Naruto aún no lograba encontrar un trabajo, por lo que la mayor parte del día se la pasaba limpiando, entrenando o hablando con el abogado para conocer los avances del caso. -Me temó que el juicio tardara más de lo previsto, es complicado conseguir que todo el consejo de guerra se reúna en Konoha.
-¿No puede hacer nada mientras tanto? ¿Tiene que estar encerrado?
El abogado negó con la cabeza. -Créame que intente conseguir arresto domiciliario, señor Uzumaki, pero lo descartaron por el entrenamiento del sargento, temen que pueda escapar mientras sucede el juicio.
Naruto suspiró, agotado y frustrado, la impotencia era lo peor, no podía hacer nada para ayudar a Shikamaru y tampoco podía verlo. -Señor, si me lo permite, yo le recomendaría que se reuniera con los miembros del consejo-El doncel miró al varón de traje beige frente a él, invitándolo a que se explicara. -No voy a mentirle, señor, las probabilidades de que el sargento Nara salga libre de cargos son mínimas, lo más que podemos conseguir es apelar por una sentencia corta, 5 o 7 años máximo.
-No, es demasiado.
-Esa cantidad podría reducirse, si conseguimos poner al consejo o, al menos, a unos cuantos de ellos de nuestro lado.
El rubio aceptó que el abogado tenía razón, moralmente, él debería asumir la decisión de los altos mandos y regresar a su puesto mientras Shikamaru cumplía su sentencia, pero no podía. Lo quería, no supo cuándo, ni cómo pero el hombre se había ganado una gran parte de su corazón junto a su hijo. Naruto, simplemente no podía quedarse de brazos cruzados y hacer cómo si no hubiera sucedido nada. -¿Cómo puedo hacerlo?
-Yo le recomendaría encuentros casuales, una cena, tragos, golf, busque momentos y lugares donde los generales vean en un usted más que un subteniente, muéstreles a un buen amigo que resulta ser un esposo preocupado por el padre de su hijo.
-Conozco a los generales, dudo mucho que se compadezcan de un doncel preocupado, sobre todo cuando tienen una guerra que ganar.
-Tendrá que intentarlo.
El mismo día, Naruto contacto con algunos conocidos en la base del centro de Konoha, por fortuna, el capitán Ao aún lo recordaba y el favor que le debía, por lo que al día siguiente el doncel volvía a llevar el uniforme. -Issey, vamos o llegaremos tarde.
El doncel se levantó de la mesa para tomar su mochila, deteniéndose cuando vio a su papi. -¿Volverás a la guerra?
-No, solo iré a la base a ver a algunos oficiales.
-¿Fuiste convocado?-Tsunade salió de la cocina preocupada de que hubieran obligado al rubio a volver.
-Algo así.
Naruto tomó la mochila de Issey para irse juntos a la escuela. -¿Qué tal la escuela? Ya ha pasado un tiempo desde que empezaste, ¿te has logrado adaptar?
-Si, tengo algunos amigos.
-Me alegra escuchar eso.
-¿Volveremos a visitar pronto a papá?
-Bueno... No creo que sea pronto, estos días tendré el tiempo algo ajustado, pero... ¡Podemos escribirle una carta! ¿Qué opinas?
-Bien.
Naruto dejó al niño en la escuela, llamando la atención de otros padres y alumnos por la presencia de un militar en el colegio. Las personas se relajaron un poco al darse cuenta que sólo estaba ahí para dejar a su hijo. Hinata, por otro lado, se impresiono de ver al nuevo Naruto, lucía más alto, fuerte y maduro que el adolescente que se fue de Konoha hace 12 años, desvió los ojos al pequeño Issey, sin duda era su hijo, el cabello rubio lo delataba, aunque el tono del niño fuera más claro que el de su papi.
-Lo sé, es irreal ¿verdad?-Ino había dejado la camioneta estacionada esta vez, consiguiendo tener un momento para hablar con Hinata.
-Todo este tiempo, Naruto ha estado luchando en Amegakure y su hijo, Dios, su hijo ha crecido sin sus padres, y todo por mi culpa.
-No fue tu culpa Hinata, tú no sabías que ellos dos estaban saliendo, en todo caso la culpa es de Sasuke.
-Y ahora lo está pagando caro.
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Naruto había asistido a la base central de Konoha para reunirse con el capitán Ao, la noche anterior el varón le había prometido buscar una forma de ayudarle. -Esta de suerte, dentro de poco se realizará una cena importante, el general Önoki y otros militares, incluyéndome, fuimos invitados, buscare la forma de que usted también asista, ahí podrá hablar con el general.
