Capítulo 16.
Habían pasado ya dos días desde que Naruto me había dicho que estaba confundido sobre sus sentimientos y que realmente no sabía que contestarle a Sasuke, se había negado en ir a la escuela queriendo evitar que el azabache lo ignorara y sentirse peor de lo que ya estaba, así que le di una hoja y la dividí a la mitad.
- Aquí escribirás los pros y contras de salir con Sasuke, solamente así tu determinaras que es lo mejor – él me veía con miedo en los ojos y anhelo de que yo tomara su decisión – no voy a elegir por ti, esta es una decisión importante y debes de ser maduro para tomarla, no solo abrirás tu corazón a un nuevo sentimiento, sino que vas a darle la oportunidad a que una amistad evolucione o de que continúe donde está, así que es importante que tu tomes la iniciativa – lo dejé solo en casa y me dedique a hacer las compras de la semana.
Al regresar vi que Naruto estaba tirado en el piso rodando como taquito por todo el departamento y con la hoja vacía, tal parecía que no había avanzado nada y solamente se revolvía más con sus sentimientos, pero no iba a intervenir, debía de dejar que él se diera cuenta de sus sentimientos, ya después le diría que yo ya sabía que amaba a Sasuke y que junto a Mikoto estaba listo para vivir una hermosa vida familiar.
Mientras Naruto aún divagaba en la sala sonó el timbre, los únicos que llegaban sin avisar eran los abuelos, así que pensé que era Tsunade – sama y sin ver el interfon dejé que entrara y cuando se abrieron las puertas del elevador ahí se encontraba el terror nocturno, el mismísimo Sasuke Uchiha, quedé impactado por la entrada tan dramática que pasaba ante mis ojos, al verlo el sol se echó literalmente a correr hacía su habitación, vi como el azabache corría detrás de él y trataba de detenerlo, pero no llegó a tiempo y Naruto cerró con llave, obviamente decidí intervenir un poco y le grité “Toma la llave” y cuando volteó se la arroje para que pudiera abrir la puerta, de fondo se escuchó como el rubio gritaba “Me has traicionado Kakashi” y así los dos quedaron encerrados en la habitación.
Guardé todo como se pudo en un solo cajón y salí del departamento gritando “Voy por ramen regresó en dos horas” y así dejarlos solos para que arreglaran sus diferencias, espero que no me hagan abuelo pronto.
Mientras tanto con Naruto y Sasuke.
- No pienso irme hasta arreglar las cosas – Sasuke se cruzó de brazos enfrente de la puerta para no dejar salir al rubio, había decidido apartarse y dejarlo en paz, pero no se sentía satisfecho, él quería algo serio y estaba dispuesto a todo para lograrlo, incluso tenerlo ahí secuestrado hasta que hablaran del tema.
- No sé de qué hablas – el rubio le dio la espalda, esperando que con eso se fuera, ya que aún no había aclarado sus sentimientos, había hecho mentalmente lo que Kakashi le había sugerido y no encontraba ninguna razón para no salir juntos, pero no se sentía listo para dar ese paso.
- Naruto, creo que es tiempo de que superes lo que pasó con el patán que tenías por novio, sé que no es fácil, pero ¿de verdad crees que yo te haría algo como eso? – por primera vez Sasuke le habló de manera firme al rubio, cosa que jamás había podido hacer por culpa del amor que le tenía.
- ¡No, ya sé que no me podrías hacer eso!, pero no sé si quiero perder lo que tenemos… ¿y si no funciona?, ¿cómo podría volver a verte como amigo? – Sasuke abrazó al rubio por atrás y le susurro de manera suave y dulce, no quería espantarlo más.
- Jamás me volverás a ver como un amigo, si te quedas conmigo yo me aseguraré de que nuestro amor sea para siempre – el rubio quedó impactado con la seguridad con la cual afirmaba que se quedarían juntos, pero aun así estaba inseguro.
- Sasuke, no sé cómo empezar esto de verdad no me siento listo – se separó del azabache y volteó a verlo con lágrimas en los ojos – yo de verdad te quiero, pero no sé si puedo llegar a amarte.
- Eso es fácil de averiguarlo – Sasuke no podía rendirse, ya había logrado que Naruto aceptara que sentía algo por él, ahora solo faltaba que tomara más iniciativa y de esa manera poder empezar una relación, no pensaba ceder al rubio a nadie más, él lo había apartado desde que lo vio entrar al kínder, lo había defendido de brabucones, le había ayudado con su tarea, lo había acompañado en su momento más difícil, había sido la sombra del rubio por años asegurándose de que nada malo le pasara, había fallado en no alejar al patán que le había lastimado el corazón, pero no se iba a rendir, no como todas las demás personas que se alejaban de él y por miedo a avanzar lo dejaban solo, él estaba dispuesto a poner toda la carne en el asador y asegurarse de que ese niño se quedara para siempre a su lado, así que con esa mentalidad tomó suavemente al pequeño rubio, lo acercó hacia él y le plantó un suave beso sobre sus labios.
