Capítulo XI: Chronosaurus.
“Más allá de los límites de la realidad y el tiempo
Se encuentran de nuevo,
No hay reglas que deban mantenerse”.
—Monsta X.
Un empujón fue lo que lo sacó de sus pensamientos. MinHo no entendía que hacía en medio de una ciudad, en sus calles estaban reunidas varias personas quienes aplaudían a personas vestidas ostentosamente. Rodeó la multitud para llegar al otro lado de la calle, solo para encontrarse con un chico de un rostro familiar. Se metieron en un elevador, pero al subir solo se encontraba él. Todo era muy raro, los números que anunciaban los pisos no eran los tradicionales, no eran símbolos que llegase a conocer antes, pero que curiosamente podía leer. Las puertas de elevador se abrieron, estaba en la azotea de quizá el edificio más alto en aquella ciudad.
Avanzó vio cómo se ocultaban ¿Dos soles? Estaba anocheciendo y al asomarse hacia abajo vio las calles tomar forma de un laberinto interminable. Siente una fuerte brisa empujarlo que le hace acelerar su corazón, una enorme bestia se deja caer desde los cielos hasta él. MinHo no sabe qué hacer y salta para dejarse caer al vacío. Y es entonces cuando despierta y ve a un hombre tocar la cabeza de BangChan, vestido con una túnica antigua, tradicional coreana, podría ser, no está seguro. No entiende que sucede así que toma su mochila con sigilo para golpear aquel sujeto, simplemente se inmuta por el golpe y sus piernas empiezan a temblar cuando se voltea a verlo.
—¿Por qué puedes moverte? —Escucha en un idioma sumamente gutural. ¿Un humano podría hablar de esa forma? ¿Por qué lograba entenderlo? MinHo estaba en shock y se quedó congelado por la impresión y confusión, más no por otra fuerza. —MinHo. BangChan piensa mucho en ti, incluso con tantas cosas en su mente. —Ahora habla en el idioma del humano con naturalidad.
—¿Qu-ue quiere aquí? —Logra articular con miedo pues la energía que lograba captar de ese ser era la misma que había estado sintiendo rondar a BangChan y a él desde hace mucho tiempo y no tenía mucha confianza de esta criatura.
—A BangChan… pero ahora me pregunto ¿Por qué un humano puede moverse ante mi presencia en este plano? —MinHo camino lejos del hombre cuando este se acercó.
—¿Qué eres? —Preguntó aun con cautela, el rostro casi inexpresable del hombre torció una sonrisa.
—Quizá soy yo quien deba hacerte esa pregunta, porque estoy seguro que entendiste lo que dije cuando despertaste de tu…sueño. —MinHo, entrecerró sus ojos, ocultando sus manos detrás de su espalda, seguía temblando. —Soy el tiempo encarnado, chico, pero en este momento llámame YongGuk. Ahora dime. ¿Por qué puedes moverte ante mí? ¿Por qué ella va detrás de ustedes? —YongGuk dejó de sujetar la mata de BangChan para sostener entre sus brazos la cabeza de MinHo, logrando ver su más reciente sueño. El chico se sujetó de los brazos del ser, gritando de dolor pues profanaba la intimidad de su mente.
—¡Aléjate de él! —BangChan sujetó de su túnica para alejar a YongGuk de MinHo, el hombre estaba atónito por lo que había visto y muchas piezas en su mente de pronto coincidieron. MinHo estaba por caer, pero BangChan lo sostuvo.
—Así que… viste el futuro que yo no puedo ver… —Dijo en su idioma.
—La respuesta es no. No dejaré a JaeBeom por algo tan absurdo, esto es solo un sueño loco, seguramente estoy borracho en mi habitación porque él me terminó, pero lo recuperaré y nada me hará dejarlo. —YongGuk vio con tristeza como el rostro de MinHo reflejaba su corazón roto, aunque el cuerpo de BangChan le sostuviera.
