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Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola 

Un poco tarde pero no tenia intenet desde hace un par de horas y recien note que tampoco tenia arreglado el capitulo. 

Espero que pasaran buenas fiestas y tengan un buen año, no solo iniciando. Pues al ser esta la primera actualización del año, les queria compartir un dibujo que me gane hace días en un sorteo, pueden verlo

Aquí

 Me gusto mucho el resultado, esa es basicamente la imagen que tengo de Cyan, quien por cierto narra este capitulo. Quiza mas adelante tengan más comisiones de los personajes.

Espero les guste el capitulo.

O como vivir entre humanos y no morir en el intento


 


Esto no puede estar pasando… ¿es lo que los humanos llaman incredulidad? Yo, que me he encargado de recolectar las almas destinadas al infierno, que he hecho sufrir a incontables humanos llevando pandemias y epidemias, ahora estoy… ¡Por Lucifer, termine igual que él!


Joder, esto no estaba en mis planes, estúpido Bel.


Estoy en el  mundo humano, sin nada que hacer. Puedo sentir que todo se queda en silencio: no hay forma de contactar a otros demonios en el infierno.  Quiero volver, quiero regresar a mi lugar, a esperar otro trabajo y seguir con mi existencia como siempre… aunque quiero hacerlo no lo hago, solo porque aún debe haber algunos viendo lo que hago, y sería una humillación mayor intentar ir al infierno y ser regresado aquí. No hay nadie en este lugar, solo un montón de edificios viejos.


¿Y ahora qué?


No puedo perder la calma ahora, tengo que pensar… y moverme de aquí: este lugar me está poniendo enfermo ¡Y eso no puede ser posible! Yo no enfermo, o no lo hacía cuando estaba ligado al infierno, no sé qué pasara ahora ¡Ni siquiera puedo teletrasportarme! Ah, bien, eso es lo primero: Comprobar cuanto poder me dejaron, nadie hablo de quitarme poderes ¡Que injusticia!


No puedo teletrasportarme, apenas puedo leer los pensamientos de los humanos o manejar sus voluntades. Mi fuerza física deja mucho que desear y apenas puedo mover objetos sin dejarlos caer a la mitad. Al menos aun puedo volverme invisible. No voy a olvidar esto, y cuando regrese al infierno verán que nada puede detenerme, regresare  y tendré el lugar que he querido, les demostrare que esto no va a quedar así.


No es la primera vez que vago por las ciudades humanas, aunque esta vez sé que no tengo a donde volver, ahora que sé que puedo y que no puedo hacer debería encontrar un lugar para quedarme y poder pensar con calma pero sin olvidarme de mi venganza. Aun puedo aparecer algunas cosas, pequeñas. Es una maldita suerte que no tenga que comer ni sienta el clima como los humanos o estaría en serios problemas. También agradezco a Satán que a Lord Astaroth no se le ocurriera volverme un humano y conservar mis recuerdos de demonio, ese sería el peor castigo que puedo imaginar. Ah, ese lugar parece solo, puedo quedarme aquí y esperar… y blasfemar contra todos ahora que puedo.


.


.


.


 


¿Cómo llevare las almas de los humanos al infierno ahora? con los poderes que me dejaron es una tarea que me tomara milenios, mejor me hubieran puesto con el papeleo. No puedo quedarme en las casas de los humanos como si fuera un vil ladrón, podría comenzar a hacerles creer que la casa esta maldita y se larguen, pero eso ya no funciona mucho estos días, lo único que harán será poner una cámara de video y llamar a los humanos charlatanes que fingen hablar con fantasmas y hagan un reportaje aquí.


