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Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola~

Llego otro sabádo y por fin tenemos capitulo nuevo. Espero lo difruten tanto como Jade ;)

O como las desgracias nunca vienen solas

 

Las habitaciones están vacías. No hay nadie en la oficina, y este lugar no es tan grande como para perder a alguien por dos horas. Desde que llegamos Jade desapareció en algún lugar del casino, puedo sentir que aún está aquí y que no ha salido, conociéndole no me sorprende que se esté ocultando por todos lados.

—Jade— finalmente ¿Cómo puede estar como si nada? además en la zona de vestidores y no está solo. El otro chico, Dee, le da un codazo y me señala cuando me ve. Jade voltea despacio, yo ya no me muevo. Le veo despedirse y luego se levanta y viene hacia mí— no pierdas el tiempo de esa manera.

— ¿ah? No estaba perdiendo el tiempo.

— ¿ah, no? ¿Qué hacías?

— investigando, puedes obtener buena información de las personas si sabes hablar con ella. Dee es un buen informarte.

— espero que sepas que ese palabrerío no funciona conmigo.

— pero no puedes decir que sea mentira. Dee escucho a algunos clientes decir que había rumores de que había un mal servicio aquí, además de rumores sobre enfermedades… por suerte Dee sabe lo que hace y dejo claro que solo están buscando desprestigiarnos,  no sabe de dónde vinieron pero sera fácil rastrear esos rumores.

— no es necesario. Nunca tuvimos más de un problema hasta que apareció Bel— apostaría mi alma si tuviera a que cuando se marche ese maldito todo volverá a estar tranquilo— solo no tienes que dar ni un motivo para hundirnos.

— ¿Por qué seré yo quien lo haga? Nunca he hecho nada que ponga en peligro este lugar, no lo hare ahora— pone los ojos en blanco y pasa por mi lado, adelantándose para abrir la puerta— ¿Qué problema tienes con Bel?  Sé que no es un tema que te guste tocar, pero ¿todos los demonios son así?

— ¿Por qué quieres saber?

— la verdad me fastidia mucho que Bel me restriegue en la cara que yo no lo sé— si fuera otro motivo no se lo diría. Jade se sienta en la silla principal y me mira. Basta una mirada para saber que siente amo y señor de todo este lugar.  

— quería mi trabajo. Por un tiempo estuvimos en la misma sección, nunca supe si eso fue azar o a propósito pero siempre lo superé— tampoco eran trabajos muy difíciles— hay pocas posibilidades de tener un estatus más alto en el infierno.

— no me sorprende que fueras mejor, con lo que he visto por acá…

— estaban por darme un nuevo trabajo, algo que me alejaría de tener que obedecer órdenes. Iba a torturar almas.

— vaya, entonces Bel fue a decir que tú estabas haciendo cosas prohibidas y te desterraron— Jade abre uno de los cajones del escritorio.

— tu simpleza me exaspera— es una buena historia como para resumirla de una forma tan simple y sin emoción— maldita sea, Jade, te he dicho que no fumes aquí, este lugar apestara a tabaco barato— hago que el cigarro que saco desaparezca.

— ¡Hey!

— es mejor así— Jade me mira, puedo ver sus intenciones de arrojarme lo primero que encuentre a su alcance, también veo cuando otra clase de pensamientos le hacen llegar a otra conclusión.

— está bien, no fumare— la silla hace ruido cuando la empuja y se levanta y viene hacia mí. Pone su mano en mi pecho sin dejar de mirarme— pero tendrás que mantener mi boca ocupada— pone una sonrisa sugerente, una expresión vanidosa mientras su cuerpo se pega al mío. Un momento después me besa y me empuja al sofá. Jade no es paciente cuando se trata de sexo, no espera que sea algo delicado. Se sienta sobre mí, aun besándome.

— ¿no vas a trabajar?

— Hay mucho tiempo para eso ¿En serio estas preguntando eso? ¿En este momento?— solo le estoy molestando, porque se lo mucho que le enfada que le interrumpa cuando va a tener sexo.

— ¿Y estás seguro de que puedes hacerlo ya?

— como si eso te importara— Jade mete las manos en mi camisa.

— Aunque no lo creas, me preocupa que mueras. No tendré con quien divertirme— Jade no se ofende, me besa y su cuerpo se frota mas contra mí.

