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By My Side por Yxshiro_Toga

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Notas del capitulo:

Los Personajes de Viewfinder NO me pertenecen, le pertenecen a su respectiva autora. Yo solo los uso para mí historia

 

Espero lo disfruten

Estoy aquí, por fin en Casa... Japón...

 

La banda The Shinigami's llegó por fin a su destino, a su lugar de origen. Y claramente las noticias de su llegada no se esperaron más pues algunas fans se acercaron a ellos queriendo un autógrafo o una fotografía.

— Gracias Akihito-kun — musitó una chica que se tomó una foto con Takaba.

— Kou-san ¿me da su autógrafo? — preguntaba otra.

— Takato-kun ¿Me firmas mi disco? — decían otras.

Sin duda se sintieron cálidos por la bienvenida de la gente, agradecían a todos sus fans y caminaban con destino a sus viejos hogares. El transporte de la banda estaba fuera del aeropuerto listo para que los chicos subieran y continuar con su destino.

— Por fin en casa — musitó Kou tirándose en el sofá del autobús.

— ¡Joder ya quiero llegar a casa! — musitó Takato emocionado — Tus abuelos querrán verte Hiro.

— Ya extrañaba a mis suegros.

— Si, Si, todo bonito y eso pero recuerden que esta noche está todo listo para el concierto más les vale estar ahí a tiempo o le cortó los huevos.

— ¡Oiga! Más respeto, mi hijo está aquí — musitó Jane la esposa de Takato.

— Viejo, no enfrente del niño — dijo Takato tapándole las orejitas a un Hiroto quien se chupaba el dedo ameno a la discusión.

— Hmp.... — musitó Migue — Como sea. Además ¡Vamos! Es mejor que el mocoso vaya aprendiendo de el buen Larousse del único e inigualable Migue. O de lo contrario terminará así — apunta a Kou.

— Vamos Dora el árbol de bananas está frente a tus ojos, abre esos ojotes, ¡Abrelos! — gritaba Kou a la pantalla de televisión del autobús quien transmitía Dora la Exploradora — ¿Qué diablos te pasa Dora? Lo tienes justo enfrente de tu narizota. Akihito ¿Por qué no me hace caso? — lloriquea Kou abrazándose a Akihito.

— Tranquilo amigo, ya lo encontrará — consolaba Akihito nervioso a un paranoico Kou. El tiempo en el autobús era tranquilo, Akihito miraba el cielo azulado por la ventana necesitaba una siesta así que se colocó los audífonos comenzando a escuchar De Música Ligera de Soda Stereo, Akihito inconscientemente agitaba la mano en su barriga como si siguiera el rasgueo de la guitarra que iba en la canción por parte de Gustavo Cerati.

Así poco a poco el cansancio le venció pero la emoción de volver a ver a su familia no se perdía. Pero también había un sentimiento extraño, como si algo más le esperará al final del camino.

 

~ Eres mío, no importa a dónde vayas te encontraré y te cortaré las alas para que jamás te alejes

 

Una voz desconocida resonó entre sueños haciéndolo despertar sobresaltado.

— ¡Ah! — grito algo agitado

— ¿Y ahora a ti que te pico insecto? — musitó Migue sentándose junto a Takaba. Akihito miro a Migue un momento, después de conocerlo y proponerle entrar al mundo de la música conocía que el hombre peliazul era un vulgar malhablado de palabrotas pero con él en mayores ocasiones era.... ¿Lindo? ¿Amable? — Oye pendejo te estoy hablando — ok, retira lo dicho son pocas ocasiones.

— Hmm no es nada Migue-san — musitó Takaba viendo a la ventana, aún faltaban veinte minutos para llegar y aún así el extraño pensamiento le abundaba. Sintió una mano en su hombro y que era jalado hacia un pecho fuerte oculto tras ropa de marca y que olía bien. Migue lo estaba abrazando como algunas ocasiones

— Si claro y yo soy campanita. Dime qué pasa o te lo sacaré — dijo serio el peliazul mirando a los ojos a Takaba.

— Nada.

