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Accidentalmente. por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Buenas noches.

Ok este más otro capítulo para terminar de hacer llegar al pequeño sol a su dolecencia y ahora si se viene el SasuNaru jajajajaja

Espero no tardar mucho y poder terminar el fanfic en unos 5 capitulos más.

 

Bueno como ya es costumbre en mi, espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

 

Capítulo 13.

 

Antes de que Naruto iniciara su segundo año de primaria habíamos decidido que lo mejor era tener un automóvil propio, ya que Kyubi era difícil de transportar y muchas personas lo veían con terror, había crecido demasiado su cabeza me llegaba a la mitad del abdomen y su cola parecía medir más de dos metros de largo por la cantidad de pelo que tenía en ella, así que llegamos a la agencia de autos y empezamos a ver diferentes modelos, pero en ninguno podía entrar la frondosa cola del pequeño cachorro.

La chica que nos atendía parecía extrañada, ya que a todos los carros que eran estilo sedan le decíamos que eran demasiado pequeños para el perro, así que nos pidió una foto de la mascota para poder enseñarnos autos donde pudiera entrar, al ver la foto la chica de la agencia quedo perpleja y hasta parecía que había visto al mismo diablo, ya que se quedó pasmada.

 

-      Creo que ustedes necesitan una camioneta especial – así nos llevó a un área diferente del lugar y ahí estaba una camioneta Lobo y en la parte del asiento trasero tenía una ventana que daba al compartimento de carga – el cachorro puede sacar la cola por la ventanilla y la cola iría aquí, solo tendría que ajustarla bien para que no estorbe en el retrovisor – Naruto se subió y empezó a inspeccionarla y al parecer en verdad la chica le había dado al clavo, en ese auto entraba Kyubi sin problema.

-      Nos la llevamos – ambos sonreímos y la mujer empezó el papeleo para la venta.

 

*-*-*-*-*-*-*

 

Naruto era un pequeño muy inquieto en todo el sentido de la palabra, pero desde que había empezado el tercer año de la primaria se había vuelto aún más energético y todos los juguetes que tenía no eran suficientes para poder calmar su ansiedad por brincar por todos lados, así que opte por inscribirlo en algún deporte productivo que le quitara toda esa energía y de esa manera en las noches no me desvelaría tratando de hacerlo dormir.

Así que empecé a buscar diferentes centros deportivos cerca de la zona donde aparte aceptaran mascotas, Kyubi iba a donde Naruto estaba, así que debía de asegurarme que ambos fueran bienvenidos, para mi mala suerte solo había uno cercano, así que fuimos los tres a pedir informes, de paso Naruto vería todo lo que los demás niños hacían y acabaría amando el lugar.

Cuando llegamos en efecto vimos a varias familias corriendo con el perro, ejercitándose con algún canario incluso gente en la piscina tomando el sol junto a una iguana y podría decirse que estaban acostumbrados a ver diferentes mascotas, pero cuando vieron a Kyubi fue imposible que le quitaran la vista de encima, al entrar al lobby el dueño vio con desconfianza al perro.

 

-      No se preocupe señor, es más listo que usted – el hombre me vio ofendido, pero se tragó su comentario y continuó mostrándome los diferentes tipos de deportes que había, los instructores y los miles de millones de trofeos que poseían.

-      Si me acompañan por aquí, podrán conocer las instalaciones – el recorrido fue tranquilo y el lugar era bastante seguro, pero eran incomodas las miradas que le dirigían al perro, así que no estaba tan seguro de dejar que fueran ahí.

-      ¡Naruto! – a lo lejos oímos la voz de un niño pequeño y nos topamos con la cara sonriente de Kimimaru, el chico que había dormido con el sol en la pijamada, estaba dentro de la alberca junto a varios niños – ¿vas a inscribirte aquí? – el chico parecía feliz de tener a su compañero de clases acompañándolo.

-      Si, Kakashi dice que debó de hacer ejercicio – así se quedaron platicando mientras yo continuaba con el recorrido y el hombre veía que el perro no se separaba del niño. Al terminar el recorrido quedé satisfecho con el lugar, pero no con la gente, pero bueno Naruto era un sol y Kyubi muy listo, así que pronto se ganarían el afecto de todos.

 

Lo terminé por inscribir a las clases de natación en el mismo horario que Kimimaru y solo espero que Sasuke no se entere y acabe viniendo aquí a marcar territorio.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Estaba sentado en la oficina de la directora de la escuela esperando a que llegara Mikoto, detrás de mi Sasuke y Naruto estaban llenos de tierra, con arañazos, golpes y uno que otro moretón, a un costado estaba un niño de sexto año junto a sus padres que se veían molestos, ya que tenía el ojo hinchado, le faltaba un mechón de cabello y también estaba lleno de tierra.

