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Albafica De Piscis por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, aquí publicando el pequeño regalo de cumpleaños de nuestro hermosos Albafica de Piscis, se puede decir que es contenido relacionado con otro fanfic... Jajajaja el universo de "Mi Rayo De Luz" Es muy extenso...

Jajajajaja disfruten mucho, que es un One Shot en donde se narro como se conoció con Manigoldo.

Claro que este basado en el universo ya mencionado, jajajajaja su relación desde un inicio fue bastante curiosa, kajajajaja sin duda este chico no pierde el tiempo con el precioso y hermoso Doncel que le robo al atención...

ajajjaaj Bueno disfruten y a felicitar de forma tardada a Albafica de Piscis.

Cientos de admiradores, observan de lejos a la rosa de la escuela...

No es una mujer, pero tiene una belleza que supera a la de cualquiera.

Es un joven Doncel, que siempre camina solo, distante ante los demás, muy inteligente y hábil en la jardinería...

Su personalidad tranquila, y pacifista lo mantiene envuelto en un enorme misterio...

No intercambia palabras con nadie, al menos que sea estrictamente necesario.

Muchos se quieren acercar a él, para ser sus amigos o algo más.

Miles de halagos y regalos recibe en su cumpleaños, días especiales o simplemente porque quieren ganarse su atención o sus favores.

Siempre rechaza los regalos de quien sea, aunque sean dados en directo o enviados, los devuelve o los da a otras personas que no lo fastidian.

Quiere estar lejos de los demás, no le agrada tanto la compañía, no porque no quiera en sí convivir, si no...

 Tiene un poco de miedo, teme cómo cualquiera...

Tiene una absurda idea, que trata de...

Cuando todos lo conozcan como es en realidad, que sepan que prefiere pasar sus días leyendo literaturas antiguas de temática romántica, que sus pasatiempos traten arreglar su propio jardín, cuidar de esa flores que comparte con su papá, cocinar dulces y nada más.

No le agrada tanto salir a lugares populares, prefiera estar en casa, en bosques o parques a lado de la naturaleza...

Teme que se burlen de él por el temor que le tiene al agua, por casi morir ahogado al ser un niño, y por ende, no querer salir a parques acuáticos, playas o lagos...

Sin duda ante su pensar, su propia personalidad es demasiado aburrida y cero interesante.

Que la idealización de los demás se verá frustrada, y será rechazado ante los ojos de todos por sus peculiares aficiones y miedos.

Su pensar erróneo es creer que nadie verá más allá de una diferente idea de diversión, o de aquellos traumas infantiles.

En el club de jardinería en que él se encuentra... Aunque existan mas miembros, lo admiran de lejos, gozando de la vista de tener una belleza así, siempre se cansa de ser catalogado como alguien de solo belleza sin par y no más...

Conoce su apodo dado...

Como si fuera algo de que enorgullecerse, cuando solo le provoca enojo, aunque finge no darle importancia.

Este joven peli celeste, largo y sedoso, de ojos igual del color del cielo y rasgos finos, solo acepta que es mejor que todo siga así, que no haga amigos de verdad, que no lo conozcan del todo bien y no aceptar ninguna salida, si lo siguen viendo como alguien inalcanzable, así al menos no será tan rechazado, que eso si no lo soportaría.

Pensar pasar así sus días de instituto, es algo aburrido, solo ser admirado de lejos por los demás, confesiones de amor, y algunos intentos de acercarse a él con intereses románticos, disfrazados de amistades, y claro que él se va a cerrar a todo eso ...

No es algo sano para él... Pero es lo que desea, al menos lo que más le conviene...

Sin embargo querer y necesitar no tiene el mismo significado.

Y lo descubre... Cuando encuentra a alguien... Que no esperaba jamás ver en el club de jardinería justamente… Haciendo su mejor intento por hacer algo decente, pero… Provocando más un desastre.

La mirada celeste, plantada en el tipo de cabellos azul oscuro, que esta intentando “Plantar” unas raíces de quien sabe que flores y “Regar” las mismas flores.

-¡¡¡¿QUÉ ESTAS HACIENDO?!!!- Rápidamente le reclama la persona cuida con esmero ese jardín que no le pertenece, pero es encargado en carta forma por estar en ese club.

