Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ~

 

Un poco de misterios resueltos por aquí, espero les guste.

O como tratar con viejos conocidos

 

No resbalo, pero tampoco puedo impedir que Cyan me lleve hasta el auto. No llegamos al auto, apenas damos la vuelta, todo se pone oscuro la calle se transforma en la sala de la casa. No es una transformación agradable, y me voy de lado hacia el sofá.

— ¿y el auto?

— es mejor así.

— quiero vomitar.

— hazlo en el baño— como si fuera tan fácil, si corro al baño terminare estrellándome en una pared. Me acuesto en el sofá, cerrando los ojos para que las cosas dejen de moverse.

— ¿Bel nos encontró o algo así?

— ¿Quién es ese humano?— Humano... no recuerdo haberme encontrado con alguien que me conociera desde antes de Cyan.

— Nadie.

— Nadie parecía alguien importante— casi sonrió. No sé cómo me siento exactamente. No sé si me molesta o no haberme encontrado con Caín. Caín…

— es el hijo de la persona para la que trabaje— si podemos llamar a eso trabajo. Dormí con él más veces de las que haría con alguien normalmente. Pensaba aprovecharme de él para tener más beneficios, lograr una posición más alta y esas cosas. Al final las cosas no resultaron como esperaba— ni me acordaba de él. Me sorprendió encontrarlo. 

— estas en la misma ciudad, no es extraño que te encuentres con humanos que conocías— supongo que no, lo sorprendente es que no los haya encontrado antes— parecía que se conocían bastante.

— tuvimos una relación física.

— aja, relación física ¿Qué querías aprovechar de él?— Le miro, alzando las cejas para dejar claro que es una pregunta tonta.

— es el hijo del jefe ¿Qué esperabas? También me acosté con su hermana.

— y salió tan mal que tuve que revivirte— arg, solo fue un mal cálculo. Todo iba muy bien, diría yo que no faltaba mucho para poder lograr mi objetivo. Aunque al final las cosas resultaron mejor de lo que había planeado,  pues ni en mis mejores sueños pensé que terminaría teniendo un trato con un demonio que me haría tener todo lo que quiero solo con pedir.

—  eso salió bien, de no ser por eso no me hubieras elegido para ayudarte— no me preocupa mucho el que paso o que no paso, solo sé que ahora Cyan y yo tenemos un acuerdo muy beneficioso para ambos.

— ¿Por qué no quisiste irte a otro lugar? Pudimos hacer esto en cualquier ciudad.

— no se me ocurrió— si ya estábamos aquí ¿Por qué movernos?— además esta zona de la ciudad no era de ninguna pandilla, así que no había peligro por que vinieran a querer molestar con cuotas o esas cosas.

— vinieron después.

— y te encargaste de ello muy eficientemente. Creo que esos tipos aún se hacen en los pantalones cuando te nombran frente a ellos— fue muy divertido, y eso que Cyan no hizo gran cosa a mi parecer. En fin, hay humanos que no soportan mucho— Hablando de humanos que no soportan mucho ¿Dónde está Michael?     

— ¿Para qué lo buscas?

— está enseñándome lenguaje de señas— Ya se lo he dicho— y me lo paso bien con él, es raro porque no soporto hablar mucho con otras personas, nunca sé que decir.

— pero si nunca te callas.

— ¿Raro, no? en fin, es un poco tarde, a lo mejor está durmiendo en su habitación… Voy a ver— me levanto despacio, porque aún me siento mareado, y camino en dirección a la habitación de Michael.  No es tan tarde como para que este durmiendo y además tenía que hacer cosas, o eso me pareció.

— Umm, jade…— Azrael se asoma por la puerta de su habitación— tocar la puerta no es muy buena idea, Michael no puede escucharte.

— demonios— esto se está volviendo fastidioso— ¿Y qué tengo que hacer? ¿Esperar a que salga?— es tan ridículo que abro la puerta. No está asegurada, y me encuentro con Michael sentado en la cama.  Me mira cuando cierro la puerta y me acerco a la cama— necesitamos una forma de que veas cuando llamen a tu puerta— le veo dar vuelta al cuaderno y escribir.

