Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juegos de seducción por RLangdon

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Lo tenía acorralado, expuesto a cualquier tipo de ataque al hallarse en campo abierto. Había logrado ponerse a la par luego de varios minutos de persecusión infructuosa, por fin conseguía cerrarle el paso junto a una columna de rocas previamente invocada mediante el doton doryuheki.
 
-No escaparas- pese a sentirse terriblemente turbado por sus acciones previas, Kakashi no se permitió distraerse ni bajar la guardia en ningún momento de la persecusión. Itachi Uchiha estaba acabado. No podría desplazarse fuera del perímetro rocoso y era la oportunidad perfecta para recuperar a Naruto con uno de sus clones y ponerlo a salvo, o en su defecto, llevarlo de vuelta a la aldea mientras él se encargaba de liderar personalmente esa batalla.
 
Estaba por invocar a una de sus copias cuando vio a Naruto bajarse por cuenta propia de la espalda de Itachi, segundos más tarde le susurró algo al oído y se volvió a su dirección.
 
-¿Cómo?- Kakashi abrió desmesuradamente los ojos, su cuerpo entero se quedo en shock al ser testigo de cómo Naruto efectuaba los caracteristicos sellos para invocar al menos una centena de clones que lo rodearon en posición de ataque.
 
La situación era tan malditamente utópica e hilarante que Kakashi se permitió inculpar en sus pensamientos a Itachi de haber usado alguna clase de control mental a tráves del sharingan.
 
-Yo seré tú oponente, Kakashi Sensei- en actitud retadora, Naruto se decidió a confrontarlo. Tenía el ceño ligeramente fruncido, pero Kakashi supo de inmediato que no estaba siendo manipulado por ninguna técnica. Conocía de sobra esa mirada incipiente, determinada. Era la misma que tenía el cuarto Hokage cuando estaba a punto de enfrentarse a algún enemigo.
 
-Naruto...- murmuró, entre escéptico y abatido. -Ven, es hora de regresar- por un momento hizo caso omiso a la presencia de Itachi. Quería hacerlo entrar en razón, convencerlo de que se apartara para poder hacer algo al respecto. -No pienso pelear contigo. Si Itachi te ordenó que lo hicieras, solo...
 
-Nadie me está ordenando nada- Naruto entrecerró los ojos, irritado por el actuar tan idiota de su Sensei.
 
¿Es qué no se daba cuenta de todo el daño que le había hecho?
 
-Si te rehusas a pelear es porque eres un cobarde- escupió. E Itachi reaccionó a su lado, presionandole suavemente el hombro derecho para hacerlo retroceder.
 
-¿A qué demonios te refieres con eso, Naruto? ¿Qué no te das cuenta de que tienes al enemigo justo junto a ti?...estoy tratando de salvarte.
 
Kakashi tensó los músculos faciales ante la risa abierta de Naruto. Se estaba burlando de él en su cara. No comprendía nada, estaba tan pérdido que no sabía por dónde orientarse.
 
-Primero sálvese usted mismo- las palabras de Naruto fueron el detonante para que la ilusión se cerrara en torno a él, absorbiendolo irremediablemente en el abismo.
 
Había sido un estúpido y su error le costaría caro. Cuando Itachi presionó el hombro de Naruto, lo hizo con el afán de atraer su mirada al anillo. Y Kakashi no desconfió de tan simple acto, tan desesperado estaba por hacer entrar en razón al rubio, tan mortificado se sentía de que Naruto diera muestras de estar del bando enemigo, que ni siquiera dudó que pudiera caer en el genjutsu de Itachi mediante una acción tan superflua como observar aquella pieza circunsferica y metálica.
 
-¿En dónde estoy?- las sienes le palpitaban dolorosamente. El sudor le corría libremente por el rostro. Estaba inmovilizado en un objeto sólido, cuando bajó la mirada se vio a sí mismo suspendido de pies y manos en un artefacto de tortura. Y eso no era lo peor, sino las cuatro siluetas que aguardaban debajo de él con espada en mano. -Itachi- jadeó ronco. La sangre emanó de su boca cuando el primer filo traspasó la piel de su costado. El dolor era tan real, tan insoportable, que Kakashi habría accedido a morir si a cambio dejaba de sentir aquel escozor abriendose paso en su piel.
 
Kakashi deseó gritar con todas sus fuerzas, pero su raciocinio amenazó con esfumarse cuando dos espadas más se hundieron en su torso de manera simultanea.
 
