Después de el desagradable encuentro con él Gryffindor, Severus se dirigió a la enfermería; no quería hacerlo pero sus síntomas no eran nada normal, tendría que acudir a la enfermera quisiera o no.
Los dolores de cabeza se podían deribar a su estrés, viajar en el tiempo a sus 43 años no era algo que se podía tomar a la ligera. Tal vez su cuerpo estaba experimentando síntomas secundarios a dicho viaje, quizás su organismo no podía lidiar con todo lo que tenía que enfrentarse, ya lo había llegado a pensar e incluso había tomado unas cuantas anotaciones para una posible solución con una poción, pero quería eliminar cualquier variante y en esta ocasión la variante podía ser alguna enfermedad.
No podía arriesgar todo sus avances y planes por alguna enfermedad mágica, si se trataba de alguna enfermedad mágica pues tenía la solución con la asistencia de Madame Pomfrey y si era algo más grabe tendría que acudir a Dumbledore.
Al llegar a la enfermería fue sometido a varios estudios por parte de la mujer, fue sermoneado por su excesivo trabajo y una que otra charla de extrema preocupación como siempre lo hacía. Al terminar de examinar todo su cuerpo y dicho sea de paso su núcleo mágico, la mujer le informó que padecía de anemia y estrés; le dio unas cuantas pociones para su malestar físico y para el estrés firmó y sentenció que tenía prohibido por un mes entero realizar cualquier actividad fuera del protocolo estudiantil
-No puede hacer eso Madame -Quizo reprochar el joven
-Oh claro que puedo hacerlo y veras como lo hago -La mujer termino de firmar el pergamino que había tomado -Personalmente se lo entregaré al profesor Slughorn y le daré unas cuantos consejos de lo mal que se ha comportado en estos últimos meses al permitir que un estudiante se someta a semejantes situaciones de "Trabajo" donde tu salud a salido perjudicada -Se guardó en uno de sus bolsillos el pergamino y camino hasta uno de los anaqueles donde guardaba todas provisiones y empezó a buscar las que le daría al joven
-El profesor Slughorn no ha hecho nada malo, simplemente me consiguió una manera de poder obtener dinero gracias a mis habilidades
-Joven Snape... No puedo permitir que su situación empeore -La enfermera dejó salir un suspiro -Se que tiene razón a lo referente a su situación económica pero eso no significa que voy a permitir que un estudiante se destruya de esta manera
Severus ya no dijo nada y mejor guardo silencio; sabía que no podría hacer cambiar de opinión a la mujer así que solo recibió las pociones y se tomó las que indicaba, después de ello se dirigió a su sala común con más problemas de los que salió.
A la mañana siguiente los rumores no se habían dejado de esparcir, de camino al gran comedor podía escuchar como a su paso todos susurraban. No le dio mucha importancia y se dirigió a su mesa; sus compañeros ya se encontraban en su sitio, la mayoría de las serpientes de mayor rango estaban en grupo hablando en un tono muy bajo para ellos. Los demás estaban más callados de lo acostumbrado, no quería tener más problemas así que solo tomó asiento sin ver a nadie a la cara y espero a que la comida apareciera para comer.
Obviamente no todo sería tan fácil porque de un momento a otro Regulus se sentó enfrente de él
-Buenos días -Saludo el Black
-Reg -Contestó
-Como sabrás eres el nuevo tema de conversación -Empezó el chico -No que me extrañe debido a los acontecimientos de ayer por la tarde
-La pandilla de Lucius me metió en toda esta mierda -Severus volteo a ver al platinado y le dedico una mirada llena de resentimiento -Ahora tengo que lidiar con todo ello, hasta me han prohibido la fabricación de más pociones por un mes entero
-¿Qué? -Se asombró el otro -Creí que no te habían castigado
-No es por u castigo, anoche no me sentí nada bien y decidí acudir a la enfermería, descubrió que tengo anemia y estrés y tomó medidas drásticas
-¿Pero y eso que tiene que ver con Lucius? -Preguntó
-Pues que si no fuera por sus estúpidas bromas hacia los nacidos de Muggles yo no me hubiese sentido tan mal y no... Lo que sea, ese idiota tiene toda la culpa
Al fin la comida había aparecido y todos ya habían empezado a comer, trato de que sus alimentos que escogía fuesen lo suficientemente nutritivos por su estado actual, Regulus decidió cambiar el tema de conversación para que el humor de su amigo no se estropeara más de lo que estaba.
