Habían pasado ya un par de semanas, los humanos habían vuelto a Detroit tras un par de días, Hank y Connor lograron convencer a Fowler de que Axel podía ser un elemento útil. Claro que este solo accedió con la condición de tener a Axel a prueba durante su primer caso. Connor le aseguró que a pesar de su apariencia, Axel demostraría ser un gran elemento para la policía de Detroit, recibiendo un «Eso espero» de parte de Fowler.
—¿No tenías suficiente con un solo muñeco de plástico, Hank? —La voz de Gavin Reed resonó en las cabezas de ambos androides y humano.
— ¿A ti no te noqueé hace unas semanas? —Respondió Connor con un aire burlón.
—No te estoy hablando ti, estúpido juguete —Gruñó Reed.
—Suficiente Gavin, déjanos en paz —Dijo Hank notoriamente irritado
—¿O qué Hank? ¿Vas a reportarme, imbécil? —Le retó Gavin —O es que eres demasiado anciano para arreglarlo como hombre
Fue un segundo, el led de Axel se tornó rojo y en cuestión de un parpadeo, Axel tenía a Gavin sujeto del brazo, lanzándolo al piso con una llave de judo y sometiéndolo con un pie en su cabeza mientras le torcía el brazo. Hank y Connor se quedaron entre impactados y admirados, impactados de la repentina reacción de Axel y admirados por como derribó y le dio una pequeña lección a Gavin.
—Señor Reed, le solicitaré que no amenace al teniente Anderson ni a Connor —Dijo Axel, su led se mantenía en rojo.
—Axel, creo que ya es suficiente —Dijo Connor poniendo su mano en el hombro del androide más pequeño
—Pero está amenazando con agredir al teniente Anderson —Dijo Axel en un tono de voz ligeramente alterado. Aún le costaba mucho regular la intensidad de sus emociones.
—Déjalo Connor, solo se está divirtiendo un poco —Dijo Hank con un tono burlón
—Teniente, esto es serio, Axel, suéltalo —Volvió a pedir Connor con tranquilidad. El azabache liberó el brazo de Reed, que se levantó de inmediato, gruñendo y maldiciendo a Axel, Connor y Hank mientras algunos policías más reían, incluso Fowler desde su oficina se aguantaba la risa.
—Estaba agrediéndolos —Dijo Axel ahora en un tono que solo podía describirse como inocente.
—Lo sé, pero aunque Gavin es un imbécil, no puedes reaccionar de forma agresiva ante cualquier situación que parezca amenazante, podrías meterte en problemas, o meternos a Hank o a mí —Explicó Connor poniendo sus manos en los hombros del muchacho.
—Lo siento —Dijo Axel bajando un poco la mirada
—Claro que no negaré que… Fue impresionante como lo derribaste —Admitió Connor para animar al chico, cosa que pareció funcionar.
—Así que este es el nuevo androide de Hank —Dijo otro policía acercándose.
—Me llamo… Me llamo Axel —dijo el androide mirando al policía con un aire quizá ligeramente tímido.
—Bien, Axel, le diste una lección al idiota de Gavin, así que gracias —Dijo el agente, sacando una pequeña sonrisa al androide.
—Bien Axel, hasta que consigamos un escritorio libre, estarás con Connor —Dijo Hank
—Que es casi lo mismo que estar con usted, porque estamos frente a frente, teniente —Dijo Connor sentándose frente al computador.
Axel se sentó encima del escritorio, meciendo un poco sus pies, era un androide de una estatura relativamente baja, con solo 168 centímetros de estatura. Fowler se acercó a ellos, mirando especialmente a Axel y Connor, antes de ponerles algo frente a ellos en el escritorio.
—Bien, se que él está a prueba, pero con las nuevas reformas, necesitarán esto —Dijo Fowler, había puesto dos bonitas y relucientes placas en el escritorio —No abusen de ellas —Advirtió antes de volver a su oficina.
