La guerra se había llevado muchas vidas, quebrando y haciendo pedazos ilusiones. Sin embargo también había forjado amistades y unido corazones, que en algunos casos, estos estaban destinado a ser uno solo a pesar de estar en cuerpos diferentes
Se sentó en la cama y un suspiro salió de sus labios mientras alzaba la vista para ver las nubes cubriendo la luna igual de inalcanzable que él. Él que cada noche lo visitaba para jurarle amor eterno una vez más
El mundo fue sólo de los dos
Y para los dos
Su hogar unas nubes tendidas al sol.
En sus miradas amor; en sus respuestas sí
Y para su dolor un solo fin
A pesar del tiempo aun recordaba las sonrisas sinceras que le regala, el brillo en sus ojos al mirarlo, la caricia por cada milímetro de su piel, las peleas que terminaban en apasionados besos que abrían paso a interminables noches de amor desmedido
Él se fue, los cabellos pintados de gris
Ella dejó de cuidar las flores del jardín
Y le decía ven, tenemos que vivir
Cincuenta años ya habían pasado desde la vez que se habían jurado amor frente a un juez del Ministerio, ¿Quién lo diría? Cincuenta años, cuatro hijos y diez nietos. Una vida maravillosa que se vio truncada. Un paro cardiaco habían dicho los medimagos, él sabía la verdad. Él se la había dicho muchas veces
***FLASHBACK***
Sentados en el jardín y tomados de las manos conversaban entre risas del moreno y cejas fruncidas de Draco Malfoy
- Vamos Dragón – dijo su esposo – no seas rencoroso
- Mi cabello es sagrado y lo sa|||bes – dijo Draco sin mirarlo
- Igual que... – dijo Harry acercándose para besarle el cuello
- Potter – dijo Draco cerrando los ojos sonriendo – los niños nos ven
- Ya es hora que sepan... – dijo Harry
- Eres un... – dijo el rubio alejándose mientras daba manotazos al viento y se escuchó la carcajada del héroe
- Papi mira – dijo Albus Severus desde su escoba donde hacia piruetas en el aire
- Agárrate bien – dijo Draco
- Yo soy papá – dijo James Sirius
- ¡No! – protesto Scorpius – ¡yo soy papá!
- Tú eres rubio como papi – dijo James Sirius – No puedes ser papá
- ¡papá – grito el pequeño rubio – dile que puedo ser tú! – pero sus padres lo ignoraron ya que estaban besándose nuevamente
- Te amo – dijo Harry – nada me va separar de ti. Ni la muerte
***FIN DEL FLASHBACK***
Ese día James Sirius había ido a visitarlo. Ver una calca fiel del hombre que tanto amaba le había provocado un ataque de nervios y le habían dado a tomar más medicamento. Quizás por eso fue que vio entrar a su esposo
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven
- Dragón – dijo Harry sonriendo
- Harry – con voz emocionada – viniste – susurro sonriendo y con lágrimas en los ojos
- Como iba dejar esperando al hombre más importante de mi vida – dijo Harry limpiándole las lágrimas – ¿Me extrañaste?
- Más que a nada – dijo Draco
- Te amo papá – dijo James Sirius
- Y yo te amo Harry – dijo Draco cerrando los ojos mientras su hijo le acariciaba su cabello
Y ella gritó no señor ya lo ven yo no estoy loca
Estuve loca ayer pero fue por amor
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Después de ver a su papi, James Sirius había pasado al consultorio de su tío Blaise que no tenía buena cara
- ¿Las cosas se están complicando, cierto? – preguntó James Sirius
- Me temo que sí, James – dijo Blaise – No está respondiendo adecuadamente. Draco se desconecta más seguido. Y solo ve a tu padre. Su mundo es él
- ¿Qué podemos hacer? – pregunto Lily limpiándose una lagrima y Blaise exhalo
En el hospital en un banco al sol
Se la puede ver
Sonreír, consultando su viejo reloj
Pensando que ha de venir aquél que se marchó
Y se llevó con él su corazón
- Ya llegue – dijo Harry sentándose a su lado con una sonrisa radiante
- ¿Dónde te habías metido? – dijo Draco cruzando los brazos molesto – seguro firmando autógrafo para tus fans
- Nada de fans, Dragón berrinchudo – dijo Harry sonriendo
- Yo no soy berrinchudo – dijo Draco – ¿Qué traes allí?