Los días pasaban y el estado de ánimo de Severus no mejoraba, los rumores se habían debido por un nuevo rumor pero Lily aún no le hablaba y el no había querido acercarse a la chica, se sentía traicionado por ella; pues no le había ni dado el beneficio de la duda y eso por más que lo negra le hacía mella en su orgullo había creído que los prejuicios de la pelirroja ya habían cambiado pero al parecer se había equivocado.
Las serpientes seguían con sus pequeñas reuniones y aunque Severus tratase de evitar que muchos se unieran a las filas del Señor Oscuro no había logrado mucho, todos los que una vez escuchaban los discursos de los de "Mayor rango" se segaban por el ancia de poder y era demasiado peligroso sonar como un traidor.
Decidió que mejor sería dejar de tratar de evitar que se uniesen y en vez de ello tratar de mejorar su pocision ante los ojos de su Señor pues aún faltaba conocer la ubicación de unos cuantos Horrocruxes.
Los encuentros con Black ya no se daban, no acudía al bosque desde su último encuentro; sentía que le hacían falta, si, claro que si, pero ya había tomado la decisión de alejarse de todo lo que podría traer problemas y las ideas que Sirius le había comentado no podía traer nada bueno, el futuro y la vida de Regulus podía cambiar de una manera muy drástica si Black tomaba el mando de la familia y por más que le doliese era más importante conseguir el Horrocrux que otra cosa.
Así que evitaba a toda costa tener algún acercamiento con él Gryffindor.
Al otro lado del castillo un Gryffindor en especial se enfrascaba en otra discusión con su mejor amigo
-¡¡No James!!
-¡¡Por Merlin Canuto!! Escucha lo que tengo que decir
-Tus ideas son tan descabelladas que ni siquiera Pet está de acuerdo -Sirius señaló al susodicho y este tembló un poco -¿Cómo piensas que voy a mandar a Azkaban a alguien sin tener pruebas? Solo por que estés obsesionado con Snape y Lily no significa que puedes hacer lo que se te plazca
-Sirius tiene razón James, tu idea me parece más un capricho que algo con lógica
-¡¡¡Yo sé lo que escuche esa noche y he tratado de hacérselo saber a ustedes que son mis mejores amigos!!! Pero en vez de escucharme me hacen parecer un loco desquiciado ¿Qué tiene de malo querer darle su merecido a la gente mala?
-El problema aquí James es que lo único que verdaderamente quieres es desacerté de Snape -Sirius había llegado a su límite
-No...
-Y no pienso formar parte de una treta de esa magnitud, crees que es digno de un Gryffindor ir por allí y engañar a un chico que jamás le ha hecho daño a nadie; ¿crees que me voy a prestar para enamorarlo solo para que tu tengas el camino libre y te puedas coger a la pelirroja? -Al terminar de decirlo recibió un puñetazo en la mejilla izquierda
-No metas a Lily en todo esto -Le amenazo el chico con gafas
Antes de hablar devolvió el puñetazo, que mandó a volar las gafas del otro
-Todo se trata de Evans Potter, siempre ha sido por ella, pero ya me canse de ser parte de tu delirio no quiero que me vuelvas siquiera a mencionar algo referente a Snape -Sirius se dio la vuelta y salió de la habitación que compartían todos
Remus salió tras el, no le costó mucho alcanzarlo pues iba a un paso normal a pesar de su enfado. Al llegar a su lado no le hablo solo le dio una leve palmada en su hombro, se mantuvieron callados por un buen rato; caminaron por los pasillos del castillo, luego salieron hacia los jardines y Sirius tomó rumbo hacia el sauce boxeador, este lugar no era tan popular por dicho árbol.