¿Necesitas algo?

— no iré al casino esta noche— estoy muy cansado para eso— pero nunca me quedo aquí, no sé qué hacer y pensé que podría seguir con el lenguaje de señas.

Me gustaría, pero estoy estudiando ahora.

— ¿puedo ayudarte?— Michael me mira, no me pasó desapercibido que se ha alejado de mi cuando me senté en la cama— No tengo dobles intenciones, lo juro. En realidad nunca tuve una buena educación, me da curiosidad que es lo que estudias en la universidad. Puedo ayudar en algo.

Está bien.

— genial… ¿Cómo haces un examen oral?— Michael se ríe ¡Está riendo y hace ruido! es bastante ruidoso, y me hace reír también— Hey, puedes reír.

Solo soy sordo.

—  sí, bien entonces ¿Qué hago?— Michael ya tiene muchas tarjetas con preguntas y respuestas, así que solo tengo que mostrarle una y dejar que responda escribiendo en las hojas del cuaderno— esto es muy fácil, hasta yo me he aprendido las respuestas— uso los cuadernos para volver a escribir otras preguntas o frases de las preguntas— debo estar muy aburrido para quedarme en casa estudiando… y yo ni siquiera asisto a clases— se siente tan raro, que hasta siento que hoy podría dormir temprano.  Es casi media noche cuando decido irme a mi habitación porque no creo que soporte más charlas con señas sobre el sistema de educación.

— ¿Qué estabas haciendo a esta hora en otra habitación?— casi grito, casi. Odio que Cyan aparezca de la nada, y mucho menos en mi habitación. Cyan nunca aparece en mi habitación.

— Odio que aparezcas de la nada.

— no me respondiste.

— ¿ah? sigo en mi casa, no veo ningún problema… estas actuando como si fueras una madre que acaba de sorprender a sus hijos haciendo algo malo.

— ¿estabas haciendo algo malo?— ¿esto es un chiste?   Lo creería si Cyan tuviera sentido del humor. Pongo los ojos en blanco y me quito la camisa, dispuesto a tirarme en la cama.

— eso sería bueno para ti. Estaba ayudando a estudiar a Michael— las palabras se quedan como flotando en la habitación, suenan tan tontas y falsas que me empiezo a reír— estudiando…

— me alegra ver que te das cuenta de lo ridículo que fue escucharte decir eso.

— eso es lo que hacía, puedes preguntarle pero no es una persona de muchas palabras…— otra vez me gana la risa. Me dejo caer en la cama, estirándome. Después de todo no ha sido un mal día— ¿Qué sigues haciendo en mi habitación? ¿Tienes algo más que decir?— no es nada normal que Cyan venga aquí, a menos que sea para despertarme y mandarme a trabajar o interrumpir una buena sesión se sexo— ¿Cyan? ¿Ya te…?—  me quedo sin aire cuando Cyan cae sobre mí, y aunque no me hubiera quedado sin aire sería difícil decir algo cuando me está besando. Joder, sus manos están frías…— Hey, espera… espera… ¿Qué demonios estás haciendo?— me cuesta controlar mi voz.

— ¿eres tan idiota que tengo que explicártelo?

— ay, mierda… no puedo…— no puedo pensar, no cuando tengo las manos de Cyan tocándome y subiéndome la camisa. Es como si sus manos dejaran una marca ardiente por mi piel, que se extiende por todo mi cuerpo— De-detente…— tal vez mi cuerpo este ardiendo, pero aun puedo pensar un poco— para, para…— le intento empujar, pero sus manos detienen las mías, sujetándolas sobre mi cabeza.

— ¿Cuál es el problema ahora?— mierda, mierda… nuestros cuerpos encajan perfectamente, rozándose justo donde deben ¿Cuál es el maldito problema entonces? Cyan está tocándome, el vino a mi…— Dime, Jade ¿Cuál es el problema? esto parece gustarte mucho— sus caderas presionan erección.

