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Secretos y promesas bajo la luna por Eli_9419

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POV Harry

A Harry le dolía cada vez más la cabeza, siempre estuvo en lo correcto, este era Tom Riddle, o Voldemort, daba igual, eran lo mismo.

Se levantó con lentitud intentando evitar que el pánico se mostrara en su rostro, ¡Carajo se había enamorado de un Lord oscuro, asesino en serie, megalómano y cara de serpiente! Estaba muy jodido.

Comenzó a retroceder aún más lento, tenía que salir de esa casa lo antes posible, pero estaba un cien por ciento seguro de que había salas anti-apariciones, así que no valía la pena siquiera intentarlo. Anguis se puso de pie cuando notó que Harry intentaba ir a la salida.

Fue muy rápido como para que reaccionara con tiempo, en un parpadeo Anguis estaba de pie junto a él, abrazándolo con fuerza, ¡¿Que mierda ?!

Por alguna extraña razón el abrazo lo tranquilizo, como si siempre lo hubiera necesitado, pero no se había dado cuenta hasta ahora. Después de que Anguis le dijera todo, había sentido demasiadas emociones llenarlo, pánico, tristeza, nostalgia, traición, pero nunca miedo u odio. Eso solo lo confundía más.

—Suéltame Anguis — dijo con un hilo de voz—. O dime, ¿Prefieres que te diga Voldemort? —Escupió con veneno.

Pero cuando Angu-Voldemort (debía de llamarlo por quien era, se regañó). Cuando Voldemort se echó un poco para atrás, sintió una sensación de frío recorrerle la espalda.

—De todo lo que me mostraste, —vaciló un poco — ¿Qué fue real y que fue mentira? —Una esperanza absurda le llena el pecho y cree que puede llorar, pero no lo va a hacer frente a Voldemort.

Ya estaba muy jodido, no necesitaba una respuesta, sabía lo que diría, de seguro algo como: "Solo lo hice para mi interés, y eres un idiota, no me sorprende que te hayas enamorado de mi como un chiquillo necesitado de amor". Definitivamente la respuesta lo haría sentir aún más patético.

Sin darle tiempo a si quisiera abrir la boca y con el pecho dolorido Harry levanto el puño, y con fuerza golpeo el rostro del contrario, era un idiota si esperaba una respuesta amable y sentimentalista. Salió corriendo de la casa de Voldemort con la mano dolorida y roja. Nadie lo detuvo, y eso probablemente le dolió aún más que su mano casi sangrante y la opresión en el pecho que lo dejaba sin aire, pero no lo admitiría.

HTHTHT

Harry se recostó en el sofá con un buen libro en la mano y un plato de pasta fría en la otra, llevaba por lo menos una semana y media comiendo sopa fría y para este punto estaba comenzando a cansarse.

Releyó por millonésima vez el libro que le había regalado Anguis para su cumpleaños. Simplemente no podía dejar de tomarlo en manos y releerlo mientras rememoraba lo que había pasado la noche de su cita. Definitivamente fue desastroso.

Cuando llego a casa después de eso no pudo dormir, cerró la vía flu y la chimenea, coloco las salas anti-apariciones en su casa, y desde entonces no había salido. Cancelo sus citas de trabajo y se encerró en una afable soledad durante una cómoda semana y media, ¿o dos completas ?, no lo recordaba.

Se supondría que pensaría las cosas mientras estaba en soledad, y tomaría una decisión con respecto a Voldemort. Pero después de poco tiempo se había dado cuenta que no sabía qué hacer, por un lado, quería entregar a Voldemort a los aurores y acabar con todo, pero por el otro simplemente quería ser egoísta e ir con Anguis para continuar como hasta entonces. Y si, en su mente Voldemort no era Anguis, ambos eran dos personas distintas para él, y ese razonamiento sólo lo enloquecía más.

Había perdido el hilo de su lectura de nuevo, y el apetito le fallaba.

Con pereza dejó el plato en el suelo y se puso el libro sobre la cara, absorbió por la nariz el dulce y conocido olor a libro. Le encantaba, era por alguna razón, terapéutico.

Esa tarde durmió de nuevo en el sofá, con su nariz en un bello deleite, la comida ahora más fría en el suelo casi sin tocar, y la cabeza con un torbellino de pensamientos caóticos y repetitivos.

Se sintió bien alejarse de todo por unos días, incluyendo a Anguis. Pero por alguna razón que Anguis no haya intentado comunicarse con él, le oprime el pecho. Se siente tan estúpido.

HTHTHTHT

Cuando la segunda semana finalizaba no pudo evitar más a sus amigos. Ambos irrumpido en su casa una noche, con las manos llenas de comida en el caso de Ron, y un buen regaño en el caso de Hermione.

Lo había confirmado por el mismo, una mujer y enojada era lo más peligroso del mundo, Harry habría esperado no estar ahí para recibir el regaño por desaparecer y evitarlos durante dos semanas.

—Pudiste enviarnos una carta — gruño furiosa su amiga mientras lo miraba mal, sentada en el sillón y cruzada de brazos — Se que no tienes búho Harry, pero el vino a tu casa en muchas ocasiones.

—Entiéndenos, estábamos preocupados compañero — los excuso Ron después de ver la cara de Harry — .Creímos que algo malo te había pasado, Herms dijo que no, que Anguis estaba contigo y que probablemente… —Ron se calló al ver la sombría expresión de su amigo.

-¿Harry?

—Oigan, si les digo que — hizo una pausa—, encontré a Voldemort, ¿Cómo reaccionarían? —Pregunto observando el suelo indeciso.

Sus amigos, al escuchar el tan conocido nombre se pusieron tensos. Harry en cambio levantó la mirada y les trabajo de frente.