—Vaya~ Es genial —Dijo Axel analizándola a fondo —Aleación de zinc en su totalidad, cubierta de cuero de bovino —Sonrió.
—Recuerden, ustedes son detectives, yo soy teniente, me siguen obedeciendo durante el turno—Dijo Hank reafirmando su autoridad.
El día pasó sin grandes inconvenientes, eso hasta que alertaron sobre un homicidio doble en una casa, en un suburbio de Detroit. Hank y los dos androides fueron asignados al caso, por lo que no tardaron en salir de la estación rumbo a la escena del crimen.
Al llegar, Connor miró a Hank y soltó una pequeña risa, era todo muy similar al caso donde se conocieron, un suburbio de clase media, de noche y con todos los policías afuera, investigando los alrededores. Hank miró a Connor y le devolvió sutilmente el gesto, una vez fuera del auto, los tres se adentraron en aquella casa, estaba hecha un caos, había rastros de pelea por todos lados, sillas tiradas, una mesa volcada, entre un par de cuchillos tirados y un palo de madera.
Un oficial indicó a Hank la ubicación de los cuerpos, las víctimas eran un hombre y un androide, Hank miró la escena y suspiró, ambos al parecer habían sido asesinados con disparos, con especial enfoque en el androide y un mensaje escrito con “plasma azul” en la pared.
—Vince Callaway. 71 años. Capitán retirado de la policía de Nueva York. Empezó su carrera en 1988 a los 21 años hasta que se retiró en 2029 a los 62 años —Dijo Axel tras analizarlo —Causa de muerte, un disparo en la arteria coronaria murió casi al instante. El arma es una 9x19mm Parabellum, estándar de la policía en los 80’s y 90’s, aunque no puedo definir el modelo exacto con la bala en su pecho, también presenta una contusión en el cráneo. Tiempo estimado del deceso, 3 horas.
—Androide AC700, su nombre era Dylan, al parecer acompaña al señor Callaway desde 2033, supongo que decidió quedarse tras la liberación de los androides. Tiene 13 tiros en el abdomen, parece que el ataque fue con odio hacia él —Dijo Connor.
—Y tenemos esta escritura en la pared —Dijo Hank cruzándose de brazos, mirando al muro —«Nacidos para obedecer» —Citó —Algún humano renegado, tal vez.
—No. No pudo ser un humano teniente, cada letra es simétrica, fuente CyberLife Sans —Añadió Connor con seriedad
—¿Pero por qué atacaría con tanta saña un androide a otro de los suyos? —Dijo Hank desconcertado —Y más aun dejando este mensaje
—Tenemos que investigar y encontrarlo, no podemos dejarlo libre —Contestó Connor con seriedad.
—Hay que analizar las pistas en la casa —Sugirió Axel comenzando a mirar alrededor.
Los tres comenzaron a mirar las evidencias marcadas, Axel y Connor miraron alrededor de la sala de estar, donde estaban los dos cuerpos, había manchas de tirio y sangre en el piso por varias partes, la sangre muy probablemente era toda del señor Callaway, el tirio podría ser de ambos androides.
Connor y Axel decidieron tomar muestras, en lo que parecía una sincronía perfecta, se pusieron de rodillas y llevaron sus dedos a muestras distintas, antes de llevarlas a su boca, todo frente al teniente.
—Ay puta madre, ¿En serio? ¿Los dos? —Bufó Hank mientras miraba a ambos androides tomar las muestras.
—Una disculpa teniente, pero necesitamos verificar si hay manchas de tirio del otro androide —Dijo Connor —Esta es de ese AC700
—Esta también, dudo que no hayan puesto pelea, pero a su vez… Si no hay muestras del otro androide es porque no le lograron hacer nada, ¿cierto? —Dijo Axel.