 

-      Perdón por la demora – al entrar Mikoto los padres del otro niño la vieron mal, pero como siempre ella parecía de la realeza y se sentó con gracia y estilo.

-      Bueno, como podrán ver hubo un altercado entre los menores y los padres no están felices por la violencia ejercida hacia su hijo – la directora parecía tratar el asunto con pinzas, pero yo estaba dispuesto a sacar las garras si se ponían pesados esos padres.

-      ¿Quién inicio la pelea? – la pregunta de Mikoto hizo que el niño de sexto grado tragara grueso, era más que obvio que Naruto no empezaría una pelea, Sasuke solo se pelearía si algo le pasaba a su sol, así que solo quedaba una persona fuera del razonamiento.

-      Independientemente de quien la inició, mire cómo quedó nuestro hijo, fue una pelea de dos contra uno, donde sus hijos fueron los abusivos – el padre saltó de inmediato y señalo de manera inapropiada a Mikoto y eso era algo que no iba a permitir.

-      Si no baja ese dedo de inmediato, se lo cortaré – el señor se sentó asustado por la mirada que le había dirigido y obviamente por la amenaza, Mikoto por su parte sonrió feliz al ver mi actitud ante tremendo patán.  

-      Tomando en cuenta que su hijo es un mastodonte, contra dos niños de menor grado no debería ni siquiera presentar una queja, debería de sentirse avergonzado de solapar esta clase de comportamiento, pero tranquilo no levantaremos cargos por bullying escolar si se disculpa apropiadamente – nuevamente la mujer de cabello negro a mi lado demostraba que pertenecía a una galaxia diferente a la nuestra, porque solamente ella podría voltear las cosas a su favor con una sola oración.

-      Mire señora – ahora la mamá del niño iba a ladrar, pero también estaba usando una postura inadecuada.

-      Háblele con respeto a la señora Mikoto o le rebanaré la lengua – la señora se tragó sus palabras y se sentó, ya que al igual que su esposo, había terminado intimidada y al final el niño se había tenido que disculpar con Naruto por llamarlo “Travesti” y la directora había cerrado el caso sin decir una palabra más, no quería perder un dedo o la lengua por hablarle mal a la señora Uchiha.

 

De regresó acompañe a Mikoto a su casa y al parecer Sasuke tuvo una buena impresión de mí, ya que por primera vez en 4 años de conocernos no me había visto mal, no me había tirado indirectas, no me había dicho nada raro, ni cualquier otro insulto que se le pasara por su infantil mente, al contrario, me trato como si fuéramos iguales y le estuvo susurrando cosas a Naruto que hacían que al sol se le iluminaran los ojos y asintiera energéticamente.

-      Naruto, aunque te defendimos en esta ocasión, quiero que sepas que no siempre los golpes van a ser la solución a todo, también debes a prender a dialogar – el chico rubio se sonrojó y parecía aun molesto por el hecho de que lo llamaran travesti, aunque no sabía su significado se sentía ofendido.

-      Sasuke lo golpeo primero y cuando vi que ese tipo lo golpeaba también no pude entender porque me recorría un enojo tan grande y salte sobre él sin pensarlo – me frené de golpe… ¿sin pensarlo? – ¿Kakashi?

-      No, perdón me quedé pensando, ya no importa a estas alturas, pero recuerda que el dialogo también puede ser un medio de resolver problemas y no solo los puños – después de eso el chico seguía caminando normal hacia la casa, pero en mi mente solamente sonaban las palabras, “sin pensar”, Naruto cursaba el cuarto año de primaria y al parecer al fin empezaba a notar los sentimientos que tenía por Sasuke, quería gritar como Fan Girl, pero me contuve, aun no debía de intervenir.

 

*-*-*-*-*-*-*

 

La razón por la cual había comprado a Kyubi era precisamente para que cuidara de Naruto y al verlo sobre el pecho de aquel pervertido gruñéndole en la cara era una increíble recompensa.

Estaba muy ocupado esas últimas semanas, ya que estaba terminando mi tesis para presentar mi examen profesional, ahora que Naruto iba en sexto año de primaria podía regresar solo a casa y tomando en cuenta que sus tres guardaespaldas lo seguían a todos lados no tenía de que preocuparme, claro que estaba pensando que para la secundaria tendría que comprarle un teléfono celular, pronto entraría a esa etapa de salir con los amigos, así que era mejor que siempre estuviera comunicado.

Ese día le tocaba a Naruto ir a su clase de natación por lo cual solamente era acompañado por Kimimaru al deportivo, cosa que sus “amigos” odiaban, pero no pretendían que el rubio se enterara o los regañaría por posesivos, llegó a la casa con su albino amigo y me avisó que se iría rápido, ya que se le había hecho tarde, cosa normal en él.

