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Secretos y promesas bajo la luna por Eli_9419

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POV Tom

Tom se sentía jodidamente desconcertado, nunca en su vida se había sentido así, parecía que tenía un torbellino en el estómago y el pulso acelerado. Era tan incómodo.

Cuando vio a Harry salir corriendo de repente se sintió muy solo, tan solo como nunca antes, incluso más que en su infancia. Y fue justo en ese momento en el que se dio cuenta de que él también se había apegado al niño, aunque nunca lo admitiría en voz alta.

Por eso, cuando le había visto con esa mirada de decepción y tristeza, la necesidad de salir corriendo tras él se hizo demasiado fuerte como para contenerla.

Para cuando llegó hasta donde Harry, el niño ya estaba casi fuera de casa, así que lo sujeto por la muñeca esperando que se detuviera. No quería que le dejara solo.

—¿Por qué hiciste eso?

—Mira, te dije que lo olvidaras ¿Sí?—respondió el niño soltando su mano del agarre, pero permaneciendo en el umbral de la puerta, sin verle.

—Me estás pidiendo que olvide que te abalanzaste sobre mí como un animal hambriento solo para besarme, ¿Eso es lo que me estás pidiendo?—cuestionó frunciendo el ceño.

—Joder si, y no me abalance como un animal hambriento—exclamo defendiéndose y con las mejillas rosadas.

—Siéntate—ordenó frustrado apuntando a la sala, nunca entendería a ese niño.

—No me voy a sentar, me voy a casa—exclamó intentando salir de nuevo por la puerta.

—Harry Potter, siéntate ahora mismo, no me hagas obligarte—dijo tomándolo nuevamente por el brazo y dirigiéndole una dura mirada.

—Escucha, yo no…—Harry se quedó callado cuando vio a Anguis a la cara.

Por un momento Tom se sintió inseguro y vaciló con su agarre y la fuerza, Harry le dirigió una mirada que no veía hace años, la mirada que mostró cuando le vio por primera vez, la mirada que le daba en la batalla cuando creía que no le observaba, la mirada que ocultaba de Voldemort, una mirada asustada.

Harry sin más obedeció y se sentó en la sala, parecía abrumado y perdido.

Tom intentó hacerlo hablar durante un largo rato de lo sucedido, pero Harry estaba demasiado perturbado como para formar una oración completa sin ponerse nervioso y Tom no pudo evitar notarlo.

Después de un silencio particularmente largo e incómodo Tom tomó una decisión importante, así que se puso de pie y con cuidado para no turbarlo más, tiró del brazo de Harry, que reaccionó y se puso de pie con lentitud.

Tom sentía la intensa necesidad de gritarle toda la verdad y de quitarle a toda costa esa mirada lúgubre del rostro. Así que salió de la casa arrastrando a Harry por el brazo, iba a decirle todo. Pero necesitaba llevarle a casa.

Por alguna extraña razón, ocultarle eso al niño se sentía como traicionarlo. A Tom no le gustaba la sensación.

—¿Anguis? ¿A dónde vamos?—cuestionó poniendo un poco de resistencia.

—Te llevaré a mi casa, necesito mostrarte algo—respondió deteniéndose sólo un poco para ver a Harry a los ojos.

Tom no le dio tiempo al niño de hacer más preguntas, porque los apareció a ambos justo delante de su casa, era un lugar limpio y amplio, pero no tan grande comparado con la mansión.

—¿Dónde estamos?, dijiste que iríamos a tu casa—preguntó Harry pareciendo desconfiar.

—Tranquilízate, esta es mi casa, solo voy a la mansión por temas de trabajo. Aquí es donde en realidad vivo.

Tom abrió las puertas y entró con Harry caminando a sus espaldas. Les pidió a sus elfos domésticos que le dieran algo a Harry, parecían apreciar particularmente mucho al niño. Así que sin vacilación le llevaron algo de comer.

A las criaturas no les extraño ni un poco ver a Harry en casa de su amo. En realidad, algunos elfos pensaban que ya iba siendo hora de que eso pasara, veían al chico en la mansión principal todo el tiempo, pero nunca en la casa.

Tom dejó a Harry en la sala mientras este le agradecía a un elfo por la comida.

Mientras tanto, él fue a una de las habitaciones más protegidas de la casa, probablemente más que la suya propia y la casa misma. Del fondo de un baúl extrajo una caja rectangular, la abrió un poco y comprobó que lo que buscaba aún estaba ahí. 

Dentro, un polvoroso libro forrado de piel negra, con las hojas amarillentas completamente vacías y un peculiar agujero en el medio descansaba. En la parte inferior había algo escrito que rezaba “Tom Marvolo Riddle”. El diario lo había recuperado de Lucius y lo había guardado desde entonces.