>>En cuánto a los otros cuatro, bueno, cada uno esta asignado a una región diferente, tardarán en llegar pero seguro querrán inspeccionar los campos cuando lo hagan, ahí tendrás tu oportunidad.
-Muchas gracias, capitán Ao, su ayuda es invaluable para nosotros.
-Usted y el sargento Nara son de nuestros mejores hombres y jamás olvidare su apoyo en Iwagakure.
El resto del día, Naruto se dedicó a entablar conversaciones con otras autoridades del ejercito, procurando irradiar positividad, se presentó ante superiores con los que se cruzó y con subalternos, cuidando no faltar al respeto a los militares de alto rango. Cuando el doncel llegó a los campos de entrenamiento se detuvo un momento para observar a las tropas, no pudo evitar rememorar sus tiempo en lo campos de entrenamiento, los cuáles no habían sido tan fáciles como esperaba. Estaba acostumbrado a hacer ejercicio desde pequeño, pero descubrió que realizar el recorrido de obstáculos era más exigente de lo que pensaba, muchas veces terminó derrumbado en el lodo con su sargento gritando junto a su oído.
Era increíble lo lejos que había llegado en 12 años, sobre todo porque el camino no había sido fácil, desde el inicio tuvo que enfrentarse a situaciones complicadas, su hijo, Sasuke, su propio futuro. Por las noches, cuando recordaba su antigua vida en Konoha, Naruto sentía que estaba en el lugar equivocado, pero entonces recordaba que no había nada en la ciudad esperándolo, ya no. El día que logro pasar el muro en la carrera de obstáculos, el doncel sintió que podía enfrentarse a cualquier cosa, no hubo felicitaciones, su sargento se volvió más exigente con él solo que esta vez, Naruto sabía que lo conseguiría.
Y ahora, tras misiones en las que tuvo que volver en una camilla, compañeros de los que tuvo que despedirse porque volvían a casa respirando o dentro de una caja, Naruto estaba de nuevo en Konoha con el grado de subteniente y una familia que pendía de un hilo. Como si no fuera suficiente, tenía que añadir el regreso de Sasuke a su vida. Él había cerrado ese capítulo en su vida hacia años, antes de casarse con Shikamaru, precisamente, decidió olvidar al azabache definitivamente.
Esa tarde, al volver a casa encontró al Uchiha parado frente a su edificio, vestido con traje azul marino y zapatos negros lustrados, desentonaba completamente con su cabello largo suelto que lo hacía lucir como un vagabundo bien vestido. Miró la hora en su reloj de mano, no pasaban de las cinco de la tarde, Tsunade debería estar en el bingo con Issey en ese momento, agradecido caminó hacia el varón preparándose para enfrentarse a él.
-Sasuke, ¿Qué haces aquí?
-Tenemos que hablar de Issey.
-Sasuke...
-Escúchame, por favor, estuve pensándolo mucho y quiero que hagamos las cosas bien, así que ¿Me acompañarías a cenar?
-¿Qué?
-Una cena, sin peleas, ni reclamos, sólo tu y yo... Como amigos.
Naruto no se convenció, era seguro que Sasuke tuviera motivos para invitarlo a cenar, seguramente para hablar sobre su hijo. Acepto, si Sasuke seguía insistiendo en el tema, era mejor que le hablará con la verdad ahora.
Se sintió emocionado de estar nuevamente en Ichiraku Ramen, era agradable ver de nuevo al viejo Teuchi y a su hija. Ambos se retiraron las chaquetas para estar más a gusto, esperando en su mesa a que les sirvieran.
-Cuando escuche que te uniste al ejercitó no podía creerlo-Para Sasuke era la primera vez que veía a Naruto con su uniforme.
-¿Por qué? ¿Crees que no tengo la capacidad?
-Simplemente no podía imaginarte luchando en la guerra.
-Bueno ya llevo más de una década haciéndolo así que creelo.
Sasuke quiso decirle que no debió hacerlo, que debió volver con él tan pronto supo de su embarazo, pero no lo hizo, había dicho que no discutirían y ese comentario comenzaría una. En vez de eso siguió preguntando sobre esos años que se habían perdido, consiguiendo que el doncel le relatara sobre antiguas misiones y batallas que tuvo en Amegakure.
-Utilizamos unos tanques de gas que encontramos en una de las bodegas para usarlas como bombas, salimos por la puerta trasera y cuando ellos entraron Deidara solo tuvo que disparar para hacer estallar el edificio. -Ambos habían terminado sus platillos, ahora solo compartían el sake. -Gracias a eso me ascendieron a Sargento primero.
