O como tener una sana convivencia
— ¡No pienso discutir más! me da igual tanto si les gusta o no, es lo que haremos. Si no te gusta puedes irte— Jade señala con fuerza la puerta, después de otras dos horas discutiendo por fin ha perdido la calma y ha gritado. Se siente bien ser el que no tiene que arreglar todo, por una vez.
— pero…
— Sin “Peros” Michael trabajará conmigo, se mudará y tendrás que aguantarte, ¿Si sabes que no entiendo todas esas señas? Mira, es eso o pedirle a Cyan que se deshaga de ti— ¿Yo? ¿Y yo por qué?
— ¿te desharías de él?— Azrael se ha mantenido apartado de la conversación más que para traducir lo que el humano sordo quiere decir.
— si Jade me lo pide no tengo problemas, y nos ahorraría muchos. Pero no vine aquí a matar humanos, matar humanos no es productivo si no tienen un contrato que aseguré que su alma ira al infierno.
— Jade intenta ser buena persona— casi me rio, casi. No sé bien que es lo que está tramando Jade pero sí sé que no es nada cercano a lo que Azrael esté pensando— Y Bel solo está haciendo su trabajo, conozco los protocolos de los demonios ¿tal vez hay alguna regla secreta que ayude a que Bel no esté tan preocupado por esta situación?
— tú no estás preocupado porque el humano sepa que existes.
—bueno, últimamente los humanos no creen demasiado en nuestra existencia, además no puedo hacer nada más, sea lo que sea que le protege es imposible borrarle los recuerdos y no queda más que aceptar eso. A veces actuar con amabilidad tiene mejores resultados que las amenazas.
— No entiendo lo que quieres decirme— Azrael pone su mano en mi hombro como si estuviera dándome el pésame.
— no te preocupes por eso.
— Cyan, Bel quiere irse ya— nos interrumpe la voz de Jade. Aun se le escucha tenso, no me extrañaría que comenzara a jalarse el cabello o se tirara a llorar al piso.
— ¿Qué? No, yo…
— será un placer acompañarlo a la salida— Bel me mira, hace una mueca y cruza los brazos.
— no es necesario. Me iré por hoy, pero no dejare esto así. Volveré— y desaparece. Ah, ojalá hubiera hecho esto desde que llego. Jade suspira y se frota la frente.
— te dije que el tipo es un pesado y no deberías hablarle.
— como si pudiera hacerlo sin quedar maldito o que se yo— tampoco entiendo lo que quiere decir. Azrael es el único que sigue estando tranquilo, moviendo las manos para decirle al chico lo que acaba de pasar— vamos, iremos a tu casa por las cosas. Te mudas hoy, hay muchas habitaciones libres aquí.
— él no quiere mudarse.
— No tienes opciones, ¿Quién no querría vivir en este lugar? Si te vas no podremos protegerte de Bel. Él quiere matarte y hacer que vendas tu alma— Jade acaba de decir las palabras mágicas, siempre es mejor intentar quedar como la mejor opción, y si en el proceso dejas mal a Bel mejor. Michael no hace nada, pero noto que está pensando seriamente lo que Jade acaba de decir— mira, no será por siempre.
— pregunta que hasta cuándo.
— cuando encuentren la forma de borrar tú memoria o Bel desista— Jade podría añadir que ninguna de las dos es muy probable.
— Jade, ven un momento— Jade suspira otra vez, pero no se queja cuando se acerca. Solo entro a la cocina, donde no pueden vernos ni escucharnos.
— ¿vas a quejarte ahora? antes dijiste que lo estaba haciendo bien. Ya que se debí preguntarte si podía quedarse, pero como Azrael ya se está quedando aquí una persona más no hará mucha diferencia. Además es verdad que tenemos que vigilarlo, no lo he inventado.
— no iba a reclamarte ¿Cómo iras a la casa de ese chico? Mudarlo en un taxi no es lo mejor.
— Oh, tienes razón. Estoy cansado y no pienso bien ahora, se me seco el cerebro con tantas ideas que tuve.
— me sorprende que tenga ideas esa cosa que llamas cerebro.