— ¿Cuál?— balbuceo. Mi cuerpo me traiciona, buscando más placer— me gusta… esto me gusta…— cierro los ojos y dejo que el placer me invada por unos momentos— Cyan…— mi voz es un quejido— ya tuvimos sexo hoy… y no quiero… Umm… no quiero morir…

— ¿seguro? Alardeabas de que esta era una buena forma de morir…— me muerdo el labio para evitar un gemido. Intentar controlarme se está volviendo doloroso, la lucha entre mi cordura y mi cuerpo. Una de las manos de Cyan baja por mi pecho, una caricia lenta que llega hasta mis pantalones.

— al demonio con eso— murmuro, y suelto mis manos para atraer a Cyan y besarle cuando por fin mis pensamientos y mi cuerpo se ponen de acuerdo. Levanto la cadera para que pueda quitarme el pantalón, apenas me veo libre de eso es mi turno para luchar con su ropa. Tengo unos segundos para verle desnudo, antes de sentirle penetrándome, el dolor me deja sin aire unos momentos, unas señales confusas de dolor y placer, hasta que solo queda placer. Enredo los pies en su cadera, atrayéndole a mi para que se mueva ¿a quién le importa morirse si es de este modo? Me gusta demasiado sentirle dentro de mí, empujando, llenándome de placer… tengo la suficiente lucidez para taparme la boca, no quiero que Azrael venga a interrumpirnos. Los movimientos de Cyan son rudos, ya no hay amabilidad en la forma que sus dedos se aferran a mi cuerpo, y no me importa porque yo tampoco puedo decir que soy dulce, mis uñas se clavan en su espalda, y sé que le he mordido más de una vez antes de que me empujara de nuevo a la cama. Los ruidos obscenos de nuestros cuerpos y las respiraciones roncas de Cyan le dan al momento el toque que faltaba.

— quiero escucharte— gruñe,  y aparta mis manos de mi boca.

— pero Azrael esta…— un gemido largo se me escapa, le miro, intentando despejar mi mente de la lujuria pues justo Cyan ha llegado a ese punto que más placer me da— no hagas eso. No quiero que interrumpa.

— no lo hará— me besa, un beso que no tiene nada de amor, solo hay lujuria en la forma que me besa y ya no me preocupo por ser ruidoso o no.  La cama es bastante amplia justo para situaciones como esta, logro empujarle y rodar, para quedar ahora sobe él. La sensación de satisfacción al lograr esta posición dura solo hasta que el placer borra todo. Solo puedo sentir el placer llegando muy profundo en mí, las manos frías de Cyan en mis caderas empujando para sentir más y más… verle mirándome desde abajo, como si realmente estuviera disfrutando la vista que le doy hace que escalofríos de placer recorran todo mi cuerpo, es tanto el placer que siento que ya no puedo contenerlo. Un largo gemido se me escapa y luego todo se empieza a poner negro.

Despierto con la tenue luz que entra por las cortinas. No sé qué hora es, ni siquiera sé qué día es, solo que aún no estoy muerto y apenas tengo fuerza para moverme. Oh, y estoy muy desnudo. Cyan no está aquí pero no me sorprende nada, más importante ¿Qué fue eso de anoche? No me refiero al buen sexo, sino al hecho de que Cyan viniera por su cuenta a mi ¿Qué significo eso? lo pienso mientras me doy un baño y me visto. No me molesto en prepararme algo de comida, tengo tanta hambre que solo el cereal me basta en lo que salgo y voy a comer a algún lugar. Parece que no hay nadie aquí.  No estoy molesto por lo que paso con Cyan, de hecho estoy bastante complacido por saber que no es indiferente a una relación física con alguien.