YongGuk había buscado encontrarse en los sueños de BangChan para pedir su ayuda, si el momento de su muerte llegara dejaría todo su poder y conocimiento a su merced para que pueda encerrar de nueva cuenta a Jieun, pensó que él sería el destinado por la insistencia de Jieun de buscarlo a través del tiempo. Al momento de mostrarle los sacrificios que tendría que hacer como dejar la idea de estar alado de JaeBeom se negó y el aura de MinHo le hizo perder la concentración. Ahora estaba interesado en el por qué MinHo puede ver el futuro que él no puede ver, a pesar de todo MinHo no es un destinado y BangChan tampoco. Su naturaleza es la de un Chronosaurus.
***
—¿Alguno siquiera pudo dormir? —HyunWoo saluda a sus alumnos, dándoles un pequeño refrigerio. HyunJin, SeungMin y JeongIn habían llegado con el rostro ojeroso y el cuerpo cansado. Con algo de entusiasmo aceptaron y agradecieron la comida mientras esperaban a los demás chicos en el centro de la Universidad donde los autobuses se encontraban listos para llevarlos de excursión.
No habían pasado una buena noche, desde aquel sueño en el que todos estuvieron juntos sus pesadillas se habían entrelazado, SeungMin especialmente estaba más paranoico, no se fiaba que eso fuera un sueño, todos con ojeras estaban comiendo de su refrigerio, pidiendo a gritos dormir mientras los demás estudiantes empezaron a llegar y a subirse en sus respectivos autobuses mientras Jieun quien había organizado el viaje vigilaba todo detalladamente.
—YanAn… acompaña a Yuqi y a KuanLin a la entrada. —HyunWoo volteó a ver extrañado, el chico no se negó y las actitudes de los otros dos chicos eran extrañas. Algo no andaba bien.
—¿Debería seguirlos? —HoSeok pregunta mientras se acerca con el pretexto de mostrarle la lista de sus grupos.
—No tengo un buen presentimiento. —Confiesa mientras le sostiene su mano.
JiSung llega junto a MinHo, BangChan y ChangBin al mismo tiempo que Felix deja caer su pequeña mochila a sus pies volteando a ver a otra parte, de solo ver a su ex se le revolvía el estómago, realmente lo amaba, pero no podía pasar por alto su engaño y de paso verlo a lado de su amante. Las cosas habían mejorado entre ellos, pero era tan reciente que no podía omitir su sentir tan pronto. Asi mismo WooSeok llegaba junto a Yuto y por su parte HyungGu, ShinWon y sus demás amigos llegaban del otro lado, saludando y charlando entre sí, con suma naturalidad.
—¿Qué tal te fue? —JiSung se acerca a su amigo rubio, se burló de su aspecto cansado, pero ni él ni los que parecían ser sus nuevos amigos estaban de humor para sus bromas.
—Este viaje es una mala idea, no quiero estar aquí. —Comenta HyunJin, viendo a su alrededor.
—¿Por qué estás aquí entonces? —Cuestiona confundido.
—Porque debemos de estar aquí. —Responde SeungMin, llamando la atención de MinHo. El chico finalmente lo reconoce. Era quien lo había llevado al elevador en su último sueño o visión, lo que sea que era que veía al cerrar sus ojos.
Mientras algunos autobuses empezaban a salir MinHo decidió acercarse a SeungMin, llamando la atención de BangChan y Felix que, por algún motivo sintieron el mismo presentimiento. No era una buena idea que estos dos hablaran.
***
Yuqi se encontraba en la entrada vigilando cuando los autobuses comenzaban a divisarse para salir. YanAn tenía un peculiar escalofrío, sentía miedo de la presencia de KuanLin, no sabía porque sucedía, pero al sentir sus aires de superioridad no objetó al ser mandado a esta misión aun sin saber lo que harían. Las venas en los brazos de Yuqi saltaban en un fuerte color negro, sus dedos comenzaban a crecer y su piel se empezaba a cuartear. YanAn abrió sus ojos sorprendidos y empezó a retroceder, pero KuanLin se lo impidió. —Detén el autobús. —KuanLin le repitió lo mismo entre gritos, lanzándolo en medio del camino del autobús que logró frenar a tiempo, al igual que el que venía detrás.
Enfrente de ellos apareció Yuqi, con sus brazos cubiertos de pequeñas plumas negras viendo fijamente al conductor quien pensaba en huir. KuanLin cerró la puerta de ambos autobuses mientras su imagen comenzaba a ser parecida a la de Yuqi. Los estudiantes empezaron a asomarse para ver qué era lo que estaba pasando y los gritos no se hicieron esperar cuando Yuqi rompió el techo del autobús y comenzó a masacrarlos a todos, KuanLin haciendo lo mismo con el autobús restante mientras YanAn seguía en el suelo sin poder creer lo que veía.