Los ojos en señal de desaprobación, apretando las herramientas que justamente lleva para cuidar bien del hermoso y pequeño jardín, frunce su ceño, mira enfurecido al otro que esparce la tierra como si nada.

-Oh…- Alza su vista apenas, para ver al peli celeste que lleva el uniforme incompleto, pues ahora tiene un delantal de jardinería, para justamente no mancharse –Hola, florecita, solo vine aquí para relajarme con las flores- Sonríe rápidamente, algo coqueto… Para volver a su labor.

-¡¡¡¿RELAJARTE?!!! ¡¡¡¿RELAJARTE?!!!- Está perdiendo la paciencia sin duda, no es alguien que disfrute ver cómo hacen desastres con las plantas que ha estado cuidando con tanto esmero -¡¡¡ESTAS LASTIMÁNDOLAS!!!- Se pone de rodillas sobre la tierra descuidadamente removida, y empujar al otro con cierta brusquedad, sin importarle que el otro sea un año mayor que él, aunque en si no lo pude notar pues no porta el saco característico de los grados.

El chico de piel un poco más tostada que la del Doncel, se aparta por el empujón, cayendo sobre la parte posterior de su cuerpo, poniendo sus manos detrás, directamente las palmas en la tierra, quedándose sorprendido de esta actitud que de la nada apareció, pero no por ello le desagrada.

También que no puede creer la fuerza que tiene, aunque sea un delicado Doncel de apariencia, sin duda no deja de ser un hombre, uno que puede darle una lección.

No le importa ensuciarse sus delicadas manos, por tocar la tierra directamente, volver hacer los agujeros en donde deben ir los tallos que corresponden en la zona correspondiente, para enterrarlos y así plantarlas adecuadamente.

-El rosal blanco solo debe ser regado tres veces a la semana, y es el que se deja a final- Le habla algo fuerte al otro sin gritar, pues quiere clamarse –Los tulipanes, no los puedes poner aquí, tienen que estar en tierra más suelta y recibir una cantidad moderada de sol- Esta intentando con mucho cuidado usas las herramientas adecuadas, para remover dicho tallo, y así trasplantarlo en una maceta.

-Pero… Son platitas… Solo necesitan tierra y agua… ¿No?- Pregunta el otro con una mueca de confusión, intentando ponerse a lado del otro, pasando sus brazos por detrás de su nuca.

-¡¡¡SE NOTA QUE NO SABES NADA!!! ¡¡¡LA FLORES, LAS PLANTAS, CADA UNA NECESITA CIERTAS COSAS DIFERENTES PARA PODER ESTAR BIEN!!!- Aprieta sus labios, mordiéndose ligeramente el inferior, pues se encuentra colérico de nuevo por la forma tan irrespetuosa y tonta, que este sujeto a tratado a las pobres plantas que tanto ama y cuida el Doncel.

Se queda impresionado el peli azul con la forma de actuar del Doncel, que claramente lo reconoce y de hecho es su motivo por el cual está aquí, pero… Es algo que él otro no debería saber…

Jamás, nadie le había reprendido de esa forma, usualmente le siguen la corriente, se ríen de sus tonterías o no le cuestionan nada por cierto temor de su personalidad y… Que tiene cierto peso en esta institución.

Cosa que puede no todos saber.

Le gusta ver ese rostro, ya lo había estado apreciando desde hace un tiempo, desde que lo vio fugazmente en la ceremonia de nuevo ingreso, donde los de segundo y tercero reciben a los de primero.

Vio ese suave rostro, el hermoso cabello y ojos que posee, como la frágil figura, y delicadeza en su andar…

Para él, ese joven es sin duda perfecto, y desea tanto acercarse a él, hablarle y entablar una conversación, pero… Reconoce que no sería fácil, sus métodos de conquista no servirían de mucho con alguien con una personalidad tan reservada y calmada.

No, ese Doncel no sería una conquista cualquiera, no será solo uno más del montón…

Este chico, que si bien ha tenido dos parejas antes, si, aun siendo un joven de diecisiete años ricen cumplidos, ya había tenido dos personas que le interesaron románticamente y anduvo con ellos, pero… Con este chico… Las cosas van por diferente camino.

Y lo sabe perfectamente, pues… Se encuentra precisamente en el club de jardinería, intentando impresionar a alguien que solo le dedica miradas de enojo y palabras de la misma índole.

