Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos y promesas bajo la luna por Eli_9419

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

POV Harry

 

Harry se limpió las manos en el pantalón, llevaba casi una hora intentando escoger que ropa iba a usar para su encuentro con Anguis, joder, ya no era un crio, y aun así se estaba comportando como una señorita nerviosa antes de su primera cita.

Definitivamente necesitaba una forma de calmarse, así que lanzó polvos flu a la chimenea, metió la cabeza y gritó el nombre de Hermione, esperando que ella apareciera en su campo de visión.

Poco paso hasta que empezó a pensar que su amiga no estaba en casa, cuando vio a Ron entrar corriendo a la sala.

—¡Harry, compañero!

—Ron, ¿Esta Herms? es que necesito pedirle algo—dijo nervioso.

—Oh si, ella viene en unos minutos, estábamos pensando en salir, ya sabes, hace tiempo que no salimos.

—¡Harry!

Ambos giraron la cabeza en dirección a la puerta cuando escucharon el feliz grito de Hermione, hacía tiempo que no hablaban en persona, se mandaban cartas con regularidad, pero habían estado algo ocupados con sus trabajos, así que les era un poco difícil verse.

Una vez que llego a lado de Ron se sentó en el sillón de atrás con cuidado, había estado a punto de hincarse en el suelo junto a su esposo, pero cada día le costaba más hacer ese tipo de cosas, además de que los mareos cuando se ponía de pie no eran nada agradables, y mucho menos las náuseas. Hablaron durante un rato.

—¿Acaso no era hoy tu cita Harry?—pregunto curiosa Hermione.

—En realidad, quería pedirte un consejo respecto a eso.

—Dios Harry, haberlo dicho antes. Llevamos como media hora hablando—comentó mientras se ponía de pie con ayuda de Ron—¿No se te hace tarde?

—Bueno no, aún tengo como una hora y media.

—Bueno, pues aparta que voy a ir para allá—informó mientras se acercaba a la chimenea.

—¿Qué?, no, no hace falta.

—Haz caso Harry, que desde aquí no puedo ayudarte con la ropa que te vas a poner.

Harry sintió la cara caliente, de seguro parecía una remolacha.

—Y-yo, nunca hable de ropa.

—Oh Harry, te conozco desde hace años y te vistes horrible—Ron se rió por lo bajo aun sosteniendo a Hermione— ,obviamente necesitas ayuda con la ropa. Ahora aparta de la chimenea.

—Pero el bebé, no es bueno para él bebe que viajes por chimenea—dijo tardíamente como una excusa.

—Él bebe va a estar bien, ahora sal de la chimenea.

Harry miró mal a Ron quien aún tenía una sonrisa burlona en la cara y se apartó de la chimenea a regañadientes. No pasó demasiado antes de que sus dos mejores amigos estuvieran ya en su casa.

—Merlín, ¿Qué es ese olor tan delicioso?

—¿Estabas cocinando?—preguntó Hermione mientras sonreía con cariño en dirección a Harry.

—Si, casi está terminado, solo faltan unas cosas.

Hermione sonrió aún más y se metió a la habitación de Harry mientras Ron curioseaba en la cocina.

—Ron, hay un plato sobre la mesa, les iba a llevar un poco cuando terminara aquí, pero puedes comerlo ahora.

—¡Gracias compañero!—exclamó felizmente Ron mientras se sentaba en el comedor.

Harry siguió a Hermione hasta el cuarto y la encontró hurgando entre su ropa. No tardó demasiado en lanzarle algunas prendas, un jersey gris obscuro de cuello largo, un pantalón negro y una chaqueta igualmente negra. La miró con una ceja alzada.

—No querrás verte desesperado como una adolescente poniéndole mucho empeño a la ropa—respondió guiñándole un ojo y saliendo de la habitación.

Sonrió hacia la puerta por donde había salido Hermione y entró al baño para cambiarse, cuando terminó salió para encontrar a sus amigos en el comedor terminándose lo que había guardado para ello.

—Te ves genial amigo—exclamó Ron con la boca llena de comida mientras Hermione le daba un codazo.

HTHTHT

Se apareció directamente fuera de la mansión de Anguis y espero a que los elfos lo recibieran. Una vez dentro se saludaron y charlaron un rato en la sala de estar sobre cosas banales. 

Después los apareció a ambos en la ubicación que había elegido.

El lugar no era muy grande, era una cabaña a las afueras de la ciudad, en el medio del bosque y cerca de un pequeño arroyo. La casa era una de las tantas propiedades que le habían heredado, más específicamente, propiedad de Sirius, quien lo había llevado ahí junto con Remus en algunas ocasiones.

El lugar era indetectable, por lo que solo él y algunos pocos más de confianza sabían la ubicación exacta. La primera vez que Sirius le mostró el lugar, le dijo que, si algo malo pasaba, tenía que ser por lo menos un poco egoísta y esconderse ahí si lo necesitaba.

Unos meses después de esa conversación y la pequeña visita, había perdido a Sirio tras caer en el velo.

Siempre deseó que su padrino fuese un poco egoísta.