Uno y dos, tres y cuatro. Yuqi y KuanLin lanzaban los cuerpos mutilados, decapitados a un lado de YanAn manchando el suelo con la sangre, estaba al borde del infierno. —Ya sabes, reactiva los sellos y encierra a todos aquí. ¡Ya! —Yuqi levanto del piso a YanAn, rasgando su brazo con sus garras. YanAn con más miedo tomó los cuerpos con miedo, cubriendo sus manos con su sangre para trazar los sellos necesarios. Los cuerpos de los otros estudiantes se apilaban así que YanAn se apresuró sin darse cuenta de las lágrimas que derramaba por lo que estaba haciendo.
***
SeungMin sintió la necesidad de acercarse a MinHo hasta que sus manos chocaron y sus ojos liberaron un brillo al igual que BangChan, ChangBin, Felix, JiSung, HyunJin y JeongIn. Mientras sobre ellos se trazaba una cúpula que los encerraba, tan grande y alta como para cubrir toda la Universidad y tal vez más allá de esta. Sin embargo, la sonrisa de victoria que JiEun pudo tener se borró cuando vio a MinHo y SeungMin.
Sus leales sirvientes dejaron de lado su imagen humana para tomar su verdadera forma, un cuerpo alargado con escamas y piel dura de color negro cubierta por plumas del mismo color, una cabeza alargada, algunos con cuernos otros no, dientes afilados, parecía una enorme serpiente emplumada, con extremidades y alas como un dragón, tan grandes como los altos rascacielos.
HyunWoo se interpuso entre el ataque de las bestias contra el grupo de alumnos logrando detenerlo el tiempo suficiente para que Yuto los cubriera con las sombras para cambiarlos del lugar, sin embargo, no pudieron ir muy lejos, aquellos sellos de sangre les impedían abandonar el sitio. Uno de los leviatanes tomó entre sus garras a HyunWoo y se alzó a los aires. HoSeok no podía permitirlo y su verdadera naturaleza salió a flote, uno de los mensajeros de la muerte, leales a HimChan, por lo que materializó una gran guadaña de metal, sujetándola con sus fuertes brazos dio un gran salto para alcanzar la bestia y cortar sus dedos y liberar a su amado.
Los demás estudiantes estaban asustados y gritando se dispersaron por el sitio, pero los otros leviatanes se interponían y lograban aplastarlos con facilidad, moviéndose entre los edificios de la escuela destruyéndolos. Los escombros volaban por todos lados, el gran peso de las bestias hacía que la tierra temblara debajo de ellos.
—No pueden retirarse sin el permiso de los maestros. —Jieun se apareció delante del grupo que Yuto había logrado escapar. La mujer lanzó el primer ataque, Yuto los defendió, pero sus ataques eran cada vez más fuertes y su resistencia se acababa muy rápido.
—Tienen que irse. —Decía Yuto volteando a ver directamente a WooSeok.
—¿A dónde? Estamos rodeados de esas cosas. —Gritaba histérico JeongIn.
—Si, ¿A dónde? —Jieun atacó por detrás a Yuto dejándole caer un edificio de dos pisos encima. WooSeok trató de impedirlo, pero una mano se lo impidió.
—¿Esto es lo qué quieres? —MinHo y BangChan se sobresaltaron al ver al mismo tipo de la otra vez.
—Yo no tengo tiempo para esto. —HongSeok se lanzó contra Jieun al ver como su humano favorito era atacado de tal forma. HyunWoo y HoSeok se encontraban lidiando contra los leviatanes, pero era demasiado para ellos solos, incluso si HimChan les ayudaba.
Mientras las bestias destrozaban todo, HimChan se dirigió a la entrada, los símbolos no podían destruirse por más intentos que hacía, seguían tan fuertes como en un inicio. La doble trampa era que, cualquiera podría entrar, pero no volvería a salir. Su atención se centró en el humano cubierto de sangre ocultado entre los otros cadáveres, pudo sentir su miedo y algo de culpa. Y se le ocurrió una idea.
