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Quiero estar contigo por Macarena-chan

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Capítulo 7


Nadie me importa como tu


Un enfermero que se encontraba al cuidado de Misaki se encargaba en ese momento de darle un baño, tallaba con extrema delicadeza su espalda, notaba que cada día el estado raquítico de su cuerpo empezaba a desaparecer, en general su estado físico empezaba a mejorar pero, aun así su mirada se le notaba bastante ida, triste y algunas veces aterrada, por lo que había escuchado la situación que tuvo que enfrentar fue bastante espantosa, le sugeriría a su jefe, que era el médico de la familia, que le dieran ayuda psicológica al chico que estaba bajo su cuidado.


Misaki se encontraba sentado adentro de la amplia bañera, lo que le facilitaba el trabajo al enfermero y a él le ayudaba a no cansarse ya que por su debilidad física se cansaba en instantes y nadie, mucho menos él quería arriesgarse a caerse, su embarazo seria de alto riesgo todo el tiempo que durara según había dicho el doctor, así que debían evitar cualquier daño físico.


Hizo su cabeza hacia atrás para que su cuidador le dejara caer el agua caliente en su cabello, sin quererlo dejo salir un suspiro desamparado, sintió un suave masaje del enfermero en su cabeza para escurrir el agua de su cabello y con ello él quito el exceso de agua de su cara con su mano sana, la otra no podía mojarse por el tratamiento y cuidados que tenía, apretó sus ojos repudio al imaginarse como había quedado todo su brazo por la explosión de la cual había sido salvado.


—Misaki, levántese con cuidado por favor. —Salió de su ensoñación al escuchar al chico, con ayuda de unos barrotes y el enfermero se levantó, fue cubierto rápidamente por una bata de ballo, su cabello fue cubierto con una toalla, agradeció con una sonrisa, fue conducido hacia el cuarto y se sentó en un taburete esperando a que el chico trajera su ropa.


Con lentitud se quitó la toalla que tenia en su cabello, volteo hacia la ventana, todo aquel verde paisaje que solía rodearlo ahora estaba cubierto por la nieve más blanca que había visto en su vida.


—Quiero salir un momento. —Demando de manera fría y voz firme, el enfermero se sorprendió ante el tono de Misaki pues contrastaba demasiado con la mirada anhelante y melancólica que tenia en ese momento, claramente quería disimular lo ansioso que se encontraba por sentir de nuevo el aire libre en su piel, Misaki volteo a verlo de manera glacial ante el silencio que se había creado, las ojeras que tenia bajo sus ojos indicaban lo agotado que se encontraba al estar encerrado.


—E-Esta bien... —Respondió con duda pues no sabia si sacar al joven Misaki al aire libre era correcto. —Claro, no hay problema. —Espeto firme, claro que era correcto para su salud física y mental recibir aun que sea unos tenues rayos de sol, aprovecharía que no estaba el señor de la casa. —Pero primero debe de comer, por favor no se sobre esfuerce como ayer en comer toda la comida de la bandeja, coma lento y hasta donde se llene.


Misaki hizo una disimulada mueca, ayer por haber comido de manera rápida, escandalosa y sin saborear la comida, termino vomitando todo el contenido de su estómago, había entrado en una crisis pues le entro la angustia de no haberle dado los nutrientes suficientes a su bebé, pero rindiéndose le asintió al enfermero, el doctor le había regañado con que ese tipo de acciones de sobre esforzar su cuerpo a su limites podía afectar aun mas al desarrollo de su hijo, el proceso era lento, por esa razón aun no le habían quitado el suero.


Fue vestido primero con ropa térmica de color negro y arriba de esta un conjunto de pants color beige bastante grueso, perfecto para soportar el frio junto con un suéter largo de color café que le caía hasta los tobillos, su cabello lo recogió en una media coleta, como estaba algo corto uno que otro mechón cayo por su rostro.


Después de haber sido conectado al suero empezó a comer, masticando con calma y permitiéndose después de tanto tiempo de saborear y disfrutar la comida, no sabía porque, pero repentinamente tenía una extraña sensación de emoción muy aparte con la que sentía cada día al ver su pequeña pancita.