Todo parecía normal en ese día, pero de mientras escribía como poseído en la computadora me di cuenta de que eran las 6 de la tarde, lo cual hizo que brincará del susto, Naruto no había llegado y yo no había hecho la cena. Asustado marque a la casa de Kimimaru, ya había anteriormente se había quedaba con él y olvidaba avisarme, pero la mamá del menor me dijo que su hijo había llegado solo, así que ahora estaba más asustado, si bien iba con Kyubi era demasiado tarde para que estuviera solo en la calle.

Tomé mis llaves de inmediato y recorrí el camino que él debía de haber tomado para volver a casa después de haberse separado de Kimimaru, iba pasando rápido y revisaba todos los callejones que había en el trayecto hasta que me topé con la escena que haría que mi sonrisa durara por horas, Naruto estaba detrás de su “perrito” al igual que yo observando la escena sin estorbarle a Kyubi, que se encontraba sobre un tipo gruñéndole, aparte había dos sujetos más que al parecer eran sus cómplices y querían salvarlo, ya que buscaban distraer al perro, pero la enorme cola de Kyubi protegía a su dueño completamente.

Varios transeúntes al pasar evitaban la escena, no era para menos el perro se veía demasiado imponente, me sorprende que no hayan llamado a control animal.

 

-      Kyubi, no los mates – el perro notó mi presencia y se bajó del sujeto, pero el aura amenazante del perro seguía latente.

-      Meteré una queja en contra de su animal – cuando se levantó el tipo le metí tremendo puñetazo en la cara por quererse pasar de listo con el sol.

-      No te preocupes, yo también voy a meter mi queja por el tipo de animal que eres – y así Kyubi se quedó junto a Naruto mientras yo llamaba a la policía.

 

Naruto me contó que ya iba de regreso, pero se detuvo a ayudar a un gato que estaba atorado cerca de un cable de luz y cuando terminó ya tenía a los tres sujetos detrás de él, pero lo que ellos no sabían era que la bola de pelo no era una cobija tirada era Kyubi sentado esperando a que él terminara de ayudar al gato.

 

-      Debemos de conseguirte un teléfono, para que me llames en caso de emergencia – me sentía aliviado de que no hubiera pasado a mayores y que el perro que compré fuera tan eficaz en su trabajo, pero aun así no quería que Naruto pasara por una mala experiencia jamás.

Al llegar a casa solamente lo abrace para llenar mi vació de mamá gallina y lo deje comer ramen para que olvidara el mal trago, eso y porque no había hecho nada de cenar.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Hoy era el día donde Naruto se iba a graduar de la primaria y al fin pasaría a la secundaria y la verdad estaba nervioso, ya que si bien me había presentado a los eventos de la escuela, nunca había sido uno tan grande, además de que a cada rato recordaba las tardes donde ambos hacíamos tarea juntos o cuando decidíamos procrastinar en lugar de apurarnos, me sentía orgulloso de ver que el sol había logrado salir con excelentes notas y que además parecía que era bastante feliz con su vida actual.

Terminé de ponerle el moño en el collar a Kyubi y subimos a la camioneta para poder llegar al evento, por fortuna los alumnos ya conocían a mi “pequeño cachorro” y ya no era tan problemático llevarlo a los eventos escolares, durante la ceremonia Sasuke dio unas palabras de despedida, al ser el mejor de la clase le había tocado cerrar el ciclo escolar.

Los miembros de los clubes más destacados se habían dedicado a pasar la batuta a los de menor grado y se había cantado el himno de la escuela al finalizar toda la faena, no lo voy a negar había estado tomando fotos de Naruto como poseído cuando lo vi subir al pódium y también había llorado de felicidad, él parecía avergonzado, pero si quería ser un padre real, mínimo una vez debía de avergonzarlo.

Al terminar el evento le tomé muchas fotos junto a sus amigos y claro otras en familia nosotros tres solos, después de las fotos llegaron nuevamente sus amigos para acosarlo y empezar a ver a que secundaría iría, serían otros tres años juntos.

Mientras tanto Mikoto estaba saludando a sus amigas y su esposo estaba parado desde lejos vigilando el lugar, el papá se Sasuke era el Jefe Departamental de Unidad y Delta en la policía, por lo cual siempre lucía demasiado solemne y serio, al parecer el señor tenía una buena impresión de mí, después de que Sasuke le contó que se había peleado por defender a Naruto de un abusivo y que, al momento de ir a la dirección, yo me había encargado de proteger a Mikoto.

 

-      Kakashi, hay que tomarnos una foto todos juntos, como la familia que seremos pronto – Mikoto soltó su comentario sacando un sonrojo en Sasuke, sorprendiendo a Fugaku por la revelación, Naruto no lo entendió y yo solo me reí a carcajadas por las ocurrencias de esa mujer.

 

Está de más mencionar que esta foto es mi favorita por la cara que todos tenían al momento de tomarla.

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


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