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Part of Me por Reff D

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Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto y Naruto Shippuden no me pertenecen

Naruto finalmente había conseguido un trabajo como entrenador en un gimnasio, era perfecto para él, fue asignado para el turno de la mañana y por las tardes los fines de semanas, su descanso era entre semana y las prestaciones eran buenas. Había tenido que descartar muchas otras ofertas de trabajo, pues la mayoría se trataban de ser custodio o guardia en algún lugar, pero esos trabajos, aunque podían ser más emocionantes, absorberían mucho de su tiempo y energía cuando el doncel aun tenía muchos asuntos que resolver.


Aquella noche Jiraiya se había reunido con ellos para cenar todos juntos y, pese a las discusiones del par de mayores, el ambiente había sido cálido y hasta reconfortante, incluso Issey se había tomado su momento para reír con sus abuelos. No podía evitar sentirse mal, tanto Naruto como Shikamaru habían estado ausentes la mayor parte de su vida, en un lugar del que quizá no conseguirían volver, era triste pensar que ese era el momento más familiar que hubiera tenido el pequeño. Hace unas semanas, Naruto había acompañado a Issey a enviar las cartas que habían escrito para su papá, el niño lucía un poco inquieto al momento de ponerla en el buzón, tal vez era la emoción de interactuar con su padre.


-Listo, seguro que le sacamos una sonrisa cuando las vea-Naruto había hablado aferrándose a la esperanza de que así fuera, de que las palabras escritas en el papel sirvieran para levantarle el animo a Shikamaru. Conforme pasaban los días sin que Issey recibiera una respuesta a su carta, Naruto buscaba una excusa para el suceso, algo que el pequeño nunca había pedido-Tal vez no le estén permitiendo escribir cartas, no deben de querer que revele información.


Pero por supuesto que le dejaban escribir cartas, tuvieron que enviar varias antes de que Naruto tuviera una entre sus manos. Naruto había ocultado la letra, guardándola en una caja de zapatos que envió al fondo de su armario, si la respuesta le había dolido tanto a él no se imaginaba que efecto tendría en Issey. El sargento Nara iba a declararse culpable, reconocía su error y estaba dispuesto a aceptar las consecuencias de sus actos, pero no quería arrastrar a su familia con él.


-Has estado muy callado Naruto-Jiraiya lo sacó de sus pensamientos, mirándolo desde el otro lado de la mesa.


-Lo siento, estaba pensando en la cena de mañana.


El capitán Ao había cumplido lo prometido, un par de días después de reunirse se puso en contacto con el rubio, avisándole que tras hablar con el anfitrión el hombre de negocio accedió a integrarlo en la lista de invitados. Naruto dio un brinco en su lugar al escuchar la noticia, agradeciendo al capitán por su ayuda, contándole también su superior que dos de los generales ya habían llegado a Konoha y estarán presentes en la gala. Todo parecía ir sobre la marcha hasta que recibió la invitación al evento, al leer la dirección descubrió que se trataba de la mansión Uchiha, los papás de su exnovio eran los organizadores.


-Seguro que todo saldrá bien-. A Tsunade no le gustaba discutir del tema del juicio con Issey presente desde que el pequeño le contó que lo habían enviado con el psicólogo de la escuela. La mujer había cuidado del pequeño como si fuera su nieto, sin importarle la ausencia de lazos sanguíneos, paso tanto tiempo con ella que podría jurar que lo conocía a la perfección. Al contrario de Naruto, Issey había sido un doncel más tranquilo y despierto, aprendía las cosas con facilidad y asumió situaciones con la madurez de un adulto. No queriendo que el pequeño le guardara rencor a los soldados, ella se había encargado de lavarle el cerebro con largas charlas sobre el amor incondicional y el sacrificio por aquellos que más apreciamos en nuestras vidas. Al final, el doncelito desarrollo una actitud de esperanza por tiempos mejores donde el escenario más ideal sería ver a sus padres de regreso con pulso en sus corazones.


Pero tras la revelación que dio el rubio, Tsuande comenzó a cuestionarse si las cosas estaban marchando tan bien para el niño como ella creía, con una personalidad taciturna como la que tenía Issey era complicado estar segura. No quiso aumentar las preocupaciones de Naruto, el nieto que siempre había mostrado una sonrisa antes las adversidades llevaba unos ojos opacos desde hace varios días, como si las nubes de llanto se dispusieran a soltarse en cualquier momento. No se apresuraría, si la raíz de todo el problema era el porvenir del padre entonces no había más que esperar a que el dictamen se diera.


