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Como un demonio por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola 

Lamento la tardanza con la actualización de hoy. Espero difruten el capitulo.

O como tener buenos momentos.

 

Cada que me hacen desaparecer y aparecer siento que pierdo el equilibrio. Es de lo más extraño parpadear y encontrarme en un lugar diferente, siempre he sentido que está mal y termino con un leve dolor de cabeza, de seguro mi conciencia diciéndome que eso no es normal y que no debería actuar como si lo fuera. Yo debería salir corriendo cada que pueda, y lo haría si no hubiera otro demonio siguiéndome.

— ¿estás bien? lamento haber sido tan repentino— Azrael se acerca, está mirándome muy de cerca ¿esperando ver si estoy enfermo? No lo sé,  también con Azrael es extraño.

No es eso. Pensaba en lo rápido que me acostumbre a las cosas paranormales.

Tengo que deletrear la última palabra, no estoy seguro de haberla usado antes. Estamos en… un parque, creo, esta tan oscuro que no puedo ver nada más que algunos árboles. Me giro a Azrael, porque si esta oscuro yo no debería ser capaz de leer sus labios.

— ¿Qué pasa?

Estas brillando.

— Sí, a veces pasa— hay un resplandor plateado a su alrededor, como luz de luna. No es cegador, ni tan brillante para iluminar mucho— espera un momento— le veo girarse y de pronto una luz amarilla y temblorosa ilumina el lugar. No estamos en un parque, es un bosque, o esto me parece a mí un bosque.  Azrael ha encendido una fogata y se ha sentado junto a ella— he visto que los humanos hacen esto con frecuencia para pasar un buen rato y tomarse un descanso. Conectar con la naturaleza— me encojo de hombros. Nunca he acampado y el lugar más verde que he pisado fue el jardín de una de las familias con las que viví. Me acerco y me siento también.

¿Vamos a asar malvaviscos?

— ¿Cómo?

Olvídalo ¿Por qué estamos aquí?

— bueno… pensé que necesitabas alejarte un poco de todo. Yo a veces lo hago, cuando el trabajo es… demasiado— tengo que hacer un esfuerzo para poder entenderle con la luz del fuego, pero entiendo bien, tal vez demasiado bien. El trabajo del ángel de la muerte— no me quejo, es la misión que me ha sido asignada y la cumplo como puedo.

Es una labor difícil. No cualquiera la haría.

— ¿eso crees? eres amable. Pero no estamos aquí para que tú me estés dando palabras de ánimo. Yo debería hacer eso— ¿a mí? ¿Por qué? ¿Por qué Azrael debería hacer algo como eso conmigo?- nunca te preocupas por ti mismo ¿verdad? he notado eso, siempre estás pensando en cómo están los demás, te estuviste preocupando por Jade aunque tú estabas pasando también por un mal momento. Esa es una conducta muy curiosa ¿Por qué lo haces?-  solo veo curiosidad en su expresión, y eso me hace darme cuenta que también he estado notando más expresiones en él pero ¿las está haciendo o solo soy yo?- Michael.

No lo sé. Supongo que es más fácil pensar en los problemas de los demás y no en los míos.

— ya veo. Interesante ¿te gusta este lugar, Michael?- quiero decirle que no veo mucho, pero puedo ver pinos enormes, sentir el viento algo frio, oler el pasto y flores y tierra húmeda, el humo del fuego— también deberías mirar arriba— señala con el dedo. El cielo está lleno de estrellas. Nunca había visto tantas, es increíble. Me quedo mirando mucho rato, Azrael está mirándome a mí, y de nuevo siento el corazón acelerado y un cosquilleo agradable en el estómago.

Es muy increíble. Nunca vi tantas estrellas.

— Es mi lugar favorito cuando quiero estar un momento a solas— no sé qué decir a eso, así que vuelvo a mirar al cielo.

¿No extrañas ir al cielo? Como al cielo y el inferno.

— no lo extraño. Aun puedo ir cuando quiera, aunque no siempre soy tan bien recibido… el trabajo que tengo no es del agrado de muchos que defienden la vida, sin embargo alguien tiene que hacerlo y nunca termina— con tanta gente muriendo… ¿entonces por eso Azrael no es alguien que muestre emociones? Pienso que si tuviera su trabajo a la larga también me volvería insensible— también conozco las entradas al infierno.