— Con que si ¿He? — Migue comenzó a acercarse a Akihito.

— Mi...Migue-san ¿Qué hace? — Takaba estaba nervioso, su manager estaba muy cerca que podía sentir su respirar en su rostro, por instinto el rubio se alejo pero cayó en el sillón y el peliazul se posó encima de él aún acercándose a su rostro. Akihito miro los ojos del peliazul y quedó mudo ante su penetrante mirada ¿Qué le pasaba a su jefe?, Sus manos fueron detenidas encima de su cabeza y pudo sentir como Migue en un lento recorrer entrelazaba sus grandes manos con las de Akihito ¿Qué carajos pasaba? ¿Por qué no podía moverse?

— ¿Vas a decirme? — dijo a centímetros de distancia de los rojos labios del rubio quien aún parecía ido 

— ¿E...eh? — los sonidos eran tan distorsionados que no entendió la pregunta

— Hmp... No te hagas Akihito — musitó en voz ronca, Migue retiro su rostro del de Takaba y comenzó a olfatear el cuello de este en la misma posición erizandole la piel al menor quien tembló entre dudas y sensibilidad, sintió como el peliazul lamía su cuello de una manera..... ¿Excitante? Al menos así se sentía era sincero pero ¿Por qué hacía aquello?

— A..Ah Migue-san ¿Po....Por que? — se sonrojo Takaba mientras Migue no dejaba aquella acción, su cordura se estaba perdiendo al tocar al menor, Takaba sintió que su camisa era levantada y Migue jugueteaba con su abdomen y ombligo instintivamente arqueo la espalda, para suerte de ambos o desgracia como la quieran tomar los demás estaban del otro lado del camión, Akihito ni siquiera supo cuando se fueron por el sueño que cargaba

— Dime — gruñó ronco el peliazul subiendo a los pezones del menor y comenzando a chupar con fervor.

— Ngh Mi... Ah... Migue-san pare, n...no es nada.

— Dime, será mejor que me digas — gruño insistente mientras abría el pantalón de Takaba y adentraba sus manos rosando las llemas de sus dedos en aquel erecto miembro

— So.....Solo una pesadilla, nada más ¡Una pesadilla! — grito en susurros para ambos, no quería que los chicos los descubrieran de aquella manera tan..... Comprometedora sin saber ¿Cómo habían llegado a ello?

— Jaja mocoso ¿Tan difícil era? Solo eso, que llorón — musitó el peliazul sacando la mano del pantalón del menor quien le miro con enojo y sonrojado. Manager hijo de puta hizo todo eso para sacarle la verdad, aunque no de todo.

— Migue-san eres un imbécil jalapollas, caete por un barranco, viejo de mierda..

— ¿Qué? ¿No me digas que aún quieres continuar con el juego? Tal vez hasta de eso salga el mocoso que quieres, no le veo mal — se acercó pero Akihito se levantó y se abrochó el pantalón y acomodo su playera.

— Me voy, viejo pervertido

— ¿Pervertido yo? Mira quién se puso duro con solo besos y roces — señaló, Akihito sonrojado miro su miembro oculto en la ropa y en efecto traía un bulto que ya comenzaba a dolerle.— ¿Quieres ayuda con eso?

— Vete al diablo — Akihito se fue de ahí metiéndose a uno de los baños. Migue sonrió y luego se puso serio, casi abusaba de su amor de antaño, si Migue estaba enamorado de Akihito desde que lo conoció. Desde que lo vio cantar en un pequeño festival de música para bandas primerizas, su amigo Jacob le había invitado para ver el espectáculo, ninguno le gustó nada hasta que vio a aquel joven de cabellos dorados, vestia unos pantalones ajustados que resaltaban perfectamente sus esponjosas posaderas, una camisa negra  ajustada de la banda Misfits, una banda en la frente roja, esos ojos de un color azul grisáceo como la combinación de colores de un cielo nublado, botas negras, guantes de cuero y esa brillante y decidida aura que le perforó el corazón e hizo que su sangre bajará hasta su entrepierna, y con sigilo la ocultaba. Recordó la canción con la que se presentaron ese día.