El enfermero pudo jurar haber visto por primera vez una pequeña sonrisa de Misaki, pero tal vez eran ilusiones suyas, la poca luz del sol que se dejaba entre ver por las nubes entraba de manera celosa al cuarto donde se encontraban así que se lo atribuía a eso.


.


—¿Qué tal se tomaron sus padres la noticia del nuevo integrante? —Pregunto Kirishima que iba por su tercer plato de comida.


—Literalmente nuestras mamás casi nos dejan sordos cuando escucharon la notica. —Takaba sonrió al acordarse. —Además, mi suegro casi se desmaya y mi padre…bueno.


—Estuvo a punto de estrangularme, pensó que yo no iba a hacerme cargo, pero se tranquilizo cuando Takaba les enseño su anillo de compromiso.


—Ahí fue cuando perdimos a nuestras madres con las ideas de la boda.


—Si, ya me imagino a mi tía. —Se burlo Mizuki. —Ella es buenísima organizando ese tipo de cosas. —Takaba asintió estando de acuerdo a lo dicho, su suegra ese día había hablado bastante emoción que apenas si le entendió a lo que decía.


—Pensé que Mikhail si iba a venir a la cena. —Takaba hizo pequeño puchero, él se había encargado de la cena junto con Mizuki, Akihiko beso su frente para borrar la mueca de tristeza de su futuro esposo, todos se encontraban sentados en la gran mesa en el departamento de Akihiko.


—Les digo que me aviso que quería pasar el año nuevo con Yong. —Haruhiko tomo de su copa con suma elegancia mientras que con el otro brazo tenía cargado a su hijo Teiki que se encontraba acurrucado en su pecho.


—Pero ya habíamos quedado que todos nos la íbamos a pasar juntos este día. —Mizuki le dio un gran bocado a su pan.


—Bueno, según tengo entendido que en Rusia la navidad se festeja el 7 de enero y el año nuevo se festeja el 13 del mismo mes. —Kirishima alzo los hombros restándole importancia, conocía como era Mikhail de cambiar planes al ultimo momento, era parte de su personalidad.


—¿Enserio crees que Mikhail sea ortodoxo? ¿Al menos es creyente de algo? —Akihiko acaricio la cintura de Takaba reconfortándolo.


—Pues quien sabe, pero si yo fuera Mikhail me alejaría de Japón en esta fecha, no querría encontrarme ni de equivocación a Feilong y menos estaría aquí sabiendo que no aguanta a Yong, podría venir y hacerlo sentir mal, ya saben. —Le tapo con cuidado los oídos a su primogénito para que según él no escuchara lo que estaba a punto de decir. — Podría decirle que Santa Claus no existe. — Susurro, un “shh” se escuchó de Takaba que se cubrió su pancita con ambas manos. —Perdón. —Volvió a susurrar, los demás le dieron la razón.


—Si, luego, así como es el bastardo de Fe… —Bebió de su copa callándose repentinamente, Takaba al darse cuenta que Kaoruko y Shinnosuke salieron del cuarto de donde estaban cambio de tema para que no cuestionaran a Mizuki de su repentino silencio, el único que le había dado importancia a este cambio había sido Kirishima que entrecerró los ojos al ver a Takaba.


—Sabes que Mizuki, deberíamos hablar con Ruruka para que nos ayude con los preparativos de nuestra boda. —Tomo la mano de Akihiko, el mayor asintió dándole la razón, a final de cuentas dejaría que el rubio hiciera lo que quisiera y el estaría de acuerdo con todo.


—Buena idea, me gusta. —Ambos intercambiaron miradas al ver a Kaoruko y Shinnosuke acercándose.


—¿Todo bien amor? —Haruhiko acaricio la espalda del pelinegro que se acaricio el estomago fingiendo malestar.


—Si, todo bien, a lo mejor algo en la comida estaba en mal estado. —Comento soez para hacer sentir mal a Takaba.