Aún está nublado, y solo por eso decido ir caminando, despacio porque no tengo prisa en llegar. Creo que caminar y respirar aire fresco me hará bien, nadie puede decir lo contrario además puedo seguir pensando sobre lo de anoche. Si tan solo no tuviera que morir si lo hago muchas veces…  no sé si es porque con Cyan era algo imposible pero el sexo con él es increíble. No lo hubiera adivinado solo con ver a Cyan, si le pregunto no va a decirme nada así que me toca adivinar que está pasando.

— Aquí estas.

— ¿Eh? Ah…— es Caín de nuevo. Ya me había olvidado de que lo encontré ayer, pero aquí esta, casi igual que la última vez que le vi: rizos oscuros hasta el cuello, su piel blanca, la ropa elegante, y si no trajera anteojos oscuros vería sus ojos— ¿Qué haces aquí?

— ¿Qué, dices? Estaba esperándote— no debería tomarme tanto tiempo procesando esto.

— ¿a mí?— Caín se ríe, bajando los anteojos.  

— ¿a quién más? ¿Tienes tiempo hoy?— antes de que pueda responder algo, me veo casi arrastrado por la calle, en dirección contraria al casino. Caín luce mayor, no tanto de una forma física.

— estaba por ir a comer.

— excelente— esto de quedarse sin energía resulta muy problemático ser mangoneado para cualquier lado solo porque no tengo la fuerza para hacerlo. No sé dónde terminamos, un restaurant muy elegante que no conocía— me sorprendí bastante verte ayer— es difícil decir algo cuando estoy viendo la comida. De verdad me muero de hambre, y no puedo quejarme del servicio, porque trajeron comida apenas nos sentamos, como si Caín fuera un cliente frecuente y esto es lo que siempre pide.

— ¿Por qué?

— hombre, pensé que estabas muerto—le miro, metiéndome un trozo de pan con mantequilla a la boca. Muerto… bien, debería ser así. Me encojo de hombros, quitándole importancia— no muchas cosas se le escapaban a mi padre.

— escapaban ¿Qué le paso?

— murió.

— Oh, espero que haya ido al infierno— al menos así podría verle y disfrutar de cualquiera que sea su castigo. Uh, esto esta delicioso, debo conseguir el número de este lugar para pedir comida— ¿Qué? me estas mirando.     

— sigues igual que siempre— me encojo de hombros otra vez, no sé qué hacer con eso.

— ¿y tu hermana? Eh… ¿Marissa?

— Mireya. Está estudiando en el extranjero, arte— ah, sí, creo que a ella le gustaba mucho pintar o tomar fotografías. Caín sonríe, como si estuviera recordando algo divertido— ¿te olvidaste de ella?

— ha pasado tiempo— además ella era más complicada que Caín.

— Si me hubiera enterado que seguías vivo te hubiera buscado hace mucho tiempo— él no está comiendo, y que me mire fijamente está empezando a molestarme.

— ¿Cómo me encontraste hoy?

— después de encontrarnos ayer no fue difícil encontrarte, fue una sorpresa saber que ahora eres el dueño de un casino—Dejo la comida un momento, pensando en lo que acabo de escuchar. Si el padre de Caín ha muerto y su hermana no está aquí, entonces…

— Tú eres el nuevo jefe— Caín aún está sonriendo cuando inclina la cabeza a modo de reconocimiento. Vaya, eso sí que es una sorpresa. Nunca vi a Caín del tipo que siguiera el negocio familiar— ¿Debo dar mis felicitaciones o mis condolencias?— él suelta una carcajada. Hay pocas cosas que recuerdo de mi tiempo con Caín, sé que no ha pasado mucho tiempo pero nunca me importo demasiado lo que hacía cuando estaba con él. Recuerdo que salíamos mucho a lugares como este y que el sexo era bueno.

— me encanta que sigas siendo igual que siempre.

— Umm… me temo que no soy igual que antes ¿Hay algún motivo por el que estemos aquí?— aun no sé porque me trajo aquí o a donde sea que hubiéramos ido. No es que estemos hablando mucho.

