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Katze por Arwen Diosa

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Notas del capitulo:

Hola!

Hoy doble publicación

Disfruta!

 
 
Capítulo 9.
 
¿Crédulo?¿Iluso? Qué más estaba pensando Raoul que era él. Iason Mink no era ninguna de estas cosas y ahora mismo iba a demostrarle a Raoul todo eso.  Iason se enteraría de una vez por todas el tipo de relación que existía entre Raoul y Katze.  
Raoul difícilmente haría algo así por un individuo que veía sólo por negocios, entre estos dos el vínculo debió ser tan fuerte para pintar sobre Raoul una sombra de añoranza, ¿Cuáles eran sus planes con ese bebé? ¿Recuperar su romance con un ex mueble? Iason se preguntó desde qué momento exactamente había comenzado… ahora quería aprovechar su “necesidad” de Katze para traerlo al mundo para su propia conveniencia. Raoul era un descarado incluso engañando a Júpiter ¿Qué mentiras más había detrás de esa puerta que guardaba un bebé como si fuera un tesoro?
Un año… sólo un año para sincronizar recuerdos y tendría a su ex mueble bajo su mando. La estructura del Mercado Negro que Katze había creado sobreviviría un año más para recibir al que sabía comandar mejor que nadie. Incluso Katze sería la herramienta perfecta para lograr preparar el terreno de Ceres a las Reformas de Amoi.
Lo mantendría tan ocupado y exprimido que drenaría cualquier relación con Raoul Am que se había osado en ocultar.
Katze nunca guardó secretos para Iason, más le valió al pelirrojo. La relación de Iason y Katze estaba basada en el acondicionamiento de los muebles, un sistema seguro de recompensa y castigo. Iason recordaba algunas de sus mayores fallas, una de ellas le dejó marcada la cara, las demás podían cubrirse con la ropa.
Caminaba rápidamente por el pasillo, sus pasos predominaban por el sonido marcado, indicaban autoridad y fuerza, eso era algo natural para Iason, parte de él. Estaba metido en sus pensamientos. Revisando en su memoria privilegiada todos los acontecimientos donde  Raoul se mostró interesado en algo referente a Katze. 
¡Bien! Tenía algunos ejemplos. 
“-Iason, tu nuevo mueble va mejor con la decoración de mi casa, véndemelo”.
“-Las cicatrices son un asunto tan escaso en Amoi Iason, sabes… será un sujeto demasiado vistoso, déjame medicarlo para que se recupere por completo o al menos para quitarle el dolor… el tipo se está alimentando con una pajilla”.
“-El porcentaje de ganancia del Mercado Negro ha mejorado estos meses… ¿Algo que contarme en particular Iason?”
“-Está semana no fuiste a Midas Iason ¿Todó bien?”
“-Hueles desagradablemente a tabaco Iason, ordena a tu chico de los recados que deje de fumar…”
“-Éste mes el porcentaje de ganancia del Mercado Negro es un punto menor ¿Qué extraño no?”
Fueron tantos años desde que Katze sólo era un niño salido de Guardián y Raoul había sembrado pistas sobre su interés ¡Qué descuido no haber visto las señales antes! Raoul criticando constantemente sobre tener a Riki fue una buena manera de distraerlo, además de la obvia inferioridad de Katze al ser un mestizo castrado.
Pero por ahora dejaría que Raoul se haga cargo de ese bebé a su extraña forma… en un año podrían implementar los recuerdos y él tendría a su ex mueble cubriendo su anterior puesto. Eso era lo importante. 
Cuándo llegó a su departamento Cal lo recibió, le entregó casi botó su chaqueta y túnica manchadas con vómito y le dijo que si Riki despertaba debía ser informado de inmediato. Pasó a encerrarse en su oficina. Frente a la computadora rebuscó entre carpetas, documentos, ventanas y direcciones la supuesta copia de memoria que mandaba Katze cada vez que usaba esa máquina que copiaba sus recuerdos. 