— entonces admites que no soy como los demás humanos— Le sonrió, bajo mis manos de su cadera a su trasero.

— ¿es lo que quieres que diga?—  un débil gemido es mi respuesta. Sus manos se hacen puños en mi ropa cuando me empuja, luego se aparta y se quita la camisa, arrojándola a cualquier parte.

—hare que lo digas, pero no hoy— su beso se vuelve desesperado— ¿Sabes que siempre quise tener sexo en la oficina? Es una de mis fantasías— los demonios no podemos sentir amor, no puedo ni siquiera fingirlo porque no lo conozco, pero conozco muy bien otras cosas, como la lujuria.  Nuestros movimientos son rápidos, no buscamos más que placer. Mete sus manos en mis pantalones,  sin ningún pudor. El sexo no me es indiferente, como no soy un incubo tampoco es algo que me vuelva loco o que quiera hacerlo cada poco tiempo. Algunos demonios  lo usan como diversión cuando vienen a la tierra, yo no lo consideraba esencial ni siquiera para salvar mis poderes. Jade levanta la cadera cuando bajo su pantalón, y el gime más alto cuando se penetra. El placer consume todo, no podemos negarnos a sentir placer a dejar de sentirlo o preocuparnos por otras cosas. Jade se mueve rápido, solo se escucha el ruido de su respiración y el sonido obsceno de la penetración.  No es justo que solo Jade disfrute todo, le sujeto y le llevo cargando hasta el escritorio, tirando todo lo que está en nuestro camino.   Jade se  ríe,  sus manos me jalan el cabello y sus piernas me rodena la cadera. Su espalda se arquea, y deja salir un gemido más largo y alto. Yo sigo con lo mío, penetrándolo hasta que siento terminar, Jade aun se aferra a mí, jadeando.

— joder, vale la pena quedarse sin fuerza por esto…— comienza a acariciarme de nuevo, así es muy fácil de entender.

— ¿Seguro?—  unos golpes en la puerta nos hacen gruñir.

— ¡Ahora no!— Jade me besa, estamos listos para una segunda ronda… de no ser por que vuelven a tocar la puerta— Maldita sea ¡Estoy en una reunión importante!— la puerta se abre, nosotros no nos movemos cuando vemos entrar a Michael, quien apenas cierra la puerta y nos ve. Imagino que espectáculo estamos dando, su cara se pone de un color rojo muy llamativo y se da la vuelta rápidamente pero no sale de la oficina.

— estupendo— jade gime, pero ahora con pena y suspira cuando me empuja para vestirse. Puedo ver las marcas de mis dedos sobre su piel, marcas de besos y mordidas en su cuello y hombros.

— más vale que sea de vida o muerte.

— si sabes que no puede escucharte ¿Verdad?— Jade vuelve a gruñir, alisándose la ropa. Le arroja un bolígrafo a Michael, aun tiene la cara roja cuando voltea.

— ¿Qué quieres?— el chico mueve las manos varias veces antes de recordar que nosotros no le entendemos nada. Luego escribe en su teléfono, pero no se acerca a ninguno. Jade suspira y refunfuña cuando se acerca, y si Michael no retrocede es solo porque tiene la pared tras él. Si yo no retrocedo cuando interrumpo a Jade es solo porque soy un demonio, pero no envidio a los humanos que lo hacen— ¿Y? ¿Funciono lo que sea que Azrael hizo?— es un fastidio no saber de que está hablando. Jade me dirige una mirada— dice que se encontró a Bel.

— eso ya lo habíamos hablado— Jade asiente— se arriesgaba a eso cuando decidió hacer sus cosas por su cuenta— Michael le arrebata el teléfono y escribe de nuevo.

— quería que trabajara para él como… ah— Jade sonríe, como si le divirtiera lo que acaba de leer— quiere que le pase información de nosotros—no me sorprende y no es divertido. No me gusta estar cuidándome las espaldas— ¿te preocupa? ¿Debería preocuparme también?  

— no es preocupación. Estoy fastidiado de que Bel se entrometa— Ya arruino una vez mi existencia condenándome a vivir con los humanos, no voy a dejar que arruine lo que he logrado aquí— quiero deshacerme de él lo más rápido que pueda.

