Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Accidentalmente. por Artemisa El Britannia

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Soy mi propio fan jajajaja es que cada vez que me leo me emociono jajajajaja soy rara lo sé

 

Espero que disfrutene en leerlo como yo al escribirlo.

 

Capítulo 9.

 

Empecé a caminar por el centro comercial buscando el regalo perfecto para Naruto, la verdad a pesar de que habíamos convivido mucho lo único que había captado su atención y hasta ahora amaba era el ramen, pero de ahí en fuera no tenía una idea clara de cuáles eran sus gustos, tenía juguetes muy variados, su programa favorito era de unos mopets muy raros que hacían malos chistes y no tenía una fijación por algo en específico, a estas alturas estaba tentado a también regalarle una rana, pero no quería que su regalo se confundiera con alguno dado por su abuelo, así que busqué más opciones para poder regalar.

Revisé tienda por tienda y no encontraba nada que le pudiera gustar al sol, ya llevaba aproximadamente 3 horas caminando y ninguno de los juguetes que había visto me gustaba, había revisado tiendas de ropa, pero tampoco lo creía que fuera un buen regalo, un niño no espera que le regales ropa en su cumpleaños, así que me rendí con eso y seguí buscando sin ningún éxito.

Ahora me encontraba en el “Mega Emporio de la Diversión”, la tienda más grande de toda la ciudad que contaba con lo último en tecnología para juegos y con todas las marcas habidas y por haber de juguetes, mientras caminaba dentro de esa tienda encontré una zona donde venían mascotas como peces, gatos, conejos, perros y demás animales. Entre por pura curiosidad, ya que al final del día no podíamos tener animales en casa, apenas podía cuidar de Naruto como para también cuidar de un animal, recorrí los pasillos y llegue a la zona de los perros, en lo personal amo a los perros, creo que son la mejor mascota del mundo.

Vi varios cachorritos jugando entre ellos en una mega cuna, junto a esos perritos había una empleada y varios niños con sus padres escogiendo un cachorro, era increíble la emoción con la cual veían a los animalitos, me di la media vuelta, ya que no iba a comprarle algo tan problemático, pero en una jaula aparte vi a un cachorro con pelaje rojizo, parecía no poder entrar en la jaula, casi parecía que le quedaba chica.

 

-      Wow, que perro tan curioso – el animal parecía verme directo a los ojos, casi como si entendiera lo que hablaba.

-      ¿Busca alguna raza en específico? – una chica muy amable se me acercó, ya que al parecer llevaba bastante tiempo viendo al perro.

-      No, bueno… ¿ese perro no está muy grande para esa jaula? – la chica vio al animal con miedo y trató de sonreírme.

-      No, solo es de pelaje abultado, por aquí tenemos más razas que son más amistosas – la chica parecía querer evitar a toda costa que viera a ese perro y le verdad me daba más curiosidad ahora que ella estaba evitándolo.

-      Siendo honestos me gusta ese perro – la chica parecía querer llorar cuando pronuncie las palabras – hola – empecé a hablar con el animal – tengo un pequeño hijo, es demasiado inocente y le regala el corazón a todo el mundo, me gustaría saber si eres lo suficientemente feroz para protegerlo de las malas personas que quieran abusar de él – el perro me vio a los ojos no parpadeo ni una sola vez, incluso me chillaron los ojos esperando a que él parpadeara, el animal tenía fuerza de voluntad – señorita quiero este – la chica se acercó a la jaula y por primera vez en 3 meses que había tenido al animal dentro de sus instalaciones no la mordió o hizo algún tipo de escándalo, al contrario de verdad parecía quererse ir con el hombre, lo cual la mujer agradecía, estaba harta de acabar arañada y mordida por culpa de los arranques de ira del animal.

-      Sígame por aquí.

 

Y así como jamás lo pensé acabe comprando un perro, no sabía cómo esconderlo de Naruto faltaba una semana para su fiesta, tendría que hablar con Tsunade – sama, para ver si lo podía esconder en la mansión, compre lo necesario para poder tener bien al perro.

 

-      Este collar te hace ver más intimidante, pero esté combina más con tu pelaje, ¿cuál nos llevamos? – le pregunté al perro y la chica de la tienda me veía raro, pero le generaba sorpresa que el perro parecía contestar a todas mis preguntas, como si de verdad entendiera, pero al no saber hablar tenía que comunicarse de otra manera – si eso pensé, entre más malo te veas mejor.