Ambos chicos se aseguraron de que nadie los viera mientras paralizan al árbol y se metían por el agujero que los llevaría a la casa de ls gritos.
Cuando ambos estaban dentro de la desolada casa, Remus espero a que su amigo dejara salir su frustración, pero este en vez de ponerse a reprochar simplemente se sentó en uno de los deteriorado sillón de la casa; cubrió su rostro con ambas manos y dejó salir un fuerte suspiro.
-¿Por qué Remus? Por qué tengo que esconder a la persona que me gusta -Su tono de voz estaba lleno de desesperación -¿Por qué tengo que aguantar que mi supuesto amigo insulte a una persona especial para mí?
Remus le veía con preocupación pues no sabía que responder
-Me estoy cansando de sus estupideces, no soporto más escuchar con cuánto odio habla de él, como lo insulta -Sirius se termino de recostar en el sillón y fijó su vista en el techo de la destartalada casa
-¿Aún no estás listo para hablarlo?
-Esa noche el no confirmó nada solo...
-Así que no lo sabes o no quieres aceptarlo
-Lo que escucho James es verdad, mi hermano está metido en ello, lo he estado observando desde entonces y todas las serpientes actúan de una manera sospechosa; además todas esas "bromas" que se han esparcido no son normales más si los afectados son hijos de muggles
¿Y Severus? -Preguntó Remus
Sirius no contesto de inmediato y en vez de ello se puso de pie y camino hacia la ventana hechizada, fijó su vista en el camino hacia el pueblo Hogsmeade -Si Remus, el igual
Remus se quedó en silencio, él ya lo había pensado pues si Regulus y Lucius estaban metidos era de suponer que Severus igual
-y yo pienso sacarlos de eso -Sirius se dio la vuelta y con una gran determinación dijo -Ya tome una decisión acerca de mi futuro, tomaré el liderazgo de la familia Black y así poder proteger a mi hermano y a Snape
Remus se puso de pie y le extendió la mano
-Yo te ayudaré en lo que pueda -Pues tenía muy presente que su vida estaba en deuda con Severus Snape y era muy probable que el favor que debía se relacionaría con Sirius
Sirius abrazo a su amigo -Gracias amigo
-Para eso son los amigos, no hay porque agradecer
Después del momento emotivo ambos chicos se quedaron por un rato más en aquella casa, hablando de él gran trabajo que le esperaba a Sirius para poder tomar el liderazgo de su familia.
Los meses pasaban y los problemas para James Potter solo aumentaba, sentía que sus amigos lo habían dejado de lado desde su discusión donde había plateado la posibilidad de que Sirius conquistara a Snivellus estos habían cambiado, aún seguían siendo amigos; claro, pero sentía que en ocasiones estos dos se aislaban pero no sabía él porque.
Lo que más extraño encontraba era que Sirius se había enfrascado en estudiar, nunca lo había hecho pero ahora parecía sumergido en libros. Incluso había hasta dejado de lado el Quidditch, debido a ello habían tenido otra discusión y en esta él había salido perdiendo más de lo esperado pues su mejor jugador había abandonado al equipo.
Había tratado de todas las formas posibles de convencerlo de volver pero este simplemente se había negado. No podía creer que su mejor amigo, el fanático del Quidditch, el que dejaba hasta de comer por entrenar, dejará el equipo porque tenía que estudiar; era inconcebible. De paso Remus apoyaba esa actitud pues decía que unas buenas notas le ayudarían a su meta de ser autor y en ocasiones hasta se atrevía a aconsejarle hacer lo mismo.
Por otro lado la vida amorosa del Gryffindor no fluía. Lily parecía estar triste por todo y a pesar de que en algún momento creyó tener un acercamiento con la chica, ahora parecía que su exigencia se había esfumado para la pelirroja.
Nada iba bien, nadie le creía de sus sospechas y a pesar de que se había enfrascado en vigilar a la maldita serpiente no había podido encontrar ninguna prueba. Las demás serpientes si se comportaban de manera extraña pero eso no era suficiente para poder atraparlo.
-Nada me va bien ¡¡Mierda!!!