—Anguis es Voldemort — declaró sin más.

-¿Qué?

—Harry, cariño — Herms lo tomó por el codo con cuidado mientras le daba una dulce sonrisa — anda, ve a darte una ducha. Prepararemos algo para que comas y después, cuando te sientas un poco mejor hablaremos de esto.

Harry la miró estupefacto, Hermione sabía.

Ron, bueno Ron nunca se enteraba de nada y miraba el intercambio sin entender.

Asintiendo con aturdimiento Harry se dio una larga ducha, al salir se puso lo primero que encontró, mientras de la cocina salía un olor delicioso. Los tres comieron un poco en un tenso silencio, la única que parecía imperturbable y calmada era Hermione. Como siempre.

Al terminar, fregaron los platos, para después sentarse a charlar un rato.

—Investigue a Anguis Prudens — Hermione declara como si nada.

—¡¿Que tú qué?!

—Busqué su nombre en los archivos del ministerio en Inglaterra, también lo hice en los de Estados Unidos y en Francia me permitieron leer algunos. Lo único que encontré de él es a partir de cierta fecha, como si solo hubiera aparecido de la nada en Francia. Justo después del 2 de mayo de 1998 — argumento—. La batalla final en Hogwarts.

—¿Investigaste a la persona con la que salía? —Cuestionó a Harry un poco irritado.

—Solo lo hice porque dijiste que se parecía demasiado a Tom Riddle.

De mala gana asintió en conocimiento, no creyó que su amiga se lo tomara tan enserio. Ron aún no decía nada.

—¿Y por qué no me dijiste nada?

—No estaba del todo segura, no contaba con la suficiente información para insinuar algo sólido. Además, no quería que te decepcionaras — hizo una pausa mientras tomaba las manos de Harry entre las suyas—. Parecías muy a gusto con él.

Harry frunció el ceño con pesar.

—No sé qué hacer — confesó.

—¿De qué hablas? —Preguntó Ron.

—Me refiero a, lo correcto sería llevarlo con el ministerio, pero…

No pudo terminar la frase, la idea no le pareció bien, se sintió incorrecto a pesar de todo.

—Tu no quieres — concluyó su amiga.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!, Es Voldemort Harry, no lo puedes olvidar.

Ron no tardó en soltar un gemido de dolor, Hermione le había dado un fuerte golpe.

—Tú no te enteras de nada Ron, ¡no hables!

—No Herms, Ron tiene razón, lo correcto es entregar a Voldemort.

Hermione le miró mal.

—¿Crees que lo correcto es entregarlo ?, bien, si quieres hacerlo no te vamos a detener. Pero por un momento deberías de ser egoísta y pensar en lo que tú quieres y no en lo que los demás querrían.

Sin más se puso de pie tirando a Ron con ella.

—¿Egoísta? —Recordó a sirio diciéndole eso mismo unos años atrás. Eso lo trastoco.

—Si Harry, mereces ser feliz sin importar lo que los demás necesiten — dijo acercándose hasta tocarle el pecho con un dedo, mirándole a la cara—. Cumpliste con lo que te tocaba, ahora concéntrate en ti y en tu vida, en tus amigos y tu familia. En tu futuro, ya no eres un niño, ya no estás bajo el yugo de nadie, ahora puedes hacer lo que quieras sin dormir con el temor de que Voldemort vaya tras de tu cabeza. Porque si él te quisiera muerto, tú ya no estarías aquí. Le diste demasiadas oportunidades para matarte. Piensa bien lo que quieres hacer y lo que creas correcto, porque una vez que decidas, ya no hay vuelta atrás.

Hermione salió de la casa y dejó a Harry parado al costado del sillón, con los pensamientos aún más desordenados que antes.

Esa noche apenas pudo conciliar el sueño, su cabeza no paraba de pensar.

HTHTHT

Harry despierta con un severo dolor de cabeza sintiendo que no descansó ni un poco. Lo ha decidido, va a hablar con Anguis, o Voldemort, lo que sea.

Llama a Hermione por red Flu y le pide prestada su lechuza. Cuando entra volando por su ventana él ya tiene escrita una pequeña nota en donde él le pide a Anguis que se vean, citándolo en la cabaña de su cita anterior.

Se da una corta ducha y cuando acaba se pone lo primero que encuentra. Se aparece en la cabaña y con recelo entra. Ahora solo toca esperar a que su acompañante aparezca.

No pasa demasiado hasta que escucha el sonido de la aparición afuera, y un poco ansioso se pone de pie para abrirle la puerta a Anguis.

Charlan durante un rato pareciendo evitar el tema, Harry le mira con recelo y Voldemort, bueno el parece igual de impasible que siempre. Probablemente el único cambio es la suela de su zapato que golpetea constantemente con el suelo de madera. Poniendo más nervioso a Harry.

—¿Qué motivo tenías para acercarte a mí? —Preguntó armándose de valor.

—No había ningún motivo, solo creí que eras interesante. Aunque me sorprende que pareciste reconocerme cuando me acerque a ti —le respondió Anguis serio.

—¿Qué fue real? —Preguntó Harry sin poder contener su lengua.

Anguis se puso de pie y se acercó a Harry con sigilo, como si de un animal herido se tratara. Al estar a un lado se sentó y le tomó de la barbilla, acariciando sus mejillas en el proceso.

Sus labios se unieron, el contacto fue suave y cálido, el correspondió casi al instante y fue exquisito, pero aquello duró demasiado poco para gusto de Harry. Cuando Anguis se separó, siente la pérdida de calor.

—¿Eso responde tu pregunta? —El cálido aliento del contrario golpeaba contra sus labios.

—En realidad no — murmuró atrayendo nuevamente a Anguis a un beso, esta vez más largo y tórrido.

 

17-04-2021


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