Tras una búsqueda considerada algo larga para él, tuvo resultados. 
No solo tenía los recuerdos de todos los años de su vida, el programa para poder ver todo ese largometraje era práctico de usar. Una sola línea del tiempo, ordenada de manera cronológica, parecida a un electrocardiograma donde se marcaba con altos y bajos picos la sincronización entre su corazón y pensamientos. La realidad circundante representada a través de eso. 
Los picos altos podían ser entendidos como momentos de éxtasis o alegría, incluso satisfacción. La continua línea recta momentos de monotonía. Picos bajos estrés, tristeza o malestar.
Iason pasó rápidamente, sin prestar atención a los primeros años. Eso era superfluo. Se concentró en encontrar fechas posteriores a Dana Bhan donde los picos de memoria muestren puntos altos. La vida de Katze  desde el accidente de Dana Bhan hasta su recuperación era desconocido para Iason. 
Sabía que Júpiter había ordenado a Raoul encargarse de la mayor parte de sus funciones y como resultado una de ellas era estar a cargo del Mercado Negro, eso le daba contacto directo con Katze.
Si algo hubiera pasado entre éste par era en esas fechas, mínimo empezó ahí. Y cuando él pudo retomar su puesto en el Sindicato, Katze y Raoul continuaron con su relación. 
Fue extraño para Iason encontrar solamente picos en dirección descendente desde Dana Bhan. Una serie larga y astillada de picos más profundos y largos que otros.
Curioso decidió ver a través de los ojos de Katze, de todas formas estos eran sus recuerdos. 
El primer pico descendente profundo le mostró el fuego de Dana Bhan, vio a Riki decir algo sobre cuidar a Guy y a Katze tomando a ese mestizo desmayado. Vio a Riki  alejarse cojeando, volviendo decidido a ese infierno en llamas que representó un inicio para ambos. Katze quedándose muy quieto, guardando su cajetilla de cigarrillos de donde salieron las lunas negras, luego caminó a su auto, cuando Riki estaba perdido en el caótico estruendo muy lejos de su vista, dejó a Guy atrás sin mucha cortesía y luego tomaba el asiento de adelante. 
Apretó el volante, oculto la cara ahí, reprimiendo un grito, al parecer estaba golpeando su cabeza con los puños cerrados en esa posición extraña. Cuándo se incorporó tomó su celular y llamó. 
Seguramente era la llamada de rescate echa a la Fuerza de Seguridad. Iason sabía que fue Katze el que llamó a pesar de las órdenes explícitas de no intervenir. 
Ahora que lo pensaba, Iason nunca mencionó el asunto. De echo su primer encuentro fue después de retomar su puesto en el Sindicato, fue una reunión donde Iason incluso castigó a Katze por su estúpida idea de darle los cigarrillos a Riki que dificultó un poco su recuperación. Lo extenuó tanto sacándole en pedacitos cada negocio echo hasta la fecha, porcentajes, nombres y ganancias, después de horas Katze pidió sentarse a pesar del ambiente sombrío. Iason se lo concedió sólo para no verlo desparramado sobre su alfombra.
Volviendo a la reproducción Iason vio que Katze se quedó en el auto mientras llegaban las Fuerzas Especiales y luego se fue. Su auto no estaba equipado para soportar la fuerza de una posible explosión.
Cuándo Dana Bhan finalmente explotó, Iason sabía que todos pensaban que habían muerto. Fue así durante meses. Júpiter, mantuvo bajo secreto su recuperación y la de Riki.
Vio a Katze conducir y dejar a Guy en un hospital. Apresuró la escena para no ver ni saber nada de ese mestizo, era una promesa a Riki. 
Quería saltarse esta parte pero por curiosidad vio lo que era un pico extremadamente puntiagudo.