-¿Y cómo sabes que necesitan cada una?- Ladea su cabeza, haciéndose algo el tonto, pues esa información la podría tener con solo leer un libro de botánica, adecuado para cada especie de estas.

-Fácil, las escucho, las entiendo, y por qué ellas son más comunicativas de lo que al gente como tú piensan- Su tonto gentil se ha ido, por la insolencia de este tipo, aunque no alza la voz tanto como quisiera.

-Oye, oye… Tranquila Florecita, solo quise hacer algo lindo por ellas y agregar estas nuevas platitas- Sigue tratando todo como una burla, aunque una clara señal de molestia se encuentra en el rostro del otro, que sin siquiera mirarlo, pues lo que hizo a las plantas lo han hecho enfadar, se levanta para ir hacia donde los tulipanes se encuentran.

-Debiste darnos los tallos de los tulipanes a nosotros, que estamos en el club y no venir tú mismo a hacer un desastre- Habla entrecerrando sus dientes, pues prefiere intentar contenerse, mientras sus pasos van bruscamente ante la zona deseada.

-Pero, no me daría la oportunidad de conocer a la flor más hermosa de este instituto- Se pará delante del peli celeste, algo coqueto, intentando verse atractivo, con una sonrisa socarrona, y unos ojos clavados en el Doncel delante.

Cosa que solo provoca una emoción negativa en el otro –No me digas hermoso, y ni loco me gustaría conocerte, si maltratas así a las plantas- Lo ignora, pasando de largo, cerrando sus ojos para no prestarle mas atención al idiota joven que esta con él.

-¿Eh?- Sin duda su plan está yendo completamente pésimo hasta el momento –Oye, espera… No era mi intención hacerles daño, es solo que… Pensé que sería un bonito detalle para acercarme a ti- Intenta reanudar el paso para volver a encontrarse de frente con el otro.

-Pues, tu “Bonito Detalle”- Para este punto ha llegado delante de los tulipanes, para quedar delante de ellos, dejar la maceta en el piso, alzar las manos al nivel de su rostro y hacer comillas en el aire –Casi arruinas todo el trabajo que hemos hecho para tener un bonito club- Sus manos ahora se posan en las caderas, frunciendo el ceño.

-No quise hacer eso, solo quería impresionarte- De forma inmediata se inca a lado del otro, para acercarse, y así pedir una disculpa con el rostro arrepentido.

-Pues me has impresionado eso es seguro- Responde nuevamente, para empezar a trabajar en el jardín de esta área y poner le tulipán que trajo el otro.

-¡¡¡¿DE VERDAD?!!!- Se siente en las nubes, sonriendo por que el peli celeste Doncel le digiera justamente lo que desea escuchar.

-Sí, me has impresionado, que no creí que existiera alguien tan torpe como para destruir casi todo un jardín de rosales y matar a los pobres tallos que aún no son plantados, ahogarlos también y aun creer que es algo bueno…- Aprieta un poco la pala pequeña del mango, para girarse al contrario, que esta invadiendo su espacio personal -¡¡¡¿ERES UN IDIOTA ACASO?!!!- Le grita nuevamente, para morderse la lengua al instante y girarse ante su labor.

Sentir el sudor frio recorrerle el cuerpo, tragar saliva de golpe, al sentir un poco de intimidación en ese instante que le Doncel le recrimina a la cara sus tonterías, pero notando curioso que no le grita como debería, aunque es algo que de verdad no desea.

-Oye… Disculpa, no quise hacerles daño a ninguna de las plantas o florecitas… O…- Estaba a nada de decir una tontería típica de su parte, pero recibe la mirada fulminante del otro y aunque le incomoda hacerlo enojar, le agrada ver un aspecto diferente, a la persona siempre mostro una templanza y amabilidad única –Bien… Pero, ¿Puedo hacerte dos preguntas?-

-Me acabas de hacer una, así que no te responderé nada- Sin duda desea que se vaya de una buena vez, pues su presencia le desagrada tanto, y más al saber que la razón de ese idiota que lo intenta impresionar, dándole cumplidos estúpidos.

-Vamos hermosa florecita, solo quiero…-

-Albafica, me llamo Albafica, y para de llamarme ¡¡¡HERMOSA FLORECITA!!! ¡¡¡ES INSULTANTE Y REALMENTE MOLESTO ESO!!!- Sus manos al fin están terminando de plantar el tallo del tulipán tan pequeño para que germine correctamente.