Por eso conoces a Cyan.

— sí. Y porque su trabajo me da trabajo a mí. No puedo intervenir en la muerte, así que nos encontramos seguido. O lo hacíamos cuando él aún era un demonio— para mi Cyan sigue siendo un demonio— claro que aún lo es, pero en términos generales. Ahora estoy vigilando esta situación particular con un demonio que no puede ir al infierno, pero no se lo digas— no hablo con Cyan, no tiene que preocuparse por eso, así que solo muevo la cabeza para decirle que sí— lamento mucho que estés involucrado en esto. Tus recuerdos… simplemente no se pudieron modificar y aún no sabemos por qué.

No quiero olvidar esto.

— ¿Ni lo que pasó con Bel?-  mi primer pensamiento es ¡Claro que quiero olvidarme de eso! pero… sacudo la cabeza y miro fijamente a Azrael.

Cada cosa que me ha pasado, buena o mala, me ha llevado a lo que soy. Me sentiría vacío si me olvidara de eso. Estoy seguro de que si hacen que me olvide de todo, yo me sentiré incompleto, porque habrán quitado una parte de mí.

— eres increíble, Michael— sacudo las manos, sintiéndolas frías de pronto y avergonzado también— nunca pensé en lo que pasa cuando modificamos los recuerdos de los humanos. No lo intentare de nuevo contigo.

Gracias.

— de verdad estas diferente aquí— ¿diferente? No sé cómo estoy diferente y debe notarse la pregunta en mi cara porque Azrael sigue hablando— desde lo de Bel has estado muy nervioso, sé que es comprensible y no estoy reclamando. Tienes miedo, y es normal que te asuste pensar en el ruido ahora. Estas evitando las multitudes también— ah, yo creía que eso no se notaba. Intento fingir que no sé de qué está hablando pero no me sale muy bien.   

Aún estoy pensando en todo eso.

— Lo sé, y por eso también quise venir a este lugar para mostrártelo y para…- no dice nada más, le veo levantarse y acercarse a mí ¡Me está poniendo más nervioso!  Se arrodilla frente a mí, pero cualquier gesto nervioso que yo tenga desaparece cuando veo que su mano se acerca a mi rostro, a mi mejilla… mi oreja, y yo no puedo más, me aparto lo más que puedo, alejándome de su mano— no voy a lastimarte. Por favor, Michael, confía en mí— dudo un momento, aunque su expresión me hace querer decirle que confió en él.  

¿Qué me harás?

— una demostración. Quiero ayudarte— no me convence del todo, pero siento que es más descortés negarme ya que se ha tomado la molestia de traerme aquí.

Ojalá solo fueran malvaviscos.

— no te hare daño— no me muevo cuando se acerca esta vez— mírame a mí— ¿Qué? ¿Por qué? aunque hago lo que me dice, me siento muy avergonzado ¡quiero apartar la vista! Ya, no puedo con esto mirare el pasto o el cielo lo que s…

No. tengas.  Miedo.

Otra vez estoy escuchando… hay ruido… la boca se me seca y estoy por ponerme a gritar, como pueda. Azrael me detiene. Sus manos están cálidas cuando me sujeta los hombros, el gesto me detiene lo suficiente para que él me suelte y forme palabras con las manos que no me cuesta nada entender.

Es. El. Bosque. Viento. Arboles. Eso. Escuchas. Cierra. Los. Ojos. Respira.

Lo hago, cierro los ojos, lo que hace que el ruido sea un poco más notorio. Estoy temblando y siento mucho frio. El ruido vendrá de nuevo, me aplastará, será tan intenso que no lo soportare, será doloroso otra vez… abro los ojos. No sé cuánto ha pasado, pero todo sigue igual. Este ruido no es igual. Azrael forma solo una palabra.

Sonido.

Hasta ahora lo estuve llamando ruido, pero esto realmente me parece más un sonido. Aunque puedo escucharlo, no sé qué es, no tengo idea de cómo llamarlo.

¿Qué es?

Viento. En. Las. Hojas. De. Árboles. Insectos. Aves.