—No te mataré si solo borras los símbolos. —Habló con una voz serena.
—Tú no sabes de lo que es capaz… mejor mátame. —Voz temblorosa, HimChan bufó molesto.
—De una u otra forma morirás ¿No es mejor hacerlo con la consciencia tranquila? —YanAn se quedó meditando un poco hasta que tomó su camisa y comenzó a limpiar la sangre con la que había trazado los símbolos.
No podía dejar de escuchar los gritos de aquellas personas, las vísceras volando, lo cálido de la sangre en sus manos y todos los eventos posibles si Jieun se enterara o si él también sería devorado como esas personas. HimChan estaba seguro que esa magia no se aplicaba con humanos, pero necesitaba almas humanas para trazarse. Solo un humano podría borrarlo sin problemas, teniendo en cuenta que nada aquí es humano realmente, funcionó. Se colocó detrás de YanAn quien seguía temblando y llorando, HimChan colocó sus manos en su cabeza y le acarició. —Si olvidas siquiera esta parte, ella no podrá castigarte. No puedo dejar que olvides lo que hiciste. —
—Pe-pero, dijiste que… No, mátame. —YanAn cayó al suelo con la memoria borrada, al menos solo esta parte. HimChan miró hacia el cielo, se teñía de verde y se agrietaba, el cielo comenzaba a caerse y a lo lejos se veía como toda una ciudad caía.
Sabía lo que estaba pasando y no pensó que todo esto llegaría a tal grado en el que todo mundo conocido chocara y se mezclara, de pronto pensó en YongGuk, sus pensamientos estaban en él al ver como todo comenzaba a mezclarse y fue de prisa con él, el final estaba llegando y debía evitarlo.
***
—¿Qué está pasando? —WooSeok forcejeaba con YongGuk, quería ir a buscar a Yuto, pero el mayor se lo impedía.
—Necesito que entiendas esto. Tu sola existencia tiene un motivo, pensé que Jieun estaba buscando a BangChan por ser a quien yo debería de heredar mi poder, por eso puse mi vista en él, pero no. Él y los otros son mis Chronosaurus, nuestros Chronosaurus. —WooSeok no sabía que era lo que sucedía, nunca había visto a este hombre y le hablaba de esto en medio del apocalipsis.
—Déjeme ir, yo solo… —
—Yuto, en este momento entendí todo y tú también lo harás. —YongGuk posó sus manos en la cabeza de WooSeok. Sus mentes se unieron lo suficiente para hacerle entender al menor de lo que hablaba, el motivo de su existencia era este y la atracción que en un inicio sintió por Yuto va mucho más allá de un simple amor a primera vista. Las metes de YongGuk y WooSeok se unieron por un momento.
—Cómo que el asunto se les salió de las manos. —HimChan volteó a ver de mala gana al ser que apareció detrás de él. YoungJae y DaeHyun se encargaban de contener a unos leviatanes junto a HoSeok y HyunWoo, pero no resistirían más, el tiempo congelado se estaba acabando con las paradojas del mismo chocando entre sí.
—¿Vienes ayudar o que mierda haces? —HimChan derribó al leviatán favorito de Jieun lanzándolo contra el edificio más alto aun en pie al menos hasta ese momento.
—Cuando las paradojas chocan entre sí me despiertan y me impiden dormir, mi unico objetivo es dormir plácidamente no con todo este desastre. ¿U olvidas la última vez? —Susurró lanzando un ataque contra Jieun evitando que esta asesinara a HongSeok.
—¿Y con qué nombre tenemos el placer para llamarte vacío? —Dijo entre risas Jieun, poniéndose de pie nuevamente. La mujer se materializó detrás de HongSeok atravesando su cuerpo con su brazo. Su cuerpo comenzó a sangrar mientras éste sonreía viendo a lo lejos a Yuto recibir su poder, heredándolo finalmente. Su cuerpo se desvaneció mientras su mente se apagaba pensando en lo que JinHo estaría haciendo.
—Me gusta HyungWon. —HimChan recibió ahora los ataques de Jieun mientras esta trataba de llegar desesperadamente a YongGuk.
