Ambos habían pasado comprando toda la mañana y parte de la tarde.
Cuando ya no pudieron más, volvieron al restaurante del hotel y continuaron contándose lo que había pasado desde que sus vidas se habían separado;
-wao, me alegra ver que David te consiente tanto, Peggy- sonrió el rubio mientras bebía de su jugo cuando su amiga sonrió
-a mí me alegra saber que mi girasol ya está con alguien que lo quiere. Pero dime, ¿Cómo Bucky permitió esto? - el chico se atragantó
-pues… fue algo difícil y… todo fue muy rápido- Steve hizo silencio ganándose una mirada de la castaña
-hay algo que no me estás diciendo Steven y quiero saber que es-. Genial, ahora era Steven. Sabía que cuando Peggy utilizaba su nombre y esa voz maternal no saldría nada bueno. Cuando la mujer iba a preguntar otra vez, el rubio sintió el fuerte olor a molestia de su alfa y como este carraspeaba cerca de ellos.
Inmediatamente, el omega rubio sonrió y le miró;
- ¡Tony! - soltó emocionado -Me alegra que estés aquí
- ¿te alegra? ¿enserio? - preguntó el otro algo burlón y con su normal sarcasmo - ¿y porque estas con un alfa entonces?
-oh… ella es Margaret Carter. - contestó el rubio emocionado -Peggy ha sido mi amiga desde hace mucho tiempo y la encontré mientras estaba en la playa. - luego vio a la mujer que miraba de mala manera al otro alfa -Peggy, él es mi esposo Anthony Stark
-un placer- dijeron ambos alfa al mismo tiempo estrechándose la mano y empezando a soltar un sutil olor territorial que comenzó a alterar a las personas del restaurante. Tony soltó a la mujer y sin más, tomó al rubio del fuerte brazo;
-debemos irnos- comentó jalándolo para ponerlo de pie. Este asintió, tomó las bolsas de las compras que había hecho y se acercó a su amiga dándole un fuerte abrazo
-espero que nos veamos más seguido, Peggy
-igual yo, mi bello girasol. Le pediré a Buck tu contacto para que hablemos- dijo la mujer cuando sintió que el rubio era jalado de sus brazos. La mujer miró en la dirección por la que se estaban yendo, algo estaba mal y ella lo sabía. Inmediatamente se marchó, enviándole un mensaje a Thor para que le ayudara a buscar algo en la base de datos de la policía.
Mientras tanto, Tony aun jalaba al otro del brazo hasta que llegaron a la habitación, donde lo introdujo y cerró la puerta;
- ¿Qué demonios hacías afuera? - preguntó con molestia mirándolo
-me dijiste que podía hacer lo que quisiera. - respondió el omega manteniéndose firme -Y luego de lo de esta mañana, decidí tomarte la pablara. Así que no quise despertarte y salí a dar un paseo y comprar los regalos de todos
-no puedes salir sin avisarme
-sí puedo y lo hice. Solo fui de compras y tu estabas casi que desmayado. - soltó molesto -Solo estaremos tres días aquí Anthony- el otro gruño molesto
-no puedes andar pavoneándote por ahí solo, Rogers. Aquí hay mucho peligro y si algo te pasa… no quiero oír a Howard
-no pensaste en eso anoche cuando me dejaste solo- susurró el rubio acercándose al balcón con molestia y viendo en su teléfono un mensaje de sus amigos y uno de Peter. El rubio sonrió y se dedicó a responder los mensajes con paciencia, ya que aún le costaba usar ese aparato del demonio que le regalaron sus amigos mientras que el alfa se sentaba en el otro lado del lugar a ver unos hologramas de su trabajo.
Esa noche, Steve volvió a dormir solo.
A la mañana siguiente, el rubio despertó encontrándose de nuevo solo. El chico suspiró, se metió al baño para alistarse y cuando ya estuvo se fue a desayunar al restaurante.
Steve pasó todo el día sin ver a Tony, lo cual había empezado a preocuparle. Le marco a su celular, pero lo enviaba a buzón. Cuando llegó la noche, de nuevo se halló solo.
El omega estaba bastante asustado ¿y si le había pasado algo a su alfa? ¿si alguien le había secuestrado? Evitando mortificarse, Steve salió de la habitación en busca de su esposo, buscando en bares, clubes, preguntando en el hotel, pero sin respuesta alguna.
. . .
Pepper iba entrando a la cocina con una enorme sonrisa en el rostro, cuando vio a Tony tomando una enorme taza de café mientras sonreía con suficiencia;
- ¿Tony? - preguntó dudosa - ¿Qué estás haciendo aquí?
-buenos días, señorita Potts- sonrió el alfa
- ¿Qué estás haciendo aquí? - volvió a preguntar la pelirroja aun anonada
- ¿ya no puedo tomar café en la comodidad de mi cocina? - preguntó con desgana mirándola, ella negó
-no es eso. Es solo que pensé que llegarían hasta pasado mañana
-ya ves que no
- ¿y Steve? - el hombre levantó los hombros con indiferencia mientras tomaba un largo sorbo de café. La mujer lo miró con duda y se sentó junto a su amigo -Y dime… ¿Cómo les fue en Hawái? ¿Qué tal estuvo la luna de miel? - el hombre sonrió de nuevo
- ¡de lo mejor! - soltó emocionado -Bebí lo suficiente, baile, la pase super en todos sentidos
-con Steve… ¿verdad?
