Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bullying por RLangdon

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Recién llegaba de la junta. Había recogido las boletas de las calificaciones pasadas y no estaba nada contento con los resultados. Desde siempre, Naruto había sido un alumno neutro, sus calificaciones no eran de las mejores, pero tampoco de las peores. Y actualmente Iruka se encontraba con una papeleta que exhibía demasiados números en rojo para el gusto de cualquiera.
 
Era alarmante lo mucho que había decaído el promedio de Naruto, aunque no podía culparlo. La culpa recaía sobre él por haber estado ausente, por no querer ver más allá de la utopía ofrecida por Jiraiya.
 
Aún había tiempo de solucionar las cosas. Empezaría teniendo una larga y tendida charla con el Uzumaki, lo ayudaría a ponerse al corriente con las materias y, de paso, le preguntaría sobre la acusación del robo del celular.
 
Dejó los papeles sobre la mesa y, al ver la computadora pórtatil, intuyó que Naruto estaría tomando una ducha, quizá dormido.
 
Se dispuso a subir los peldaños, pensando en todo momento en los problemas que se les venían encima. Lo de Jiraiya, el bajo promedio de Naruto, la conducta arbitraria de este último.
 
Ya estaba por llegar arriba cuando oyó la música, una melodía constante inundaba la primera planta. Iruka frunció el ceño y apretó el barandal con fuerza. Era reprobable que Naruto hiciera ese tipo de cosas cuando recientemente había sucedido la tragedia de Jiraiya. Calificaciones bajas, robo de celulares, asistía a fiestas sin su consentimiento. Estaba fuera de control, y era su culpa tambien.
 
-Naruto- subió los dos escalones de golpe y azotó la puerta.
 
Listo para reprenderlo, Iruka entró a grandes zancadas. Su rostro se tornó lívido, blanco como la cal. Sintió como un potente nudo se apoderaba de su estómago, algo le oprimía el pecho con una fuerza estremecedora, letal.
 
-¡Nooooooo!, ¡Dios mío, NO!- se precipitó hacia la puerta, guiado por unos pies que no eran los suyos. Tenía ahora la boca reseca, la garganta cerrada, completamente obstruida. Por un segundo se había clavado las uñas en las palmas, lo hizo de manera inconsciente, salvaje, como si eso pudiera acelerar sus movimientos, como si con ello pudiera trozar la cuerda.
 
Naruto estaba suspendido de una de las barras superiores anexadas al ropero.
 
Iruka gritó como un poseso, trepó a la silla a una velocidad sobrenatural, tomó a Naruto de la cintura y lo levantó para evitar que la cuerda siguiera obstruyendole la respiración.
 
-¡Naruto!- estalló en llanto, podía sentir aún el pulso, lento, débil, amenzando con extinguirse, cual flama expuesta al viento. -¡Por favor, resiste!, ¡Estoy aqui!- incoherencias, era lo único que brotaba de sus labios, ni siquiera razonaba en lo que estaba diciendo, era como si sus pensamientos y palabras estuvieran disociadas, ajenas a sus movimientos corporales.
 
No paraba de sollozar, pero tuvo que controlarse para retirar la cuerda, para deshacer el nudo corredizo mientras sostenía el cuerpo de Naruto contra su antebrazo.
 
"¿Por qué" era la única pregunta que se formulaba en la mente de Iruka. Clara y precisa, punzante como una daga. En algún momento consiguió bajarlo, e inmediatamente colocó el cuerpo inconsciente sobre el suelo, tomando una buena bocanada de aire que, tras cubrir la nariz del rubio, se encargó de traspasar a sus azulados labios. Repitió el procedimiento un par de veces y entonces la bruma mental empezó a desvanecerse, lo suficiente para que Iruka recordara el teléfono en su bolsillo. Lo sacó con manos temblorosas, torpes. Marcó el número agendado y aferró a Naruto entre sus brazos, suplicándole perdón, implorandole que soportara otro poco, que no se atreviera a morir, como si con esas simples palabras, con ese fútil y desgarrante ruego, pudiera asegurar su vida.
 