-¿Por qué no terminas de gritarme?- El otro se sigue tomando atribuciones de acercarse al Doncel de su lado derecho, sonriéndole traviesamente.

Un suspiro lanza el peli celeste, para intentar serenarse, aunque realmente no puede del todo porque las inocentes flores han sufrido daño, pero entiende que se ha estado comportando un poco raro –No se debe gritar delante de las plantas, si gritas mucho, ellas lo sienten y se pueden deprimir o alterar- Revela esto con un ceño fruncido, pues ya se imagina que al conocer algo de sus conocimientos, el otro se comenzará a burlar o ser tachado de aburrido por este sujeto.

Su mente trabaja rápido en traicionarse a si mismo con temores insanos.

-¿Apoco ellas se dan cuenta de todo eso? ¿Les afecta? ¿Cómo es eso posible?- Alza una ceja, algo confundido, pero a la vez curioso por la información que el otro le está dando, su rostro es de entusiasmo puro.

Cosa que deja sin palabras al Doncel, incluso sonrojarlo de las mejillas porque este invadiendo su espacio persona de nueva cuenta, con una cercanía que no desea.

-Son seres vivíos, como cualquier otro, sienten las emociones de los demás, sufren, tienen necedades y los cuidados que deben tener son diferentes entre las especies…- Sus palabras salen en automático para dedicar esa información al interesado chico que no conoce, pero le parece extraño a la vez.

-¿Comos sabes todo eso?- Sonríe impresionado, sin pensarlo sujeta las manos del Doncel que las tiene llenas de tierra.

-¿Eh?- La reacción del peli celeste de inmediato se deja ver, de impresión y nerviosísimo por este sujeto que dé la nada toma sus manos.

-Es impresionante que sepas todo eso, que conozcas sus necesidades, seas capaz de defenderlas y cuidarlas tanto- Tal vez sea su forma de coquetear, para ganarse la atención del Doncel, para que lo vea cómo un posible prospecto de un enamorado, aunque no del todo es así.

Al parecer este chico de cabellos azules, le ha parecido de verdad interesante cada palabra del otro.

El rostro de Albafica se sigue presentando alarmado, asustado y sin entender que le sucede a este tipo de la nada.

Sin duda esto no es algo normal, el habla se le fue en ese instante que lo sujeta de las manos y le alaga tanto.

-¡¡¡ALBAFICA, ERES IMPRESIONANTE!!! ¡¡¡Y QUE CUIDES TÚ SOLO DE ESTE CLUB ES MARAVILLOSO!!! ¡¡¡CREO QUE DE VERDAD ME GUSTAS MUCHO POR ESO!!!- Le dedica una sonrisa, para después soltar las manos del Doncel y así levantarse de donde están ambos hincados, y estirarle el brazo para ayudarlo a levantarse.

Las palabras a todo pulmón del otro, lo han logrado sacar de sus pensamientos y es por algo que dijo, bueno todo lo que le dedico.

-Espera… ¿Como que yo soló de este club?- Le cuestiona de inmediato, aceptando la ayuda para levantarse, sin importarle que las manos del peli celeste estén sucias, aunque las del peli azul estén igual.

-Oh, vamos, Flo… Se detiene en seco al ver el ceño fruncido del otro, tan evidente –Albafica, se nota que tú eres el único que le pone empeño a esto- Señala el jardín entero –Antes de que llegaras a este lugar estaba muy descuidado, algo sucio y muerto…- Sonríe sin dejar de sujetar la delicada mano –Pero tú lo has revivido y se ha vuelto algo realmente bello-

Para este punto el peli celeste se queda en silencio, admirando cada rincón de dicho jardín, notando que sí, y recordando cómo era el lugar al instante que llego…

Que no había nada de vida, que las pocas flores que aun permanecían con vida, estaban debatiéndose entre la vida y la muerte.

No se malinterpreten, los intendentes y jardineros de la institución se dedican principalmente en dar mantenimiento a las áreas verdes y jardineras de la escuela, menos en el club de jardinería, pues estas solo corresponden a los alumnos que se encuentren en dicho lugar.

Pero si ni siquiera ellos hacen bien su labor, y con eso no se puede hacer nada al respecto.