—¿Tú de nuevo? —HyunJin y SeugMin se acercaron a HyungWon, sus amigos se quedaron detrás de ellos pues estaban atónitos con todo a su alrededor, tratando de escapar, tratando de sobrevivir.
WooSeok fue tirado al suelo mientras YongGuk se mantenía a duras penas en pie, un leviatán se acercó y YongGuk detuvo aun así el ataque, las otras bestias iban hacia ellos, HyunWoo regresó junto a HyungWon con HoSeok entre brazos, logró reconocerlo. —Suerte que llegaron a tiempo, necesito su ayuda. Quiero dormir. —
HongSeok y HimChan compartían la misma energía vital, su naturaleza estuvo fuertemente ligada, sin embargo, cuando las cuatro primeras cedieron sus lugares dividieron estas energías y cayeron en manos diferentes, sin importarles trabajar juntos. HongSeok se las arregló para heredar su poder a su discípulo, pero ahora con la balanza desorientada HimChan se sentía débil, Jieun lo superó y logró quitar su arma, la guadaña de la muerte. El ente femenino lo lanzó contra el suelo y con el arma en mano vio como YongGuk detenía una de las bestias, regresando su vista a HimChan. Finalmente sintió que su misión estaba completa, el humano alto estaba tirado en el suelo, sin nadie más para impedir sus actos. La cuchilla de su propia arma y símbolo de poder le atravesó el estómago. Luego sintió su corazón ser atravesado, la sangre salía de su torso a montones. HimChan pudo ver a YongGuk correr hacia él y unas lágrimas salieron de sus orbes, no era lo último que quisiera ver.
El poder de la muerte sin un heredero regresaría a su otra mitad, la oscuridad que ahora Yuto poseía, sin embargo, los caminos de Yuto y WooSeok ya estaban predestinados a encontrarse de esta manera, incluso sin el tiempo saberlo. YongGuk sostuvo entre sus brazos el cuerpo del amor de toda su vida, humana y no humana. HoSeok se interpuso entre ellos cuando Jieun pretendió atacarlos, su propia guadaña detuvo a la de su líder, a quien tendría que rendirle cuentas sobre su castigo. Lo defendió y con ayuda de HyunWoo sostuvo a la mujer el tiempo suficiente para lograr cortarle el brazo y quitarle la guadaña de HimChan.
—No me dejes. —Lloriqueó el tiempo.
—Tu fuiste quien dijo que incluso la muerte podía morir. —La muerte sonrió a pesar de sentir su cuerpo desaparecer.
—Pero, amor, no estoy listo. —El tiempo sostuvo a la muerte, aferrándose irónicamente a la vida, a su existencia.
—Habrá la manera de estar de nuevo juntos… este es nuestro final. —El tiempo finalmente le dio el último beso a la muerte, susurrando su nombre.
—HimChan. —Su cuerpo se deshizo entre cenizas, los leviatanes se acercaban y Jieun recobraba fuerzas de nuevo, en el centro todos se preparaban para el final.
Sin embargo, cuando los leviatanes acorralaron a los chicos al mismo tiempo que las distintas realidades terminaban de chocar entre sí fue HyungWon quien tronó sus dedos llevándose a los dreamwalkers así como a HyunWoo y a HoSeok.
JiEun no supo que ocurrió, solo estaban sus leviatanes y YongGuk, ningún alma más se encontraba en el mismo plano y no podía encontrarlos, su alegría por asesinar a HimChan se había esfumado y sus gritos de histeria retumbaban por todo el mundo o al menos lo que quedaba de él. Su verdadera forma se hizo presente ante YongGuk y sus leviatanes, quienes le acompañaron en el último ataque contra el tiempo. YongGuk estaba feliz, podría morir en paz sabiendo que todo iba a estar bien. WooSeok y Yuto podría enmendar sus errores y poner orden al fin. Nada estaba perdido.
Todo comenzó a desintegrarse mientras el gran ente cubierto de fuego rompía el velo del tiempo. Formó un gran puño, avanzando entre el suelo, partiéndolo hasta llegar a YongGuk, golpeándolo. Todo se desintegró, todo caía y no caía, un verdadero caos que nadie podría controlar, así que con la colera a flor de piel prendió fuego a ese mundo o al menos lo que quedaba de este.