— Maldita sea… ¡Esto es tu culpa, Azrael!— en parte si es culpa suya, debería venir y ayudarme… ayuda… ¡Claro! Nadie me dijo que tenía que pasar esta prueba solo. Sé que ningún demonio va ayudarme, Azrael podría hacerlo pero no estoy seguro de que sea una buena idea y con los poderes que tengo ahora no sé dónde podría encontrarlo o si él puede encontrarme. Entonces solo me queda usar a los humanos. Sí, es sencillo: les ofreceré lo que pidan por su ayuda, aún no he comprobado si puedo hacer pactos, pero con lo que puedo hacer sé que puedo convencer a cualquiera de ayudarme, no por nada he llevado tantas almas al infierno. Ya saben lo que dicen: Si no está prohibido está permitido.


 


¡Un mes…! llevo un maldito mes en la tierra y  esta situación de mierda sigue igual. No he podido encontrar a Azrael, y los humanos resultaron ser más inútiles de lo que esperaba. Si no estuviera metido en esta situación me reiría por que no pueden mantener una promesa, siempre terminan pensando solo en ellos y se pierden en el poder que creen tener, cuando el del poder soy yo. Lo más agradable de todo es dejarles sin nada o ver sus caras cuando les mato. Cada vez es peor,  es más difícil usar mis poderes ¿voy a convertirme al final en un humano más?  No puedo dejar que eso pase. No puedo moverme tan lejos como quisiera o ya hubiera encontrado algunos humanos más que podrían servirme sin tener que estar lidiando con problemas y no vagando por las  noches en busca de alguien suficientemente interesado y egoísta, alguien que no tenga nada que perder y todo por ganar.  Rondar los apestosos callejones de basura humana es lo más bajo que caído.  


Ah, no quiero terminar así, tengo que volver al infierno. Los demonios no somos precisamente optimistas, pero me haría sentir mejor saber que alguien tiene una situación peor que la mía. Alguien como ese chico que acaba de pasar corriendo. Otros dos humanos le siguen, claramente está huyendo. Umm tiene  un alma interesante, puedo sentirlo incluso desde aquí ¿debería intentarlo con él?  Bueno, No pierdo nada intentando una vez más.


 


******


 


 Las camas acolchadas son uno de los mejores inventos que existen. No hay camas como estas en el infierno,  pero no se supone que el infierno sea un lugar cómodo si no tienes una buena posición, estoy seguro que algunos demonios tienen camas como esta y hasta vacaciones de vez en cuando.


A pesar de que han pasado meses desde que no puedo ir al infierno no  puedo acostumbrarme del todo a estar entre los humanos. Estar solo en la tierra fue un golpe duro para mí, pero no iba a quedarme con los brazos cruzados esperando a que pasara algo. Esos idiotas me sacaron del infierno y me dejaron con mis poderes limitados, fue como volver a estar en lo más bajo de todo. Entonces lo resolví, encontré a un humano que podría ayudarme a volver al infierno y poder estar en la tierra sin tener problemas.


La casa es grande, aunque no es la gran cosa tampoco, cuando ves palacios enormes un lugar como este es solo una casa grande y ya. Debo admitir que Jade tiene buen gusto para las cosas. Y hablando de Jade, no se ha levantado, no hay nadie en la cocina y es tarde ya. No esperaba verlo levantado hoy, hubiera sido un milagro que lo hiciera cuando tuvo un invitado en la noche. No pienso esperarle ni cocinar nada para él, nunca lo he hecho y no comenzare hoy. La comida es otra de las cosas que son diferentes: No necesito la comida humana para vivir, pero el acto de comer es sumamente placentero. Pero sigo sin estar completamente conforme con mi situación ¿¡Quien lo estaría!? Me arrojaron aquí a vagar como un perro, sin más, por algo ridículo y una condición aún más ridícula ¡Yo ni siquiera sé cuántas almas he llevado al infierno! Y dudo que alguien lleve la maldita cuenta de lo que estoy haciendo ahora. De seguro nadie espera que ya esté trabajando desde la tierra.