— Hey— pongo los ojos en blanco— ¿Qué es eso?— el tono de recelo que usa me da ganas de arrojárselo a la cara.
— querías un amuleto para poder encontrarte— Jade se queda mirándolo, sin hacer el intento por tomarlo.
— ¿eso? no voy a usar eso ¡Parece collar para perro!
— así no voy a perderte— Jade frunce el ceño, mirando el collar en mi mano.
— por más… emocionado que este por escuchar eso, esa cosa es fea ¿Es una broma?
— Jade.
— no voy a usarlo si no lo cambias. Dame otra cosa y explícame cómo funciona, porque da lo mismo que me lo des si no lo sé usar ¿lo tengo que frotar?— Ah, debí suponer que pasaría algo como esto— Umm, lo siento, agradezco el detalle pero eso es muy difícil de combinar con la ropa y de ocultarlo también, llamara la atención— ¿eso fue una disculpa? No recibo disculpas muy seguido, y mucho menos de Jade.
— lo entiendo ¿esto está mejor?
—un anillo… me gusta— Jade sonríe como idiota, lo que no le cuesta mucho, mientras lo toma y lo ve de todos los ángulos posibles antes de ponérselo— tal vez debí dejar que me lo pusieras tú.
— no digas tonterías ¿Por qué haría eso?— pongo los ojos en blanco— no necesitas frotarlo, solo quítatelo si tienes problemas.
— ¿solo me lo quito? ¿Lo quito y tú vendrás?
— Solo diré esto una vez: con ese anillo puedo encontrarte donde sea, cuando sea. Tendrás que quedarte con él hasta que estés en problemas, y más te vale estar a punto de morir o yo te matare si me llamas por una idiotez.
— vale, lo entiendo pero ¿y si tengo que pasar por un detector de metales? ¿O si se me atora el dedo en algún lado y tengo que quitármelo? Si me llevan al hospital o a la cárcel será un buen medio para que me ayudes pero…
— eso lo sabré también.
— estupendo. Entonces solo queda el asunto de ir a la casa de Michael ¿puedes aparecer un auto y llevarnos?
— ¿Qué?
— bueno, tú mismo lo dijiste, ir en autobús hasta allá o en un taxi no es apropiado.
— puedes contratar un servicio de auto, con chofer ¿Por qué tengo que aparecer un auto y llevarlos?
—porque es más barato ¡Y seguro! Además Michael puede ser un problema si usamos esos medios, podría intentar correr entre la multitud o saltar del auto o que se yo— me sigue sorprendiendo la capacidad que tiene para sonar tan idiota y a la vez que suene coherente, y salirse con la suya por haber elegido el argumento más absurdo, es como si pusiera una flor imperial en la partida.
— está bien, pero solo porque hace mucho no conduzco— Jade solo sonríe y regresa a la sala con los otros. Si no tarda mucho en convencerles es porque los arrastro hasta la puerta, hasta la entrada y sin escuchar las quejas del chico que Azrael traduce tan eficientemente.
— Cyan, puedes aparecer cualquier auto ¿Y eliges uno tan soso? Al menos uno último modelo ¿no?
— tú solo dijiste que necesitabas un auto, ese funciona igual que muchos otros, deja de quejarte y entra al auto.
— puedo entrar al auto y quejarme al mismo tiempo— aunque dice eso, ya no se queja. Se sube al asiento delantero sin dar una oportunidad para elegir. Azrael no se queja y el otro chico no dice nada— tengo que saber a dónde ir… Azrael ¿puedes preguntarle?
— Ah, claro— por el espejo veo como le repite la pregunta, varias veces, pero el chico sigue sin responder— no quiere decirlo.
— no me digas— ¿Por qué a mí tienen que pasarme estas cosas? ¿Por qué?
— Cyan, yo me…— no dejo que Jade termine de hablar, como este cuerpo humano me permite, me muevo para ver al chico a la cara. Su expresión obstinada cede un poco cuando me ve.