Miro alrededor, aunque no puedo ver mucho, cada que siento el viento en mi piel noto ese sonido rodearme. No sé exactamente cuál es el sonido de las aves y cual el de los insectos pero no es para nada con lo anterior que escuche. La mano de Azrael toca suavemente la mía. 

No. todo. Sonido. Es. Malo.

Lo que escucho tiene alguna clase de ¿ritmo? ¿Melodía? No sé cómo llamarlo, pero tiene sentido para mí. Azrael tiene una sonrisita cuando vuelvo a mirarle y otro sonido se une a los que escucho. Es suave, tranquiliza.

Música. Violín.

Sigo temblando, pero ya no tengo claro si es por el frio ¡Estoy escuchando música! no me importa no saber cómo llamar al sonido, es música y es bello, y yo no… no… otro sonido interrumpe los otros, es un poco ¿extraño? ¿Estridente? No está en armonía con todo lo que escucho. Me concentro en ese sonido hasta que noto que soy yo, cada que tiemblo escucho ese sonido. Azrael me toca la mano, llamando mi atención. Parece preocupado, no tiene el rostro serio como siempre. Sus labios se mueven y escucho una palabra por primera vez. Las voces es una de las cosas que me he preguntado poco ¿Cómo es la voz de una persona? Solo veo palabras, no sé cómo suenan, como debería ser una voz.  Voces… la voz de Azrael también es la primera que escucho, y…si tuviera que describir la voz de Azrael diría que es celestial. Sus labios vuelven a formar una palabra, yo la escucho otra vez. Es la misma palabra. Cuando la vuelve a decir puedo concentrarme en el movimiento que hacen sus labios, habla despacio, y esta vez sí relaciono la palabra con el movimiento que hacen sus manos.

— Michael— mi nombre, esa palabra es mi nombre. Es mucho para mí, esto es mucho… la mano de Azrael acaricia mi mejilla, me hace notar las lágrimas y al mismo tiempo que no puedo parar de llorar, el llanto me hace temblar más y el sonido desaparece.  Se aleja poco a poco hasta que me deja en silencio de nuevo— Lo siento, solo quería mostrarte que no todo lo que podemos escuchar es malo. Hay cosas muy hermosas en el sonido.

Gracias.

— Sigues llorando— me limpio la cara, pero simplemente no puedo parar— lo siento, no quería hacerte sentir mal. No puedo hacerte escuchar más que eso— tiene una expresión triste, muy triste— no quería lastimarte— me abrazo a él, aun llorando y estar así solo empeora mi llanto, lloro y lloro más cuando me abraza. Al final me duele la cabeza y me arden los ojos. Me separo, frotándome los ojos.

Lo siento. Estoy muy feliz de que me mostraras esto.

— ¿feliz? ¿No estas molesto?- niego con brusquedad ¿Cómo podría estar molesto?- es que estabas llorando tanto, creí que no había funcionado.

Fue hermoso.

— si…- por un momento su expresión es de alivio, pero luego vuelve a tener una expresión de pena— me siento mal, mostrarte esto y luego devolverte al silencio… creí que era una buena idea, aunque intente informar de lo que haría no hubo nadie que me escuchara y termine por hacerlo por mi cuenta— ¿Qué? no estoy entendiendo bien lo que dice. Le tomo la mano, él se calla.

No entiendo ¿de qué hablas?

— Te sentirás mal cuando recuerdes el sonido y que no puedes escucharlo de nuevo— ah, eso. No quiero soltar su mano, pero lo hago porque tengo que decirle como me siento.

Tal vez. Pero no estoy enojado por eso. Y no me enfadare contigo. Fue un regalo hermoso, escuchar aunque sea una vez. Ahora no le temo al sonido. Pienso que lo recordare cada que el ruido de la ciudad me ponga nervioso.

— eres muy amable.

¿Y porque dices que actuaste por tu cuenta?

—  porque lo hice. Antes de hacerlo debí informar o solicitar permiso… aunque no es nada grave, actué bien y no hice daño a nadie— me mira ¿espera que diga algo?- hice una buena acción, y eso es lo que esperan que haga.

Estoy seguro de que Cyan piensa lo mismo de lo que hace.

— Tu…- Azrael luce muy confundido— ¿estas comparándome con un demonio?- me rio, me siento mucho más ligero que nunca, como si estuviera al fin en paz y no me importaría morir en este momento. Claro que no quiero morir aún.