—Revisemos más a fondo las pruebas —Dijo Hank
Empezaron a inspeccionar la casa a profundidad, había un cuchillo tirado en la cocina, Axel lo levantó, encontrando pequeñas fibras en este. Se componían de una tela 90% poliéster y 10% algodón, parecían fibras de un uniforme de CyberLife, el androide agredido no usaba uniforme de CyberLife, entonces era un androide renegado, esa idea cruzaba la cabeza de Axel.
Connor y Hank revisaron el patio trasero, el césped tenía marcas de pisadas, al parecer el asesino había escapado por detrás. Al revisar detrás de la cerca, había una callejuela de asfalto por la cual el asesino seguramente huyó.
Los tres volvieron a reunirse, Connor comenzó a analizar los hechos, intentando reconstruir la escena.
—La puerta estaba rota… Abierta de una patada, el androide entró a la fuerza, la cocina parece ser el primer punto del ataque, así que estaban aquí, eso explica la mesa volcada y los platos rotos —Dijo Connor mirando alrededor —Cuando di un segundo análisis al señor Callaway, encontré un rastro de pólvora en sus manos, lo que podría coincidir con el agujero de bala en la pared, mismo calibre, 9x19mm Parabellum. Dylan debió quedarse a enfrentar al androide agresor, usando el cuchillo que Axel encontró, solo pudo hacerle un pequeño corte en la ropa —Dijo mirando alrededor.
—El señor Callaway debió ir por su arma para intentar defenderse, pero el androide agresor lo golpeó en la cabeza tras fallar un disparo y le arrebató el arma, haciéndolos retroceder a la sala —Dijo ahora Alex, mientras Connor asentía —Y ahí los ejecutó — sentenció.
—Fue un divergente, un androide con su programación de serie no atacaría a nadie, pero lo que escribió en la pared… Me desconcierta —Dijo Connor
—Quizá un hijo de perra que no sabe que hacer con su vida y se siente perdido —Dijo Hank
—Bueno, de momento ya revisamos todo lo que podíamos, hay que reunir toda la información que tenemos y montar el caso —Dijo Connor con seriedad.
—Bueno, parece que esta será la gran prueba que el capitán Fowler necesita para comprobar que puedo ser útil —Axel sonrió y Connor soltó una pequeña risa.
Llegaron a la comisaría nuevamente, para empezar a organizar lo que encontraron, sabían que fue otro androide, muy seguramente un androide especializado en alguna actividad como carga pesada o de uso táctico, pues logró someter a otro androide y a un humano con un arma. Tenían que atraparlo lo antes posible, era peligroso un androide así suelto.
En la televisión, estaban pasando las noticias, tras terminar de afinar los detalles mediáticos sobre el nuevo gobierno, finalmente habían decidido establecer a un alcalde adjunto de Detroit y no había nadie más apto para el cargo que el líder de los divergentes. Markus.
El reportaje estaba abarcando una conferencia de prensa, una noche antes de que se nombrara oficialmente a Markus como el alcalde adjunto.
—Señor Markus ¿Cómo se siente ante el cargo que está por tomar en menos de 12 horas? —Preguntó un reportero
—Me siento honrado de que tanto humanos como androides hayan decidido elegirme representante, es una gran responsabilidad que estoy listo para llevar —Respondió.
—¿Cree que pueda haber roces o diferencias con el alcalde actual? —Preguntó otro reportero.
—Confío en que mi relación con el actual alcalde será cordial y beneficiosa tanto para androides como para humanos. No perderé de vista los ideales que impulsaron a mi gente y pienso mantenerlos como los pilares de esta administración —Respondió Markus —Igualdad, libertad y cooperación entre androides y humanos
—Señor Markus, ¿Cuáles son los objetivos que tiene su administración? —Preguntó otro más.