Katze fumando en la oscuridad a medias de su oficina, las serpientes de humo se arremolinaban sobre su cabeza, salían de su boca como un rezo de labios trémulos y luego todo se nubló. Iason distinguió las lágrimas brotar con rapidez, casi atropellándose por la falta de espacio. Fue tan sorpresivo que ni siquiera él estaba preparado, vio a Katze inclinándose sobre sí mismo y llorar. Se tapaba la boca pero su voz dejaba salir gemidos ahogados. 
Katze llorando.
Muchas horas después, muchos picos bajos eran Katze llorando.
Parpadeando, Iason soltó el aire que estaba conteniendo, adelantó algunos tramos de sólo oscuridad y lágrimas. Paró cuando Katze se vio en un espejo. 
Al parecer era de día o la habitación donde estaba tenía mucha luz. Katze se veía tan pálido, casi enfermo. Alrededor de los ojos tenía círculos oscuros que lo demacraban. Labios secos, piel hundida en las mejillas, el surco de su cicatriz se marcaba con furia y desagrado. Tenía el torso desnudo que mostraba que había bajado considerablemente de peso.
Katze tampoco se reconoció, su mirada un ámbar opaco apenas visible por los párpados a media hasta se unió a su igual por varios segundos, pero antes de cualquier acción se inclinó sobre el lavabo y vomitó. Bebió mucha agua del grifo después. Al incorporarse evitó mirarse al espejo haciendo un borrón sobre la superficie reflectante con la mano mojada. 
Caminó hasta una cama desecha y se hundió en la oscuridad.
Iason cerró los ojos un momento, sabía que algo así podía ser posible. Después de todo Katze era leal… una reacción más ligera incluso podía ser ¿Insultante? Pero… 
Pero…
Ver a Katze así no le gustó. 
Saberlo tan mal profundizó su sentimiento de culpabilidad. 
Ciertamente Rik y él NO se habían visto tan afectados por la muerte de Katze, Riki lloró un poco… nada parecido a esto. 
Sufrimiento exponencial. En carne viva. 
Incluso hasta ahora, Iason recién se daba cuenta que se sentía culpable de su muerte, meses después de estar consiente de haber empujado la maceta minutos después de tratarlo cómo lo trato siempre, un simple mueble.
Iason se sintió como un carbón hijo de perra, mierda absoluta arrojada a un ventilador.
Ahora el reproductor mostraba a Katze trabajando sin mucho ahínco en la computadora, varios cigarrillos aplastados. Consumidos y a medio consumir. 
Según la línea de tiempo mostraba que habían pasado algunos días, apenas semanas desde la explosión y todavía no había rastros de Raoul. Incluso pensó en qué rayos estaba esperando Raoul para aparecer…
Katze estaba solo…
Raoul también…
Apagó el reproductor entendiendo mejor las cosas… o al menos se sentía más tranquilo a diferencia de unas horas atrás.
Tuvo la tentación de ver el primer encuentro con Raoul, y tal vez también las posteriores reuniones. Quería ver en qué momento Katze empezaba a componerse, si antes o después. Sin embargo, Iason sintió que no era lo correcto mirar. Eso pertenecía a la INTIMIDAD de Katze. 
Una muestra de respeto… a Katze por primera vez.
Estaba claro que Raoul tenía fuertes sentimientos por Katze, pero no sabía si Katze estaba dispuesto a corresponder o incluso correspondía en su momento.
Si Raoul estaba enamorando de Katze y toda ésta situación del “experimento” era por eso, ya no iba a interferir. Sólo velaría por Katze y sus mejores intereses… el Mercado Negro, los demás negocios que dejó y hasta aceptar o no a Raoul en su vida, TODO sería decisión de Katze.
 De todas formas se lo debía porqué él lo había matado. 
Aceptar eso y pensar en tener la oportunidad de hacer las cosas bien con éste nuevo Katze, fue el principio para decidirse a cambiar.
 