— entiende esto de una vez, vas a quedarte y hacer lo que consideremos mejor, es mejor que aceptes tu situación por las buenas, porque soy un demonio y me encanta hacer entender por las malas. Tú elige— el auto está en silencio, y casi de inmediato el chico mueve las manos y saca su teléfono, donde escribe un momento y mucho más rápido de lo que esperaba, cuando lo gira hacia mi puedo leer una dirección escrita— Sabia elección. Jade, ponte el maldito cinturón.
— oh, vamos…
— te estrangulare con él hasta que aprendas a usarlo— espero que recuerde que no es una amenaza sin sentido. Parece que va a decir algo… no, ya lo está abrochando.
— esto es aburrido, debió ser un auto deportivo último modelo yendo a toda velocidad por las calles.
— sí, sigue soñando— Ya recordé porque no me gusta tanto conducir: es muy lento. Un demonio no necesita moverse en un auto y esperar en el tráfico. Jade dejo de quejarse cuando encendió el sonido y el viaje se pone tranquilo. Encontrar la dirección no es difícil cuando conoces bien la ciudad y la orientación no es un problema para mí.
— ¿estás seguro de que es aquí? – Jade está mirando por la ventana la calle a la que llegamos, hace un rato que hemos entrado a calles cada vez más lejanas, viejas y en mal estado— ¿y se estaba quejando de quedarse en mi casa? este lugar es… decadente— no es mucho mejor que el lugar donde encontré a Jade. La dirección termina en un edificio viejo y pequeño.
— es aquí— Jade se quita el cinturón y se gira hacia atrás.
— ¿en qué trabajas? Este lugar es horrible, y mira que yo se dé lugares horribles.
— trabaja en limpieza.
— ya habrá tiempo para hablar, apresúrense— yo no pienso recoger nada. Me quedare esperando en el auto a que regresen, si vive en un lugar como este no debe tener muchas cosas. Jade regresa en menos de cinco minutos.
— Cucarachas… hay cucarachas…— casi se avienta dentro del auto.
— ¿Qué?
— Hay muchas cucarachas allá, no me quedare allí.
— ¿y qué demonios harás si escapa?
— Azrael está vigilando— como si fuera lo mismo. Me aparezco dentro, donde están los dos. El lugar es pequeño y no está sucio. En una silla hay una maleta, y el chico está sacando el contenido de un cajón.
— Cyan, que bueno que vienes, Jade se ha ido corriendo antes de que nos diéramos cuenta de que Michael solo tiene una maleta, no podremos llevar todas las cosas en una maleta. También me pregunto que pasara con el lugar porque si resolvemos esto y borramos su memoria es probable que no encuentre un lugar para vivir.
— un paso a la vez— muevo la mano y hago aparecer dos maletas más en la cama— ¿bastara con eso?— Michael me está mirando, espero que no se desmaye ahora— mañana enviare a alguien para liquidar el contrato de este lugar. También debes renunciar a tu trabajo actual— una larga serie de movimientos de manos.
— no quiere renunciar a su trabajo.
— no es asunto de que quiera. Podrá mantener el trabajo aunque borremos su memoria, eso lo puedo garantizar. Nos dará buena imagen tener a alguien como tu trabajando en el casino, espero sepas ser discreto que es muy importante trabajando allí. Puede trabajar contigo, ya que eres el único que le entiende.
— Michael puede comunicarse bien sin necesitar de un traductor, le molesta mucho que le traten como si fuera diferente.
— básicamente es diferente, pero si es lo que quiere, no me importa. Creo que en la oficina de contabilidad necesitan empleados. O la zona del bar y de acompañantes siempre está buscando gente nueva. Aún quedan muchas cosas, apresúrate— les dejo allí para volver al auto, donde Jade está más tranquilo ahora— no vi ningún insecto allá.
— deberías ir con el oculista, eran enormes.
— ¿en qué área piensas poner al chico?
— estaba pensando en hacerle mi asistente— Ja, eso tiene que ser una broma— ¿Qué es tan gracioso?
— ¿Tu con un asistente? Apenas trabajas, no veo porque necesitarías un asistente— Jade me frunce el ceño.
— ¿no estaban insistiendo ustedes para que lo tuviéramos vigilado? Así podría estar cerca y no tendrían que preocuparse.