No me importa no escuchar de nuevo. No lo desee antes y no lo deseo ahora. Estoy agradecido por lo que hiciste por mí. Muchas gracias.

— no es nada… ¿Hay algo más que si pueda hacer por ti?- empiezo a formar la seña para “nada” pero al final lo pienso mejor.

Canta.

— ¿canción? ¿Quieres que cante?- muevo la cabeza para decirle que sí. Me quedo mirándole, esperando. Él también me mira y finalmente comienza a cantar. No me importa mucho lo que canta, imagino esa voz que escuche y es suficiente. Me muevo hasta quedar junto a Azrael y reclinarme en él, apoyando mi cuerpo contra el suyo.  No veo que canta Azrael, me conformo con sentir la vibración de su cuerpo al hablar.

 

Abro los ojos. No recuerdo haber regresado a la habitación, pero aquí estoy y mi alarma está sonando. No puedo evitar sonreír mientras me levanto y entro al baño. Aun cuando bajo a la cocina sigo sintiéndome tan de buen humor que no me importa mucho cruzarme con Cyan y saludarle. Los dos estamos desayunando solos en la cocina, él no me mira, parece más interesando en lo que sea que está viendo en su teléfono.  La puerta se abre y entra Jade, ya viene vestido y bostezando.

¿Estás bien? Pareces cansado.

— Noche larga— dice y sonríe. Casi me atraganto con la comida, pero logro seguir respirando. Veo a Jade reírse, y solo pongo los ojos en blanco y levanto mi plato. Cuando me doy la vuelta Jade esta frente a mí— es tan entretenido molestarte.

No lo hagas.

— eres adorable— me pellizca la mejilla, le doy un manotazo que lo hace reír otra vez, y luego me pasa un brazo por los hombros— en serio, no sé si eres ingenuo o muy recatado pero siempre pones caras lindas cuando te avergüenzas— como si no fuera suficiente, me da un codazo suave en las costillas.

Tú siempre me dices esas cosas vergonzosas. Yo no quiero saberlas.

— Es parte de nuestra relación— una sensación desagradable me causa escalofríos que no paran. Dejo de prestarle atención a Jade un momento ¿voy a enfermarme? Quizá estar al aire libre ayer hizo que me resfriara. Una mano helada me sujeta del brazo, sobresaltándome.  No vi en qué momento llego Cyan aquí… está mirándome feo. Me quedo congelado, sin saber que hacer ¿Qué hice? Yo no hice nada para molestarlo, siempre lo evito y… oh, no…

Me cuesta pasar saliva, su mano me presiona con más fuerza mientras me jala para alejarme de Jade y casi empujarme en dirección de la puerta.

— Se te hará tarde— ¡Yo no he hecho nada! ¡Jade fue el que dijo todas esas cosas! ¿Por qué soy yo el que tiene que verse culpable de todo? Jade le dice algo, pero apenas puedo entender lo que está hablando, estoy más preocupado intentando saber cómo hacerle saber a Cyan que yo no tengo nada con Jade antes de que decida enviarme al infierno o algún otro castigo injusto. Jade sigue hablando, quejándose del desayuno, y Cyan pasa la mano casualmente por su cintura. O seria casualmente si no me estuviera mirando como si hubiera ganado un premio y yo no. Jade no se da cuenta… Hey ¡Si se ha dado cuenta! Me sonríe, una sonrisa traviesa y victoriosa que me da a entender al fin que todo ha sido provocado. Le dirijo solo dos palabras a Jade:

Los odio.

Me doy la vuelta y salgo, ya no me interesa saber si dijeron algo más o no. Son imposibles, realmente son tal para cual ¿Cómo demonios se le ocurre que yo tendría algo con Jade? Para empezar no me involucraría sentimentalmente con él para evitar una escena como la que acaba de pasar. Ni hablemos de lo promiscuo que parece ser. Realmente espero que solo lo parezca.

Alguien pone una mano en mi hombro, me dan ganas de correr, pero me doy la vuelta, y suspiro de puro alivio. Es Azrael.

— ¿ya te vas?

Cyan me hecho de la cocina.

— ¿eso hizo?

Estaba celoso por mi cercanía con Jade. Pero todo fue culpa de Jade.