 
Cuando Iason salió de su oficina quería ir a ver a Riki, debía hallar la forma de decirle sobre el bebé y lograr que Riki conserve la calma.
Antes no entendía la falta de disposición de los humanos para trasplantar su cerebro a otro cuerpo o la forma en que se aferraban a sus recuerdos. Este bebé, cuándo llegue el momento recibiría los recuerdos completos de katze y será el mismo Katze de siempre, el mismo cuerpo orgánico con sus recuerdos. No habría diferencia, era así para los élites. 
Ahora con Riki su percepción había cambiado y entendía la belleza que escondía la mortalidad y la esencia única de cada cuerpo. Sin embargo… ahí estaba ese bebé, las cosas estaban echas. 
Por ahora sólo debía preocuparse de darle la noticia a Riki. Además sabía que su mestizo haría preguntas.
Cuándo entró a la habitación la luz del día iluminaba la cama y la forma desnuda de Riki se regocijaba con los rayos del sol, tapado de las caderas por la sabana de seda. En lo que entró y la puerta se cerró, vio la ligera tensión en los músculos de la espalda de su mestizo, para después permanecer relajados.
Acercándose a la cama comprobó sus sospechas, Riki estaba despierto y fingía dormir. Su respiración era más lenta mientas dormía. 
Rodeando la cama de agachó sobre sus pantorrillas y paseó sus dedos por el cabello despeinado y ligeramente húmedo, seguramente ya se dio un baño.
- Será hora de cortarlo - dijo Iason mientras seguía acariciando su cabeza de mechones oscuros y un poco más largos, al no recibir respuesta delineó los hombros y el cuello - Se que no estás dormido – susurró cerca a sus labios antes de darle un beso corto, al separarse vio los ojos que amaba despiertos. Esos charcos oscuros muy grandes.
-No fingía – mintió Riki sentándose y alcanzando la manta limpia se la ponía sobre los hombros. 
-¿Estás bien? ¿Cómo está tu cabeza? 
Iason revisó los raspones del brazo y rodilla, no necesitaba más cuidados, estaban sanando bien.
-No pasa nada. Estoy bien.
Riki quitó su brazo del escrutinio del rubio y volvió a arroparse. Esperaba que Iason le ofreciera explicaciones sin tener que pedírselas, pero al parecer eso no pasaría.
-Fuiste a ver a Raoul ¿Verdad? Dime Iason.
Iason se sentó sobre la cama esperando lograr algo de tiempo y encontrar las palabras adecuadas para explicar las cosas a Riki. Claramente no podía usar las palabras: experimento y tampoco clon.
-Todo lo que viste fue real Riki – esperó con paciencia a que Riki dejara de protestar y golpear la almohada que en las fantasías de Riki representaba la cara de Raoul, solo cuando pidió más explicaciones continuó. 
Cuándo Iason terminó de hablar Riki fue al balcón, tenía puesta una bata gruesa y dejaba que el viento revuelva su cabello. Miraba a lo lejos, en dirección a Ceres. Siempre que Riki buscaba respuestas miraba en esa dirección, Iason pensaba que quizá lo ayudaba a no olvidar de dónde venía y sus anteriores caminos.
A pesar que el sol brillaba en lo alto y despejado cielo, parecía muy lejano, mas que otros días, ya que no calentaba ninguna superficie, el viento que soplaba  estaba helado. 
Muy parecido a su realidad. Katze estaba de vuelta, tan fácil de aceptar y negar al mismo tiempo. Era él y era otro también.
-Para mi ése no es Katze – dijo Riki mirando a Iason que estaba a su lado, Iason compartió su mirada por largo tiempo, sin reto, sin angustia. Sólo compresión – Joder ¿Me entiendes Iason? Lo que Raoul hizo es una crueldad, una abominación… siento pena y escalofríos de sólo pensarlo.
- Riki no te obligare a nada y lo sabes – miró su mestizo que afirmó en respuesta – Pero soy un élite, Raoul también y un científico además. Es Katze, tendrá sus recuerdos y el mismo cuerpo.
-No. Para ustedes las cosas son tan fáciles de explicar Iason… entonces decir eso es aceptar que podría morir en cualquier momento y luego poner mis recuerdos a cualquier otra bolsa de carne.
-No, Riki sabes que no, no digas eso – Iason sostuvo a su mestizo por los hombros agradeciendo en silencio no ser apartado – Intenta verlo de otra forma Riki.
-No quiero. Nunca lo aceptaré. Si alguna vez se te ocurre hacer algo así conmigo te odiare para siempre – Riki lo dijo tan serio sin su bravuconería habitual que Iason sintió un escalofrío recorriendo su espalda.
- Mira Riki, imagina que me hacen una neurocorreción y borran todos mis recuerdos. El yo que conoces se habría ido, muy parecido a estar muerto ¿Buscarías mis recuerdos para devolverlos a mi? Si tuvieras la oportunidad ¿Lo harías?
-Es distinto Iason – renegó Riki – Tu cuerpo sería el mismo, además ustedes son androides.
- Si Riki exacto, es por eso que la situación con Katze es especial, nunca antes se hizo con un humano ¿No lo quieres de vuelta? ¿No sientes que merece ser devuelto al mundo por la forma estúpida en que murió?
-Si, pero no jugando con la vida. Katze odiaría esto. Iason, nadie quiere que los recuerdos de otro pateen tu cerebro. Piensa que ése niño crecerá con sus propias experiencias y luego lo obligarán a tragar la mierda de otro. 
-Riki, llegado el momento… Katze  comprenderá, era inteligente y práctico, ser curioso era su debilidad. 
Riki suspiró cansado, podía gastarse en querer explicar las mil formas en que esto estaba mal. Pero para Iason… 
Ahora Riki estaba contrariado, por un lado quería involucrarse y conocer más detalles sobre ese bebé que vio nacer. Le dolía el pecho al pensar que estaría conectado a máquinas y criado como un fenómeno en el laboratorio de Raoul y al mismo tiempo no quería saber nada, cero detalles. Que la vida siga y a él le importaba una mierda.
Antes que Riki se pierda al interior de la habitación Iason lo sujetó con cariño por el hombro, tenía que preguntar algo importante.
-Riki, tu eras más… familiar con Katze – quiso usar el término “coloquial” pero no estaba seguro de si Riki conocía el significado - ¿Conocías qué relación tenía Katze con Raoul?
-¿Relación? No, por Júpiter, nadie puede querer tener algo con ese loco – oficialmente “loco" era el nuevo nombre de Raoul Am.
-¿Estás seguro? Nunca viste algo extraño en Katze cuándo se trataba de Raoul ¿Te dijo algo alguna vez?
-¿Por qué?
-Vamos a desayunar Riki, te contaré con detalles cómo está cuidando Raoul de éste bebé Katze.
 
 
 

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