— Idiotas— tampoco tengo forma de contactarme con el infierno, y si la tuviera no estoy seguro de querer hablar con alguien allá ¿con quién y para qué? Al final el resultado será el mismo. Lo único bueno de toda esta mierda es el burdel que Jade ideo. Encontrar a un humano dispuesto a colaborar conmigo no fue fácil, con mis poderes débiles no podía elegir correctamente y falle algunas veces, los humanos que encontré solo querían cosas para ellos y se olvidaban  de la otra parte de trato en unos días. Hasta que encontré a Jade, a punto de morir en la calle.  No creo que sea el mejor para esto pero uno trabaja con lo que encuentra y hasta ahora Jade ha resultado más bien útil… cuando quiere. La habitación que usa queda al otro extremo de la mía, y si no voy a despertarle ahora mismo no se levantara hasta  pasado el mediodía.  La puerta está cerrada y no hace ruido cuando la abro. Solo veo un revoltijo de sabanas en la cama. Una de las ventajas de este intento de pacto que tenemos es que puedo  llamarlo, cuando quiera. Eso hago ahora, y le toma más tiempo del que debería comenzar a moverse y responder.  


— Estoy despierto, estoy despierto— aunque dice eso tiene pinta más de estar sonámbulo que despierto. Hay varias botellas de vino vacías en el suelo


—  claro… levántate ya.


— ¿umm? ¿Por qué? Es… temprano.


—  tienes trabajo que hacer… de seguro anoche ni siquiera revisaste lo que trajiste a casa.


— ¿trabajo? ¿Estás bromeando?


— dijiste que no irías al Arcanum ayer por la tarde, no mencionaste nada de quedarte en casa hoy así que mueve el trasero y baja a comer algo antes de irnos—  el burdel de Jade resulto ser más útil de lo que pensé en un principio, era claro que iba a funcionar, pero no esperaba que además de comenzar con mi meta, mis poderes comenzaron a regresar. No sé cómo funciona, y sé que es el casino porque si paso tiempo sin ir comienzo a debilitarme. Escucho un ruido fuerte, cuando volteo Jade está en el piso, se cayó de la cama el muy tonto.


— Espera, espera…— no me detengo, Jade me alcanza en el pasillo que va a la sala— ¿trabajar? ¿Ahora?


— creí que estabas en una buena racha ¿no has estado trabajando desde temprano toda esta semana?—Ahora si se ve muy despierto, pero que solo este en calzoncillos no ayuda mucho a su imagen.


— termine, mira estos son el nuevo personal que elegí— agita un montón de hojas de papel pero no me las da— nos quedamos hasta tarde pensando cómo equilibrar todo con el personal que ya tenemos.


—claro, y para necesitas estar desnudo en la cama, con vino y una buena compañía ¿no?— Jade se queda parado sin moverse, cosa que aprovecho para llegar a la cocina. Cuando llega, está sonriendo.  Si miras a Jade en cualquier lugar la primera impresión que tendrás de él es que es un idiota… uno a término medio: Su cabello castaño es un poco ondulado, ni muy lacio ni rizado, su piel no es blanca pero tampoco es morena y su altura está entre ser alto y ser bajo. También tiene una cicatriz justo a la mitad de la mejilla izquierda. Lo único que tiene exacto es el color de sus ojos: Verdes. Pero Jade no es idiota, se puede notar cuando sonríe y cuando esta serio. Los humanos suelen subestimarlo por esa primera impresión, y por eso no se dan cuenta de cuando han perdido el juego.


— Control de calidad—  tal vez si sea un poco idiota— deberías intentarlo de vez en cuando.


— Ja.


— ¿Qué? ¿Nunca lo has hecho? debieras intentarlo alguna vez.


— el control de calidad no es muy importante en el infierno, y no necesito hacerlo estando aquí. No es mi trabajo.


— Aww, vamos, no seas tan estricto. Y solo para que no te pongas pesado, ayer adelante parte del trabajo de hoy. Dee y otras chicas se encargaran del nuevo personal, comienzan la próxima semana porque esta semana ya está todo listo. Como te he repetido estos días, no es necesario que yo esté todo el tiempo allá, es un negocio casi autosuficiente.