— podríamos hacer lo mismo que él.  Azrael es un ángel, y si está muy seguido por aquí solo basta con que se enteren en el infierno.

— de seguro dirá que quiere arruinar la misión de Azrael, y no es tan fácil llegar al infierno— tan simple como siempre— pero me gusta eso de vencerle en su propio juego ¿Sabes que le contesto?— Señalo a Michael con la cabeza. Escribe de nuevo, mostrándole solo a Jade.

—  ¿Por qué no te dijimos que Azrael era el ángel de la muerte? Bueno, no preguntaste ¿Ese es un problema para ti? Azrael es un buen tipo, un poco despistado pero sigue siendo un ángel.

— aun intenta llevarse tu alma, no te olvides de eso.

— detalles, detalles. Como sea ¿Qué paso con Bel?— Michael parece receloso, pero escribe un rato, mucho texto, antes de mostrárselo a Jade— dice que no pudo tocarlo, no acepto el trato de Bel y se marcho.

— es la mejor idea, si se involucra de esa forma con un demonio la bendición de Azrael desaparecerá y no nos importará lo que pase contigo entonces.

— ¡no puede ser! Ya es hora del almuerzo, y tengo una reunión mas tarde. Que rápido pasa el tiempo— paciencia, paciencia.  Si no tuviera tanto control hace mucho que habría enviado a Jade al infierno— Vayamos a casa— no es solo que yo sea paciente, la mayoría de los demonios lo son, no podríamos hacer nuestro trabajo si no fuera así, los humanos piden cosas muy diferentes y no nos queda de otra más que cumplir lo que piden. En el caso de Jade, los beneficios de estar con él son mayores, más ahora que hemos llegado a otro tipo de acuerdo.

Me sorprende que Jade tenga la energía para ir a casa sin quejarse.  Sin embargo hay algo que no deja de molestarme, una molestia que no logro identificar, no sé qué es pero allí esta.  Nos detenemos a comprar comida en el antiguo local donde Michael trabajaba. Jade habla mucho con las personas de allí, conozco el modo en que engatusa a todos, haciéndoles creer lo que sea que él quiera.  

No hay señales de algún problema en el camino, Jade va hablando con Michael, demasiado sospechoso diría yo ¿Qué está tramando esta vez?

— ¿Con quién tienes esa reunión?

— gente que quiere invertir.

— no aceptamos inversiones.

— lo sé, pero ya sabes, es gente a la que no le puedes decir que no por teléfono— Hace una mueca. Llegamos a la casa, y aquí ya no es necesario estar atento a que pase algo con Bel— ¿Dónde está Azrael? Creí que estaría con nosotros.

—  ni idea.

— moriré de hambre pero voy a asearme primero— se pierde por el pasillo. Michael es quien ordena todo en la mesa, le descubro mirándome de vez en cuando, una mirada rápida antes de desviarla. Es divertido verle tan asustado de mí, siempre disfruto que alguien se asuste de mí. Lo único interesante de este humano es el hecho de que no podamos borrar sus recuerdos, nos hubiéramos ahorrado muchas molestias de no ser por eso y por Bel, porque al final nadie le hubiera creído a este chico, ni siquiera Bel cree que sea un problema, solo se está quedando porque yo estoy aquí ¿Quién iba a creerle a cualquiera que ha visto un demonio? Bien, hay algunos fanáticos que podrían creerlo, pero sin pruebas no pasaría de ser un incidente menor. Ahora tenemos que conservarlo porque Azrael no dejo nos libráramos de él cuando aun se podía.

— ¿Qué?  No voy a morderte— él pega un salto, y se queda unos momentos mirándome ahora que lo descubrí. El señala la mesa ¿Una invitación a comer? Ja, no creo que se atreva a sentarse en la misma mesa que yo— no necesito comer— él se sienta, pero no toma nada de la comida. Un rato después me pasa una servilleta con una pregunta: ¿Cómo es el infierno?— no estoy para contarlo ni tú para saberlo— escucho la puerta abrirse, y unos momentos después entra Azrael.

— lamento llegar tarde.

— ¿Estuviste nadando?— esta empapado y chorreando agua— a Jade no le gustara que mojes todo.

