Capítulo 11.
Era un hermoso viernes por la mañana, estaba emocionado confirmando la reservación que teníamos para subir al globo aerostático y así tener un excelente post cumpleaños juntos, me había asegurado que Kyubi pudiera entrar al parque, me dijeron que podía entrar, pero no podía subirse al globo por seguridad del pequeño, una lástima hubiera sido una excelente foto.
Mientras verificaba todo eso Naruto se dedicó a prepararse para la escuela y desayunar, les había contado a sus amigos su plan desde antes de pelearse con ellos y para “sorpresa de todos” querían ir y también pasar el día con el rubio, pero a pesar de que mis amigos dijeron que sería divertido ir en grupo les prohibí que fuera, ya que era una aventura en familia, espero me hagan caso.
Ese mismo día por la noche fue difícil que Naruto se durmiera, estaba tan emocionado que estaba saltando por todos lados Kyubi ya se había escondido de él porque no lo dejaba dormir y yo ya le había dado un litro de té de apio, le había dado de comer lechuga y miles de alimentos que según internet ayudaban a dormir de manera natural a las personas, pero nada había funcionado, así que estuve hasta la 1 de la mañana viendo como el sol saltaba cual liebre por toda la habitación.
Al día siguiente tuve que vestir al menor mientras aún estaba dormido bajar todo al taxi que nos llevaría y todavía bajar al perro junto con Naruto todo drogado por el sueño, parecía más un secuestro que una excursión familiar, por suerte Kyubi entendía más que Naruto y obedecía todas las ordenes que le daba, cada día amo más al perro.
Al llegar ya Naruto estaba más despierto y las personas del parque nos enseñaron la pequeña palapa en la cual podríamos pasar todo el día, acomodamos todo para poder ir a nuestro respectivo globo y dejamos al perro encargado del lugar, le pusimos una manta debajo de la mesa para que no le diera el sol y un tazón de agua para evitar cualquier tipo de insolación.
- Kakashi, crees que algún día nos podamos aventar de un paracaídas – me empecé a reír por las ocurrencias del niño.
- Si hoy no bajas llorando podríamos hacerlo cuando seas más grande y quepas en uno – sonrió emocionado, pero al irse acercando y ver la altura, sus pasos ya no iban con la misma seguridad que al inicio del recorrido.
- ¿No está muy alto? – preguntó mientras se empezaba a poner azul del miedo.
- Sí, pero son muy seguros, además vas a dentro de una canasta como en la película que vimos – el chico recordó la película y tomó más confianza así que nos acercamos, pero poco nos duró el gusto de estar a solas porque a lo lejos se escuchó una voz bastante conocida.
- No puedo creerlo Kakashi, hola – la voz de Mikoto llegó a mis oídos y al voltear vi al clan Uchiha caminando hacia nosotros, vi mal a Itachi y disimuladamente señalo a su hermano.
- Hola Mikoto, que sorpresa encontrarla aquí – dije con sarcasmo disimulado mientras saludaba al papá de Itachi, Fugaku, el hombre más serio que conocía, nunca lo había visto sonreír ni por accidente.
- Sasuke dijo que sería divertido venir aquí en familia y hay tantas actividades por hacer que no me resistí y los arrastre a todos – Mikoto amaba que sus hijos quisieran pasar tiempo de calidad con ella, como todos en la familia eran bastante secos, el hecho de que uno tomara la iniciativa de un fin de semana familiar, era como un sueño para la alegre mujer.
- Sí, eso imaginé – vi que Sasuke no se acercaba a su rubia adoración y entonces entendí que seguramente no imaginaba que su mamá invitara a su padre, yo nunca había recibido un mal trato por parte del patriarca, pero esa seriedad, seguro intimidaba a cualquier hijo por más cool que fuera – bueno Naruto y yo nos subiremos a ese globo, nos vemos después – le mujer me sonrió y ellos caminaron a una sección del parque donde podías jugar en una tirolesa.
- El papá de Sasuke se parece a él – me le quedé viendo al hombre y era verdad, entonces sonreí por dentro, ¡eso significaba que también era tsundere!
- Entonces tú le vas a agradar mucho en el futuro – eso lo dije en doble sentido, pero el pequeño seguía sin entender, así que no había problema.
Solo esperamos 30 minutos para que estuviera todo listo y empezamos a subir en el globo, ambos estábamos sujetos de una cuerda que nos ayudaba a mantenernos a salvo en caso de caer, así que Naruto estaba viendo todo con los ojos tan brillosos nos tomamos varias fotos arriba y el señor que nos subió era bastante agradable, así que nos empezó a hacer un recorrido turístico desde arriba y nos dio las recomendaciones de las mejores atracciones donde no había mucha gente y se podían disfrutar bastante, también nos dijo dónde podía entrar nuestro perro y antes de bajar hasta una foto con el señor nos tomamos.
Seguimos sus instrucciones y los tres empezamos a recorrer todo el lugar, la verdad fue una experiencia bastante divertida, encontramos un pequeño lago donde Naruto pudo jugar con Kyubi un buen rato y acabaron empapados, luego encontramos un puesto de banderillas donde comimos, también fuimos al parque de las tirolesas donde después de rogar por 30 minutos dejaron que Kyubi subiera con nosotros y así continuamos divirtiéndonos.
A las 8 de la noche ya no podíamos con el hambre y pronto iniciaría el festival de las luces en el cielo, así que fuimos a nuestra palapa y comimos los bocadillos que llevamos y esperamos a que empezaran a iluminar el cielo, definitivamente había valido la pena ir, había sido lo más divertido que habíamos hecho y el pequeño parecía mucho más feliz de lo normal.
- Mi papá nunca pudo salir conmigo a hacer esto, como tenía grupos muy grandes siempre tenía mucho trabajo, gracias por traerme aquí Kakashi – mi maestro siempre fue muy popular en la escuela, siempre querían estar en su clase y el rector al parecer jamás pensó que tener esa cantidad masiva de grupos no solo iba a tener muy poco tiempo libre, sino que iba a sacrificar la convivencia con su pequeño retoño.
Ya había pasado un mes desde nuestro hermoso viaje en globo, habíamos ido a imprimir las fotos y en lo que decidían entregarlas estábamos en el centro comercial buscando un bonito álbum para poderlas resguardar sé que existen millones de cuadros donde puedes pasar las fotos de manera digital, pero quería que Naruto tuviera algo más tangible y menos frio.
Así que los tres estábamos eligiendo uno en la tienda, la empleada nos veía con una gota en la cabeza, ya que a cada uno le había gustado uno diferente y ahora nos veía peleando para ver cuál escoger.
- Este es azul, es perfecto – tenía un perro en la portada como no les podía gustar.
- Pero el naranja se ve más bonito, además, tiene una jirafa muy tierna – Naruto ama los animales exóticos.
- Wan, wan – Kyubi ladró y mostró un álbum color rojo y tenía una motocicleta en la portada.
- Eso es demasiado agresivo – le contesté al perro y al parecer la empleada seguía sorprendida de que incluso el perro estuviera opinando sobre el álbum perfecto.
- Se puede llevar los tres, seguramente habrá muchas fotos y podrán llenarlos sin problemas – la mujer resolvió el problema con la lógica más aplastante del mundo, así que compramos los tres.
- Es momento de celebrar – dije mientras salíamos felices de nuestra compra.
- Ramen – gritó Naruto y Kyubi lo apoyó, maestro sé que usted y su esposa odiaban que comiera eso, pero al parecer su hijo es un adicto, perdón les he fallado.
Continuara…