— eso es porque yo me encargo de que todo vaya bien.


— Me duele la cabeza— lo que me sorprende es que pueda estar de pie y hablar normalmente a esta hora y con todo lo que bebieron anoche— no iré a trabajar, si quieres ve tu que me regreso a dormir.


— Jade.


— ¿Umm?


—  Más te vale estar esta noche en el Arcanum— le dejo allí, solo un pensamiento y me encuentro en la oficina que usamos. La tele transportación podría ser uno de los poderes más útiles que tenemos los demonios y uno de los que más disfrutaba y perdí cuando me condenaron a vivir acá, ahora no puedo usarlo tanto como quisiera porque me agota más de lo que debería y debo mantener la energía para cualquier cosa que se le ocurra a Jade. Es una mierda.


 Jade siempre dice que no hay mucho trabajo pero nunca se ha encargado de la parte pesada. Al menos esto sí puedo hacerlo, no es muy diferente de revisar los contratos por las almas o estar revisando las listas de recolección. Toda mi existencia he trabajo por conseguir lo que quiero y eso me ha funcionado bastante bien. Ah, es magnífico no tener que estar ocultándome ni  buscando donde quedarme como cuando llegue a la tierra. Los humanos que me cruzo en los pasillos del Arcanum no  me miran dos veces antes de apartarse,  y solo me hablan si es necesario, muy necesario.


— Cyan…— esta mujer no es de las que me hablan, no es más que una  bailarina y no tiene asuntos conmigo— ¿Jade no está contigo?


— Como podrás notar, no lo está— ella hace una mueca y pasa su mano por su cabello rubio.


— ya sé que no está contigo ahora ¿está en la oficina o no ha llegado?


— vendrá por la tarde.


— Dee menciono algo ayer ¿es verdad?— Ah, eso es lo que quería saber. Aunque me está hablando, evita mirarme por más de unos segundos.


— Dee y Jade estuvieron… trabajando anoche— es lo que le digo, ella se mueve como si hubiera presionado algún interruptor, murmura unas groserías y puedo sentir los celos y la envidia que desprende. La dejo allí, sintiéndome bastante mejor después de haber recordado como llegue hasta aquí.


Son casi las seis cuando siento a Jade en el edificio. Cada vez puedo sentirle a más distancia, aunque no me molesto mucho en saber que donde esta todo el tiempo, solo la atención necesaria para saber si no está en peligro. Vaya, de verdad termine el trabajo pendiente, solo falta la dichosa inspección aunque no me preocupa porque es sencillo manipular las mentes humanas, no le he dicho eso a Jade o se tomara esto mucho más a la ligera de lo que ya se lo toma.  Ya no tiene cara de sueño, al contrario, se le ve muy despierto.


— aquí estas. Tuve un par de llamadas muy interesantes.


— ¿si?


— me han pedido el casino, o sea, por una noche. Rentarlo exclusivamente para el uso de algunas personas. Claramente no harán nada legal, y no me importa lo que hagan pero no quiero tener problemas después, como que vayan a clausurar esto por encontrar un cuerpo o drogas.


— eso es pensar.


— solo pensé que tenias que saberlo,  tu sabes, esto es básicamente para ti. Les dije que tenía que pensarlo. La paga es muy buena y podría abrir una nueva forma de manejar esto que no habíamos contemplado. No me gustaría cerrar cada poco tiempo y hacerlo solo exclusivo de unos cuantos que igual ya tiene sus almas corrompidas. Si tú no quieres les diré que no, tendremos que tener cuidado unos días porque son gente a la que no puedes decirles que no a la ligera.


—  eso no me preocupa.


— claro, como tú no puedes morir.


— ¿Te preocupa morir?— Jade me dirige una mirada perezosa.