— está lloviendo. Me gusta mucho cuando llueve en la tierra, así que vine caminando. Me encargare de limpiar todo— sigue caminando, dejando charcos de agua. Bien, no es mi problema. Tampoco parecía que estuviera lloviendo. La última vez que intervine con el clima cause que varias ciudades se inundaran al desbordar una presa, aun tengo suficiente poder para hacerlo de nuevo. Ese tipo de cosas son las que más extraño de estar en el infierno, no puedes eliminar la naturaleza de un demonio solo por exiliarlo— ¿Estás haciendo que llueva más?— Azrael regresa, con ropa seca, una toalla y sin zapatos

— tal vez.

— sería un problema si lo haces aquí.

— podría acelerar mi regreso al infierno, debe haber muchas almas que irán directo allá— Azrael mueve la cabeza, dándome la razón.

— ¿estás seguro de que es lo que quieres?

— ¿Por qué no lo seria? Quiero volver al infierno.

— ¡Muero de hambre!— Jade entra en la cocina, directo a la mesa— ¿Por qué tienen cara de que alguien murió? ¿Me perdí de algo?

— nada, más bien soy yo quien no sabía nada de la reunión de hoy— él hace un gesto con la mano para quitarle importancia, y se acerca la comida.

—  ¿Sigues con eso? no es importante y a ti ni te gustan esas reuniones— en eso tiene razón— diré que no, y asunto arreglado. Aun quedan unas horas, y está cayendo un diluvio fuera— exagera, no es para tanto.

Son casi las siete cuando voy a buscar a Jade a su habitación. Después de comer se ha ido a su habitación y no se ha movido de allí, no necesito ver por las paredes para saber que está durmiendo. Abro la puerta, sin tocar porque tiene música sonando a un buen volumen. Rock. Me gusta escuchar rock, es una de las mejores cosas que hay en la tierra y a Jade parece gustarle porque también lo escucha, incluso para dormir. Apenas le toco, abre los ojos. Jade no es de lo que tiene el sueño pesado.

— se hará tarde.

— lo sé…— se queda unos momentos contemplando la nada— me siento mejor ahora. Debería cancelar la reunión.   

— nada de cancelar la reunión. Levántate— Jade parpadea, se levanta y va a los cajones. Le veo  desvestirse y volverse a vestir. Nunca ha tenido el menor pudor para mostrarse desnudo, o teniendo sexo, también me recuerda bastante a otros demonios y ese podría ser el motivo por el que no me siento fastidiado al punto de deshacerme de él, que no es la primera vez que trabajo con idiotas.

— ¿Qué? ¿Te gusta lo que ves?

— estaba pensando que eres un idiota— sonrió cuando frunce el ceño, molesto.  En un momento me tomo por sorpresa el movimiento de Jade, cuando tuvimos sexo por primera vez. Nunca había intentado nada conmigo, ni una insinuación hasta hace poco. Después no fue ninguna sorpresa, solo era cuestión de tiempo para que alguna idea de esa clase se le metiera a Jade en la cabeza.

— no eres amable.

— soy un demonio ¿Crees que deba ser amable?

— podrías fingirlo al menos.

— ¿quieres que te lleve hasta la reunión?

— mejor no, es escalofriante. Larguémonos ahora, quiero pasar a ver a Dee.       

— ¿A verle o a meterlo en tu habitación otra vez?— ese humano comienza a molestarme. Jade no responde. Apaga el sonido y sale de la habitación. En la sala Azrael está viendo televisión y el chico sordo escribiendo en un cuaderno hasta que Jade se le abraza ¿En qué momento se volvieron tan  cercanos? Michael sonríe, una sonrisa un poco incomoda antes de que Jade se despida y le deje en paz— ¿Qué fue eso?

— Me despedía. Estoy aprendiendo lenguaje de señas— nos dirigimos al auto. Jade sube en el asiento delantero, y como siempre, yo conduciré.

— ¿Aprendiendo?

— podría ser útil. Y creo que Azrael tiene cierta debilidad por Michael, estar bien con Michael será bueno— eso sí me sorprende. No esperaba que Jade hubiera notado ese hecho, porque si es verdad que Azrael está siendo bastante protector con el humano. He subestimado a Jade.

— quieres usarlo para usar a Azrael. 

— solo en caso de emergencia. Realmente te prefiero a ti.