— ¿Es motivo suficiente querer ponerme al día con un conocido al que hace mucho no veo?— oh, él quería verme— dime ¿Cómo es que ahora eres dueño de un casino? Sé que tienen mucho trabajo.

— tuve suerte.

— siempre fuiste muy afortunado ¿no? me parecía increíble como podías salir de situaciones complicadas, mi padre no supo ver el potencial que tenías— yo no lo llamaría potencial, pero es muy halagador que diga eso— parece que tenías tiempo sin comer.

— he estado ocupado, demasiados asuntos pendientes y cosas que arreglar. Justo estaba por ir a seguir con el trabajo… agradezco tu invitación, no estaba de humor para trabajar.

— no deberías descuidarte, tu salud es importante también, te ves pálido.

— estoy bien, dime ¿Qué has hecho tu este tiempo? Encargarse de todo debe ser complicado— Si no tienes a la persona adecuada para ayudarte lo es más. No envidio para nada la posición de Caín.

— es agotador, pero trabajo es trabajo. Tú sabes de eso. Es bueno relajarse de vez en cuando.

— relajarse…— ahora que menciona eso, si no regreso ahora Cyan será una gran molestia porque no me presente a trabajar. Aunque bien podría estar pensando que sigo en cama, y no sería mi culpa— ¿Sabes? Eso me gustaría mucho— sé que es lo que quería escuchar cuando sonríe y hace una seña. Alguien se acerca con una botella y dos copas llenas de quien sabe qué.

— entonces permite que te invite a ponernos más cómodos— Caín se levanta, le sigo después de unos momentos de valorar lo que estoy haciendo.  Hay un salón privado al fondo, con unos sofás que se ven muy cómodos. Me acomodo en uno, quedando frente a Caín— debes hacer muchísimas cosas ahora que eres un hombre de negocios.

— un poco de esto y de aquello. La verdad no soy muy bueno entiendo de números o cosas legales, pero tengo un buen equipo ¿Cómo has podido sacar todo adelante? Recuerdo que estabas interesado en cosas de actuación.

— me gustaba actuar, pero la industria del cine es más lucrativa— no quiero saberlo en realidad. Sigo pensando que hay algo más detrás de esta salida, y me siento frustrado por no poder verlo, normalmente puedo notar este tipo de cosas ¿he perdido el toque o es que estoy muy cansado?— Jade, Hey ¿me estas escuchando?

—  ¿Por qué me estás buscando en realidad?

— ¿Cómo? Bueno, ayer me dejaron plantado, fue solo una coincidencia. También tenía una cita hoy pero en vista de que tampoco vinieron decidí buscarte— no busca hacer negocios conmigo, esas cosas son más directas.  No lo entiendo ¿hay personas que son felices hablando del pasado? No se me ocurre otra cosa— Ah, no lo dejaras pasar ¿cierto?

— ¿Qué?— Caín se inclina hacia mí, su mano me sujeta el mentón. 

— siempre me gustaste. No era mentira que prefería estar contigo.

— oh…— eso tiene más sentido para mí, aunque no tanto ¿realmente sigue interesado? No es que haya pasado poco tiempo precisamente ¿Cómo podría seguir interesando por mí después de tanto y más aun pensando que yo estaba muerto?— Umm…— no sé qué decir. Caín parece estar pensando en sus propios asuntos, y no nota que no he dicho nada.

— ¿Cómo lograste escapar?

— ya te lo dije, fue suerte— él me mira, alzando las cejas— pensaron que estaba muerto,  así que me dejaron allí. Me encontraron por la mañana y dije que me habían atropellado por la noche, di un nombre falso y escape del hospital cuando pude— supongo que es creíble, yo lo creería. Al menos es más creíble que la verdad.

— nunca te pusiste en contacto de nuevo.

— ¿Cómo lo haría? Si me acercaba de nuevo me matarían— refunfuño.

— y aun así nunca te cambiaste el nombre.