—El objetivo prioritario es lograr una convivencia lo más estable posible entre ambas partes, atender las necesidades de humanos y androides con la misma prioridad y cualquier injusticia, sea de humanos a androides o viceversa, será castigada de la misma forma —Dijo Markus con una sonrisa tranquilizadora —Eso es todo por ahora. Gracias
Markus bajó del atrio y caminó fuera de aquella sala, recibiendo múltiples fotos de periodistas y camarógrafos, nada más salir, soltó un suspiro, si pudiera tener sensaciones físicas como sudor frío, sin duda lo tendría, estaba nervioso, no sabía si estaba del todo listo para ese gran trabajo, pero no podía mostrarse inseguro frente al mundo, o solo sería más difícil para los androides lograr acomodarse apropiadamente en la vida diaria de los Estados Unidos.
Simon se acercó a Markus en cuanto lo vio salir y sonrió de forma bastante tranquila, como siempre solía sonreírle, antes de abrazarlo y acariciar su nuca.
—Salió impecable, Markus —Dijo Simon con una sonrisa
—Solo… Espero ser suficiente para cumplir con todo eso, con lo que esperan de mi —Respondió abrazando más fuerte al rubio.
—Hey, eres la persona más valiente y capaz que he conocido, puedes con lo que sea —Dijo Simon tomando a Markus de las mejillas y besando su frente.
—Gracias Simon… No sé que hubiera hecho sin ti, es gracias a ti que pude superar lo de North —Le sonrió a Simon.
—Sí, fue trágico pero… No fue tu culpa, lo sabes, al final logramos lo que ella también quería —Dijo Simon con una sonrisa —Y me alegro de que ahora seamos libres, además, siempre que necesites alguien que te ayude desde atrás, yo estaré para ti, en lo que necesites, Markus —Simon sonrió tomando las manos de Markus, conectándose con él, salían desde que terminó la revolución, habían encontrado amor y consuelo el uno en el otro.
—Dudo haber llegado tan lejos sin tu ayuda Simon —Admitió Markus abrazando con más fuerza al rubio.
—Claro que lo hubieras hecho, yo solo te observé crecer—Replicó Simon
—No, no, siempre estuviste a mi lado y te lo agradezco con cada fibra de mi ser… De verdad —Sonrió tomando la mano del rubio y ambos caminaron fuera de ahí.
Mantuvieron la charla durante el trayecto, aún tras fallecer, Carl no dejó desamparado a su estimado Markus, sabía que Leo no era de fiar, confiaba mil veces más en Markus que en Leo, así que, su testamento indicaba lo siguiente.
«…todas mis posesiones, mi casa y todo lo que en ella se encuentra, pasará a manos de Markus Manfred, mi hijo más leal, de no encontrarse Markus, todo lo que poseo pasará a manos públicas, mi dinero a caridad y mi casa deberá ser usada como un museo…»
Markus conducía de vuelta a casa, vivían en la casa que una vez perteneció a Carl, incluso en el auto que Carl por muchos años cuidó y condujo con alegría, un Ford Mustang 2+2 de 1967, un bello clásico color negro con franjas blancas en los costados. Una vez llegaron a casa, dejaron el coche en la cochera y caminaron dentro, a pesar de que seguía haciendo frío, ellos iban vestidos con ligereza.
—¿No te parece raro? —Preguntó Simon
—¿El qué? —Esta vez Markus preguntó
—Digo, es diciembre, sabemos que es invierno, los termómetros ambientales nos dictan que hace frío pero… No podemos sentirlo, solo los androides niños pueden, pero… Ellos son muy a parte de los demás modelos —dijo Simon
—Bueno… Ahora que lo mencionas… Sí, lo es, Carl una vez me dijo que el frío era su temporada favorita, me dijo que se sentía bien el calor de un abrigo, aunque nunca me supo explicar del todo como se siente —replicó el moreno con una suave sonrisa, caminando al estudio con Simon
—Quisiera poder saber lo que se siente —añadió el rubio ciertamente pensativo.
—Quizá algún día —le reconfortó Markus.
—Sí… Algún día —Sonrió.