 

Sed 

 

Era el nombre de la canción, y en efecto esa noche la sed de Migue por ese joven se encendió, se desató. Sin saber ¿cómo? llego a su cuarto especial en el camión y se encerró, bajo sus pantalones recostado boca arriba con la respiración agitada al recordar esa canción que era más como para una mujer, pero aún así lo sentía. Sentía su garganta gruñir por probar más la piel que gracias a su instinto logro hacerlo momentos antes 

 

Sed

 

Su corazón trataba de no explotar por el frenesí de excitación que estaba teniendo, cerro los ojos y se imaginó a Takaba en el umbral de la puerta, tan brillante como siempre, lo vio venir hacia él, vio venir su cuerpo hasta posarse encima de él, se maginó la boca de Akihito devorando su miembro con fervor de arriba a abajo y acariciar con su lengua la punta de su pene eso hizo que su cuerpo temblará. 

 

— Ah... Migue-san — parecía tan real el escucharlo gemir su nombre, Joder parecía un puberto enamorado y virgen. Migue imagino sentir los labios de Akihito en los suyos ¡Puta Madre! Tuvo la oportunidad y la dejó ir fingiendo que solo quería sacarle la verdad, cuando quería sacarle otra cosa, se imaginó así mismo entrando en Akihito sintiendo ese exquisito lugar apretandole su rígido miembro y con velocidad comenzaba a embestirlo. Aumento el ritmo del Vaivén con su mano pensando en Akihito y a los siguientes minutos se corrió gruñendo el nombre de su amor, al abrir los ojos miro su mano manchada de líquido blanco y caliente .

— Mierda — susurro irritado, Hinata ya ni siquiera era un problema pues ella ya ni siquiera estaba ahí, la muy zorra dejo a alguien de mucho valor. El problema era ¿Podría él hacer algo para que Takaba lo mirará como su amante? Ahora mismo el rubio estaba pasando por la etapa de depresión o eso... La brujilda se fue y aunque lo negara sabía que Akihito la quería mucho.

— Migue-san — La voz de Jeff se escuchó desde afuera, ja su pequeño sobrino. Recordó que era diez años menor que él, sin duda su estúpido hermano mayor ni siquiera sabía lo que era el condón pero agradecía tener a su sobrino, era un buen chico aunque sabía extrañaba a ese novio de San Diego ¿Cómo se llamaba? ¿Ben? ¿Robert? Ya no se acuerda, pero lograba notar el amor con el que se hablaban ¿Akihito algún día le hablaría así si se daban una oportunidad? — Migue-san 

— ¿Qué? — grito fingiendo sonar adormilado.

— Lamento despertarte pero ya llegamos — musitó Jeff desde el otro lado.

— Ya voy, ya voy.....

 

*En otra parte del camión momentos atrás*

 

— Estúpido Migue ¿Qué se cree? — maldecia Takaba a su manager en el baño, se miro en el espejo y recordó esa mirada penetrante ¿Qué fue aquello? Una punzada en su zona baja le hizo volver a la realidad, su estúpido manager explotador le había exitado para sacarle la verdad. Hijo de puta, Akihito bajo sus pantalones frente a la tasa y comenzó a frotar su rígido miembro

— Ah.... Ah.... — nunca había sentido esas cosas con un hombre, le gustaban las mujeres ¿No? La prueba es Hinata pero aquello que Migue le hizo era... Diferente.... Se sentía diferente. Aquellas palabras en sus sueños sonaron de la nada como un recordatorio a algo que aún no sabía

 

~ Eres mío, no importa a dónde vayas te encontraré y te cortaré las alas para que jamás te alejes

 

Aumento la velocidad con aquellas palabras sonando como disco repetitivo minutos después se corrió, Akihito bufó, parecía un adolescente caliente que solo se masturbaba con revistas porno o por "curiosidad" miro su mano llena de su semen y se dirigió a lavarla, subió sus pantalones y se mojó un poco la cara para quitarse el sudor. Al salir vio a Jeff y seguido después la puerta de Migue se abrió, Akihito no se atrevió a verlo y Migue tampoco ambos salieron y miraron a los demás, ya habían llegado a su hogar era hora de ver a las personas más importantes de su vida, los chicos se adelantaron. Akihito sonrió emocionado y antes de dar un paso sintió una nalgada.

