Capítulo 39.- Camino al futuro
El timbre sonó y una bonita muchacha saltó asustada en el sillón, no debería leer novelas de terror al caer la tarde, dejó su libro en la mesita y fue a abrir la puerta, al hacerlo sonrió y tomó el pequeño ramillete de flores que su novio le había traído
- Ohhhh Ikky, no tenías que molestarte – Esmeralda abrió de mejor manera la puerta para que el peliazul entrara
- No es molestia, es solo un detallito – Ikky pasó la mano por su cabello, se notaba que estaba nervioso, la muchacha lo tomó de la mano y lo llevó hasta la modesta salita, iban a sentarse en el sillón cuando por el pasillo llegó un hombre algo mayor, de largo cabello verde y anteojos, tenía un jarro en las manos, se quedó inmóvil al ver a Ikky en su sala, respiró y se acercó al decir:
- Me da gusto que salieras de la cárcel Ikky, pero no me agrada verte en mi sala, hablamos ya de esto Esmeralda
- Oficial Dégel por favor, sé que no hemos tenido oportunidad de hablar antes pero… todo lo que dije en las audiencias es verdad, yo no he matado a nadie, se lo juro, usted me conoce, sabe que yo no sería capaz de hacer algo así, sé que parezco rudo, pero… solo lo parezco – dijo Ikky mirando a aquel hombre que había hablado bien de él en el juicio, aquel que lo arrestó, aquel con el que había compartido tantas tardes mirando partidos de fútbol, el que había mirado la relación entre los muchachos progresar, al inicio el oficial Dégel no había estado muy contento que digamos con la opción de novio de su hermana menor, pero en el tiempo que trató con un poco más de profundidad a Ikky, se convenció de que era un buen muchacho, claro… hasta que lo arrestó por asesinato
- ¿Sólo pareces rudo?, muchacho… realmente no sé qué creer respecto a todo eso, la historia aún no me cuadra
- Lo sé, a mí tampoco si quiere saber la verdad, pero yo no maté a nadie, eso es cierto, se lo juro
- Juras mucho, ¿lo sabes verdad?
- La única vez que le juré algo antes, fue cuando juré cambiar mi vida cuando Esmeralda y yo empezamos a salir, y lo cumplí, soy un hombre de palabra, usted me conoce, sé que las cosas son complicadas pero por favor, haré lo que sea para recuperar su confianza, no puedo perder a la única familia que tengo, el pensar en ustedes dos es lo único que me sostuvo en la cárcel – Ikky dijo esto y sonó muy sincero
- ¿Y Shun? – preguntó el oficial Dégel algo confundido
- ¿Qué con Shun? – preguntó Ikky confundido también
- Nosotros no somos tu única familia, también tienes a tu hermano, él estuvo pendiente de ti todo el juicio, a él no has perdido, ¿o sí?
- Ohhhhh no, pero Shun está bien, se está quedando en la casa hogar, ya consiguió un cupo y una beca para la universidad, está contento, no lo he perdido pero tampoco es que vivimos juntos, y eso está bien, mi hermanito parece tranquilo en donde está, tiene personas que lo cuidan y están pendientes de él, yo lo voy a visitar, todo está bien… - explicó Ikky pero Dégel no sonó muy convencido que digamos, antes, Ikky daba la vida por su hermano menor, ahora parecía que aceptaba de buena manera que no vivieran juntos
- ¿Y tú?, ¿en dónde estás viviendo? – preguntó Dégel, a la final vio a Ikky muy normal, había subido un poquito de peso desde que lo vio en la última audiencia, vestía ropa sencilla pero limpia, le trajo flores a su hermana, la pregunta era válida
- Tengo trabajo, y uno muy bueno, entonces ya conseguí un departamentito por aquí cerca, en el conjunto que queda a seis bloques, sobre la ferretería, es pequeño pero el edificio me parece seguro y limpio, no es tan antiguo como el que vivía antes, tengo una refrigeradora pequeña y una estufa – dijo Ikky emocionado, Esmeralda sonrió, su novio se emocionaba por las cosas más sencillas como una estufa, así que preguntó:
- ¿Aprendiste a cocinar?