-Debiste haber saltado de alegría ¿Verdad, dobe?
-No mientras me miraban los superiores, pero sí. Le salté encima a Shikamaru en cuánto lo vi, ya no era mi superior después de todo.
La burbuja que se había rodeado en ellos reboto tan pronto Naruto mencionó a su esposo, amargándole la bebida a Sasuke. -¿Cómo no puedes saltarle encima a tu marido?
El alcohol no permitía que el doncel se diera cuenta de la tención en la voz de su acompañante y y contesto como si hablara con cualquier amigo. -Las cosas son diferentes en el ejercitó, teme. Shikamaru y yo debemos mantener una relación sumamente profesional cuando llevamos el uniforme, sobre todo si hay algún rango alto presente, nos enviarían a distintos cuarteles si nos vieran actuando así.
-Oh, debe ser difícil para ti-Sasuke volvió a servir a ambos más licor en sus vasos. -Que no te permitan actuar como un esposo amoroso, ¿por qué te casaste entonces?
-Por Issey... -El varón detuvo su acción por aquella respuesta, miró al rubio esperando a que se explicara. -Conocí a Shikamaru en Sunagakure, yo era soldado y él aun era cabo. Nos llevamos bien desde el principio, aprendí mucho de él y trabajamos bien juntos.
-Y entonces se casarón.
-Y entonces nos casamos.
No había sido la boda de sus sueños, en un juzgado de Kirigakure con dos soldados como testigos que eran los requeridos para la ceremonia, Naruto no llevaba el traje blanco que normalmente usaban los donceles para las nupcias, ambos usaron sus uniformes, ni siquiera eran los de gala, eran los trajes azul oscuro con los chalecos verdes. Hubo promesas de fidelidad de apoyo muto, pero no de amor, ninguno lo creyó conveniente cuando se casaban por razones diferentes.
-Sasuke, hay algo que no te he dicho.
El Uchiha había estado en sus propios pensamientos, se sentía celoso de escuchar sobre el tal Shikamaru, sobre todo cuando Naruto parecía brillar cuando hablaba de él. Detestaba la idea de que ese hombre supiera más del doncel que amaba que él mismo, que su hijo hubiera crecido creyendo que él era su padre. La noche anterior, después de discutirlo largo rato con Itachi decidió tratar las cosas por el lado más pacífico-Es mejor, no solo para el niño, para ustedes como padres es mejor si llegan a un acuerdo mutuo.
Esas habían sido las recomendaciones de su hermano, así que Sasuke se resigno, haría lo posible para estar presente en la vida de Issey, intentaría ser amigo de Naruto y llevarse bien con su marido, pero ver de nuevo al doncel que le robaba el sueño, verlo brillar frente a él lo hizo desechar aquella idea. Sasuke no solo quería recuperar a su hijo, también quería de nuevo a Naruto, lo amaba, nunca había dejado de hacerlo.
-Yo también tengo algo que decirte-Le tomo de la mano que tenía puesta sobre la mesa, intentando transmitir con su toque aquellos sentimientos que nunca se habían apagado. -Naruto, te amo, no me importa que estés casado, ni lo que ha sucedido en estos años que hemos estado separados, si tú me das la oportunidad seré el mejor esposo que puedas tener y el mejor padre para nuestro hijo.
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-¿Dónde estabas?-Tsunade estaba en la sala con el televisor encendido, eran casi las nueve cuando llegó al departamento.
-Salí a cenar con alguien, ¿Issey?
-En su cuarto haciendo tarea-El doncel se derrumbo junto a la mujer en el sofá. -¿Qué te pasa?
-¿Recuerdas a Sasuke Uchiha?
-¿El padre de tu bebe? Cómo olvidarlo.
-Acaba de decirme que aun me ama.
Tsunade dejó de prestarle atención al televisor para mirar a su nieto, estaba sorprendida por esa declaración, pero también se sentía molesta. Naruto le había contado todo después de que fuera a verlo a la casa de Jiraiya, lo había encerrado en la misma habitación con ella hasta que el mocoso soltó toda la sopa.
-Y... ¿Qué le dijiste?
-"Gracias por la cena" y después salí corriendo-Naruto se había quedado impactado por las palabras del azabache, perdiendo todo el valor que había juntado para hablarle con la verdad a Sasuke.
-Y no solo eso, cree que Issey es su hijo.
Tsunade estaba empezando a cabrearse con el idiota y con el idiota de su nieto. -¿Y por qué le permites que crea eso?
-¿Cómo le dices a alguien que se te acaba de declarar que abortaste a su hijo?