 

Acabamos las compras y seguía hablando con el animal, le iba contando que sería un secreto para Naruto en lo que era su cumpleaños y viviría un tiempo con la abuela del niño, tal vez parecía locura, pero de verdad sentía que me estaba contestando, desde que lo vi a los ojos supe que ese perro era más listo que cualquiera.

Llegué a la mansión de Tsunade – sama y le dije a una de las sirvientas que atendía que ya tenía el permiso de dejar al perro y le dejé todo lo que necesitaba para cuidarlo.

 

-      Bien el siguiente domingo, Naruto te dará tu nombre oficial y recuerda, debes de empezar a protegerlo desde que lo conozcas, ya que es algo despistado y tiende a encariñarse muy rápido – la mujer que sostenía al animal me veía con profunda extrañeza, pero no dijo nada – él es importante, se lo encargo mucho – la chica asintió y me fui a recoger a mi bendición a la casa de Itachi, seguramente Sasuke estaba en el cielo con tremenda visita, había tardado más de 5 horas en escoger el regalo.

 

Al llegar a la casa de Itachi me recibió su mamá, la cual me sonrió y emocionada empezó a contarme todo lo que había hecho Naruto mientras no estaba, ella parecía muy emocionada, pero a mí se me hacían raras ciertas cosas que ella me contaba, al final no le di importancia y toqué la puerta de la habitación del pelinegro para por fin irme a casa, me dolían los pies horrores. Sasuke salió y me vio con odio, al parecer el tiempo que le di no era suficiente, pero si quería quedarse con Naruto para toda la vida tenía que hacer méritos, como estudiar y trabajar para darle una vida decente.

 

-      Kakashi, volviste – Naruto me abrazó emocionado de volverme a ver, cosa que no le agradaba al pelinegro.

-      Si, lamento haberme tardado, espero que te hayas divertido con Sasuke – el rubio me empezó a contar todo lo que habían hecho y al parecer se había divertido, pero no siento que se haya sentido cómodo por quedarse, tenemos la manía de ir juntos a casi todos lados, así que creo que esta pequeña escapada al centro comercial le pego un poco – Muchas gracias por todo – me despedí amablemente de Mikoto y emprendí el vuelo a casa, necesito un buen baño y una larga siesta.

 

 

El fin era domingo por la mañana, Naruto y yo estábamos felices empacando las cosas para la pijamada, la fiesta empezaría a las 12 del día y los niños que se quedaran durante la noche podrían ser recogidos por sus padres en el transcurso del día siguiente, nosotros nos habíamos levantado temprano, ya que el pequeño sol tenía que llegar antes de las 10 para que le pusieran su disfraz, así que a las 8 de la mañana ya estábamos saliendo de casa para llegar con Tsunade – sama, tomamos un taxi para no cargar durante el camino y llegamos poco antes de las 9, cosa que alegró a sus abuelos, porque así podían acapararlo un rato antes de que se la viviera jugando y saltando por toda la casa.

Le pregunte de manera discreta a Tsunade – sama donde estaba el perro y me dijo que estaba en el jardín, así que decidí darle mi regalo desde antes, así podría jugar con sus amigos y el perro al mismo tiempo.

 

-      Naruto quiero darte tu regalo – el niño me vio con los ojos más brillantes que jamás haya tenido y empezó a brincar de emoción, así que le vende los ojos y lo cargue hasta el patio, lo coloque en el pasto y le hice señales al perro para que se acercara, el animal se sentó justo enfrente de Naruto – de acuerdo a la de tres te quitas la venda, uno, dos y tres – el niño se quitó la venda de inmediato casi llevándose la nariz en el proceso y al ver al perro grito emocionado.

-      ¡Wau es increíble! – lo abrazó y el perro se dejó hacer por el menor sin oponerse - ¿cómo se llama?

-      Tú le pondrás nombre así que elige sabiamente – el niño rubio estaba súper emocionado, nunca había tenido un perro y tampoco le había puesto nombre a algo, así que se le quedó viendo al animal por mucho tiempo pensando en el nombre.

-      Ese perro se ve peligroso, ¿estás seguro de esto? – la mujer rubia no sentía confianza del animal, pero al ver lo bien que se llevaba con su nieto no podía ponerle muchos peros, solamente su apariencia.