— bueno, es complicado sacar todos los documentos de identidad falsos. Además es ilegal— me reclino, alejándome del rostro de Caín— Y creo que ya me he relajado suficiente. El trabajo no se hace solo— Hay una mirada divertida en él cuando digo eso— gracias por la invitación— me levanto y dejo la copa vacía en el brazo del sofá.

— entiendo. Espero que nos veamos pronto de nuevo. Podría darme una vuelta por tu casino, ya que parece bastante divertido— camina a mi lado, guiándome a la salida, tal vez va a acompañarme de regreso— estoy seguro de a que mi hermana le alegrara mucho escuchar que sigues vivo.

— no lo creo, al final no terminamos tan bien— estoy seguro de que fue culpa de ella que al final me descubrieran. Bueno, fue mi culpa porque no fui cuidadoso pero ella bien pudo acusarme— sabes, también eras mi preferido.

— me alegra escuchar eso— afuera sigue nublado y un poco sofocado. No logro ubicar donde estoy, y no me queda de otra más que seguir a Caín. Me sorprende darme cuenta que estamos muy lejos de casino y cuando venía no parecía que estuviéramos caminando demasiado— tú casino está en una zona neutra ¿lo sabes?

— claro que lo sé. No quería involucrarme con las peleas de zonas— además ¿para qué pagar cuando puedo no hacerlo?

— la persona que estaba contigo ayer…

— ¿Quién?— ayer no estaba con nadie.

— el hombre del cabello azul— Ah, no es que Cyan sea un hombre, ni siquiera un humano, como para que yo lo reconozca de ese modo— ¿Quién es?

— es…— arg, mi mente está en blanco. Ninguna de las palabras que se repiten en mi cabeza sirve para responder eso— Importante— Caín me mira, ni siquiera estoy seguro de qué significado tiene esa palabra. 

— ¡Jade!

— oh, no… problemas— Cyan viene hacia nosotros, y no se ve nada feliz. No es que normalmente se vea feliz, pero tampoco luce como hoy— Hey ¿Cómo va todo?— alcanzo a decir antes de verme arrastrado otra vez, ahora hacia el casino. Escucho que Caín dice algo pero no lo entiendo, solo veo la mirada que Cyan le da— eso duele— me cuesta seguirle el paso, Cyan no se detiene y el casino empieza a ser visible. Me las arreglo para no tropezar.

— ¿Por qué me sorprende que no estés en casa? estuve buscándote.

— no lo hiciste muy bien— le escucho gruñir y la presión en mi brazo aumenta, pero no me quejo— no estaba haciendo nada.

— ¿no? ¿Fue divertido encontrarte con tu antiguo amante?

— ¿ah? ¿Divertido? Estoy tan débil que no pude oponerme a ir a donde sea que fuimos. Solo comí. No estoy de humor para sexo ahora mismo— atravesamos las puertas del casino. Algunos se nos quedan viendo, solo alcanzo a distinguir a Dee.

— no me gusta que te veas con él.

—…— llegamos hasta la oficina. Mi teléfono suena, la música de un mensaje, pero no lo saco— no estoy interesado en Caín ahora— y me sorprende que así sea, pero es que ahora no hay nada que él pueda darme— tu estas… molesto porque me vi con Caín.  

— Ah, lo encontraste. Jade, nos tenías preocupados— Azrael entra, y me cuesta regresar a la tierra desde mis pensamientos.

— estaba perdiendo el tiempo, como siempre— Cyan se sienta en el lugar de siempre y saca un montón de papeles.  Parece que de momento la conversación ha terminado. Alguien más toca la puerta y Michael entra, con el aspecto cohibido de siempre y haciendo una seña de “Hola” o a lo mejor es “ya llegue”. Me siento en mi silla, mi cuerpo apenas responde. Como nadie parece interesado en seguir hablando, reviso mi teléfono. Tengo un mensaje de un número desconocido, y por un momento creo que es de Caín, hasta que lo leo bien. No es de Caín, es de Bel:

Espero que te gustara mi primer regalo.

Bel <3

Notas finales:

Nos leemos la proxima semana


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).