Naruto se había comenzado a preparar alrededor de las cinco de la tarde para tomar el taxi a las mil novecientas quince horas para llegar a tiempo a la velada. Los autos se formaban en la entrada del territorio de los Uchiha, avanzando despacio en lo que descendían figuras políticas de la ciudad, empresarios que mantenían una relación de amistad y laboral con la familia, miembros reconocidos de la sociedad y a los uniformados de rangos altos que eran recibidos por los empleados en la entrada de la casa. El doncel reconoció a algunos fotógrafos y periodistas de diarios que deseaban tomar la nota de la noche en que muchas grandes personalidades se reunirían, cuando el abandono el auto los flashes no fueron tantos como los que recibieron otros invitados, después de todo Naruto Uzumaki no era tan conocido, al menos aún no.


Subió por las escaleras de mármol hasta entrar por el inmenso arco que tenía sus puertas abiertas de par en par, en el vestíbulo los miembros se dirigían directamente a los anfitriones, entre saludos y reverencias los Uchiha daban la bienvenida y el agradecimiento por la asistencia. Naruto se preguntó si sus antiguos suegros lo reconocerían, anteriormente, el rubio había visitado la casa algunas veces, primero como un amigo y compañeros de equipo del hijo menor, presentándose la única vez que se cruzó con ellos Fugaku y Mikoto le dieron la bienvenida en su casa y lo invitaron a cenar con ellos, no se los volvió a cruzar hasta después de que él y Sasuke comenzaron una relación y su actitud fue otra completamente.


Mikoto los había encontrado besándose en la cochera después de regresar de un paseo en el nuevo auto de su hijo menor, con una voz fría les pidió a ambos que descendieran y a su hijo que acompañara su amigo a la salida pues debía hablar con él a solas. Para resumir, los padres no aprobaron la relación y prohibieron que el rubio regresara a la casa mientras continuaron con esas intenciones.


Naruto prefirió actuar con ellos como si no los conociera, no parecieron reconocerlo y si lo hicieron no lo demostraron, mantuvieron una postura afable con él, probablemente estudiaron bien la lista de invitados pues lo llamaron por su título y apellido antes de invitarle a unirse a los demás. Siguió al resto de los invitados que se dispersaban por la habitación formando una media luna alrededor los dueños de la casa que ocupaban el centro.


Naruto se acercó al capitán Ao que estaba acompañado por otros militares, todos de rango más alto que el suyo, utilizo el saludo de la milicia y se introdujo en una plática con ellos. Conocía a algunos de su interlocutores, había trabajado con algunos o dialogado anteriormente con otros cuando llego a cruzárselos. El teniente Darui y la capitana Kurotsuchi fueron los que implementaron una conversación más informal con él, permitiéndose hablar un momento sobre la situación del sargento.


-Aun cuando cometió el agravio dudo mucho que le den una sentencia alta-La capitana levantó su copa indicando con ella que miraran a sus espaldas-El general Onoki es un hombre justo.


El general de una edad avanzada, veterano que había prometido retirarse hasta que Amegakure se sometiera o que él dejara de respirar, era rodeado por distintas personas, militares, políticos y empresarios que deseaban conocer las expectativas que tenía el mayor sobre la guerra. Junto a él destacaban otras dos figuras, una mujer alta y de cabello castaño extremadamente hermosa y un hombre fornido con una cara que reflejaba la irritación que tenía con la ceremonias de gala.


-No es precisamente Onoki el que me preocupa, escuche que los generales no son tan compasivos.


-Si, el general A puede ser algo... Quisquilloso cuando se trata de cumplir con el deber-Darui le explicó su experiencia con el general asignado a Kumogakure, las llamadas de atención que solía hacer a sus subordinados por no ser capaces de llevar a cabo ordenes.


-Sin embargo, la general Terumi es más comprensiva, solo es dura si la haces enojar, por si acaso no menciones nada sobre relaciones y amor, puede tomárselo a mal.