-      Es más listo que su marido, así que usted tranquila será una buena compañía para Naruto – el hombre se ofendió, pero su esposa aceptó al animal solamente por saber que era más listo que su marido.

-      Se llamará Kyubi – el sol abrazó al perro y parecía que el animal estaba feliz por el nombre.

 

El pequeño se dedicó a jugar con el perro hasta que fue hora de empezar a ponerse el disfraz para la fiesta, la organizadora de eventos creyó que era una increíble idea que el menor fuera disfrazado como león saltando por todos lados, al parecer la mujer de verdad estaba desahogando sus fetiches con el niño, ya que parecía que estaba respirando de manera muy intensa al ponerle el disfraz.

 

-      Abuela, ¿cómo me veo? – no lo iba a negar se veía increíble con ese traje, parecía que había nacido para lucirlo, el amarillo de la piel y el café de la melena hacían resaltar sus ojos.

-      Que hermoso te ves – Tsunade – sama solamente sonreía cuando su nieto estaba cerca, de ahí en fuera parecía siempre estar de malas, como si perdiera alguna apuesta o algo así.

-      Kakashi, ¿cómo me veo? – el sol parecía querer tener la aprobación de todos, ya que no quería hacer el ridículo frente a sus amigos.

-      Te ves bastante bien, casi te confundo con un león real – el niño se veía demasiado ilusionado, más que nada porque su abuelo no paraba de tomarle fotos y su abuela no dejaba de elogiarlo.

 

Durante la llegada de sus amigos el primero en llegar fue Sasuke, no me sorprendía, venía junto a su hermano el cual se unió a los adultos en la sala de estar saludando de manera casual, el menor no parecía muy feliz de que el perro le robara la atención del rubio, pero como siempre demostró lo cool que era haciendo berrinche interno y peleando con el perro cuando Naruto no lo veía, hasta ahora iba 10 – 0 favor Kyubi.

Neji llegó junto a su prima hasta las 2 de la tarde, el papá del niño parecía enojado de que estuvieran presentes en la fiesta, se quedó a pesar de su molestia y al parecer se le fue quitando cuando se dio cuenta del tipo de familia que tenía Naruto, al parecer el nombre de Tsunade – sama era muy conocido en las altas esferas del dinero, así que se relajó y dejó de tener cara de estreñido.

Gaara a diferencia de Sasuke llegó casi al final a las 3 de la tarde, para ser precisos siendo seguido por Kankuro y Temari, ambos se veían cansados y el pelirrojo parecía molesto, una expresión que nunca había visto en su tierno rostro. Al entrar la cara de Gaara cambio cuando al fin vio al rubio león correr por todos lados siendo guiados por los organizadores de juegos, por Kyubi y todos los demás niños que el rubio conocía de la escuela.

Gaara se integró de inmediato al juego y sonrió a lado del rubio como si no hubiera pasado nada malo, pero para que Temari llegara tarde debió de haber pasado algo enorme.

 

-      Te ves mal – la chica me vio feo e Itachi me dio un codazo en desaprobación por mi comentario – perdón.

-      Gaara no durmió de la emoción y se la pasó toda la noche brincando como mapache por todos lados, nos mantuvo despiertos a mí y a Kankuro, cuando por fin se durmió nos levantamos a las 12 del día, estaba tan enojado porque iba a llegar tarde que hizo un berrinche del tamaño del universo, por lo cual se nos hizo aun más tarde y bueno, henos aquí – ambos hermanos de verdad se veían fastidiados por el pequeño, sí que era arenoso el niño (en México se le dice arenosa a las personas que son conflictivas).

-      Animo, durante todo el día ellos – señale a todos los jóvenes presentes con camisas especiales para que los pudieran diferenciar de los demás papás – se harán cargo de tu hermano y a ellos los molestara – Temari los vio y sonrió de manera malévola, eso era increíble.

 

Para buena suerte mía solamente se quedarían algunos niños a dormir y no todos, cada uno había recibido una invitación diferente, así se podía diferenciar entre lo que se quedarían más tiempo y los que se irían temprano, los padres de los niños que se iban a quedar solamente comerían y se irían después del pastel, que en teoría sería hasta las 8 de la noche, una pésima idea para mi gusto, niños y azúcar no era precisamente la mejor combinación.