— no realmente pero tampoco estoy ansioso por morir. El mundo no pierde nada si muero, y nadie va a lamentarse por mí… además ¿para que apresurar mi llegada al infierno?


— mírate, tan seguro de que iras allá…


— Claro, nada bueno puede salir de haberme involucrado con un demonio— en eso tiene razón. La mayoría de las veces no entiendo cómo piensa Jade, cualquier otro estaría arrepentido o asustado de saber cómo va a terminar. Jade no. me tope con un humano interesante.


— puedes arrepentirte al final. Si te arrepientes de tus actos cuando estas a punto de morir y pides perdón, podrías ser escuchado y perdonado, irías al purgatorio o si tienes suerte directo arriba.


— oh, buen dato ¿Por qué me dices eso? ¿Acaso no quieres que vaya al infierno?—  me encojo de hombros.


— solo es un dato. Les ha dado muchos problemas a los demonios últimamente.


— igual no podría arrepentirme, la verdad no me arrepiento de nada… me gustaría poder ir al infierno y burlarme de todos los que me han hecho pasar un mal rato. Solo por eso iría al infierno con gusto.


— eso no es posible.


— lastima ¿tú no tienes alguien a quien quieras ver sufrir?


— Si— Jade sonríe— por eso quiero volver al infierno.


— deberías decirme que esperar en el infierno, así no estaría tan sorprendido y tendría una ventaja allá ¿estaré consiente o solo será sufrimiento eterno y bla, bla, bla?... vamos, dime algo, somos amigos ¿no?


— ¿Amigos?


— sí.


— Los demonios no tenemos amigos.


— ¿de verdad? pues yo te considero mi amigo. Y por eso, como amigo te digo que ya no estás en el infierno, a nadie le importa lo que hagas ahora. Para que dejes se ser tan estricto y te diviertas en la tierra. Tómalo como unas vacaciones, en las que no le vas a rendir cuentas a nadie, puedes no trabajar y dedicarte a… no se ¿torturar humanos? Cualquier cosa que te guste— su teléfono suena, y se levanta del sofá— Voy fuera, parece que hay un problema en los vestidores— Umm.  Jade tiene  un poco de razón al decir eso. Nadie me impide hacer… ¿Qué? No tengo reglas, nadie me está vigilando. Solo sigo con las reglas del infierno porque es lo único que conozco. Si quiero volver debo comenzar a seguir mis propias reglas y no las que un montón de anticuados han puesto.


La puerta se abre, con fuerza pero como es pesada no lo parece, tal vez si Jade fuera más fuerte pudiera darle más impacto a eso.


— ¡Tu!— me señala con el dedo, pero como no me importa, no hago nada.


— ¿umm?


— ¿Qué has hecho?— camina hasta el escritorio  y apoya las manos. Está furioso.


— termine el trabajo.


— ¡No me refiero a eso!—parece que quiere romper los papeles, así que le doy solo una mirada de advertencia— ¿Por qué le dijiste eso a Candy?


— ¿Decirle que a quien?


— ¡Le has dicho que pase la noche con Dee!


— Ah, esa mujer. Todos los humanos son iguales. Y no me dijiste que fuera un secreto, pregunto por ti y le respondí ¿no me dices siempre que tengo que integrarme más con los humanos?— eso parece enfurecerle mas, su cara esta roja— ¿paso algo?


—  ¿Paso algo?— sisea, me recuerda a un gato enojado— Candy le ha reclamado a Dee. Dee no ha querido pelear pero ella siguió insistiendo hasta que Dee le respondo no se qué cosa que la hizo enojar, ahora Dee tiene rasguños en su cara ¡Su cara! Él no ha hecho nada porque está peleando con una mujer, pero apenas me ha visto me ha reclamado a mi también por haber elegido a Dee. Tuve que pedirle a seguridad que la enviaran a casa ¡Deja de reír, no es divertido!


