Capitulo 3.
Regalos simbólicos. PARTE 2
-¿Dónde rayos están?-Recostado contra la pared trasera del gimnasio, Naruto, reclamaba por medio de una llamada a su amigo Kiba, quien le había citado en aquel lugar –Me dijeron que nos reuniríamos todos aquí pero solo estoy yo… ¿Kiba? –Dejó de escuchar sonido al otro lado de la línea -¿Hola? –Frunció el ceño para luego apartar su móvil y guardarlo nuevamente en su bolsillo.
El rubio, furioso, se reincorpora para empezar a caminar hacia la salida del instituto, sin embargo, en ese preciso momento, llega Uchiha Sasuke. Estaba agitado, sus cabellos negros pegados contra su frente húmeda y su boca abierta daba la clara imagen de la falta de aire.
-Naruto… -Alcanzó a decir antes de colocar sus manos sobre sus rodillas un poco flexionadas, tomando una bocanada de aire.
Naruto por su parte se encontraba sorprendido, pensando en el motivo por el cual el mayor había llegado con aquella prisa ¿Habría sucedido algo malo? Se cuestionaba pero no abrió su boca, se encontraban lejos del edificio principal, estaban solos y a la sombra de aquellos enormes árboles que les acompañaron desde la infancia.
-Idiota Uzumaki ¿No pudiste escoger un lugar más cerca? –El azabache había conseguido incorporarse, un par de pasos le dejó a una corta distancia del rubio quien levantó una ceja confundido ante aquella pregunta casi acusación.
-Sasuke…
-Naruto yo no quiero que seas tú quien confiese primero, creo que me sentiré más cobarde de lo que me he sentido estos últimos años –Las palabras de Sasuke fueron tan firmas que el rubio quedó inmóvil, esperando continuar escuchando lo que tenía que decir el azabache –Me gustas… Bueno me has gustado todo este tiempo… Desde que estábamos en primaria… No sé qué has pensado acerca de mi todo estos años pero yo he intentado sacarte de mi cabeza, no he podido como puedes ver… - Su ceño fruncido asustaba un poco pero sus palabras hacían temblar las piernas del rubio, quien deseaba poder pellizcar su piel y descubrir que no estaba soñando –Sé que mi familia siempre ha dicho que quiere verme casado con Sakura, incluso te han metido a ti esa idea en la cabeza pero eso nunca sucederá… No sé si quiera si me gustan los hombres o las mujeres, o ambos… Pero de algo estoy seguro y es que todo este tiempo he estado enamorado de ti.
Las mejillas de Naruto combinaban con las mariquitas que bailaban entre algunas flores, su piel se encontraba erizada, sus piernas temblaban y su corazón haber terminado una maratón. Sus labios estaban entre abiertos pero no articulaba palabra, estaba petrificado.
-Oye… ¡Di algo! –Exclamó molesto el azabache al sentir la fuerte presión del silencio que los invadía, a lo lejos solo se escuchaban algunos gritos pues estaban un poco cerca de la cancha de futbol, donde se suponía que el Uchiha tendría que haber estado apoyando a su equipo.
-¡No me grites! –El rubio finalmente salió de su trance - ¿Qué quieres que diga cuando vienes y me dices todo esto de pronto? ¡No me lo esperaba!
-¿Qué dices? Si fuiste tú quien me trajo aquí ¿No ibas a confesarte de todos modos?
Naruto cayó en cuenta en ese momento de que todo aquello había sido una trampa por parte de sus amigos y como un flashback la sonrisa de Neji al tomar su hoja, viajó por su cabeza en ese momento.
-Ahora todo tiene sentido –Susurró y con una sonrisa inocente miró al azabache - ¡Neji cambió mi hija y puso lo que se le dio la gana!
Sasuke no quería creer lo que el rubio le estaba diciendo, pero Naruto no sabía mentir, lo conocía mejor que a nadie - ¿Quieres decir que acabo de quedar como un completo idiota?
-No…-Tomó una postura firma, como un adulto a punto de tomar las riendas de su vida, lleno de valor – ¿Tú me ves de la misma manera que Shikamaru ve a Neji?
-¿Qué diablos dices?
-Me conoces, sabes que nunca he conocido a alguien en plan romántico, ni siquiera he podido rechazar a Hinata formalmente, soy un novato… Pero creo que lo nuestro podría ser como lo que tienen ellos dos.
Sasuke quien sabía todo lo que Shikamaru le hacía, al de cabellos largos, desvió su mirada por unos segundos, no quería quitarle la inocente imagen acerca de aquella relación -¿Qué quieres decir con esto?
-Yo creí que tú no me veías de la misma manera que yo te veo… -Alegó el rubio, captando toda la atención del azabache en ese momento –En mi caso no sé desde cuando empezó, solo sé que tú me gu…
- ¿Qué hacen ustedes dos aquí?
- ¡Tsunade-sensei!
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La risas de Shikamaru y Sai retumbaban por toda la habitación mientras la cara de Sasuke ya por si sola amenazaba con asesinarles en cualquier momento.
-¡No puedo imaginar la cara de Tsunade! –Exclamó Shikamaru sujetando su estómago mientras reía, sentía que podría morir en cualquier momento – Joder.
-Yo no puedo imaginar a Naruto diciendo que estaban jugando a las escondidas – Sai soltó una carcajada luego – Par de idiotas debieron parecer para Tsunade.
Sasuke, quien se encontraba sentado a los pies de la cama de Sai, se puso de pie y se acercó a la ventana, le gustaba la vista de aquella habitación pues daba justamente a un riachuelo, le tranquilizaba y justo era lo que necesitaba en ese momento, tranquilidad. –Lo peor de todo es que ya no sé cómo será todo entre nosotros de ahora en adelante.
-Aunque Naruto no tuvo tiempo de confesarse como debía, lo hizo de alguna manera. Si no te correspondiese no hubiese dicho todas las idioteces acerca de mi relación con Neji –Aguantó la risa.
-Pero tampoco puedo pretender que somos algo más que amigos.
Sasuke dejó escuchar un ligero suspiro, nada había salido como él quería pero al menos tenía la tranquilidad de haber dicho lo que por muchos años había estado oculto en su pecho.
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En la casa de los Uzumaki el ambiente era similar. Naruto lloriqueaba sobre las piernas de su hermana mientras ella trataba de consolarle acariciando suavemente su cabello.
-No tienes que culparte hermano –Decía la mayor mientras acariciaba el cabello del rubio –Tú reaccionaste como lo haría cualquier persona luego de una confesión tan repentina… Aunque bueno, pensándolo mejor… Si yo fuera Naruto Uzumaki me fuese abalanzado sobre Sasuke y hubiéramos hecho el…
-¡Cállate! –Gritó. Naruto sacó a su hermana de aquel mundo de fantasía al cual iba constantemente –No me ayudas con tus perversiones.
-Tks –Le empujó para bajar la cabeza ajena de sus piernas –Bien que quisieras no te hagas.
Naruto estaba confundido, no sabía cómo procederían a partir de ese momento, estaba nervioso, asustado y preocupado por la relación con su mejor amigo, a final de cuentas el motivo por el cual nunca se había confesado era por el miedo a perder aquella amistad, temía que con lo sucedido en la tarde eso llegase a suceder.