Capitulo 5. Tener una actividad al aire libre. Parte 2.
Cuando la noche había cubierto las montañas, el grupo de amigos, ya había finalizado de montar las tiendas de acampar y adicional habían construido una pequeña fogata cerca del lago en donde ya llevaban aproximadamente una hora contando viejas historias y anécdotas que habían compartido juntos durante todos aquellos años.
Sai comentaba la primera vez que había visto a Neji y creyó que era una adorable niña, Sai, a diferencia de los demás que habían nacido en aquel pueblo, llegó a sus 9 años al pueblo cuando sus padres decidieron querer apartarse de la vida de ciudad.
Naruto por su parte recordaba cuando Shikamaru se había quedado dormido sobre la rama de un árbol que se encontraba en el jardín del instituto y todos creían que se había ido a casa así que le dejaron ahí, Shikamaru se había despertado en la noche y ya su familia lo andaba reportando como desaparecido en la policía.
Ante tantas risas algunas lágrimas de felicidad se escapaban, se sentían como en una familia, una que esperaban no tener que abandonar.
Conforme pasaban las horas la noche se iba haciendo más profundos, algunos animales se dejaban escuchar con más fluidez y por su parte, Neji, ya se había quedado dormido sobre las piernas de Shikamaru, quien sin darse cuenta acariciaba suavemente su cabello.
― Bueno, creo que es hora de irnos a dormir ― Kiba se puso de pie y estiró sus brazos, llevaba ya varias horas ahí sentado y su trasero comenzaba a molestarle.
― Opino igual ―Dijo Gaara, al mismo tiempo que llevaba a su boca el último malvavisco que tenía el pincho que sujetaba con su mano. Se puso de pie y agitando su mano como en forma de despedida se acercó a la tienda de acampar que compartiría con Sai, sin decir ni una sola palabra se metió rápidamente, la verdad era que desde hacía ya unos minutos se estaba congelando pero no quería ser el primero en decir que se retiraba, agradecía de corazón a Kiba.
Los chicos se despidieron y procedieron a entrar a sus respectivas tiendas, Sasuke se quedó de último pues quería dejar apagada la fogata, evitar algún accidente pese al frío que hacía. Cuando finalmente no había ni una sola llama entonces entró, con cuidado de no lastimar a Naruto, a su tienda.
Naruto por su parte se encontraba hecho una bolita en una esquina de la carpa, estaba nervioso, era la primera vez que compartía un espacio totalmente a solas con Sasuke, no sabía cómo reaccionar o qué hacer por ende esperaba de corazón que Sasuke tomase las riendas de la situación, de lo contrario sentía que él lo arruinaría.
― ¿Tienes frio? ―Cuestionó Sasuke.
― Uhum… Un poco.
― Hazte para acá, si estamos cerca no te dará tanto frio.
Naruto, quien se encontraba de espaldas a Sasuke, se giró y lo miró fijamente a los ojos, desvió a los segundos su mirada pues se sentía un poco sonrojado, aún envuelto en su sabana se arrastró como una oruga hasta quedar más cerca del mayor. Sasuke por su parte sentía que moriría de dulzura al ver a su pequeño blondo hecho un rollito en aquella sabana naranja
― Oye… ―Sasuke colocó una mano sobre la fría mejilla del rubio, buscando darle un poco de su calor corporal ― ¿Estás nervioso Naruto?
―Un poco…
―No tienes que estarlo, en realidad no pienso hacer nada que tú no quieras, incluso puedo dormir en la carpa de Kiba si gustas.
― ¡No! ―La exclamación sorprendió un poco al azabache ―No es eso… Yo realmente quiero quedarme aquí contigo ―Se apegó un poco más al cuerpo del de cabello oscuro, le gustaba tanto el Uchiha que sus piernas se encontraban temblando solo de saber que podía hacer ‘’esa’’ clase de cosas con él, después de todo eran pareja.
Sasuke esbozó una pequeña sonrisa, Naruto conseguía hacerle sentir tantas cosas, como si fuese la primera vez que lo había visto, cuando aquellos enormes ojos celestes lo habían atrapado. ― Naruto… En serio me gustas tanto ―Susurró, el silencio y la cercanía ameritaban un tono de voz bajo, cuidadosamente lo tomó de la barbilla y sin previo aviso rompió aquella distancia entre ambos, distancia que tendría que haber finalizado desde hacía mucho tiempo pero que ninguno de los dos se había atrevido a irrumpir. Naruto esperaba aquel beso, tanto que se había estado mentalizando desde el momento en que Shikamaru había dado la idea del viaje, sabía que algo tenía que pasar si dormía solo con el Uchiha, sus ojos llorosos se cerraron y sus labios correspondían cada movimiento del azabache, era dulce… Era muchísimo mejor de todo lo que había imaginado todo ese tiempo, desde que su mirada se fijaba en aquellos suaves labios, Sasuke disfrutaba, anhelaba tanto aquel beso que ni la falta de respiración le haría separarse, pero eso por su parte ya que cuando el menor empezó a sentir difícil la respiración; colocó sus manos contra el pecho del Uchiha y empujó suavemente hasta separarlos, su respiración agitada, sus mejillas rojas, sus labios húmedos y sus ojos cristalinos hizo que a Sasuke, quien podía verle gracias a la luz de luna, le recorriera una extraña sensación por todo el cuerpo, le resultó tan adorable aquel pequeño rubio que rápidamente lo atrajo contra su cuerpo en un abrazo el cual Naruto correspondió inmediatamente. Ambos estaban enamorados; lo decía el palpitar de sus pechos.
― Sasuke…
―Dime.
― ¿Qué harás cuando terminemos el instituto?