—Que raro, a lo mejor no te diste cuenta al comienzo…con todo lo que comiste parecía que disfrutabas de mi comida, pero no te preocupes entiendo que tengas bastante hambre con todo el ejercicio que haces para tratar de recuperar tu antigua y hermosa figura. —Takaba le sonrió de manera amable, pero Shinnosuke podía leer la burla en su mirada, Kirishima y Mizuki intercambiaron disimuladamente una mirada burlesca, Kaoruko se dio cuenta de esto y los quedo viendo mal, pero ellos ni caso le hicieron.


—Primo la verdad Shinnosuke no quiere decirte, pero está exhausto. —Kaoruko masajeo los hombros de Shinnosuke para fingir relajarlo.


—Entonces ya vámonos. —Haruhiko dejo su copa a un lado para levantarse, pero Shinnosuke lo agarro de la manga de su abrigo para que no se levantara.


—¿Cómo crees? No, estas disfrutando la noche con tus amigos, estas muy a gusto, además estoy bien. —Desvió la mirada para hacerle creer al mayor que estaba fingiendo sobre estar bien, había aprendido a manejar a Haruhiko.


—Claro que no, si estas cansado entonces vámonos. —Shinnosuke iba a “protestar” cuando Kaoruko lo interrumpió.


—Primo no te preocupes, si quieres yo me regreso con Shinnosuke, traigo a mi chofer y te avisamos cuando estemos en la mansión, además yo también estoy algo cansada.


—Ves Haruhiko, no te estreses. —Respondió animado Kirishima, lo que quería era que esos dos acabaran con su teatrito. —Además ya recibiste el año nuevo con tu familia y amigos, así que la hora importante ya paso.


—Si hermano, déjalos que vayan a descansar y quédate otro rato. —Haruhiko volteo a ver a su esposo.


—¿Seguro que no quieres que vaya contigo mi amor?


—Si, quédate otro rato, estaremos bien. —Le sonrió mientras se levantaba, Haruhiko también se levanto para conducirlos a la salida. —Adiós a todos, muchas gracias cuñado por invitarnos a cenar, Takaba gracias por la…cena. —Lo ultimo lo dijo con desagrado disimulado


—Con gusto te enseño a hacer algo…hacer la cena que prepare. —Ambos se sonrieron desafiantes, Shinnosuke los despidió a todos con la mano, Haruhiko los acompaño a la puerta.


—No te preocupes por Teiki, yo lo llevo junto con lo demás para que no tengas que cargar, además está muy cómodo no quisiera despertarlo. —Shinnosuke hizo una mueca de resignación, pero internamente estaba celebrando.


—Bueno, solo esta vez porque se ve que esta durmiendo super bien. —Acaricio la cabecita del menor, se despidió de Haruhiko con un leve beso en los labios. —Vámonos Kaoruko.


—Claro, nos vemos en el mañana primo.


—Si, cualquier cosa me avisan, con mucho cuidado por favor. —Asintieron mientras entraban al ascensor.


Lo cierto era que ambos habían entrado al baño fingiendo un malestar de Shinnosuke para poder ver el mensaje que Feilong les había enviado, los estaba esperando para tomar unas bebidas en su bar, así que fingieron cansancio para poder irse, por suerte Haruhiko había caído en su plan.


—¿Qué hubieras hecho si Haruhiko te pedía que te llevaras a Teiki?


—Eso nunca hubiera pasado, literalmente se la vive pegado al niño, además le hubiera dicho lo mismo que me dijo él, que estaba bastante cómodo en sus brazos y si lo cargaba yo corríamos el riesgo de despertarlo, pero por suerte no paso. —Kaoruko le sonrió.


—¿Y cómo le haces cuando te pide algo de ya sabes…intimidad?


—Fácil, cuando empieza a besarme un poco mas apasionado lo separo con una sonrisa y hago como que me avergüenzo, ahí es cuando toma su distancia. —Se burlo con cinismo.


—Vaya…que buen consejo. —Ambos dejaron escapar una risilla.


.


Después de un par de horas ambos se habían enfiestado junto con Asami, Feilong, Kuroda y Shū, estaban en la zona privada del bar, aun que solo estaban separados de la demás gente por un par de guardias que no dejaban que nadie se les acercara.