Naruto quedó impactado, no sabía que más decir, había sentido tantas mariposas en el estómago que pensó que explotaría por dentro y eso que había sido un suave beso el que había recibido, ni siquiera había sido uno demandante como el de las películas, abrió los ojos y vio a Sasuke, tan serio como siempre, pero en sus ojos se veía tanto amor acumulado que sintió que hasta las piernas le fallaban, el azabache por su parte sintió como el rubio se relajaba, literalmente estaba cargando su peso en ese abrazo, al no ver más resistencia volvió a darle otro beso de piquito, pero se quedó pegado más tiempo, eran besos sencillos, pero para él tenían muchos sentimientos cargados, además eran la llave para que su sol pudiera abrir el corazón y lo aceptara.
- Por favor quédate conmigo para siempre – el azabache levantó la barbilla del rubio y se le quedó viendo a los ojos, ese era el momento perfecto era obvio que sus intenciones y sentimientos habían logrado alcanzar el corazón del menor.
- Por su puesto – y así Naruto todo drogado por el amor del azabache contestó sin pensar, continuando así con los besos, Sasuke no quería espantarlo, así que no se atrevía a más, solo acariciaba su cintura y sus mejillas delineando con sus dedos cada una de las marquitas que tenía en las mismas.
Se cansaron de estar parados, así que salieron de la habitación, por iniciativa del azabache, no se creía lo suficientemente fuerte para no atacar al rubio si lo veía recostado sobre la cama, así que lo llevó al sofá y mientras veían televisión se quedaron acostados abrazados, robándose besos cada cierto tiempo, como si su corazón buscara un poco de calor.
- Llegue – se escuchó la voz de Kakashi saliendo del elevador, ambos se pararon avergonzados y se dedicaron a ver tele como si no hubiera pasado nada.
- Hola – dijeron los dos al unísono, el hombre de cabello gris notó la incomodidad de ambos y su sonrojo así que sonrió como tonto.
- Ya son novios entonces – dijo mientras despeinaba a ambos emocionado por la nueva relación y feliz de que al fin se encontraran juntos.
- Eres un traidor, como puedes si quiera volver a casa con esa sonrisa después de haberme regalado – Kakashi se rio por el comentario y siguió felicitando a la parejita de tortolos.
- Bueno, traje ramen para festejar, así que vamos a cenar.
La cena fue tan amena que ambos adolecentes empezaron a platicar de nuevo como los mejores amigos del mundo, logrando que la incomodidad por su nueva relación pasara a segundo plano. Naruto despidió a Sasuke en la entrada del edificio y mientras ellos se despedían como los tortolitos que eran, me dedique a marcarle a Mikoto, para contarle las buenas nuevas, ambos estábamos tan felices de que al fin las bendiciones estuvieran juntas, que casi no entrabamos de la emoción.
- Por cierto, ¿cómo le dirás a Tsunade que su hermosísimo nieto está saliendo con alguien? – preguntó la dulce mujer.
- Bueno, ella no tiene que saberlo aún – dije evitando el tema por completo, no iba a permitir que ella arruinara los planes que Mikoto y yo habíamos estado organizando desde que los chicos eran unos niños.
- ¿Crees que su tío lo tome bien? – otra piedra en el camino.
- Tampoco tiene porque saberlo – estaba negado a perder mi emoción por culpa de la familia de Naruto, así que solo debía evitar que el sol les dijera, no quería que hubiera panchos justo cuando empezaba una relación sana con el azabache – debo irme, ya va subiendo por el elevador.
- ¡Kakashi! – Naruto entró dando vueltas como si fuera princesa de cuento de hadas – tengo demasiadas emociones dentro que no sé cómo expresarlas, felicidad, euforia, miedo, pánico, siento que puedo correr por horas sin cansarme… diablos, ¿siempre se siente así el amor? – me quería reír, pero sabía que era la primera vez que Naruto se sentía de esa manera, así que debía de mostrarle compresión.
- Solo cuando es sincero – el rubio se sonrojo, al parecer le encantaba saber que el amor de Sasuke era sincero.
Es día fue al parecer uno de los más especiales de mi pequeño sol, había logrado aclarar sus sentimientos, había conservado la amistad del azabache y ahora vivía uno de los momentos más rosas de su vida, me sentía emocionado, no solo por el hecho de que ahora seríamos una familia, sino porque al fin Naruto había podido abrir su corazón de nuevo, había dejado atrás su mala experiencia y había logrado superarlo.
Continuara…