-Las flores merecen un lugar hermoso para vivir, y dejar ver su esplendor…- Sus palabras salen por instinto, dedicando una gentil sonrisa a cada uno de esos seres vividos de pétalos coloridos, delicados y preciosos –Si están en medio de una devastación, algunas morirán, pero… Aquellas que deseen vivir, encontraran la forma de tomar fuerza y nutrirse por lo que logren tener cerca… Son delicadas, pero tienen un espíritu de lucha tan grande que… Son de admirar y cuidar en silencio- Es diferente este Albafica, cuando habla de las flores, cuando declara sus pensamientos de ellas.

El rostro del Doncel se relaja, se muestra tan pacífico y adorable, con un rubor en sus mejillas, y una calidez en esos ojos celestes, que logran cautivar a cualquiera.

Incluso demostrando que su belleza solo sigue siendo más perfecta y esplendida, pero eso no es todo en la vida, si no que sus habilidades y conocimientos van más allá de solo esto, demuestra que esconde mucho de lo que aparenta a simple vista.

Y eso lo nota el chico delante, que le sonríe y le encanta más ese aspecto que logro encontrar al momento de atreverse a ir a ese club.

Sin duda, encontró no solo a la flor más hermosa del instituto, si no… Al Doncel más perfecto de este mundo, no negara que va a dedicarse de ahora en adelante en ganarse un poco de su atención, aunque no sea tan interesante como se peli celeste.

Pero no admitirá ninguna debilidad tampoco.

-Bueno Albafica, aunque no sea mi club… Vendré a verte todos los días, para que me enseñe de las flores en ese caso- Le dedica estas palabras, sin soltarle la mano al Doncel que tanto había estado admirando de lejos y que hoy por fin logro tenerlo tan cerca y conocerlo un poco en la realidad del jardín.

-¿Cómo?- Ahora de nuevo es sacado de sus casillas aquel perteneciente del club, provocando que parpadee varias veces, poniéndolo nervioso de golpe.

-Sí- Asiente muy orgulloso y coqueto -Vendré a verte a ti y a las flores, y así me vas a enseñar todo lo que conoces sobre ellas- Rápidamente sonríe, entusiasta, con picardía en sus ojos y labios, pues es una excusa para pasar tiempo con el joven Doncel, que ha robado su corazón sin duda y miles de suspiros que no conocerá aun el otro –Por cierto me llamó Manigoldo, recuérdalo bien, pues es el nombro de tu futuro marido- Con ese coqueteo, se atreve a bajar su rostro levemente, para besar la mejilla derecha de Albafica que claramente no espero eso.

Provocando que el rostro del peli celeste se ponga tan rojo como los pétalos de sus rosas más hermosas, un sobre salto en su cuerpo, y sus celestes ojos bien abiertos, porque el habla se le ha ido por este atrevimiento de la nada.

Simplemente, Albafica en su mente se comienza a cuestionar.

¿Cómo fue que eso sucedió?

Este chico le esta diciendo de la nada, que su nombre será el de su futuro marido.

Básicamente lo está amenazando con que terminarán siendo pareja.

Aunque el Doncel no este interesado, o bueno, no lo esté ahora…

Pero eso no significa que con el tiempo y la interacción, el amor florezca.

Como esas preciosas flores que cuida con tanto esmero y amor.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien, dándoles el capitulo del cumple de Albafica hermoso, jajajaja

Espero que les guste mucho y lo este disfrutando, que este y otro mas serán los últimos de Febrero y por ende, una sorpresa se les espera este Lunes, jajajaja lo logramos. 

Pero primero como ya debo irme algo rápido, me iré despidiendo mucho mas rápido ahora.

Sin mas a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar a Alba-Chan.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Albafica tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Albafica tu cumpleaños si que si. 

Se que su cumple fue has un buen... Como exactamente... Dos meses atrás, el 23 de Febrero, pero nunca es tarde para los regalos.

Jajajajaja, me dicen ¿Que les pareció el One Shot?

Bueno mis terrones de azúcar, me paso a despedir no sin antes decirles, que mil gracias por disfrutar mi contenido, leerme y comentar tanto, que eso es lo mas hermoso, saber que lo disfruten.

Por favor cuídense mucho, sigan aun las medidas de higiene, aunque los demás no.

Manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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