La música estaba a todo volumen, era lenta y sensual para las parejas que se encontraban bailando en la pista o restregándose en los lugares del bar donde casi no llegaba la luz, todo estaría a oscuras si no fuera por las luces rojas que había en ese momento en lugares estratégicos, el ambiente era perfecto para el disfrute de lo sexual.


Como en ese momento, Kaoruko se encontraba arriba de Kuroda comiéndose a besos, al parecer no les importaba que los estuvieran viendo, les excitaba a ambos estar exhibiéndose pues la pelinegra restregaba su entrepierna con la de Kuroda, el la sostenía fuertemente de sus muslos para después subir y quitarle o mas bien romper su ropa interior.


Shinnosuke rio al ver como Kuroda aventaba la prenda a un lugar desconocido del lugar, volteo a ver a Shū, el rubio se encontraba diciéndole algo en el oído a Asami mientras acariciaba su pecho de forma muy sensual, mordió con travesura el lóbulo de su odio y daba una discreta lamida atrás de su oreja, estaba a nada de ponerse arriba de los muslos del contrario tal como estaba en ese momento Kaoruko que se encontraba ya cabalgando a Kuroda, pero Feilong lo interrumpió para agarrarlo de su cuello y acercarlo a su boca para darle del humo que había inhalado, al parecer era opio el que ambos se encontraban consumiendo, ante el panorama que estaba presenciando sintió un tirón en su vientre bajo.


Salió de su ensoñación cuando vio una bandeja con polvo blanco repartido en perfectas y delgadas líneas que un guardia sostenía en frente de él, tomo el delgado y largo esnifador hecho de oro puro tal como le había mostrado Asami unos minutos antes cuando él consumió y sin detenerse a pensar en las consecuencias inhalo la larga línea de polvo, la sensación le fue irritante, extraña y dolorosa al ser la primera vez que hacia eso, movió su cabeza en círculos con lentitud tratando de asimilar la euforia que estaba sintiendo cada vez con más intensidad, dejo salir una risa cuando abrió los ojos, empezó a bailar en el sillón de cuero donde estaba sentado mientras le daba un largo trago a su bebida.


Al voltear hacia atrás vio a Asami subir hacia su oficina mientras hablaba por teléfono, los demás estaban bastante entretenidos en lo que estaban haciendo así que se levantó para seguirlo, “Hypnotic” se dejaba de escuchar conforme subía las escaleras, al llegar al pasillo no encontró a nadie, todas las puertas en frente de él se encontraban cerradas con llave, se rindió de abrirla y antes de dar la vuelta Asami lo agarro con fuerza del cuello mientras lo estampaba contra la puerta contraria.


—¿Por qué carajos me seguiste? —Apretó más su agarre al cuello de Shinnosuke al escucharlo reírse, frunció su ceño al sentir una caricia en su entrepierna, lo soltó, pero sin quitar su mano de cuello.


—Simple curiosidad, además quería comprobar si esto. —Lo acaricio con un poco más de fuerza. —Es tan complaciente como lo presumía la perra esa de Misaki. —Su respiración se cortó en un instante, tomo la muñeca de Asami para tratar de separarlo pues se estaba quedando cada vez sin aire, el mayor con satisfacción notaba cada vez lo rojo que se estaba poniendo el otro y lo miraba con miedo.


—¿Enserio crees que alguien como tu puede complacerme? —El otro se encontraba jadeando con mas fuerza con cada segundo que pasaba. —Veremos cuanto puedes soportar antes de que llores que me detenga.


Abrió la puerta detrás de ellos, era su oficina que tenia una vista perfecta de lo que pasaba abajo, pero nada podía verse desde afuera, lo aventó hacia un sillón en forma de L que se encontraba ahí, se quito de un tirón su saco y comenzó a enrollarse las mangas de su camisa, Shinnosuke quitándose la sorpresa inicial empezó a desnudarse con rapidez, no le importaba que Asami estuviera a punto de joderlo con violencia pues la situación hacia que empezara a lubricar bastante tanto de su entrada como de su miembro.


Al estar completamente desnudo se abalanzó hacia el mayor para abrazarlo por el cuello y besarlo de manera desincronizada y desesperada, Asami lo separo bruscamente agarrándolo de su cintura, se dejó caer hacia atrás, sentándose dejando a Shinnosuke arriba de sus muslos, quería ver que tan bien se movía el menor.