- Algo, en la cárcel trabajé varias semanas en la cocina, puedo pelar muchas cosas, picar vegetales, nada complejo – Ikky se encogió de hombros al decir esto
- Si no te conociera, pensaría que extrañas la cárcel – dijo Dégel mirando a Ikky inquisidoramente
- Extraño a mi compañero de celda, es un buen tipo – Ikky se cruzó de brazos al decir esto
- Si era tu compañero de celda, eso significaría que estaba en tu bloque, estaba en la cárcel por asesinato, ¿verdad?
- Técnicamente sí, pero igual es buen tipo, no es un psicópata asesino en serie, esa historia es compleja, pero de eso no necesariamente vine a hablar con usted, yo… tengo ahora un trabajo estable, tengo seguro social, seguro médico, estoy enrumbando mi vida otra vez, y lo más importante de todo, Esme y yo nos amamos, y por eso yo quería…
- No no no, detente ahí, no te vas a casar con mi hermanita, es una niña, tú eres un niño, no… si a eso viniste pues no – Dégel alzó la mano para detener a Ikky que meneó la cabeza y dijo:
- No le voy a mentir, me encantaría casarme con Esme, mañana mismo si ella me aceptara pero, en este momento no podemos, Esme va a asistir a la Universidad Comunitaria, yo quiero acabar la secundaria, tengo horas flexibles en mi trabajo y me gustaría seguir estudiando, Shun va a ir a la Universidad y eso me llena de orgullo pero… yo quiero que mi novia se sienta orgullosa de mí, quiero tener un buen trabajo con el que pueda ganar suficiente dinero para ofrecerle una vida como la que tiene ahora, nosotros queremos estar juntos, queremos su permiso para ser novios – Ikky tomó la mano de Esmeralda que asintió y sonrió, Dégel meneó la cabeza y dijo:
- No pueden casarse aún, es en serio lo de que son niños ustedes dos
- Lo sé hermanito, no nos estamos casando, solo queremos salir como hacíamos antes, quiero invitar a Ikky a cenar y a ver los partidos de fútbol, eso es lo que queremos – Esmeralda sin soltar la mano de Ikky, dio un paso hacia Dégel y tomó su mano también
- Si no les doy mi permiso, se verán a escondidas, ¿verdad?
- No quiero mentirte ni escaparme, no quiero traicionar tu confianza, pero quiero vivir mi vida y amo a Ikky, seremos prudentes, te lo prometo
- Ok., si siguen mis reglas no habrá problema, ¿te quedarás a cenar Ikky? – preguntó Dégel resignado, esto él ya lo veía venir
- Claro que sí, muchas gracias – el peliazul sonrió aliviado, esto había salido bien
- Bien, me voy al supermercado, estamos bajos de provisiones, no me tardo así que pórtense bien – el oficial acarició la mejilla de su hermana y tomó sus llaves al salir, la pareja se abrazó y finalmente se sentaron en el sofá
- Te dije que todo estaría bien – dijo la muchacha acurrucándose en el pecho de su novio
- Tu hermano es un tipazo, ni siquiera me preguntó el lugar en el que trabajo
- Cierto, ¿cómo te va en esa firma de abogados? – preguntó Esmeralda girándose un poquito para poder ver a Ikky mientras hablaban
- Bien… mi jefa es muy buena persona, al inicio estaba algo aprehensiva conmigo, pero ya me tiene un poco más de confianza, todos son muy amables, el trabajo es algo pesado, pero me gusta mantenerme ocupado, a mi jefa le parece genial que esté estudiando la secundaria por correspondencia, es un buen ambiente
- Eso es bueno amor, ¿has visto a Shun?
- No esta semana, lo fui a visitar la semana anterior, pero… algo raro pasó, por eso no he vuelto – Ikky se mostró inquieto
- ¿Qué pasó?