La charla fue interrumpida por Mikoto Uchiha al invitar a todos a pasar al comedor en la sala continua. La mesa era sumamente larga, preparada para recibir a los invitados otorgándoles su lugar a cada uno por medio de tarjetas sobre cada plato, acomodados estratégicamente para que los señores Uchiha estuvieran al alcance de sus invitados más importantes entre ellos los tres generales presentes. Naruto tomo lugar varios asientos alejados del general Onoki, quedando rodeado por otros militares, desde su lugar pudo divisar a Itachi, el hijo mayor de los Uchiha, acompañado de una mujer que parecía ser su esposa, manteniendo su perfil serio y profesional con el resto de los comensales. De lado contrario de la mesa, sentado al otro extremo de la mesa, sintió la mirada de Sasuke sobre él, por supuesto si era una cena organizada por sus padres era obvio que él estaría presente. Y no estaba solo, de su lado izquierdo Hinata Hyuga atendía a las personas a su alrededor, cumpliendo el papel que sus suegros esperaban de ella. Naruto prefirió ignorarlos, no había hablado con Sasuke después de la comida en Ichiraku y no tenía intenciones de hacerlo en ese momento con todos los reunidos presentes.


El desfile de platillos se dio sin contratiempos, los meseros iban y venían a lo largo de la mesa procurando atender a todos los presentes, cumpliendo su objetivo en hacerlos sentir cómodos a todos, excepto a Naruto. El exceso de parafernalia elegante le incomodaban, no tenía idea de como utilizar los cubiertos que tenía frente a él, deseo internamente que Shikamaru estuviera con él para tener con quien desahogarse.


-Dios santo, de haber sabido que comeríamos con la realeza habría traído un regalo para su majestad-Kurotsuchi, aliviano el ambiente que rodeaba a los militares con su pequeña broma. Naruto se sintió mejor al sentirse comprendido, observó a sus compañeros que se sentía igual de fuera de lugar que él, comprendiendo todo. Había crecido en una casa pequeña, con una familia rota, sus modales siempre fueron pésimos y nunca fue listo ni talentoso, siempre se sintió inferior ante los Uchiha y todo lo que representaban y cuando Sasuke lo dejó para casarse con alguien más, no se sintió con el derecho de exigir nada. Pero no se detuvo, siguió avanzando hasta encontrar el lugar al que pertenecía, donde Naruto sabía que no importaba cuál fuera su apellido, mientras siguiera esforzándose y luchando recibiría lo que se merece, lo sabía al verse rodeado de personas iguales a él en medio de un lugar que nunca fue el suyo.


La cena terminó y todos pasaron a otro salón para que las interacciones se dieran con más libertad, Naruto no perdió tiempo y se acercó al general Onoki, parándose de frente y recto ante el mayor le extendió un saludo. El anciano era un hombre educado y con una capacidad de liderazgo reconocible, recibió a Naruto sabiendo quien era y cuál era su cargo sin necesidad de preguntar, felicitándolo por sus triunfos más memorables y su desempeño en el frente de batalla. Cuando Mei Terumi se reunió con ellos supo que era el momento de ir al punto, comenzó con una disculpa por las acciones que obligaron a los cinco generales a reunirse en Konoha. Los mayores no parecían molestos, decepcionados e indignados, pero por más que buscaba no vislumbraba rencor en sus palabras, tal vez tenían una oportunidad.


-Si no mal recuerdo, usted y el sargento están casados, ¿no me equivoco?


-No, Shikamaru Nara es mi esposo.


-En todo caso, espero que no se encuentre involucrado, de ser así usted también tendrá que presentarse ante el consejo.


-Bueno, en todo caso, todo se resolverá en el juicio. Si no mal recuerdo, el sargento Nara y su escuadrón formaron parte de mi equipo para tomar la central eléctrica en la frontera de Amegakure-Mei tomo una copa de vino blanco que los meseros ofrecían con sus bandejas. -Es un hombre apuesto, listo pero algo flojo, apostaría a que tuvo razones para abandonar su misión.


-De hecho, estoy seguro que las hay, no sé cuáles, Shikamaru no me ha dicho lo que paso pero lo conozco lo suficiente para saber que no dejaría a esos hombres sin una buena razón.