Shinnosuke lo tomo de su nuca y empezó a darle lamiditas sensuales en su cuello mientras sus caderas se movían de manera candente sobre el cierre del pantalón que se encontraba ya abierto, bajo su mano libre para adentrarla al boxer del mayor y empezar a estimular su falo, vaya que la imaginación le había quedado bastante corta, al sentirse más confiado empezó a masajear con lentitud sus testículos, se mordió los labios al escuchar un imperceptible gruñido, rodo los ojos con placer al sentir un par de dedos en su orificio, era deliciosos los movimientos que hacia Asami con sus dedos.


—¡Aaaah! —Apretó la tela que tenía a su alcance. —¡Siiii! —Se quejo sin aire al sentir el cosquilleo en su vientre, abrió los ojos con sorpresa y dolor al sentir el falo del mayor entrar sin tanta preparación previa, se enderezo por la punzada de dolor que había sentido, ni cuenta se había dado cuando Asami se puso un condón.


—Muévete. — Demando el mayor, no tenia ni una pizca de placer en su rostro, ante esto Shinnosuke frunció el ceño con molestia ante la mirada burlona que tenía Asami.


Empezó a moverse de arriba hacia abajo con lentitud, se agarró del respaldo como ayuda y empezó a brincar, poco a poco la sensación de dolor inicial se iba convirtiendo en una sensación de placer, hizo su cuello hacia atrás en un movimiento sensual, según él, ante el deleite que sentía adentro de su recto.  


—¡Mmmm! ¡Aaaah! —Iba a inclinarse para tratar de besar a Asami de nuevo, pero al encontrarse cerca lo único que recibió fue una bofetada no tan fuerte, iba a decir algo cuando de un momento a otro se encontraba abajo del cuerpo del mayor, que sin previo aviso empezó a embestirlo con fuerza. —¡Siii! —Tenia fruncidas las cejas por el placer que sentía. —¡Mas! ¡Mas fuerte! Aaaaah…


Asami lo tomo con ambas manos de su cuello sin algún tipo de cuidado que se requería en ese tipo de situación y conforme aumentaba el ritmo de sus embestidas mas apretaba, no le importaba si lo mataba ahí mismo, solo quería terminar lo que el otro había empezado de una buena vez, Shinnosuke estaba a nada de desmayarse por la falta de aire, tenia los ojos bastante rojos y un poco salidos de sus orbitas.


Asami al estar a punto de eyacular quito las manos del contrario que dio una gran bocanada de aire y empezaba a toser, termino adentro del condón y salió del interior del menor al instante, se levanto para quitarse el profiláctico y acomodarse la ropa sin interés del placer de Shinnosuke.


—Vístete y deja la oficina antes de mis guardias te echen de aquí. —Shinnosuke al escuchar el portazo sonrió mientras cerraba sus piernas que se encontraban temblorosas, estaba seguro que Asami había quedado encaprichado de él y quería disimularlo con su desinterés, con lentitud se levanto y busco su ropa con la mirada.


Asami al caminar por los pasillos bebió un vaso de wisky que uno de sus guardias tenia ya hecho para él.


—Que horror. —Bebió de un solo sorbo el contenido de su vaso, guardia no supo porque había dicho eso. —Que comienzo de año tan aburrido.


.


Habían transcurrido bastantes horas y el efecto del calmante que le habían inyectado a Mikhail había pasado, con pesadez abrió los ojos y los cerro al instante que la luz lo lastimo, no quería abrirlos hasta que recordó la situación en la que estaba, al instante se puso a alerta, se encontraba esposado y con la boca cerrada por una cinta, aunque también tenía el cinturón de seguridad puesto, caía en cuenta que se encontraba arriba de una camioneta.


—¡Papi despertaste! —Le grito con emoción Yong, para sorpresa del mayor, su bebé se encontraba bastante tranquilo.