— Me hubiera gustado ver eso— Jade sigue resoplando como gato. Claro que esperaba que pasara algo al decirle a esa mujer lo que Jade había hecho— pero tu deber como jefe es saber mantener un buen ambiente de trabajo.


— ambiente de trabajo mi trasero. Ahora tendré que lidiar también con las quejas de Dee— ese no es mi problema.


— como dices tú, deberías relajarte. Tú me dijiste que hiciera lo que quisiera, y acabo de recordar que me gusta causar problemas y hacer sufrir a los humanos.


— buen momento para recordarlo. Arg, quiero un trago— Jade sale, y a mí la diversión me dura solo unos momentos más, justo ahora tengo un mal presentimiento. Jade también es impredecible. Aun no hay tantas personas en el lugar, pero ya hay música y algunos madrugadores. Jade no está en la barra ni en las mesas pero no le siento lejos de aquí.  Me concentro un poco y logro encontrarle en el pasillo de entrada. Sigue murmurando cosas y me ignora cuándo cruzamos el camino. Le sigo de cerca, primero hasta la barra donde toma una botella de alcohol y luego de regreso a la oficina.


— ¿ibas a irte?


— deja de seguirme. Y no me iba. Los guardias me llamaron porque había un niño queriendo entrar.


— ¿Un niño?


— Imagina los problemas que tendremos si se corre el rumor que dejamos entrar a menores de edad—eso no suena para nada bien.  Los dos nos tomamos el tema de la seguridad muy en serio ya que a ninguno le conviene tener problemas aquí.


— Iré a asegurarme que no haya problemas—  al principio llegamos a tener el mismo problema, humanos jóvenes creyendo que podrían burlarnos y entrar. Le dejo ver mi verdadera forma de demonio unos segundos antes de desaparecer. Invisible, me paseo por todo el lugar, primero por dentro y luego doy una ronda por los alrededores, en busca de algún indicio de que las cosas vayan mal. Solo encuentro lo mismo de siempre: Humanos andando a sus destinos, autos aparcados, uno que otro perro o gato buscando comida en los basureros… nada, en pocas palabras. Sigo teniendo un mal presentimiento.


Jade está en la oficina, aun de mal humor.


— ¿y?


— Nada.


—  los empleados de seguridad se encargaran de eso, no voy a preocuparme por un niño que se quiere pasar de listo. Dee se niega a trabajar, hay que buscar un reemplazo porque tampoco Candy está disponible hoy.  


— solo llama a otros dos cualquiera.


— ¿y qué crees que estaba haciendo? No es tan fácil, los que tienen día libre hicieron planes, aun me falta llamar a unos cuantos— Él sigue llamando, y al final creo que si los va a poder sustituir, no entiendo porque es tan importante tener dos empleados más o menos, son solo dos, no hace gran diferencia. No termino de entender a los humanos.  En la mesa están los expedientes de los nuevos empleados, los revisare para asegurarme que todo siga en orden, que no estén mintiendo.


— Están llamando en la puerta— es la segunda vez que tocan.


— Ya escuche— Jade no se levanta, yo no soy su sirviente así que tampoco lo hago. Llaman dos veces más hasta que Jade se levanta y camina a zancadas para abrir— No compro nada, no me interesa, no doy caridad y no estoy vendiendo el casino— la puerta se cierra.


— eso no fue amable.


— no pretendía serlo.


— Ni siquiera viste quien era— Jade se encoge de hombros y camina dispuesto a regresar al escritorio. A medio camino la luz parpadea y pareciera que un mini tornado se coló en la habitación— Mierda…


— ¿Qué demonios esta…?— el viento termina y…


— esto tienes que ser un mal chiste.


— Tú tienes que ser Jade Liu… umm, si, lo eres. Aquí dice que deberías estar muerto, así que ¿Por qué sigues vivo?— y aquí está la causa del mal presentimiento que tenia, uno de los culpables de que fuera expulsado del infierno: El ángel de la muerte, Azrael. 

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos pronto <3


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