La plática fue interrumpida por dos nuevos integrantes, los hermanos Uchiha saludaron a los militares utilizando su capacidad para interactuar en negocios con maestría. El mayor se encargo de acaparar toda la conversación introduciendo a los altos mandos en relatos de sus antiguos triunfos y sus experiencias en el campo de batalla. Sasuke tomo su oportunidad para separar a Naruto del grupo.


-Ven conmigo.


-Estaba hablando con mis superiores.


-Tus superiores no te están prestando atención, además, quiero que saludes a alguien.


Lo tomo del brazo para llevarlo hasta sus padres, la pareja que se ocupaba de atender a cada personaje que se les cruzaba tuvieron que parar un momento para hacer caso a su hijo menor. -¿Recuerdan a Naruto?


El hombre no parecía acordarse del doncel o al menos fingía no hacerlo, mientras que la señora Mikoto fue más honesta, el temblor inconsciente de la comisura izquierda de sus labios respondió por ella. -Claro, tu amigo Naruto. Hace mucho que no te veíamos, ¿Cómo has estado, querido?


Sasuke no le dejo responder, dispuesto a dejar las cosas claras desde un principio. -Naruto y yo éramos más que amigos, estuvimos saliendo durante un buen tiempo, ustedes lo sabían.


-Claro-Fugaku Uchiha dejo salir su voz ronca e intimidante, manteniendo los brazos sujetos detrás de su espalda. -¿No estarán pensando en iniciar una relación nuevamente? Los tiempos no están para romances escandalosos.


El mayor había estudiado al doncel con sus ojos, observando a detalle su uniforme y las medallas que este cargaba. Por primera vez, Naruto no se sintió intimidado por el varón, había enfrentado a hombres y mujeres mas atemorizantes, algunos de ellos pudieron haberle pegado un tiro en la cabeza, Fugaku ahora solo era un hombre con dinero que no podía dañarlo, además ya no le debía nada.


-No. -Hablo el rubio con seguridad-No tiene de que preocuparse, Sasuke y yo solo somos amigos. Además, yo estoy casado.


-Oh, eso es una maravillosa noticia, ¿tu esposo vino contigo?


-No, él... Tiene sus propios asuntos que atender.


Mikoto fue la que continuó con la conversación indagando lo más posible en su matrimonio. -¿Es un militar como tú?


-Si, de hecho lo conocí en una misión.


-¿Llevan mucho tiempo casados?


-Este año cumplimos 9 años casados.


El reencuentro finalizó cuando Fugaku pidió a su esposa acompañarlo a saludar a un socio de negocios que iba acompañado de su nuevo esposo, Mikoto se despidió invitando al rubio a visitarlos después junto a su esposo. Sasuke se quedó con un amargo sabor de boca, sus intenciones al llevar a Naruto con sus padres eran para que él viera que iba totalmente en serio, aunque eso significaría entrar en guerra con la pareja, sin embargo, la forma en la que el doncel catalogo su relación lo dejó frío.


-¿Te parece un paseo por el jardín?-El pelinegro deseaba obtener un tiempo a solas con él, necesitaban hablar. Después de que Naruto se marchara aquella noche que cenaron juntos, Sasuke había querido ir tras él, pero se detuvo, comprendía que había dado un paso apresurado, habían pasado 12 años en los cuáles Naruto se caso con alguien más y había formado una familia. Decidió darle su espacio, que el rubio tuviera su tiempo para pensar en sus palabras mientras él trataba con Issey. Cada miércoles se reunía con el niño, haciéndole preguntas con la libertad que le proveía un título falso, ahora sabía que el color favorito era el lila, su comida favorita eran los onigiris, le gustaba el rock alternativo y el blue jazz, su materia favorita era geografía. Era fascinante para el varón conocer más sobre su hijo, deseaba poder darle un abrazo y decirle toda la verdad, pero para eso necesitaba que Naruto cediera con él.


-Lo siento pero aun tengo que hablar con alguien.


-Por favor, Naruto.


-Sasuke...


-Tenemos que hablar de Issey.


No fueron al jardín que ya era ocupado por otras personas, en vez de eso entraron a la biblioteca de la casa, cerrando la puerta con pestillo para evitar la interrupción de terceros. -Te ves diferente con ese uniforme.


-Me veo genial, admitelo.


-Si... Naruto lo de la otra noche...


-Olvidémoslo, estuvimos bebiendo y te dejaste llevar, no importa.