— los demonios son posesivos con lo que consideran sus pertenencias— frunce el ceño y me mira— Michael, tu…

Es muy tarde, me tengo que ir ya. Me siento mucho mejor después de anoche, así que no tienes que acompañarme.

— Más despacio, no puedo entenderte— le repito las señas— no tienes que agradecer. Te acompañare de igual modo— hoy no hemos llamado a un taxi, tenemos que caminar a la calle para esperar que pase uno. Azrael no dice nada en todo el camino. Reclino la cabeza en la ventana del auto ¿Por qué todo parece ponerse peor cuando pasa algo bueno?

Llegamos a la escuela. Azrael baja conmigo y esta vez el taxi se va. Me quedo esperando, ya que Azrael me está mirando. Veo pasar un par de camiones pesados, se me seca la boca y siento un poco de miedo, aunque sé que no harán nada y no puedo escucharlos.

Gracias. Voy a entrar.

— Michael...— me detengo— tú sabes algo sobre Jade y Cyan ¿no es así? Dijiste que Cyan estaba celoso de tu relación con Jade.

Jade solo es mi amigo. No tengo más relación que esa.

— lo sé. Pero Cyan piensa que son algo más, y claramente le importa mucho más de lo que pensaba ¿Qué es lo que me ocultan?- intento desviar la mirada, no puedo mentirle a Azrael, ellos podrán hacerlo pero él siempre ha sido amable conmigo, mentirle es… ¡Además es un ángel! ¡No puedo mentirle a un ángel! Lo siento, Jade.

Ellos…están teniendo sexo.

Deletreo letra por letra la palabra sexo, no podría hacerlo con señas sin morir de vergüenza. Azrael me mira.

— ¿están…? Debería decir que me sorprende, pero lo cierto es que no. Entonces ellos están enamorados.

Yo no lo diría así.

— Tienes razón, los demonios no pueden sentir cosas como esas— se queda callado, mirando lejos— aunque es claro que hay algo diferente. He visto muchos contratos entre demonios y humanos, y nunca vi algo como lo han hecho Cyan y Jade. Además…- otro silencio, y luego me mira fijamente— Cyan está muy cómodo viviendo de esta manera.

¿Y eso que? No entiendo.

— para alguien que está exiliado, Cyan no hace mucho por volver. No se ha dado cuenta de que no quiere hacerlo y eso me pareció curioso— yo no conozco ni quiero conocer más sobre demonios, así que no digo nada sobre eso.

Los demonios no pueden sentir amor ¿Quién dijo eso?

— bueno… no lo sé. Es algo que todos saben.

¿Saben o dicen?

— es como decir que el cielo es azul.

El cielo no es azul. Es la luz y el polvo lo que vemos azul.

— oh… realmente no sé porque un demonio no puede sentir amor. Siempre han dicho eso.

Creo que deberían plantearse sus creencias. No sé si Cyan está enamorado o solo es posesivo, en cualquier caso se preocupa mucho por Jade. Y no quiero seguir hablando de eso, Cyan me da miedo.

— creo que debo reconsiderar algunas cosas. Que tengas buen día— me despido agitando la mano. Espero no haber metido a Jade en demasiados problemas, él dijo que era un secreto pero no se están esforzando nada en mantenerlo secreto ¡Cualquiera puede verlos! Lo hacen en donde sea, lo raro es que Azrael nunca los haya visto.

Estar en los salones o los pasillos ya no es un problema. Aun me siento un poco nervioso pero no me pone mal ver tantas personas. Entro a la cafetería pero no como allí. Azrael no viene en la tarde, es Jade quien está esperándome, con mala cara. Antes de que diga algo, me disculpo varias veces.

— ¿Qué haces?- como sé que hare señas rápido, escribo en mi teléfono.

Lo siento, le dije a Azrael sobre tu y Cyan, no puedo mentirle a un ángel.

— no importa, terminaría enterándose tarde o temprano. Vamos, me hicieron venir antes de tiempo y llevo esperando un rato— ah, no está molesto. Aunque no es Jade quien me preocupa. No hay nadie más que el chofer en el auto, y no es Cyan— Azrael tenía cosas divinas que hacer.

¿Cyan?