— adularme no te servirá— le escucho refunfuñar— ¿A dónde iremos?— Jade me dice el lugar, no está cerca del bar, y también me habla de las personas con quienes se va a encontrar. Suena bastante aburrido. Él tampoco tiene tan buena cara, se nota cansado y es de admirar que este de pie y haciendo cosas cuando pensé que estaría durmiendo— ¿quieres que entre?

— no será necesario, si quieres entrar hazlo, no voy a aceptar el trato así que no ocupamos saber si son malos.

— entonces me quedare cerca— no quiero soportar una cena hipócrita.  Dejo a Jade en la entrada del lugar y doy algunas vueltas en el auto, viendo a ciudad. No son las vegas o Ámsterdam, pero este lugar no es tan malo para divertirse y pasarla bien. A pesar de que esta mojado y aun hay leve llovizna los humanos siguen andando como siempre por las calles, sin ser consientes de lo frágiles que son, un leve temblor, una tormenta demasiado fuerte, un simple estornudo y se acabo… un centenar de ellos irían al infierno. Hace un tiempo que no pienso en volver al infierno en sí, siempre termino pensando en el infierno porque soy un demonio pero no he pensando en el elaborado plan para regresar. No sé cómo los humanos no enloquecen tratando entre ellos, con un par que trato diariamente me dan ganas de cometer homicidio.

Estaciono el auto  y pongo música, podría tomarme el momento para descansar ¿Cuándo fue la última vez que me tome un descanso? Umm, no puedo recordarlo ¿Durante la segunda guerra mundial? Eso fue bastante entretenido, aun disfruto viendo las películas humanas sobre eso.  

Dejo que pase una poco más de una hora antes de decidir que ha sido suficiente tiempo para hablar y cenar. Salgo del auto y camino al restaurant.  Los humanos dirían que el clima es frio, pero es bastante agradable para mí, días como este hacen que muchos humanos se reúnan en el casino  y en el bar en busca de calor, a ver si Jade no ha pensado lo mismo y… maldita sea ¿Acaso Bel no puede irse al infierno?  Gracias a los infiernos no está cerca de Jade.  Es fácil avanzar y entrar al restaurant haciéndome invisible, hasta que estoy dentro y veo a Jade. Aún están aquí

 — es hora de irnos— todos voltean a verme. Jade se queda callado, mirándome.

— Ya lo ven, al parecer ha surgido algún problema. Lamento irme así— me dan ganas de decirle que no hay tiempo para esas cosas, pero ya se está levantando— espero que entiendan mi postura, hasta pronto.

— vamos, no hay tiempo.

— ¿Qué demonios te pasa?

— Bel está cerca. No creo que nos este siguiendo o que este aquí por nosotros, pero mejor alejémonos— podría enfrentarlo otra vez, pero ¿habrá mas consecuencias si le hiero y se queja en el infierno? ¿Podría usarlo para terminar con el negocio que tengo con Jade?

— entiendo. Fue bueno que llegaras, esa reunión estaba haciéndose insoportable. Arg, creo que me voy a resfriar.

— no sería extraño, es de los primeros síntomas de tener sexo con un demonio— Jade vuelve a refunfuñar— ¿De dónde sacaste eso?— le veo arrojar el envoltorio de una paleta de caramelo.

— no lo sé, solo la tenia ¿Qué tan lejos dejaste el auto?

— solo unas calles más…

— ¡Hey!— Jade da unos pasos hacia atrás, no alcanzo a sujetarle, pero no cae. Alguien le ha detenido, sujetándole la otra mano— ¿Qué te pasa? Tu, imbécil…

— Jade— ¿se conocen? Jade se la pasa hablando con tantos humanos que dudo que recuerde a todos, lo extraño es que ninguno se molesta mucho en buscarlo después. Siempre deja claro que no le interesa más que tener sexo de una noche. El humano que le detiene es alto, trae un traje elegante y lentes oscuros, y claramente le conoce. Se quita los lentes para mirar a Jade, quien al fin parece recordar quién es.

—  Caín— parece un mal chiste.

— Wow, en serio eres tú.

— Vamos— jalo a Jade, haciéndole alejarse— no hay tiempo— esta situación no está bien, no me gusta porque se siente como si fuera una trampa, que hemos entrado en un campo peligroso sin darnos cuenta. Y que ese sujeto conozca a Jade desde antes de su muerte no me gusta para nada.

Notas finales:

Nos leemos la próxima semana!!


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