— ¡EY! — se quejó avergonzado y molesto mirando a su manager socarron.

— Andando mocoso, quiero ver a mis suegros — musitó el peliazul avanzando

— ¿Eh? ¿A qué se refiere Migue-san? — Cuestionó confundido el rubio.

— A nada.

— Oiga dígame

— Si quieres que te diga excitame — inquirió burlón

— ¡¿EH?! ¡DE NINGUNA MANERA! — grito Takaba sonrojado.

— Me la debes, te hice sentir bien ¿No?

— U....usted es.... Agh... Pierdase — Takaba camino con pasos molestos lejos de su manager, este sonrió divertido.

— Bueno, al menos lo intente — el peliazul saco un cigarrillo y comenzó a fumar con paso tranquilo siguiendo a los The Shinigami's

La travesía en Japón apenas comenzaba, lo primero era un concierto y lo demás era un misterio.

 

En otro lugar 

 

Un castaño de cuerpo atlético y músculos descarados salía de la ducha con una toalla alrededor de su cintura. Su televisor se escuchó.

— La banda The Shinigami's ha vuelto a su lugar de origen, esta noche abra un concierto para después comenzar con su merecido descanso pues como sabemos dentro de algunos meses más la banda hará otra gira en grande "Nightmare Tour" que muchos han estado esperando y se dice que posiblemente la banda abra la gira primero aquí lo que tiene tanto a chicas como chicos a punto de desmayarse de la emoción.

— Hmp.... Qué ruidoso — musitó Asami Ryuichi apagando el televisor justo cuando cierto rubio estaba a punto de aparecer.

Para Asami Ryuichi ahora lo único que importaba era planear la venta de su mercancía exitosamente bien sin algún entrometido de por medio, aunque había algo que desde la mañana lo tenía.... Extrañado y era la sensación de salir a buscar un algo pero ¿Qué?

— Hmp... ¿Qué estupidez estoy pensando? Necesito desestresarme — sonríe ladino y hace una llamada.

— ¿Aló? — se escuchó al otro lado.

— Hola Mei ¿Te gustaría salir?

— Ryuichi me tenías tan abandonada, ¿Qué es ese cambio repentino? Siempre vas al punto he.

— Diversión.

— Entonces no sé porque salir cuando puedo ir yo y mostrarte lo que compre para ti. No hay problema ¿Verdad? — dijo aquella voz en tono sugerente y sensual.

— Ninguno.

— entonces voy para allá, Mon amour — musitó ella en tono ansiado y luego colgó. En su interior Asami síntío algo que jamás había sentido una extraña sensación de ¿Culpa? ¿Dolor? 

¡¿QUE CARAJOS?! 

¿Por qué? ¿Por qué tenía ganas de irse y buscar ese no se que? ¿Por qué se sentía culpable? Eso jamás le había pasado.

 

~ Aún estás en mis sueños. Y aunque sea irreal estaré aquí para ti por qué te siento. 

 

Escuchó en su cabeza esa voz dulce y decidida ¿De quién? Mierda necesitaba un descanso urgente, ya se estaba volviendo loco o ¿Qué? El tiempo parecía ir demaciado lento y la necesidad de salir se volvió casi un Frenesí en sus pensamientos de saber que era esa sensación y entonces el tiempo que le parecía ir a tortuga en realidad había volado con velocidad pues aquella mujer misteriosa tras la línea hacia campo de visión frente a él, sin perder tiempo e ignorando los molestos sentimientos comenzó con su trabajo de besando y tocando a su amante quien no tardó en corresponder.

Sin duda estaban tan cercas y tan lejos, y sus sentimientos desconocidos comenzaban a florecer aunque aún no se encuentren frente a frente

 

 


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