Cerro la caja rápidamente. Y con las manos inusualmente húmedas salió de la habitación y entró a la sala en donde había dejado al niño. 

—Nunca me dijiste que tenías otra casa—reclamo ceñudo mirándole mal.

—No lo creí necesario.

—Ya, claro. Nunca crees que sea necesario decirme las cosas importantes.

—No vamos a hacer esto ahora—sentenció mientras se sentaba en el sillón de una plaza frente al niño—. Necesito contarte algo, pero antes tengo que mostrarte un objeto—dijo moviendo un poco la caja que guardaba el diario.

—¿Qué es?—pregunto curioso y acercándose un poco por sobre la mesa.

Tom abrió la caja con lentitud y de él extrajo el diario, después lo colocó sobre la mesa y miró expectante al niño. En ese momento Harry observó estupefacto, y pareciendo reconocer el objeto de inmediato se crespo como un temeroso gato mientras se levantaba de un salto.

—Siéntate.

—¿De dónde lo sacaste?

—Harry, siéntate.

—¿Por qué sostienes eso tan tranquilamente?, ¿Sabes lo que es?—pregunto aun de pie—¡¿De dónde lo sacaste Anguis?!—exclamó aparentemente perdiendo la calma.

—Siéntate, te lo diré todo, pero quiero que te tranquilices y te sientes—pidió después de un suspiro bastante serio colocando la caja junto al diario, mientras se recargaba en el respaldo del sillón.

Después de lo que pareció una lucha interna Harry pareció acceder solo un poco, así que, con demasiada desconfianza para gusto de Tom, se sentó nuevamente con vacilación, manteniendo una enorme distancia entre él, el diario y el propio Tom.

 Por un momento recordó una de las tantas conversaciones que tuvo con Harry, una muy íntima.

HTHTHT

—Creo que desde entonces una parte de mi se considera un asesino a pesar de que nunca vi el cuerpo por mí mismo—comentó mientras tomaba un sorbo de su bebida, más serio de lo normal.

—Como tú dices, nunca viste el cuerpo, además lo hiciste porque te obligaron.

—No me obligaron.

—¿Entonces deseabas matarlo?

—Por Merlín, claro que no, no me malentiendas, yo no quería matarlo. Hubiese preferido no hacerlo, solo quería derrotarlo, hacer que parara con todo lo que estaba haciendo, pero nunca matarlo, odio la idea de matar a alguien.

—Lo hiciste porque era “necesario”—Tom recalcó la última palabra, pero Harry lo pasó por alto, eso o su ebrio cerebro no lo notó.

—Nunca es necesario matar, siempre hay más opciones—bebió aún más—No entenderías lo que es matar a alguien, ver como la vida se desvanece de sus ojos y el pánico inundar su rostro—concluyó sin mirarlo a la cara.

Si Potter supiera como en realidad si conocía la sensación. Y le encantaba, definitivamente se asustaría.

—Pero—hizo una pausa, sentía la necesidad de tranquilizarlo—, ¿y si no lo mataste?

Joder, ¿Por qué había dicho eso? Podría haberse delatado, definitivamente estar cerca de un Potter ebrio y culposo no le sentaba bien a la cabeza.

HTHTHT

—No eres un asesino—Harry le miraba desconcertado—Cuando me viste desaparecer, eso fue lo que pasó, solo desaparecí—la cara del niño mostró momentáneamente incomprensión.

Si, asesinaste esa parte de mi alma, por decir algo, aunque en realidad no permanentemente. Cuando desperté después de la batalla final, estaba en mi mansión, con un horrible dolor de cabeza y el cuerpo que tenía antes de convertirme en el Lord Voldemort que todos conocían —comentó mientras tomaba una de las tazas de la mesa y daba un sorbo—.Lo creas o no nunca mataste ningún trozo de mi alma, solo destruiste los objetos en donde se albergaba y ella huía para alojarse en otro, nunca asesinaste un alma en verdad, solo lo creíste…—hizo una pausa mientras vacilaba—lo creímos.

No tarde mucho en llegar a una conclusión, cuando mi trozo de alma principal; la que sí tenía un cuerpo se encontró en peligro, llamó, por así decirlo a los otros pedazos, que habías creado destruir—hizo una pausa dejando la taza en la mesa y mirando a Harry a los ojos—recupere mi alma y mi cordura. Llegue a Francia y me cree una vida falsa aquí, en realidad no fue muy difícil.

A medida que le contaba todo a Harry, el rostro del chico se volvía más sombrío en comprensión. No lo admitiría, pero estaba comenzando a considerar si contarle todo eso había sido una buena idea. 

Al parecer no.

 

10-04-2021


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