Cap. 3: Saga
Esponjosidad, hermosa bolita de ternura, la siguiente historia me recuerda a un “valiente caballero” ¿Sabes que ese tipo de persona son capaces de vencerlo todo? No hay remedio más eficiente para eliminar la maldad, que una espada desenvainada y un escudo para protegerte.
Los caballeros han sido y serán, por siempre personas como tú, esponjosos desde pequeños pero enormes y fuertes al crecer… no te rías, te lo juro; en ti he visto la pureza de tu alma, la delicadeza de tus manos incapaces de dañar jamás… esponjosidad, pero hablando de humanidad, habrá algo que recordar.
Un valiente caballero, siempre tendrá… a alguien que procurar y un monstruo que vencer.
Ese era Saga, resguardado del frío nocturno.
Para quién romantiza la briza nocturna en la playa, poco sabe de la sal hiriendo las mejillas y el frío rasgando la piel. Entre cerró los ojos y colgó sus pies al borde del muelle.
Observaba los peces plateados reflejando sus escamas por la luz de luna. Y divisaba algo aún más profundo, pero “el peligro” alertó sus sentidos.
Se plantó de pie inmediatamente y al virar su cuerpo fue testigo de un grupo de hombres que llegaban con armas y balanceaban antorchas de un lugar a otro.
— ¿Qué estás haciendo de nuevo en nuestras tierras?
— Este lugar no les pertenece. — Exclamó Saga. Empuñaba sus manos vendadas para evitar perder los estribos.
— Desde que tú has sido despojado de tus tierras, este lugar nos pertenece. — Eso jamás había ocurrido, pensó Saga, pero… no había forma de demostrarlo. Mordió su labio inferior para no hablar. Había hecho una promesa y tenía que cumplirla… aunque eso siempre le había traído problemas. — Así que ahora lárgate.
Humillado nuevamente. Tragó en seco todas aquellas respuestas que pudo dar y sin debatir nada más decidió alejarse. Caminó hacia las esquinas del muelle evitando discusiones, pero esos hombres no le dejarían ir así nada más.
Lo primero que sintió, fue el golpe de un madero sobre su cabeza y algunos de sus cabellos se encendieron en fuego. Después trastabilló y le hicieron caer al suelo.
Patadas, golpes, empujones y palabras de odio.
— Un caballero que deserta de su destino, es lo peor que puede haber, no tienes honor. Debes morir. — Acercaron una de las antorchas a su rostro, lastimando su piel ya lastimada y en respuesta Saga se puso de pie, empujándolos a todos, sin dificultad, era fuerte. Podía con esos hombres y mucho más.
— ¿Va a pelear, por fin? — Saga sólo atinó a alejarse, estaba siendo acorralado.
¿Por qué entre todas las cosas, tuvo que haber prometido no dañar a nadie?
— No hay un por qué… para pelear. — Respondió Saga a sus atacantes.
— ¿Entonces, vas a darte por vencido? —
— Ni de coña.
— Bien, pues tú lo quisiste así. — “Pum, pun, pum… ¡pum!”
¿Todo terminaría de esa forma?
Apenas fue consciente de los disparos que habían impactado en su cuerpo cuando brillosas escamas llamaron su atención. A lo lejos dos peses extraños se alejaban y sobre el agua observó una enorme masa oscura acercarse.
Gritos que no logró identificar muy bien.
Dolía... y el aire le abandonaba....
Le ardía la nariz por el agua salda que entraba en su nariz y de pronto… una fuerza inexplicable presionó su cuerpo entero. Salió del agua, fue arrojado al suelo y después, sintió el dolor más profundo de todos.
Un dolor en el pecho, que le hizo soltar un enorme grito antes de caer inconsciente sobre la arena húmeda a la orilla del mar.
— Conseguí un corazón… un delicioso corazón.
|¤°.¸¸. ·´¯`» Doki Amare Peccavi «´¯`·.¸¸. °¤|
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«.·°·~*~' Valiente caballero‘~*~·°·. »
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