—¡Si papi, despertaste! —Imito Raoul fingiendo una voz aguda e infantil como la de Yong haciendo reír a Ruruka y Takahiro que estaban sentados delante de ellos, Yong se encontraba parado en sus muslos, no le molestaba pues el bebé no pesaba para nada, lo sostenía con cuidado para que no se cayera. —Eres de sueño bastante pesado, con decirte que ya hasta viajaste en avión y ni cuenta te diste. —Se burlo, de fondo se podía escuchar una melodía infantil salir de las bocinas con volumen bajo.


Mikhail analizo su entorno con rapidez se encontraba en una carretera rodeada de árboles y nieve.


—Suelta a mi hijo. —Siseo con enojo, emoción que ocultaba el terror que sentía por su hijo siendo sostenido por alguien desconocido y bastaste peligroso. — ¿Qué carajo es lo que quieres? —Raoul tapo los oídos de Yong con fingida molestia.


—No digas esa clase de palabras delante del bebé. —Se lo paso a Ruruka por arriba de los asientos para que lo cuidara un momento. —Qué clase de educación es esa. —Fue cuando Mikhail tomo en cuenta a sus dos únicas caras conocidas.


—¿Que carajo les pasa a ustedes? —Los miro furioso. —¿Qué mierdas es lo que les pasa? —Siseo con agresividad. —Si algo le sucede a mi hijo…


—Cállate. —Lo cayo Ruruka sin dejar de sonreír y jugar con Yong que se encontraba bastante risueño.


—¿Crees que somos unos mata niños como Asami, Feilong y tú? —Susurro Raoul con un tono bastante tenebroso, los ojos de Mikhail estaban desorbitados por la sorpresa. —Por supuesto que los conozco, mas de lo que me gustaría, por las estupideces de esos idiotas y tu, muchas personas quedaron envueltas, incluso yo que no tenia nada que ver en esto.


—Yo no…


—No es a nosotros a quien le tienes que dar explicaciones Mikhail. —Takahiro lo vio con frialdad. —Lo que paso fue un verdadero milagro y desde ahora no voy a dejar que nada y nadie lo vuelva arruinar.


—¿A qué te refieres Takahiro? ...—Lo miraba sin entender. —Yo solo quiero estar en paz con mi hijo, alejado de toda esta mierda.


—Silencio, ya llegamos. —Ruruka empezó a abrigar a Yong, dejándolo casi inmovilizado por la cantidad de tela que tenía la pequeña chamarra, Raoul le puso por encima una chamarra a Mikhail.


—Tampoco soy un monstruo ¿Sabes? Hace frio allá fuera —Señalo hacia la ventana.


—Estoy nervioso. — Ruruka dio unas cuantas bocanadas de aire.


—Yo estoy emocionado. —Takahiro sonrió con nervios, Yong al ver las sonrisas de casi todos también las imito.


—Ok, vamos. —Raoul y los demás abrieron las puertas de la camioneta.


.


Misaki se encontraba viendo un poco del paisaje que iluminaban los rayos del sol, grises por la temporada en la que se encontraban, habían pasado algunas horas desde que había salido a que le diera algo de aire fresco, aprovecho el clima pues todavía no empezaba a caer nieve, no tenia nada de frio pues estaba bastaste abrigado, aparte un té calientito se encontraba en sus manos, encima de su regazo, suspiro, se encontraba extrañamente tranquilo, cerro los ojos dejándose envolver por los sonidos de la naturaleza, se puso más cómodo en la silla de ruedas, dejando caer su cabeza un poco para atrás, no le había gustado la idea de estar en una silla de ruedas pero sus piernas aun le temblaban de cansancio si permanecía algunos minutos de pie, así que por el momento aun era necesaria, suspiro una vez más dejando entrar el olor a pino y a madera mojada entrar a sus pulmones, estaba en absoluto silencio escuchando los sonidos particulares de algunos animales que se encontraban ahí cuando comenzó a escuchar una infantil y bastante cantarina risa.


Frunció las cejas, tal vez había un niño de los empleados jugando por ahí, abrió sus ojos para buscar a alguien y decirle que tuviera cuidado con el niño que jugaba cuando de nuevo escucho la risa, pero cada vez mas cerca, fue cuando puso más atención a las siluetas que venían hacia el y una mas pequeña venia caminando con “rapidez” y con dificultad por la nieve y el atuendo que traía delante de ellos, no podía creer lo que estaba viendo, parpadeo varias veces, no fue que escucho de nuevo la emocionada carcajada que volvió a la realidad, sonrió y respiro con rapidez con la emoción, las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas.