- La psicóloga de ese lugar, me abordó con muchas preguntas, ya he hablado con médicos antes, pero… esto fue diferente – Ikky sonó preocupado e inseguro, Esmeralda acarició la mejilla de Ikky al preguntar:
- ¿Por qué fue diferente?
- Porque los médicos y psicólogos con los que he hablado antes, no conocen a Shun, esta doctora sí, y las preguntas que me hizo… es como si ella supiera cosas que no tendría cómo saber, era como si ella pudiera verme, verme completamente, no sé, me sentí muy incómodo y salí de ahí lo antes posible, no he regresado, solo he hablado con Shun por teléfono
- ¿Y cómo está Shun?
- Él está bien, no puede esperar para que acabe el año escolar, se va a quedar conmigo un par de meses antes de que empiece la universidad, me lo dijo ayer… - Ikky lució muy serio cuando dijo esto, Esmeralda tomó su mano y la apretó al decir:
- Debes recordar que él es tu hermano menor, es la misma persona a la que amas profundamente, no pierdas eso de vista amor
- No… no es lo mismo… y nunca lo será, pero no quiero pensar en eso, me pongo todo tenso y luego no puedo dormir – dijo Ikky casi en un susurro, Esmeralda le acarició la frente y dijo:
- Tienes que dormir, ya estabas durmiendo mejor, odio tus pesadillas
- Yo también, ahí es cuando extraño a Sigfried
- ¿Extrañas a Sigfried?, no me digas por favor que te abrazaba y se acurrucaba contigo hasta que te volvieras a dormir
- ¿What?, claro que no, pero si charlaba conmigo de todo un poco hasta que me tranquilizaba y me volvía a dormir, si durmieras conmigo, dormiría mejor – Ikky se acercó y besó suavemente en los labios a la muchacha que lo abrazó y le susurró:
- No lo dudo, pero de eso no hay chance, a mi hermano le explota la cabeza, mejor ayúdame a ver que hay en la cocina y adelantamos la cena hasta que regrese mi hermano – Esme besó a Ikky en los labios otra vez pero tomó su mano y lo jaló para llevarlo a la cocina, cuando Dégel llegó, los vio y sonrió, Ikky picaba vegetales mientras su hermanita le daba direcciones técnicas, ambos reían muy divertidos, el oficial Dégel meneó la cabeza y se les unió en la preparación de la cena, él sabía que Ikky no era un asesino, él sabía que no mató a ese sacerdote, Ikky no tenía instinto asesino, lo que tenía era un muy fuerte instinto de protección, lo había demostrado una y otra vez defendiendo a su hermanito y a Esmeralda, Ikky daría la vida por las personas que amaba, pero no sería capaz de tomar una vida, por eso toda esta situación en la que se vio envuelto le parecía por demás extraña…
***
Shura llegaba a la oficina luego de una audiencia en la corte, moría de sed así que luego de dejar su maletín en su escritorio fue a la cafetería de la oficina, al entrar se encontró con Seiya que escurría un limón a lo que parecía ser té helado
- Hey… ¿cómo te fue en tu cita ardiente de anoche? – preguntó el castaño con una maravillosa sonrisa, en estos últimos 3 meses, Seiya ya había dejado de lado las muletas aunque iba continuamente al centro de rehabilitación, su memoria nunca se recuperó por completo, no tenía mayores problemas en formar nuevos recuerdos, pero se le dificultaban de manera horrible los nombres con las caras de las personas, y su sentido de ubicación estaba por los suelos, pero trataba de mantener su actitud positiva, Shura era una de las pocas personas que recordaba claramente siempre, eso volvía loco a Hades, pero Seiya solía decir que eso era un bono extra
- Ohhhh me fue genial – contestó el pelinegro arrimándose al mesón de la cocina, Seiya le señaló la jarra y Shura asintió, así que el castaño tomó otro vaso para servir más té
- ¿Cena y una película?