"Para" intentó pronunciar. Y por un instante creyó que moriría. Pensó en Naruto, en su magistral sonrisa, en su voz chillona, su risa estruendosa y sus pésimas bromas. Lo imaginó entrenando, corriendo, comiendo ramen en Ichiraku.
 
"¡Kakashi Sensei!, ¿A qué no imagina cuánto he crecido?"
 
Lo vio sonreírle, maldecirlo, agradecerle, pedirle consejos por el escape de Sasuke, llorar desconsoladamente contra su pecho por la desintegración del equipo siete. Peleando, prometiendo, soñando...
 
-Naruto...- fue gracias a que se aferró a su imagen, que logró permanecer consciente. No iba a abandonarlo, no podía permitirse defraudar a la persona más importante que tenía...
 
-Han pasado cinco segundos en el mundo real- profirió Itachi con sequedad, dando un paso atrás para retirar el filo de la espada que había incrustado en el hombro izquierdo del copyninja. Gruesos hilos de sangre cayeron en picada.
 
Con expresión de derrota, Kakashi hizo la cabeza hacia atrás. Su respiración, antaño érratica, comenzó a tornarse sibilante.
 
"No...puedo...morir" se dijo, pero sus parpados pesaban cada vez más.
***
 
-¡Kakashi!
 
Los gritos se repetían constantemente cerca de su oído. La voz tan conocida seguía llamandolo, alentándolo a despertar de una vez por todas.
 
Pero Kakashi no podía despertar. Estaba exhausto, mental, fisica y emocionalmente. Ni siquiera se percató de en qué momento había finalizado su martirio psiquico.
 
-No está bien- la voz de Yamato retumbó en alguna parte de su subconsciente.
 
El dolor lacerante no estaba más, sin embargo, Kakashi no estaba en condiciones para levantarse. Su mundo era un caos en aquel momento.
 
-¡Pidan refuerzos, ahora!
***
 
Naruto cabeceó cuando el cansancio empezó a envolverlo, giró un poco el cuerpo hacia su derecha y notó que Itachi aún no despertaba. Se había quedado dormido después de que llegaron a una solitaria cueva semioculta en una pendiente. Una clase de escóndite cuyo descubrimiento Naruto atribuyó más a Itachi que a Akatsuki. Y es que, de otro modo, el cara de pez también estaría. Los ninken no eran capaces de mantenerle apresado por tanto tiempo.
 
-Lo siento- se inclinó un poco a su lado. Por su culpa Itachi había tenido que hacer uso de su mangekyo para distraer a Kakashi mientras ellos escapaban. Claramente Itachi se había desgastado con esa técnica. Y eso era muy malo, ya que actualmente estaba enfermo.
 
Inconscientemente Naruto arrugó el entrecejo al recordar como el Uchiha tosía sangre tras los matorrales. Su estado de salud era delicado...¡y él estaba volviéndose loco por compadecerlo!
 
Fue por Itachi que Sasuke se fue de la aldea en primer lugar, pero por más que Naruto lo intentaba, no llegaba a sacar la más mínima conclusión para las acciones tan contradictorias de Itachi. Se suponía que eran enemigos, si él quería, podría entregarlo al líder de Akatsuki y terminar con su encomienda rápidamente. No obstante, lo había ayudado.
 
Cuando le comentó su plan de escaparse por su cuenta si llegaba a entregarlo a los aliados de Konoha, Itachi había sugerido lo impensable.
 
Que viajaran juntos a Kumogakure, ya que tenía un asunto pendiente en esa aldea. Una vez cumplido su propósito, él decidiría si quería morir a manos de la organización o retomar su anterior vida en Konoha.
 
De cualquier forma no le había dejado muchas opciones. El viaje les tomaría un par de semanas a lo mucho, y para entonces Naruto ya tendría lista su desición. Por más que quisiera no podía rendirse.
 
-Eres tan raro- apartó unos mechones oscuros del rostro sereno de Itachi y recordó que le faltaba hacer una cosa. Lentamente, se desanudó el protector y sacó el kunai del estuche. Quizá solo fueran unas semanas, pero aún asi. 
 
Decidido, hincó el filo en el borde de la placa y trazó una línea vertical en el centro.
 
Por un momento no pudo evitar preguntarse por Kakashi. Aunque en el fondo sabía que estaba a salvo.
 
-Idiota- murmuró, sin estar seguro de a quien iba dirigido el insulto, si a su Sensei...o a él mismo.
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).