- Nada – dijo Harry sonriendo
- Como que nada – dijo Draco forcejando para tomar lo que Harry tenía en sus manos detrás de la espalda – ¡Harry, compraste mis chocolates favoritos! Te amo tanto – grito y lo beso abrazándose a su cuello – ya se había acabado los míos
Desde la ventana del consultorio de Blaise, Scorpius veía a su papi abrazar el aire como si de su padre se tratara. Otro paciente le arrebato la caja vacía que Draco tenía entre sus manos, por lo que el rubio se lanzó sobre él para golpearlo sin contemplaciones. Lily, Albus, James, Scorpius y Blaise salieron en tropel hacia el jardín donde estaba Draco
- ¡Suéltenme! – gritaba Draco desesperadamente luchando con los enfermeros – ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ¡Harry trajo esos chocolates para mí! ¡Suéltenme!
- Tranquilízate, Draco – decía Blaise
- ¡Son mis chocolates! – gritaba el rubio – ¡devuélvanmelos!
- ¡Papi! – decía Lily llorando mientras Scorpius la abrazaba
- Loco – dijo el paciente con el cual había tenido el altercado –, hablas con tu marido muerto
- ¡Yo no estoy loco! – grito Draco – ¡Diles Harry! ¡Diles! ¡Tú me los trajiste!
- Cálmate amor – decía Harry
- Llévenlo adentro – ordenó Blaise
Y los enfermeros se llevaron al rubio entre forcejeos y gritos. Fueron horas eternas esperando, hasta que tres horas después Blaise había salido cabizbajo, aunque se alcanzaban a ver sus ojos rojos. Sus sobrinos se habían puesto de pie de un salto, pero él solo había movido la cabeza negativamente.
Lily se había abrazado a él llorando desesperadamente, Albus y Scorpius se habían abrazado mutuamente, mientras James Sirius apoyaba su espalda a la pared llorando en silencio, dejándose caer hasta sentarse en el suelo
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven
Draco Malfoy llego a uno de los jardines más hermosos que había visto en su vida. Miraba todo asombrado. Lleno de vida, de colores.
- Bienvenido – dijo una voz y el rubio miro hacia allá
- ¿Padrino? – dijo el rubio sorprendido y lo abrazo desesperadamente
- Tranquilo mi niño – dijo Severus acariciándole el cabello
- Yo también quiero un abrazo – dijo Lucius
- Papá – dijo aferrándose a él
- ¿Dragón? – dijo una mujer detrás suyo
- ¡Mamá! – y se arrojó a sus brazos – ¡Mamita! ¡No sabes cómo te extrañe!
- Mi bebe – decía Narcisa
Y ella gritó no señor ya lo ven yo no estoy loca
Estuve loca ayer pero fue por amor
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
- Tienes unos nietos precioso – dijo Draco deprisa – son cuatro. Se llaman...
- James Sirius, Albus Severus, Scorpius Remus y Lily Luna – dijo Narcisa sonriendo suavemente
- ¿Los conocen? – dijo Draco sorprendido y todos sonrieron dulcemente
- ¿Y por mí no vas preguntar, mi bello Dragón? – pregunto una voz detrás de él, y parecía que el mundo se le había detenido
- Harry... – susurro el rubio –, mi amor y sin dudarlo se arrojó a sus brazos para besarlo apasionadamente, como tantas veces lo había hecho en vida – te amo, te amo, te amo, te amo – repetía sin cesar cada vez sus labios se separaban un instante para respirar
No vendrá, él la espera en sus nubes al sol
En ese mundo que ayer tan sólo fueron dos
Era domingo, Harry y Draco estaban abrazados mientras conversaban en voz baja apoyados en el tronco de un árbol
- Llegaron – dijo Draco sonriendo
- Nuestra familia está nuevamente reunida – dijo Harry respirando hondo – te amo mi dragón
Un beso suave los unió mientras sus hijos y sus familias se sentaban al alrededor de ambas tumbas. El dolor había cedido en sus hijos y ahora se aferraban al recuerdo de la vida que habían tenido, al igual que la promesa de algún día volver a verlos tan enamorados como siempre
En ese mundo que triunfó el amor
Y los muchachos del barrio le llamaban loca