-aja… Steve. - el castaño se puso de pie y comenzó a alejarse, -Nos vemos- la beta lo vio irse, teniendo un muy mal presentimiento.
El resto del día paso tranquilo.
Llegada la noche, todos estaban en la cocina cenando cuando la pelirroja entró en el lugar buscando al rubio omega pareja de su amigo;
- ¿y Steve? - preguntó al sentarse junto a Peter quien negó con la cabeza - ¿Tony? - el hombre levantó los hombros sin ponerle atención.
La mujer ya preocupada, se alejó de todos y tomando su teléfono comenzó a llamar;
- ¿hola? ¿señorita Potts? - escuchó al otro lado de la línea
- ¿señor Barton? ¿Cómo se encuentra? - preguntó la beta escuchando al omega por la línea
-sobreviviendo. - rio el otro -Ahorita solo estamos los niños, Sam y yo. James tuvo que volver a la base porque tenía una misión y Thor no ha venido. - respiró - ¿Cómo está todo por allá?
-muy bien. - respondió la mujer algo nerviosa -Le llamaba porque necesitaba preguntarle algo
-dígame
- ¿Steve esta con ustedes? O ¿va para allá?
- ¿Stevie? Mmm nop, aun está en Hawái. Hoy nos envió unas fotos temprano y hasta donde entendí volvía en unos días. - el hombre se detuvo - ¿Pasó algo? Dijo que vendría a vernos en una semana- Pepper suspiró angustiada, pero no quería creer que su amigo le hiciera algo a su esposo omega por mucho que no lo quisiera - ¿señorita Potts?
- ¡ah, no! - soltó la mujer -Es que no he llegado a casa y no sabía si él ya iba a visitarles, ocupaba darle unas cosas del trabajo. Pero muchas gracias, le llamare a Tony. Nos vemos luego
-claro, espero vengan a la feria que será en un mes
-claro que si
-yyyy… - el omega guardo silencio un momento - ¡traigaaldoctorBanner! ¡ADIOS! - gritó para cortar la llamada. La mujer sonrió ante lo último para luego irse hacia el comedor a enfrentar a su amigo.
. . .
Steve volvió entrada la mañana a su habitación, su avión salía a la una de la tarde y debía empacar. No había encontrado a su esposo y eso lo tenía muy angustiado y asustado.
Había tenido un par de altercados con un grupo de alfas en la noche y luego con una chica beta, pero eso no lo detuvo.
Cuando llegó a su habitación, notó que las cosas de Tony no estaban. Así que bajó a recepción y pregunto si le habían visto, recibiendo como respuesta que su alfa se había marchado desde el día anterior. Steve empalideció, Tony le había dejado. Agradeciendo a la recepcionista, se devolvió a su habitación, empacó sus cosas con molestia y se dirigió al aeropuerto, despidiéndose de su amiga Peggy quien lo encontró durante el desayuno y le presento a su enorme esposo alfa.
Steve llegó hasta el aeropuerto, hizo la fila y al llegar a la ventanilla el hombre que le estaba atendiendo le mencionó que su boleto había sido cancelado;
- ¡¿Qué?! - soltó sorprendido - ¡no puede ser!
-su boleto fue cancelado el día de ayer señor
- ¡debe ser un error!
-no señor, aquí está la información que solo se utilizaría un boleto- el rubio se quebró. Tony había decidió dejarlo morir solo en aquel lugar que no conocía y además de eso, apenas si le quedaba dinero. Steve se alejó y se sentó en una de las bancas tomando su teléfono. No podía llamar a sus amigos a pedirles dinero, Tony no le contestaba las llamadas ni los mensajes… ya no sabía que hacer y lo único fue intentar respirar para no ponerse a llorar en aquel enorme lugar;
- ¿Stevie? - escuchó una voz más que conocida. El chico levantó la cabeza encontrándose al enorme alfa Stark
-señor Stark- soltó en un sollozo corriendo hacia el alfa y abrazándolo, haciendo que el hombre se asustara
- ¿Qué rayos? ¿estás bien? ¿Dónde está Tony? - preguntó aturdido, soltando feromonas para calmar al menor quien temblaba en sus brazos
-To-Tony se marchó… y me dejo aquí… - dijo, hipando para continuar -canceló… canceló mi boleto y no tengo… estoy atrapado
-ya, ya. - susurró el mayor dando leves caricias al rubio cabello del menor mientras una mirada de ira crecía en su rostro. El hombre se separó y tomando al rubio camino hacia el hangar donde estaba su avión privado -Yo estaba por aquí en una reunión, pero por dicha nos atrasamos y ya voy devuelta a Nueva York, así que vamos. Te llevare a casa
-gracias- susurró el otro angustiado mientras se secaba las lágrimas con la manga de su suéter. Howard lo vio con angustia;
“Esta vez, Tony… esta vez si te pasaste y te haré pagar por eso” pensó mientras subían al avión privado que esperaba en el hangar.