- No… decidí hacerte caso y lo llevé al Museo de Antropología, luego a una caminata en Central Park, fuimos a ese carrito que me dijiste que fuiste una vez, quedó fascinado – Shura dijo esto con una sonrisa
- ¿Y tú?, ¿también quedaste fascinado? – Seiya sonrió y le dio el vaso de té helado a Shura que lo tomó y asintió al decir:
- Ohhhhh sí, es muy sexy, muy divertido, me encanta su carácter y tiene ojos muy hermosos, verdes
- Y tu nuevo sexy novio, ¿tiene nombre o aún no me vas a contar? – preguntó Seiya sacando cubitos de hielo del refrigerador
- Dame tiempo, nos estamos conociendo, quiero estar seguro antes de hablarte de él, no me había sentido tan ilusionado con alguien desde… bueno…
- ¿Desde mi?
- Si… desde ti, pero contigo ya no hay chance y nos va mejor de amigos – Shura sonrió y bebió un sorbo de su té helado, a Seiya le gustaba con mucho limón, hielo y sin mucha azúcar, delicioso a su criterio
- Eso si… ¿y cómo te fue en la corte?, Hades no ha hablado de ninguna otra cosa que del caso nuevo que están trabajando – preguntó Seiya interesado, Hades se apasionaba con los nuevos casos, este al parecer estaba complicado y por eso había enrolado a Shura para que lo ayude
- Está… complejo de probar, veo en mi futuro muchas noches sin dormir, mucha investigación de casos antiguos, y muchas pláticas con psiquiatras especialistas en el área
- Y te encanta la idea, admítelo – dijo Seiya divertido, Hades tenía lo mismo que Shura, esa emoción que los llenaba con un caso complicado, se sentían retados a probarse a sí mismos, era divertido de ver, o por lo menos Seiya lo consideraba divertido
- Si, si, eso no lo puedo esconder – Shura sonrió también, pero meneó la cabeza y suspiró
- Ok., si estás emocionado, pero… no estás emocionado, ¿qué pasa? – Seiya miró a Shura que bebió su té y dijo:
- No me mal entiendas, odio con pasión a tu esposo, pero lo respeto y lo admiro, como abogado es espectacular, la firma es… una de las mejores y más reconocidas del área, no solo del estado o la ciudad, mi sueldo es genial…
- Entonces…
- El venir aquí, representó un avance en mi vida, salí de la fiscalía, ahora veo otro tipo de casos desde el otro lado de la acera por decirlo de alguna manera, pero… no lo sé… últimamente me siento un poco, insatisfecho, incompleto, aburrido, tú pon el término – Shura volvió a suspirar y bebió lo último de su té
- ¿Sientes que tienes pocos casos?, no entiendo… - Seiya frunció el ceño al preguntar esto, hasta donde él sabía, Hades dividía los mejores casos entre Hypnos, Shura y él mismo, Shura tenía el mismo número de casos que los otros dos, y había que considerar que Hades era uno de los dueños de la firma, e Hypnos era un socio mayoritario, Shura aún era un socio minoritario
- No, no es eso… es… esta firma se llama Heissen Solo, y así se llamará eternamente, quisiera trabajar en una firma en la que en el futuro pudiera ver mi nombre en la puerta, algo que sea mío, y sé que no lo voy a conseguir aquí, porque esta firma, es el trabajo y el sueño de Hades y Julián, y eso está muy bien, pero quiero construir mi propio sueño, no ayudar a que el sueño de ellos se consolide, ¿entiendes? – el pelinegro se explicó, él había pensado esto por algunos meses, era una idea que se había formado en su cabeza y en este punto ya era una idea fija
- Claro que lo entiendo, es por eso que yo tampoco voy a trabajar aquí eternamente – Seiya ladeó la cabeza y le sonrió a Shura, el abogado suspiró y le preguntó:
- ¿Cuándo se estrena tu nueva obra?
- En dos meses, ¿vas a estar aquí en dos meses?