— el que tiene problemas con eso es Bel, no yo. Por mí como si se queda aquí.
— Ay, no puedo creer que hice todo eso para nada. Estupendo— refunfuña algunas palabras más, y luego suspira. – bueno, al menos sirvió para saber que aún tengo el toque, aun puedo resolver problemas.
— a mí me alegra no haberlo hecho yo.
— ¿hice un buen trabajo?— como no tiene el cinturón se inclina hacia. Ni siquiera parpadea— ¿Te he servido bien?
— te encantaría escucharme decir eso ¿no?
— eso no me responde.
— podrías pedírmelo— si fuera posible los ojos de Jade estarían brillando, en cambio sonríe.
— entonces no tendría sentido que lo dijeras. Tienes que decirlo desde el corazón— ahora yo soy quien sonríe. Jade sigue queriendo jugar este juego, y tal vez sea entretenido. También me inclino hacia él.
— pero Jade, yo no tengo corazón— Jade no se aleja, no deja de sonreír ni pone expresión de lastima o duda.
— no te estoy pidiendo uno. Estoy bastante seguro de que también puedo solucionar eso— se mueve rápido, aunque es un movimiento predecible: se inclina y me besa. Dejo que se acerque, que crea que ti ene el control… y vaya que se le da muy bien esto de besar, Jade se inclina más, su intención tal vez sea pasarse a mi asiento y terminar sobre mí— Hey…
— tus amigos ya vienen— no le miento, puedo sentir al humano muy cerca de la entrada. Cuando Jade se gira, Azrael y Michael ya han aparecido por la puerta.
— Umm… creo que invitarlos a casa ya no es una buena idea.
— fue tu idea— y como sé que Jade se pondrá de mal humor si lo hago, sonrió. Los otros llegan al auto, Michael parece igual de malhumorado que Jade. Pienso un poco como Jade respecto a este lugar, no sé porque alguien viviría aquí por voluntad propia cuando te están ofreciendo algo mucho mejor y gratis. Yo nunca le ofrecería nada gratis a nadie— ¿es todo? ¿No se olvidaron de nada?
— espero que no haya traído cucarachas.
— recogimos todo lo esencial. Los muebles…
— mañana enviare a alguien para que los recoja y los almacene en algún lugar— Jade no dice nada— podrá volver a utilizarlos cuando pueda irse.
— Michael tiene algunas dudas, pero no está muy seguro de si debe preguntar. No quiere molestarte. Oh, lo siento, no sabía que no debía decir eso.
— ¿Qué quiere saber?
— si esto es como un contrato o que le pedirán a cambio— escucho un intento de risa de Jade, pero sigue sin decir nada.
— por todos los infiernos, Azrael tú sabes que no puedo hacer contratos como normalmente lo haría un demonio, ¿quieres explicárselo mientras nos llevó de regreso? – en momentos como este extraño mucho poder transportarme en un parpadeo. Por suerte el lenguaje de señas es silencioso y antes de regresar a la calle alcanzo a ver el movimiento de sus manos.
La habitación que tengo aquí tiene pocas cosas personales, tiene muebles y ropa, la ropa porque uso menos mis poderes si tengo ropa de repuesto y no estoy apareciendo ropa nueva cada dos por tres ¿y porque no tendría muebles? Este lugar no es el infierno, y por suerte muchas de estas cosas las compre con dinero. Cuando llegamos deje a todos en la entrada y vine aquí, espero que a Jade no se le ocurra darle una habitación cerca de aquí.
Últimamente he pensado mucho en el infierno. Tal vez porque Azrael y el idiota de Bel están recordándome todo el tiempo que ya no puedo volver allá. Hace un tiempo esta situación me hubiera vuelto loco y puesto de un humor de perros, pero aunque me pone de mal humor está cerca de Bel no es algo nuevo, nunca me agrado. Ahora me he dado cuenta que estar en el infierno es… ¿Por qué quiero volver? Allá no tengo nada, tengo que obedecer órdenes y órdenes y no puedo…
— Cyan— la puerta se abre, sin aviso. Aunque no hubiera reconocido la voz, sabría que es Jade, nadie más se atrevería a entrar aquí de esa manera— Michael se quedara en la habitación junto a la de Azrael, si Bel regresa y no nos damos cuenta tal vez sea de ayuda, también tiene la ventana más pequeña y es imposible que escape allí— mientras habla se sienta en la cama.