— Dijo que Bel estaba haciendo algo— hace una mueca— no le gusto, dijo que era muy notorio y me mando a venir por ti ya que Azrael dijo que viniéramos los dos.

¿Estas preocupado?

—No realmente— sus ojos se dirigen a la ventana y ya no dice nada. Creo que si está un poco preocupado. Le doy unas palmaditas en la rodilla— estoy cansado, anoche fue… ya sabes.

No quiero saberlo.

— En serio eres gracioso— apenas llegamos al casino nos vemos rodeados, o más bien rodean a Jade, de personas hablando sobre la expansión y los nuevos lugares. Algunas chicas dicen que quieren trabajar allí, el chico de las bebidas que no pueden tener tan poco alcohol, y un montón de cosas así. Jade responde todo, y pasa la tarde recibiendo a todos. No hay señales de Azrael o de Cyan en toda la tarde, y cuando empieza a llegar la gente al casino, Jade toca la puerta de la oficina donde trabajo— vámonos. Terminamos hace una hora. Ver tanta diversión y no poder tenerla me pone de mal humor.

¿Qué?

— Nada, quiero irme a casa— guardo mis cosas y lo sigo por las escaleras. Ya hay una fila larga para entrar. Algunas personas entran directamente, con solo decir su nombre. Eso no lo había visto antes aquí— ¿Qué te parece mi propio paraíso? Nunca te conté, la mayoría de los que vienen aquí terminaran en el infierno— ¿está bromeando? No, no lo está— cada alma que se condena aquí ayuda a Cyan a volver al infierno— le da una mirada al recibidor. No parece muy feliz. Hubiera preferido no saber eso. Sacudo la cabeza y lo sigo fuera, pero me detengo. Tengo un mal presentimiento, como el día que no debí levantarme de la cama, porque yo nunca lo he tenido fácil— ¿Michael? Vamos.

Espera, mejor…

No puedo terminar de escribir, él no me mira. Corro para alcanzarlo. Mejor nos quedamos arriba, o vamos en un taxi. Detengo a Jade de la manga, y en las prisas por escribir, no me doy cuenta que hay alguien más aquí y Jade está hablando con él. Hay un auto parado a nuestro lado.

— Entonces ¿Por qué no vamos a cenar?- es un hombre alto y bien vestido.

— no lo creo, Caín. Estoy cansando y tengo que llevarle a él a casa. Es sordo y no entiende nada—  no me muevo. La mala sensación que tengo es peor ahora. No tenemos que ir con él, no sé cómo lo sé, pero no debemos ir con él. Jade me mira, como esperando que no diga nada, y no lo hago— es un poco tonto.

— si es el caso, puede venir con nosotros. Los llevare a ambos después.

— no…

— Insisto— su mano empuja a Jade al auto, tan rápido e inesperado que él termina cayendo dentro— debes tener cuidado ¿ves? Es peligroso que estés así en la calle— me inclino a ayudar a Jade, imagino que debe estar maldiciendo mucho, pero cuando me ve se queda callado y pone una expresión de frustración— debiste correr— la mano del hombre me toca el hombro, con calma señala el interior del auto. No tengo a donde correr ahora ¡Pero yo no iba a dejar a Jade! subo al auto y la puerta se cierra. Jade no me mira, no me dice nada. Quiero preguntarle por él, a donde vamos, todo, pero me quedo inmóvil. Estoy temblando. Estoy comenzando a asustarme. El auto tiene los vidrios oscuros y no reconozco por donde vamos, tengo la impresión de que están dando vueltas en círculo para confundirnos.

Llegamos a una casa, sigo sin saber dónde estamos, pero Jade parece tranquilo. No me tranquiliza. El hombre ¿Caín?   Nos hace entrar a la casa, está siendo amable, pero no confió en él. Apenas le prestó atención a la casa, solo sé que es grande. Me siento junto a Jade en la mesa, no me di cuenta que está hablando con quien nos trajo.

— no te estoy evitando, solo estoy muy ocupado. Tú mejor que nadie sabe cómo son estos negocios.

— lo sé. Visite tu casino, es bastante impresionante viniendo de alguien como tú.

— ¿Alguien como yo?-  nos sirven la comida. No puedo comer nada, es como si tuviera la garganta cerrada, así que solo revuelvo lo que hay en plato.