-Claro que importa, Naruto lo que te dije iba en serio, te amo y quiero que volvamos a estar juntos.


-Sasuke, por dios, primero que nada estoy casado y en segundo lugar tu también.


-Nunca me case.


La confesión paro la discusión, el rubio se quedo congelado tras ello y espero a que el otro continuara. -No pude hacerlo, no podía dejar de pensar, sobre todo cuando me entere que te fuiste embarazado. Y cuando se lo conté todo a Hinata ella tampoco pudo.


Naruto comenzó a reír, era totalmente irónico, la razón por la que se había marchado en primer lugar ni siquiera tuvo lugar. -No se que esperas que te diga, Sasuke. Tal vez no te casaste con Hinata, pero te aseguro que mi matrimonio es 100% real.


-Aún puedes divorciarte.


-No, no puedo y mucho menos ahora.


-Naruto, por Dios claro que puedes divorciarte, sé que tu marido esta en la cárcel.


<<¿Cómo?- Naruto se sorprendió de que lo supiera-¿Quién se lo dijo?>>


-No sé que es lo que te preocupa, pero en estas condiciones podrías conseguir un divorcio sin que necesites su firma.


-Sasuke, ya te lo dije, Shikamaru y yo nos casamos por Issey, yo soy todo lo que tiene.


-Eso no es cierto, también me tiene a mí, yo soy su padre.


-No, no lo eres.


-¿Y quién más va a ser si no yo? ¿Ese convicto que seguramente hizo algo tan terrible para que lo encerraran?-Sasuke había comenzado a gritar.


-¡Ni siquiera sabes lo que hizo! No te atrevas a juzgarlo si ni siquiera lo sabes.


-Se lo suficiente para saber que no lo quiero con mi hijo, ¿tienes alguna idea de cómo le esta afectando esto a Issey?


-Oh, ¿y tu sí?


-Claro que lo sé, ¿Cómo es posible que permitas que el niño piense si quiera en ir a la guerra? Por Dios Santo, Naruto tiene 11 años.


El doncel iba a responder hasta que cayó en cuenta, Sasuke sabía demasiado. -¿Cómo sabes eso?-El Uchiha comprendió que había metido la pata, siempre que se trataba de Naruto le sucedía. -Sasuke, ¿Cómo demonios sabes todo eso?


No le quedó de otra que confesar, le explicó todo al rubio, las sesiones con Issey, la ayuda de Hinata, lo maravilloso que era tener al menos cuarenta minutos para convivir con su hijo y sus deseos de tener más.


-Eres un... -El doncel alzó las manos deseando estrangularlo pero deteniéndose al final, las llevo a su cabello desordenando en el proceso, estampándolas finalmente con una mesa junto a la ventana. -¿Qué le dijiste?


-Nada-El varón sabía a lo que se refería. -Aun no se lo he dicho.


-No tienes idea de lo que has hecho, Sasuke. Más te vale que no me mientas por que si no habrás provocado un serio trauma para Issey. -Naruto respiró hondo tratando que calmarse, tratando de buscar en sus recuerdos algo en el comportamiento de Issey que fuera fruto de la intervenció de Sasuke en sus vidas. -Quiero que te alejes, Sasuke.


-No voy a hacerlo.


-Lo harás, o me obligaras a recurrir a un abogado para ponerte una orden de restrincción.


-¡No puedes hacer eso, Naruto!


-¡Puedo y lo hare!


-Quise llevar esto de la mejor, pero no me dejas elección, si lo que quieres es ir a los tribunales entonces peleare por mi hijo.


-No puedes y aunque lo hagas no conseguirás nada ¡estupido!


-¡Claro que puedo! ¡Tengo derechos, él también es mi hijo!


-¡No tienes ningún derecho porque ni siquiera es mi hijo!-La furia dentro de ambos se esfumo, Sasuke solo lo miraba confundido. -Trate de decírtelo muchas veces, Issey es el hijo de Shikamaru y su primera esposa.


-Pero... Tu estabas embarazado.


Esta era la parte más dura, el rubio no pudo mantenerle la mirada. -¿Lo perdiste?


-No, Sasuke, yo interrumpí el embarazo.


 

Notas finales:

Gracias por leer y por sus comentarios!!!!


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