- Supongo que sí, aún no he hablado con Mu, entonces sí, mis planes serían a largo plazo, no es que mañana voy a renunciar, necesito dinero, necesito un plan, necesito muchas cosas y algunas dependen de Mu también
- ¿Mu?, ¿tu amigo de la fiscalía?
- Si, ese mismo, hemos hablado de esto desde que estábamos en la universidad, me agradaría trabajar con él, pero… como te digo, es un plan de más o menos largo plazo, voy a estar aquí para tu graduación, para tus obras, y luego espero no perder contacto contigo, o con Kanon, he hecho buenos amigos en este lugar, claro que luego yo seré competencia, no colega, pero es algo con lo que puedo vivir
- No te puedes perder mi graduación, ni mi obra, espero que esta vez sí vayas, no me dejes con un asiento vacío en la audiencia
- Lo siento mucho, eso fue… espera… ¿recuerdas eso? – preguntó Shura
- Partes, no todo, Hades me lo contó
- Ah claro, fuente 100% confiable de los hechos de nuestra relación, tu esposo, claro… - a Shura se le derramaba el sarcasmo, eso hizo reír a Seiya y con ganas, en eso estaban cuando la puerta de la cafetería se abrió y Hades entró:
- Shura, volviste, ¿qué tal te fue en el juzgado? – el mayor caminó hasta Seiya y le robó el té de las manos
- Bien, nos sortearon el juez, Minos Griffin, no he litigado casos ante él antes, ¿y tú?
- Si… es justo, no le agrado, pero es justo
- ¿Ah sí?, eso es bueno escuchar – Shura sonrió y bebió su té
- ¿Han visto a Ikky? – preguntó Hades, él había ido a la cafetería a buscarlo
- No… no lo he visto por aquí, ¿para qué lo buscas? – Seiya tomó la mano de su esposo y la apretó suavemente al hacer la pregunta
- Es sobre el caso de su amigo Sigfried, voy a ir mañana a su audiencia con Pandora, de eso también quería hablar contigo, pero necesito hablar con Ikky primero – Hades miró primero a Seiya, pero luego miró a Shura al hablar
- Supongo que debe estar en el piso de abajo, si quieres lo busco y lo envío a tu oficina – propuso Shura dejando su vaso vacío en el counter de la cocina
- No es necesario, yo mismo lo busco, a eso vine, nos vemos más tarde – Hades besó a Seiya en la frente y salió de la cafetería, Shura lo miró y dijo con una sonrisa en los labios:
- Con pasión, lo odio con pasión
- Lo sé, él también te odia, pero se aguanta porque sabe lo importante que eres para mi
- El sentimiento es mutuo, cuéntame más de tu obra, ¿el director es el mismo de la obra anterior?, ¿tu profesor?
- Si… es el mismo, se me dificulta un poco recordar los diálogos, mi médico dice que la preparación para una obra de teatro es una buena terapia, así que estoy estudiando todos los días – el castaño se encogió de hombros, si habían cosas que se le dificultaban pero le estaba poniendo empeño, además tenía a Hades que era su roca, su apoyo, y en este punto lo apoyaba ya sin asfixiarlo y sin supervisión adulta, eso lo tenía tranquilo y había recuperado en buena medida su autosuficiencia y autoestima
- Eso siempre es bueno, ¿de qué es tu nueva obra? – Shura señaló la puerta, Seiya ya había dejado su vaso en el labandín y había guardado la jarra en el refrigerador
- Otelo, amo esa obra – Seiya sonrió emocionado, Shura sonrió también al salir de la cafetería, a la final las cosas habían resultado para él, si bien era cierto, Seiya no estaba en su vida en un plano romántico, pero estaba en su vida, ellos se volvieron reales amigos luego de la cirugía, se tenían confianza y eso estaba muy bien, en el plano laboral, le costó a Shura determinar qué era lo que le faltaba, qué era lo que ansiaba, pero ahora ya lo tenía claro, un objetivo de vida, si… eso era lo que necesitaba, enfocar su energía en una meta, siempre había sido bueno en ello, ahora tenía un norte definido, tenía algo que alcanzar…
***
Al fin el día había llegado, dos meses… dos gloriosos meses de vacaciones antes de entrar a la universidad, le parecía algo inconveniente el tener que mudarse al pequeño departamentito de Ikky, pero… sería poco tiempo que tendría que dormir en su sillón, ahora estaba algo ansioso, la Dra. Nichols había insistido en tener una última sesión, no que hubiera logrado mucho con Shun en todo este tiempo, pero no lo podía dejar ir sin hablar una última vez con él
- ¿Ansioso? – preguntó la doctora mirando a Shun sentado en su diván, el muchacho de ojos verdes miraba con insistencia el reloj de pared
- Algo… un poco, es tarde
- Pero ya tienes todo empacado
- Si, eso sí, me gusta estar preparado y a Ikky no le agrada que le hagan esperar, debe estar por llegar a buscarme – respondió Shun en tono tranquilo
- ¿Emocionado por ir a vivir con tu hermano?