— es un buen lugar para divertirse, puedo ver porque lo hiciste. Debe ser muy bueno para ti.

— lo es. Tengo toda la diversión que podría soñar en ese lugar. Tú debes tener un trabajo más serio, si recuerdo bien los negocios de tu familia son de carácter más… discreto— ay, no quiero saberlo, no quiero saberlo. Entre más sepa es peor ¿en que está metido Jade? ¿No le basta con involucrarse con demonios?  Y hablando de Jade, me está pateando. Le miro, pero el sigue hablando sobre hermanos, padres y más negocios, ah, está haciendo señas. Es tan discreto que no las noto a la primera.

Vete. Sal. Dile. Cyan.

Me quedo frio, tiemblo más y casi vomito del miedo ¿esta situación esta tan mal? No sé cómo puedo irme. Aunque Jade parece amable, y tan confiado y seductor como siempre, ahora puedo ver también la falsedad en su comportamiento. No es como siempre se comporta conmigo o con Cyan. Hay algo muy frio y distante en él ahora. Quiero llorar. Quiero irme. 

— ¿pasa algo?

— debemos irnos.

— ¿tan pronto? Quédate un poco más. Estamos teniendo una conversación muy amena.

— tienes razón, entonces ¿podría pedir un taxi para él? No quiero seguir cuidándolo. Puede llegar por su cuenta en un taxi— intento mantener mi expresión tranquila, confundida y perdida, como si no entendiera nada, pero en realidad sí que entiendo y me siento mal. Jade quiere sacarme de aquí, aun si él va a quedarse. Tal vez no esté en peligro, quiero creer que no lo estará, pero nadie sabe que estamos aquí.

— Claro— miro al piso cuando nos levantamos y sigo a Jade. Tengo sentimientos encontrados porque quiero irme pero no quiero dejar a Jade, aunque si me voy podría decirle a Cyan o a Azrael y entonces todo estaría bien. Pego con la espalda de Jade, la puerta está cerrada y Caín está de pie frente a nosotros.    

— ¿realmente crees que soy tonto? Me dio mucha curiosidad el cómo es que lograste crear un negocio tan lucrativo.

— solo tuve suerte.

— Tu nunca tuviste suerte— el hombre sonríe ¿¡Eso es una pistola de verdad!? ¿¡Porque tiene una pistola!?- Ya me han dicho tu pequeño secreto.

— ¿Qué secreto? No sé qué es lo crees que…

— Tener un contrato con un demonio es muy conveniente— ¿Qué dijo? ¿Si dijo eso? Jade hace un gesto con la mano,  no veo que dice— tu amigo no puede encontrarte— si veo como la puerta se abre, detengo mi deseo de correr a la puerta cuando veo quien es el recién llegado: Bel.

— tienes todo bajo control ¿eh? Me tardé más de lo pensé— una trampa. Esto es una trampa. Miro a Jade, ahora esta serio, mirando a los dos.

— Así que esto es obra tuya.

— yo también puedo hacer amigos ¿sabes? Será mejor que nos movamos de aquí, vine rápido pero podría seguirme— Bel me mira, y yo doy unos pasos hacia atrás cuando sonríe— te dije que era mejor estar de mi lado. No lo necesitamos a él. Será un problema si va y les cuenta todo, pero yo no puedo hacerle nada.

— Yo me encargo— Jade se mueve, veo como él apunta el arma hacia mí. Agradezco no escuchar. Siento un empujón, una fuerza que me hace caer.  Luego viene el dolor, y sé que me ha disparado. Me quedo mirando al techo, sin moverme. Duele mucho. Siento el sabor de la sangre en la boca, respirar comienza a doler también. Voy a morir ¿así es como termina? Alcanzo a ver a Jade intentando alcanzarme pero le están jalando, llevándolo a la puerta. Creo que me quedare solo. Moriré aquí, solo ¿veré pasar mi vida? No sé si quiero verla. Duele. Hace frio y me cuesta respirar. Tengo miedo, no quiero morir solo. No siento mi cuerpo. Duele mucho… no se si cierro los ojos o no puedo ver, estoy tan asustado… no quiero morir asustado, de entre todo viene el recuerdo de los sonidos del bosque, la canción y…

      

Notas finales:

Gracias por leer.


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