***
 
Sasuke nunca había golpeado a una mujer, pero en ese momento, lo hizo, cerró con fuerza su puño y golpeó directo en el estómago para sacársela de encima.
 
Shion gimió, retorciéndose en el suelo de la discoteca. Allí había llevado a Sasuke luego de asegurarse que bebiera toda la botella.
 
Sasuke se incorporó tambaleante de la banca, tuvo que traspasar por el bullicio y la muchedumbre antes de llegar a lo que, supuso, era la salida.
 
Ya fuera, se sintió mucho peor. Ahora lo comprendía, sabía que estaba bajo los efectos de alguna droga. No entendía cómo ni por qué.
 
Trató de orientarse, dando un paso a la vez, yendo hasta la cabina telefónica que estaba a varios metros de distancia. Ya se había palpado los bolsillos en busca de su celular y no lo había encontrado, pero en esos momentos le daba igual todo.
 
Sacó un par de monedas y dedujo su denominación al frotarlas reiterativamente.
 
Le tomó varios minutos, pero por fin pudo introducirlas y marcar el número correspondiente.
 
-Itachi- balbuceó en cuanto este atendió. -Busca a Naruto...solo- cerró los ojos y se sujetó de los extremos del cubículo para no caer. -Solo hazlo- exigió. Tenía un mal presentimiento de todo.
 
***
 
Hinata pasó sigilosamente por el dojo, sin mirar a los costados y sin detenerse un solo instante para evitar toparse de frente con su primo. Siguió de largo, y al hallarse a pocos pasos de su recámara, recordó la clase de lingüística que tenía pendiente. En verdad no quería asistir, pero era parte de sus obligaciones como sucesora.
 
Lentamente se dio la vuelta, sus tobillos temblaron al oír un sutil ruido proveniente del fondo del pasillo. Ya lo había escuchado antes, dos noches atrás mientras llevaba un poco de Té para Hanabi en un juego nuevo de porcelana. Se suponía que no debía acudir a esa área del dojo, estaba terminantemente prohibido. Esa sección pertenecía ahora a sus primos maternos, ellos la habían adquirido con el fin de remodelarla.
 
Pensativa, Hinata viró el cuerpo en esa dirección. El ruido no había vuelto a repetirse. Al igual que la primera vez, había detectado algo similar a un murmullo. Pero eso era imposible, tenían que ser alucinaciones suyas, no había nadie allí. El sitio estaba desierto, abandonado, porque allí estaba el sótano. No había más que objetos y ropa vieja, nada más.
 
Estaba por marcharse cuando volvió a oír un ruido, y esta vez fue perfectamente entendible.
 
Había escuchado "ayuda"
 
***
 
Iruka no había dejado de llorar un solo momento. Sentado en la sala de espera, había saturado sus pensamientos con toda clase de conjeturas. Sus emociones eran un caos en aquel momento. Decidió rezar.
 
El médico no había asegurado nada. Naruto había sido reanimado gracias a los impulsos electricos que le suministraron. Aún no sabían si habría daño a nível cerebral, no podían determinar nada hasta que Naruto fuera totalmente estabilizado. Y es que, según el galeno, todo dependía del lapso que Naruto permaneció sin oxígeno. Aquello había hecho razonar a Iruka hasta el cansancio.
 
¿Cuanto tiempo tenía Naruto de haberlo hecho?
 
Y volvía a sollozar al recordar el tiempo que había desperdiciado al llegar. Debió llamarlo directamente, debió haberle buscado en un primer momento. De no haberse entretenido en las escaleras, de no haber estado pensando en los fallos de Naruto, entonces podría haberlo evitado.
 
Su frente, antaño lisa, se llenó de arrugas al rememorar los golpes impresos en el rostro de Naruto, esa fue otra de las razones por las que demoró en actuar. Naruto tenía el rostro deformado y amoratado, los párpados hinchados (probablemente de tanto llorar).
 
-Dios- le temblaron los labios, ¿quién lo  había golpeado?, ¿por qué no le dijo nada?
 
Sumido en cavilaciones, no se percató de la caída de la noche.
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).