- Si… claro que si… Ikky es genial, me dijo que compró un colchón de aire inflable, aunque si es muy delgadito preferiría dormir de plano en el sillón, pero eso es lo de menos, me dijo que no necesariamente puede pedir días libres en su trabajo pero… que algo haremos las semanas que me voy a quedar con él, realmente eso no es importante, el estar juntos lo es – Shun sonrió y su expresión era soñadora, la Dra. Nichols asintió y con una sonrisa ligera dijo:
- Tu mudanza significa muchas cosas, ahora ya eres mayor de edad, vas a ir a la universidad, tu vida entera va a cambiar porque vas a dejar la protección de esta casa hogar y de todos los que hemos cuidado de ti, esta etapa de transición es sumamente importante, no sé hasta qué punto sea conveniente el interrumpir nuestras sesiones, si tu quisieras, esta no tiene que ser la última – dijo la mujer, su tono era sumamente amable pero Shun frunció ligeramente el ceño al responder:
- Me voy donde mi hermano, voy a vivir con él hasta que empiece la universidad y me vaya a vivir en el campus, me quedo en la ciudad, no me estoy yendo a la luna ni me he enrolado en el FBI, solo voy a la universidad, como cientos de muchachos de mi edad, este es un cambio normal, me emociona ir a la universidad, no creo seguir necesitando terapia si el cambio en mi vida es el cambio que se espera que mi vida tenga, ¿o no?
- Tienes razón, es un cambio normal, pero yo creo que, en tu situación en específico, te beneficiaría mucho seguir con nuestras sesiones – insistió la doctora
- Pero… no… esta es la última sesión, ¿al final del día no me dará de alta o algo?
- No puedo darte de alta de terapia, es tu decisión continuar o no, me gustaría que continuáramos con nuestras sesiones, tenemos siempre mucho de qué hablar
- No… no tenemos nada más de qué hablar – Shun dijo esto con tono determinante, muy poco usual en él
- Claro que tenemos más que hablar, Shun… me gustaría que dejaras tus poses defensivas conmigo, yo solo quiero ayudarte, eso es todo lo que quiero
- Yo no tengo poses defensivas
- Si las tienes, nunca has sido completamente honesto conmigo
- No no no, usted siempre estuvo convencida de que yo no era sincero con usted, no sé qué más puedo decir para convencerla de lo contrario, voy a clases, nunca me fugué de la escuela, tengo buenas calificaciones, estoy en el equipo de básquet, no fumo, no tomo, no uso drogas, ni siquiera las que usted mismo me recetó para ayudar con mi insomnio, tengo novia, tengo amigos, no sé qué es lo que le hace falta ver en mi para convencerla de que no hay nada raro, no sé por qué la desconfianza conmigo – Shun se recostó en el respaldar de su silla, su tono era bastante sereno pero no pudo enmascarar del todo su irritación
- ¿Es importante que confíe en ti? – preguntó la doctora mirando a su paciente directamente, como siempre lo hacía
- Bueno… ahora que lo pregunta, pues no – Shun se quedó un momento pensativo al decir esto
- ¿Por qué la irritación entonces?
