado de emoción.
La cara del peliverde paso por todos los colores posibles de sentir la vergüenza por completo en su ser.
Apenas si siendo capaz de girarse para ver a la compañera preocupada por él, y de inmediato ocultando su celular, quitándose de golpe los audífonos, quedándose estático en su lugar, con la cara roja hasta las orejas y temblando por haber hecho el ridículo.
Su corazón está sobreexcitándose por este embrollo, lo siente latir hasta en su garganta, es demasiada vergüenza vivida, pero… No solo por eso esta así, la emoción de que Dohko ganara y verlo, es demasiada, claro que está feliz, pero ahora solo demuestra que está muerto de pena.
Queriendo que la tierra se lo tragara, solo imaginando como podrá volver a ver a sus compañeros al rostro después de esto.
Sintiéndose mal por no haber sido capaz de siquiera despedirse de sus amigos, colgando la llamada de inmediato a cómo puedo.
Sí que este día era de vergüenzas extremas para todos, bueno más que nada para Deuteros y Shion, los otros dos están bastante tranquilos.
Aunque Dohko deba mantener la calma de no correr para abrazar a su “Amigo” pues, se sabe que desde un inicio así ya no lo ve, pero no son valientes para decírselo aun, como otros dos más.
Pero eso se revelara en breve pues, la hora de la presentación de los del club de robótica ha llegado y con ello el anuncio de su presidente que recién vuelve de haber visto los videos, su rostro muestra que está realmente enfadado, pero no puede desquitarse ahora mismo.
-Bien, espero que estén preparados, es la hora de demostrar de que esta hecho el club de robótica- El llamado energizado del presidente para dar ánimos a los integrantes.
Veremos como Shion se mantiene tranquilo ahora que demostró que haría cualquier cosa por cumplir la promesa que le hizo al castaño.
Además que la espera más grande se está guardando en uno de los casilleros de música, oculto y bien resguardada la pieza clave que se presentara en algún punto.
Un doncel rubio hará lo necesario para que alguien especial pueda sentirse apreciado y orgulloso de su gran talento.