— tienes todo bajo control al parecer.
— aún tengo asuntos pendientes, por eso vine… ¿no quieres algo primero? Me siento mal de venir y solo pedir.
— ¿desde cuándo?— me burlo. Jade sonríe, inclinándose en la cama.
— me haces sonar como alguien sin corazón. Sería bueno tener una alarma para que Michael no escape… tal vez una demostración más… demoniaca, le haga cambiar de parecer al respecto de huir, si cree que puedes encontrarle en cualquier lugar la huida pierde sentido. Quiero que el auto se quede, aunque conseguiré un chofer. Mañana resolveré lo del trabajo de Michael, no será mi asistente— lo dice como si le produjera una gran tristeza.
— el auto sigue allá afuera, no me involucrare con lo del chofer y ni pienso serlo— lo de la alarma en la casa es más sencillo de resolver, un simple sistema de seguridad en el que las puertas de salida te piden un código, y por si las dudas un poco de magia demoniaca para que yo sepa quién sale y entra— deberías decirle a Azrael que no le diga a su nuevo amigo sordo el código para salir.
— ¿ya está? fue rápido.
— ¿es todo lo que querías?
— Aun me queda algo por hacer… ¿Por qué tienes eso? ¿Es por vanidad o es verdad que los espejos son modos de viajar entre el infierno y la tierra?— ¿está preguntando por el espejo?
— ¿quieres uno? Puedes pedirlo por internet— Jade se ríe.
— tengo muchos en mi habitación, solo preguntaba por lo que se dice.
— supongo que algunos demonios podrían usarlos— no me parece interesante ni nada elegante como una aparición de la nada— pero no creo que preguntar sobre mi espejo sea lo que venias a hacer.
— no, no venía a eso. Supongo que… quiero agradecerte por ayudarme, han pasado muchas cosas estos días y de no ser por tus poderes esto hubiera sido un caos. Así que gracias y lamento haber… causados problemas. Prometo no hacerlo más— ¿Qué se supone que es esto? no tiene sentido.
— no hagas promesas que no podrás cumplir.
— bueno, lo intentare. Ya veo porque estabas de mal humor todo el tiempo— otra risita— tampoco venia exactamente a eso pero me pareció apropiado.
— se te están contagiando los buenos modales de Azrael.
— Por di… espero que no ¿Qué piensas de todo esto?— no sé muy bien a que se refiere ¿a Azrael, a Bel o al Michael? ¿O se refiere a lo que acaba de decir?— ¿crees que las cosas saldrán bien?
— no sé a qué te refieres, pero si Bel esta por aquí se encargara de estropear todo. Es lo que sabemos hacer mejor. Hare que todo salga mejor, después de todo tenemos un trato.
— y me alegro por ello— se levanta y se estira, como si hubiera hecho un gran trabajo— hoy no fuiste al casino ¿está bien eso? tus poderes…
— estoy bien. No siento diferencia— antes pasaron varias semanas para comenzar a perder mis poderes.
— me alegro por eso— Jade se me acerca, parece que va a abrazarme, pero se detiene. Se lo ha pensado mejor— en serio me alegro mucho, yo solo puedo confiar en ti, Cyan— no me muevo cuando se estira para alcanzar a besarme. Un beso más, solo que esta vez es más como un roce.
— no deberías confiar en demonios— su cuerpo se pega al mío cuando sonríe.
— eso debe decir mucho de mí… de nosotros— sus manos me alisan la camisa y luego da un paso atrás— que pases una buena noche— la puerta se cierra, dejando la habitación semioscura y silenciosa.
Si, en el infierno tenía que hacer lo que me decían, estar hundido en papeleo y órdenes. Y aquí yo puedo hacer lo que quiera. Eso es lo que Jade ha tratado de decirme desde hace un tiempo.