- No estoy irritado, no estoy… nada… la verdad – respondió Shun con un pequeño bufido
- Shun…
- La verdad ya es tarde, Ikky debe estar abajo esperándome y no quiero hacerle esperar
- Por favor, piensa en lo que te he dicho, sería bueno que no suspendas estas sesiones, una mirada fresca a tus problemas o tribulaciones, es siempre bueno
- Ok., lo pensaré, pero en serio debo irme – Shun miró nuevamente el reloj y se puso de pie, la doctora hizo lo propio y estrechó la mano de Shun que le sonrió al hacerlo, y sin más salió de su consultorio
Por mucho tiempo la Dra. Nichols había considerado a Shun, las circunstancias especiales de su vida, lo que le había pasado y había tenido que superar, sus padres habían muerto en su infancia, su tía, que había hecho todo lo que había podido por él y su hermano, enferma y de gravedad en su adolescencia, y a Ikky y a Shun les había tocado afrontar el tener que cuidar a una persona que no podía cuidarse a sí misma, eso es sumamente duro, pero lo afrontaron, a la final ella también murió. Luego Ikky y su lucha con Servicios Sociales para que no le quiten su custodia, y como cereza del pastel el encarcelamiento de Ikky y su estadía en prisión.
Todos estos eventos eran sumamente traumáticos pero… Shun no necesariamente mostraba signos usuales de trauma, o por lo menos no lo que ella esperaba encontrar en él, la lista de sus atributos que le acababa de decir, es todo lo que Shun pensaría que un adulto quiere escuchar, el hecho de que haya mantenido sus calificaciones, que no ha dado problemas en la escuela, que practica un deporte y tiene una relación sentimental con una persona del sexo opuesto, no hay nada más normal que eso a los ojos de los maestros de Shun, de los abogados de su hermano, hasta de Melanie, que es la que escribe los reportes sobre su estadía en la casa hogar, pero… siempre hubo algo que a ella, en su calidad profesional no le cuadraba
Shun era perfectamente normal, con un énfasis en el perfectamente, ningún muchachito de 17 años que haya pasado por todo lo que Shun ha pasado pudiera reaccionar como él lo había hecho, ni siquiera los adultos hechos y derechos lo hacen, demasiado normal… demasiado normal para su gusto, era una corazonada lo que tenía, pero no la podía sacudir, y mucho menos lo podía hacer luego de haber hablado con Ikky…
El hermano mayor de Shun, tenía un desarrollo psicológico mucho más real y normal en respuesta a lo que había vivido, a su encarcelamiento, a la incertidumbre que su futuro representaba y ese pensamiento lo había acosado por meses, a su juicio, a todo, era un muchacho que le había dicho que tenía problemas para dormir, que le agradaba su nuevo trabajo, que estaba enamorado de su novia y estaba feliz por ello, aunque extrañamente no le dijo con mucho entusiasmo sobre el hecho de que Shun se quedara en la ciudad para la universidad y mucho menos de que fuera a quedarse en su casa en los meses venideros, esto era sumamente extraño considerando los resultados de la evaluación psicológica que le practicó a Ikky
El muchacho de ojos azules, de acuerdo a su evaluación psicológica, no presentaba tendencias violentas, o agresivas, pero en lo que su puntuación llegó a los porcentajes más altos era a su instinto de protección, y eso explicaba muchas cosas, al contrario de Shun que sus evaluaciones psicológicas siempre fueron inconclusas… este caso le rondaría la cabeza por mucho tiempo, especialmente si Shun desaparecía de su radar, como era lógico que lo hiciera
Al salir de su consultorio y al bajar a la sala, vio de lejos a Ikky y a Shun despedirse de Melanie, tomar sus maletas y caminar hacia la salida, ese muchacho de cabellos y ojos verdes representaba para ella un enigma, un enigma que no pudo descifrar…