—No puede ser… —Mikhail se quedó mudo ante lo que veía, no podía creerlo, dejo salir un suspiro, tal vez nunca se llevó del todo bien con Misaki, pero cada día que pasaba se sentía culpable de su muerte, claro hasta ahora que lo veía se sentía más que aliviado.


—¡Mami! —Yong le grito a Misaki con emoción, lo había visto desde que puso en pie en la nieve, lo iban a cargar, pero el no quiso por lo que Raoul lo bajo, parecía un pequeño duende por como caminaba y trataba de mantener el equilibrio con sus bracitos. —¡Mami! —Se carcajeaba bastante cantarín que los demás sentían ternura al escucharlo.


—¡Mi niño! —Misaki le estiro los brazos, quería levantarse, pero no podía arriesgarse por mas que se sintiera desesperado por abrazar a Yong. — ¡Ven mi cielo! —Gimoteo llorando de emoción y alegría, su alma cada vez se recuperaba y se llenaba de amor mientras más cerca veía la sonrisa de Yong.


—¡Mami! —Hacia sus pasitos cada vez mas largos, quedaba poco para llegar con Misaki.


Cuando ambos estuvieron a un metro de distancia estiraron lo mas que pudieron sus brazos, Misaki lo tomo y lo acerco a el con rapidez, no supo, pero de un momento a otro ambos se fundieron en un abrazo, Misaki lo apretó con cuidado hacia él, sintió como era envuelto su cuello por unos bracitos, escondió su cara en pequeño hombro de Yong, oler de nuevo el perfume de su bebé y tenerlo ahí con él le estaba devolviendo poco a poco su vida.


—Oh mi niño precioso. —Lo tenia sostenido con tanto amor, que algunos se permitieron soltar una que otra lagrima.


—Te extrañe mucho mami —Misaki aun con lagrimas se rio con emoción, Yong hablaba un poco mas claro y se le entendía más.


—Y yo a ti mi cielo, no sabes cuanto te extrañe. —Yong se acomodo para quedar en frente de la cara de Misaki, con sus pequeñas manos le quito las lagrimas de sus mejillas, no entendía porque lloraba su mami, pero no le gustaba verlo así porque sentía feo.


—Ya no llores mami. —Misaki sintió como se le estrujaba el corazón al notar como Yong empezaba a hacer un puchero a lo que sonrió.


—No mi vida, desde ahora ya no voy a llorar. —Le beso su cabecita con adoración, Yong se dejo envolver en los brazos de Misaki, recargando su cabeza en su pecho, el castaño lo envolvió con la tela suelta de suéter para tenerlo más pegado a él, le beso con amor sus pequeñas manos y empezó a mecerlo, ambos cerraron sus ojos cubiertos por el calor que comenzaba a compartir, estaban en su pequeña burbuja.


Al escuchar pasos cerca de ellos Misaki se puso alerta, protegió un poco mas a Yong con sus brazos, se lastimo un poco por el suero que estaba conectado a el pero no le importo, como un rayo recordó que la luz de sus ojos se encontraba llorando a través de la bocina del celular de Ruruka, sintió un sabor acido en su boca y todo su ser comenzó a llenarse de ira, apretó con fuerza sus dientes, era capaz de arrancarle los ojos con sus propias uñas a aquel que había hecho llorar de esa manera a su bebé. Las pisadas se detuvieron delante de él.


—Misaki …


Mikhail no sabía de qué manera articular alguna palabra, no todos los días te sorprendían de esta manera, detuvo las palabras en su boca cuando Misaki lo miro con furia pura, sus ojos parecían aun mas verdes por lo rojo que se encontraban sus parpados, su mirada se veía mas afilada por las pestañas mojadas por las lágrimas, se veía letal y dispuesto a matar sin importarle nada ni nadie con tal de proteger a Yong, aun estando en ese estado enfermizo en el que se encontraba.


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