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La línea que separa la ficción de la realidad por David_Dragon

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Notas del capitulo:

Nuevo capitulooo siii

 El grupo decidió ir a almorzar a una pizzería cercana a la que solían frecuentar mucho, al entrar, fueron reconocidos de inmediato por el camarero, quien les dio una cálida bienvenida. Laura se sentía agotada por todo lo que había sucedido, pero el irresistible aroma de la comida hizo que su estómago emitiera un sonido audible y trato de ocultarlo, pero no fue la única en esa situación ya que los demás también parecían haber sentido el llamado de la pizza.

 

Los cuatro se acomodaron en una mesa y comenzaron a estudiar el menú. El camarero, que parecía feliz de verlos de regreso, se acercó para tomar sus pedidos, Laura cruzó los dedos mentalmente, esperando que el camarero no insinuara nada acerca de su relación con María no tenía ganas de tener que dar explicaciones en ese momento. Afortunadamente, el camarero parecía no notar nada fuera de lo común y simplemente anotó sus pedidos sin hacer preguntas indiscretas.

Ese pequeño alivio hizo que Laura se sintiera un poco más relajada. Trató de ignorar el hecho de que María había decidido sentarse junto a ella, Aunque el ambiente seguía cargado de confusión en lo que respectaba a su relación, Laura intentó concentrarse en disfrutar de la comida y de la compañía de sus amigos.

Las bebidas llegaron poco después. Laura notó un detalle curioso y a la vez incómodamente familiar, tanto su jugo como el de María tenían dos pajitas. Era un gesto entrañable por parte del camarero, pero Laura no pudo evitar sentir que ese pequeño gesto resaltaba aún más la complejidad de su situación actual, incluso si intento mantener una actitud relajada e indiferente no pudo evitar sonreír un poco ante lo irónico que era, las cosas estaban complicadas, y aunque en ese momento pretendían que nada había cambiado, la realidad era diferente, pero por un momento, Laura se permitió olvidarse de todas las preocupaciones y sumergirse en la simplicidad de la felicidad compartida, pero claro el detalle no pasaría desapercibido.

"¿Sabes, Laura? Creo que el camarero te está insinuando algo con estas pajitas dobles" Laura enarco una ceja hacia Antonio y trato de desviar el tema.

"Oh ¿tú crees?, tal vez quiera decirme que debo compartir mi jugo con mi querido hermano" Antonio suspiro.

"Bueno, en ese caso si estamos compartiendo cosas espero que todos estén listos para compartir su pizza conmigo, yo siempre la aceptare y claro tengo un gran apetito” El comentario de Sebastián rompió la tensión de la mesa haciendo que las risas llenaran la mesa mientras continuaban bromeando, en ese momento, parecía que podían dejar a un lado las preocupaciones y volver a ser el grupo unido que solían ser.

Las pizzas llegaron y los cuatro empezaron a comer con bastante ánimo y el ambiente era bastante tranquilo o por lo menos lo fue hasta que quedo solo un trozo de pizza en la bandeja, el cual tanto Laura como Antonio querían, ambos se enfrascaron en una pelea de miradas, los ojos de Laura se clavaron en la porción apetitosa mientras que Antonio también tenía su mirada puesta en ella.

“Creo que ese trozo es para mí Antonio” Laura dio una sonrisa que realmente no era como tal.

“Oh no lo creo Laura, estoy seguro que es para mí” Antonio respondió al desafío también con una sonrisa.

“No lo creo, estoy segura que me lo merezco más que tú hermano” Laura empezó a mirar más seria a Antonio. 

“No estoy tan seguro de eso, creo que yo me la gane más que tu” Tanto Antonio como Laura parecían tener chispas en sus ojos.

"Laura, relájate, hay más pizza si la necesitas." María toco el brazo de Laura tratando de calmarla y hablando con una voz tranquila.

Laura, sin embargo, no podía dejar que su hermano se saliera con la suya tan fácilmente, la competencia era una parte fundamental de su relación como hermanos, y más cuando se hablaba de comida y esa última porción de pizza se convirtió en un objeto de deseo para los dos hermanos.

"Chicos, por favor, es solo una pizza. No vale la pena pelear por eso" Sebastián trato de intervenir, pero la realidad es que la situación le parecía hasta cómica.

“Sebastián olvídalo los perdimos, ya entraron en su modo hermanos competitivos” María suspiraba.

“Y se supone que son mayores a mi…” Sebastián sonreía ya que había pasado bastante tiempo desde que se había divertido con sus amigos.

Los hermanos eran muy competitivos, y ninguno estaba dispuesto a ceder, finalmente, después de un breve intercambio de miradas tensas, Laura y Antonio decidieron recurrir al clásico juego de "piedra, papel o tijera" para decidir quién se quedaba con el último pedazo.

La gente de alrededor, incluido el camarero, parecía interesada en la competición inusual entre los hermanos, María se sonrojaba por tanta atención, mientras que Sebastián, resignado, simplemente suspiraba ante la obstinación de sus amigos.