-      ¿De quién fue la grandiosa idea de la pijamada? – mis amigos y yo estábamos sentados lejos de los demás adultos y la verdad era mejor, así podía empezar a hablar mal de sus hijos sin que me vieran feo.

-      De tu hermano – Itachi rodo los ojos con molestia.

-      Le dijo a Naruto que era la manera en la cual los amigos se hacían más unidos – Temari y Kankuro vieron mal al pelinegro, ya que por su culpa habían sufrido por una semana completa la hiperactividad de su hermano.

-      Voy a matarlo – fue la única oración en la cual todos estábamos de acuerdo.

 

La fiesta se llevó a cabo sin tantas complicaciones, los niños molestaron totalmente a los empleados y los padres estábamos alejados de ese mar de problemas, era mejor no intervenir en algo que solo un profesional tenía experiencia. Al final se fueron casi todas las niñas de la fiesta a excepción de Hinata, a ella se le tuvo que invitar a la pijamada para que Neji se quedara, de los niños se quedó el circulo normal de Naruto, un chico que se la pasó dormido toda la fiesta llamado Shikamaru, Choji, Kiba él se la pasó peleando con Kyubi, al parecer tenía fetiche con los perros, el niño raro llamado Rock Lee y Kimimaru, a ese último no lo había visto tan seguido como a los otros, pero tenía un aire diferente al de los demás niños, se veía menos volátil.

Los que estaban organizando al inicio del día se veían más cansados que nunca, pero al parecer ellos si tenían la opción de relevo, porque llegaron otros 5 ayudantes y se encargaron de armar una fogata, contar historias de terror apta para la edad de los niños y azar malvaviscos. Lo divertido del asunto es que durante la historia de terror Naruto se había aferrado a Kyubi y sus admiradores ahora lo veían con odio, ese perro se estaba llevando el corazón del rubio y ellos se sentían desplazados.

La hora de dormir fue casi a las 1 de la madrugada después del juego de la búsqueda del tesoro, el que lo encontrara tendría un premio especial Naruto no participo porque él era parte del premio, así que con emoción le dijo a Kyubi que encontrara el tesoro, así que Sasuke se dedicó a encontrarlo antes que el perro, al parecer no estaba dispuesto a seguir perdiendo contra su peludo enemigo, cosa que a mí me causaba demasiada gracia, al final gano Kimimaru y el premio era un enorme cofre lleno de dulces y además dormir del lado derecho del festejado, no había nada de especial en ese lado a mi parecer, pero para los fans del sol parecía la cosa más increíble del mundo, ya que se veían desolados pensando que ellos no podrían dormir de ese lado, a pesar de que aún quedaba el lado izquierdo.

Al final todos los niños fueron recostados en pequeños futones de dos en dos, en ese momento entendí porque era un premio, Naruto y Kimimaru compartieron el mismo colchón y obviamente, aunque hubiera un lado izquierdo los separaba un pasillo de fomi que habían colocado para que pudieran pasar entre los niños, antes de dormir hubo una breve guerra de almohadazos y al fin se recostaron.

 

 

 

Estaba en mi habitación (provisional, ya que Tsunade – sama dijo que haría una especial para mi), cuando sentí que algo me jalaba los pies, así que asustado grite y me hice bolita cerca de la lámpara para tomarla en caso de ser necesario defenderme, grande fue mi sorpresa al ver como Naruto estaba tambaleándose para evitar caer de la cama, así que lo más rápido que pude me moví hacia él y aunque caímos los dos evité que se golpeara la cabeza.

 

-      Naruto, casi me matas de un susto y por poco te tiro, ¿qué pensabas? – el niño estaba debajo de mí, pero al ajustar mi vista pude notar que estaba soltando lágrimas - ¿Qué pasó? – me levanté y lo senté en la cama y yo me incliné frente a él, para limpiar sus lágrimas.

-      Desperté y no te vi – el sol siguió llorando por un rato y me sentí de cierta manera feliz de que él me viera como algo tan normal que al no tenerme cerca se sintiera triste, sonaba sádico lo sé, pero llenaba mi corazón de alegría ser una parte importante de él.

-      Ven vamos a dormir.

 

Y así concluyó la increíble fiesta de cumpleaños, la siguiente semana iremos al paseo en globo, pero ahora con un nuevo sentimiento de cariño que sigue naciendo entre ambos… ¿me pregunto si debí decirles a los organizadores que Naruto estaba conmigo?… naaaa.

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).