La pelea había sido terrible realmente, al grado que esa mañana al levantarse no había encontrado al rubio en la cama, y no recordaba haberlo visto acostarse. Lo había buscado por toda la casa y nada. Por instinto corrió al ropero ý sus más terribles temores se habían hecho reales. Las cosas de Danny no estaban en su lugar. ¡Danno lo había abandonado! No podía ser. Dios ¿Cómo había permitido que una simple pelea llegara a niveles insospechado?
Se bañó y se vistió lo más deprisa que pudo, tomó el Silvataro para ir al cuartel. Tenía que arreglar las cosas cuanto antes
Al llegar al cuartel, encontró el lugar desierto, cosa que le preocupó aún más. Fue a la oficina de Danny, pero este no estaba, sin embargo la computadora estaba prendida. La reviso y había varias pestaña abierta de agencias de viajes, y otras de tiendas de supermercados, de las que destacaba una en particular que había sido la sensación hacia un par de semanas atrás, era una que ofrecía un especie de combo en forma de arreglo floral, que contenía hamburguesas, papá fritas, tiras de verduras, cebolla cortada y una gaseosa personal. ¡Por los dioses! Eso era una bomba de tiempo en forma de comida. Tenía que impedir que toda esa basura entrara en su novio. No lo pensó dos veces y salió corriendo del lugar, subió a su camioneta y corrió hacia el supermercado en cuestión.
Entro y buscó en todas direcciones, he instintivamente agarró su arma sin sacarla de su funda, por lo que todos los clientes se asustaron.
- Busco a un hombre rubio, ojos azules, de baja estatura, viste camisa entallada y pantalones de vestir – dijo Steve desesperado a cada empleado con el que se encontraba, hasta que uno le dijo que lo había visto en la zona de suvenires, por lo que corrió a esa zona. A lo lejos vio una cabellera rubia que reconocería en cualquier parte. Intento hablarle pero Danny lo ignoro – ¡Danny! – gritó desesperadamente – ¡Danny no lo hagas! – pero el rubio solo le lanzo una sonrisa idéntica a las que Charlie le daba cuando iba a hacer una travesura – ¡No te atrevas, hobbit de llavero! – gritó Steve alarmando a los demás clientes – ¡No te muevas!
- Él es Steve McGarrett – grito el rubio y todos volcaron a ver al Marine, reconociéndolo al instante, mientras Danny aprovechando la distracción para salir corriendo
- ¡Danny – grito intentando correr tras él y tirando accidentalmente cosas a su paso – espera! ¡Danno! ¡Danno!
- Señor, no puede salir – dijo el guardia
- Soy el comandante Steve McGarrett, comandante de Cinco Cero – dijo este
- Perfecto – dijo la cajera que había atendido a Danny –, porque el rubio dijo que usted pagaría. Son novena y ocho dólares
- ¿Qué cosa? – dijo Steve sorprendido – ¿Qué compró? ¿El supermercado?
- Va cancelar en efectivo o con tarjeta – preguntó la dependiente
- pero… pero… no traje mi cartera – dijo Steve
Cerca al medio día Steve llega al cuartel seguido de Lou y en medio de una discusión
- Ya te dije que no – decía Steve algo exasperado
- Pero fuiste tú el que se negó a pagar – dijo Lou –, fue a ti a los que los del supermercado no dejaron salir, eras tú al que Lukela encerró, fue tú fianza la que pague. Por lo tanto eres tú quien me debe
- Pero el que provoco todo este enredo fue Danny – dijo Steve –. Por lo tanto él te tiene que pagar. No yo. Y hablando de deudores… – y se dirigió a la oficina del rubio
- McGarrett vuelve aquí inmediatamente – exigía el moreno – ¡McGarrett!
- Este arreglo esta estupendo – dijo Danny comiendo las papas fritas mientras tomaba su coca cola cuando Steve entro –. No te preocupes ya te perdone, baby. Tu regalo esta delicioso. Y antes que lo preguntes, mi ropa esta debajo de la cama de Charlie. Solo era un truco para obligarte a venir a ver el computador, para que vayas al supermercado…
- … Y dejarme detenido dos horas – dijo Steve – y para colmo el único que fue por mí fue Lou.
- Eso te enseñara a no olvidar tu cartera en casa – dijo Danny sonriendo de manera guasona
- Yo no fui a comprar nada – dijo Steve cruzando los brazos
- Yo tampoco pienso comprar nada cada vez que salgo contigo – dijo Danny – y siempre termino pagando tus deudas
- ¿Por qué le prohibiste a todos pagar mi fianza? – exigió Steve
- Porque soy el segundo al mando en esta unidad y yo también puedo dar órdenes – dijo Danny sin dejar de comer
- Era un tema personal – dijo Steve
- Mi economía también es personal – dijo Danny – ¡esta hamburguesa esta…! – y le dio otro mordisco – pof ciefto, mufaf grafias pof ef famo
- Traga y después hablas – dijo Steve haciendo gestos mientras el rubio pasaba su comida
- ¿Perdón? – dijo Danny – esa maña la aprendí de ti, así que te aguantas. Te decía, muchas gracias por el ramo
- ¿Me invitas? – dijo Steve
- No – dijo Danny de forma tajante
- Pero yo lo pague – protesto Steve –, porque Lou me hará pagarle, así que cuenta como si yo lo hubiese pagado
- Pero esto es tu ofrenda de paz por lo de anoche – dijo Danny –, además le hace daño a tu colesterol
- Pero… pero… – dijo Steve – mi colesterol esta normal
- Pero si comes esto se subirá – dijo Danny – ahora déjame comer tranquilo – por lo que el Marine exhalo y se enfilo hacia la puerta – por cierto Steve – y este giro para mirarlo – como sé que te la arreglaras para no querer pagarle a Lou, y yo quiero vengarme porque anoche no me dejaste comer pizza, si hoy no llegas a casa con un combo idéntico a este, no entraras. Cierra la puerta al salir
Steve quería llorar