Con las manos en posición, Laura y Antonio comenzaron a jugar "piedra, papel o tijera" La tensión aumentaba a medida que ambos jugadores intentaban anticipar el movimiento del otro. La sala estaba en silencio mientras todos esperaban el resultado de esta inusual competencia por la última porción de pizza.

Los hermanos estaban tan concentrados en su juego que parecía que todo el restaurante estaba conteniendo la respiración mientras esperaba el resultado. La tensión en la sala era palpable, y todos los ojos estaban fijos en Laura y Antonio mientras se preparaban para su enfrentamiento final en la batalla por la última porción de pizza.

María, que había optado por mantenerse al margen de la competencia entre los hermanos, simplemente suspiró y se acercó al camarero para susurrarle algo y este asintió y se marchó. Aunque la situación era extraña y algo incómoda, no pudo evitar sentir un poco de nostalgia por las competencias entre Antonio y Laura, la dinámica competitiva, aunque a veces exasperante, era una parte esencial de la relación entre los hermanos y no era extraño que pasara y le hacía sentir nostálgica y hacía que recordara lo mucho que les echaba de menos.

Con una sonrisa de cariño en su rostro, María miró a Laura mientras esta se preparaba para el desempate la expresión de María no pasó desapercibida para Sebastián, quien observó con diversión la obvia cara de "enamorada" de su querida hermana, era evidente que, a pesar de la tensión y la confusión en su relación, Laura y María aún sentían un profundo afecto la una por la otra, Sebastián decidió no hacer comentarios sobre la situación, ya que no quería añadir más presión a un momento ya cargado de emociones y disfrutar de la diversión que sus amigos le brindaban.

Mientras tanto, Laura y Antonio estaban a punto de lanzar sus movimientos finales en el juego de "piedra, papel o tijera" la última ronda sería la decisiva, y ambos hermanos estaban decididos a ganar. La expectación era alta en el restaurante, y nadie quería perderse el desenlace de esta inusual competición.

Ambos hermanos estaban listos para dar fin a la competencia. Con miradas decididas, se prepararon para jugar la última ronda de "piedra, papel o tijera" la tensión era palpable mientras los dedos de Laura y Antonio se movían rápidamente en sus respectivos gestos.

"Piedra, papel o tijera..."

El juego llegó a su conclusión con un ganador claro el cual fue Antonio, Laura suspiró resignada, sabiendo que había sido derrotada en esta ocasión. Aunque la competencia entre los hermanos era feroz, siempre había un profundo respeto mutuo.

Laura dejó que Antonio disfrutara de su victoria momentánea, sin embargo, la sensación de derrota no duró mucho ya que en un abrir y cerrar de ojos, Laura se encontró con su pizza favorita servida en su plato. María, con una sonrisa amorosa en el rostro.

"Supuse que podrías seguir con hambre y le pedí al camarero que trajera más pizza así que… espero que la disfrutes" La sorpresa y la ternura llenaron el corazón de Laura mientras aceptaba la oferta de María era un gesto simple pero significativo que hablaba de la comprensión y el cariño que aún compartían.

"Gracias, María." Laura tenía una sonrisa mientras se disponía a disfrutar de su pizza recién hecha la cual olía increíble.

El restaurante volvió a un ambiente más relajado mientras todos continuaban disfrutando de su comida. La tensión de la competencia por la última porción de pizza se disipó, reemplazada por la sensación reconfortante de la camaradería entre amigos.

"¿Por qué siento que, a pesar de haber ganado, Laura ha ganado más?" Antonio suspiro mientras miraba su trozo de pizza y veía la pizza mediana que su hermana había recibido de parte de María.

"Acéptalo Antonio, Laura siempre será una ganadora mientras tenga a María a su lado, mi hermana siempre la consiente" Sebastián suspiro tratando de contener la risa.

Laura, absorta en su pizza, no prestaba mucha atención a la conversación entre los amigos, pero algo llamó su atención y la saco de su mundo y eso era la sonrisa adorable en el rostro de María, que parecía estar disfrutando de la comida y el ambiente, sin pensarlo demasiado y como si fuera algo automático, Laura ofreció compartir su jugo con María, sorprendiéndola al principio pero con una sonrisa cálida y aceptó la oferta de Laura.

"No aguantarán un mes separadas antes de estar juntas nuevamente, son como dos imanes" Antonio quería reírse y sacarles una foto para poder reírse de la torpeza de su hermana, pero decidió no presionar más.

Sebastián río entre dientes, consciente de que la relación entre Laura y María era compleja pero también profunda, él era un informático, pero no era ciego y sabía perfectamente que ambas mujeres eran dos personas que se habían cuidado y amado en el pasado, y aunque habían atravesado dificultades, parecían estar destinadas a encontrarse una y otra vez y si hacía falta él y Antonio les darían el empujón que necesitaban.

Notas finales:

Espero que les este gustando la historia por que a mi me divierte escribirla


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