Tras aquello había mantenido comunicación con Moony y habían ido un par de veces más hasta la cabaña, donde ambos se habían sentado en la sala de estar con algo que tomar, la empatía del dolor al perder a alguien querido y un silencio que hablaba más de lo que parecía.

Moony había perdido a su pareja, Harry había perdido a un segundo padre.

Salió de sus cavilaciones con nostalgia y una triste sonrisa en el rostro, hacía tiempo que no iba a la cabaña porque creía que no podría volver a entrar sin soltar al menos un par de lágrimas. Pero por una extraña razón, junto a Anguis se sentía con la seguridad suficiente como para dar ese paso, era una sensación extraña…

Pero, reconfortante.

HTHTHT

Habían pasado ya un par de horas y cenaron lo que Harry cocinó, hablaron un poco y Harry le contó porque le había llevado a esa ubicación y lo que la casa significaba para él. Claramente no tan emotivo, a Anguis no le iban esas cosas y lo último que quería era incomodarlo.

Durante todo el rato que llevaban ahí había conseguido sacarle sutiles y discretas sonrisas a Anguis, y con eso se daba por satisfecho.

Por petición de Harry terminaron saliendo a la parte de atrás de la casa, desde donde se veía el arroyo y escuchaba el ruido del agua al correr, golpeando las rocas de la orilla, rodeado de grandes y frondosos árboles. La noche comenzaba a caer por fin.

Se sentaron en una mesa que estaba afuera y continuaron charlando. En algún punto de la conversación, terminaron hablando de su amigo en común y de la fiesta a la que les había invitado.

—¿Has pensado en ir?

—En realidad, aun no estoy seguro—comentó un poco nervioso—,probablemente no pueda.

Anguis le miró con una ceja alzada—¿Por qué?, ¿Hay algo que estés evitando?

—¿Qué?, no, claro que no— negó con ímpetu.

—¿Seguro?, porque a mí me parece que sí.

—Es solo que yo…—Harry soltó un suspiro, nunca podría con la mirada evaluativa de Anguis, se sentía como volver a su infancia, cuando Dumbledore le miraba esperando que le dijera algo que claramente él ya sabía—No se bailar—concluyó. 

Un bufido sonó a su lado.

—¿Acaso nunca aprendiste?

—Por Merlín, no—respondió recargándose en el asiento—, lo intente para el torneo de los tres magos, en el baile de yule, pero fue un desastre.

—Probablemente no tuviste un buen profesor, no hay muchos buenos—la crítica a Hogwarts estaba implícita.

—¿Qué? Y tú claramente sabes bailar y eres un excelente profesor—se burló con sarcasmo.

—En realidad sí.

Claro, no podía esperar otra cosa.

Inesperadamente Anguis se puso de pie y se alejó de las mesas hasta el centro del claro caminando con elegancia sobre el pasto.

Cuando miro a Harry con una mano tendida hacia él, como esperando algo obvio, fue cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando. Así que con torpeza se puso de pie y caminó hasta quedar a lado de Anguis, para después tomar la mano que le tendía.

Sin mediar palabra comenzaron un lento vaivén, bailando bajo las estrellas, al ritmo del viento y alumbrados por la tenue luz de la luna. Pasaron así unos cuantos minutos que se sintieron fugaces para Harry y cuando terminaron se percató de que en algún momento había dejado caer la cabeza contra el hombro de Anguis.

Se separó un poco, y alzándose unos centímetros. Le besó.

—Te amo—susurro.

Su cerebro no registró lo que su boca soltó e hizo hasta que Anguis le apartó un poco demasiado bruscamente con los ojos muy abiertos. En otro momento habría sido gracioso verle en ese estado, pero ahora sentía un sudor frío correr por su espalda.

Mierda, mierda, mierda, esta vez sí que la había jodido, ¡Le había BESADO! sin su consentimiento. ¡Y le había dicho TE AMO!, así sin más en su cara.

Había malentendido todo, creía que por lo menos le atraía un poco a Anguis, pero ahora notaba que no. Por un momento posar sus labios sobre los del contrario se había sentido como lo más jodidamente correcto del mundo, pero una vez que se había separado y le había visto la cara a Anguis se había arrepentido al instante. ¡Era un idiota!

—Por Merlín, y-yo lo siento, solo finge que eso nunca pasó. La chimenea está abierta, puedes irte cuando lo necesites—y así, sin pensárselo dos veces huyo de la situación, cruzando la casa a toda velocidad en dirección a la puerta. Se aparecería en algún lugar y tomaría un taxi a casa, ahora mismo no deseaba llegar y ver a sus amigos esperándolo, seguramente seguían ahí.

Cuando llegó a la puerta una mano le detuvo por el brazo, parecía que Anguis había corrido, estaba agitado, con un enorme ceño fruncido y la cara un poco roja. Mierda, ahora sí que le había hecho enojar, estaba jodido.

 

 

03-04-2021

Notas finales:

¿Dudas, comentarios, consejos?
Que tengan un feliz sábado y nos vemos el próximo uwu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).