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The serpent born of the horcrux por Ryoshin Di Juri

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Notas del capitulo:

Hey, hola querida/o lector/a.

 

Este espacio es para dar explicaciones y avisos.

 

Primero que nada gracias por seguir leyendo, soy un ser humano horrible por no tener un itinerario para subir los capítulos. Lo siento de verdad.

 

Bueno dejando mis disculpas de momento, en este capítulo aparece un personaje propio, es decir, es completamente mío, por lo que no lo encontrarán en otro lado.

 

Nuestro Harry demostrara que aunque es chiquito será algún día una gran serpiente astuta.

 

Tal vez no lo consideren un capítulo muy interesante, pero sera importante para la historia.

 

Sin más que decir, disfruten la lectura.

 

Hacia un mes que eras oficialmente un huérfano más del orfanato Wetsner.

 

 A diferencia de otros niños no te quejabas por el motivo de estar allí.

 

Era un mejor cambio tener una cama limpia y cómoda en un cuarto amplio, aunque tuvieses que compartir con otros 3 chicos, a tener que vivir bastante de tu tiempo en una alacena.

 

Las cosas eran tranquilas la mayoría del tiempo, y los demás niños eran casi siempre muy agradables.

 

Todo parecía mejorar bastante después de haber salido de casa de los Dursley. Esperabas con todo tu corazón que ellos nunca te busquen y no volver a verlos jamás.

 

Esa tarde habías decidido explorar un poco el bosque tras el orfanato. Ninguno de los niños iba a ese lugar por el miedo que le tenían al supuesto hechicero que vivía ahí.

 

-¿enserio irás James?- pregunto Greta, una de las niñas que solían jugar contigo porque eras el único que aceptaba ser el papá cuando jugaban a la casita.

 

-no creo que esas historias sobre un hechicero que comen niños sean verdad Greta- le contestaste con una sonrisa burlesca.

 

 -pero, ¿y si sí lo son?- replicó ella temerosa.

 

-si algo así pasa saldré corriendo y nunca volveré al bosque-

 

Sin más que decir empezaste a internarte al bosque, y no volteaste hasta que la gran edificación que era el orfanato desapareció escondida entre el follaje tupido de los árboles.

 

Caminante sin tomar en cuenta que podías perderte. Después de todo, la voz te había estado enseñado a usar ramas de árboles para poder hacer magia.

 

Aún no podías terminar de creer que tenías magia.

 

Eso te hizo ver qué realmente no eras un fenómeno como los Dursley te habían dicho desde que tenías uso de razón.

 

Sin darte cuenta te topaste con un hombre que traía un fardo de troncos flotando por detrás.

 

-eee ¿hola?- preguntaste tímidamente, empezando a formular ideas para escapar.

 

"No hagas nada, puede sernos útil hablar con ese hombre"

 

La voz te mantuvo con los pies clavados en tu lugar, mientras ese hombre desconocido te examinaba.

 

-eres un mago- fue todo lo que el hombre pudo decir para empezar a caminar hacia quien sabe dónde.

 

"Sigue a ese mago"

 

Sin cuestionarte por qué seguías las instrucciones de una extraña voz en tu cabeza seguiste al mago hasta que llegaron a una cabaña de madera y rocas.

 

Te detuviste a escasos pasos de la entrada de la casa viendo hacia el interior por la puerta.

 

-¿vas a entrar o te quedarás ahí parado como pasmarote?-

 

Entraste casi a trompicones, mirando hacia todos lados esperando encontrar una casa como la de los cuentos que habías leído.

 

¿Qué no las cosas de los magos deberían der más mágicas? 

 

"No seas tonto niño, los magos no son tan diferentes de los muggles, aunque me duela decirlo. Pon atención al mago"

 

La voz te reprochó, y tú fijaste la mirada en el hombre sentado en un imponente sillón frente al fuego.

 

-¿Cómo se llama señor?- recordaste una de las pocas cosas útiles que te enseñaron los Dursley, tus modales.

 

-yo soy el gran mago Leopold Labou- se presentó ufano, mirándote de reojo.

 

-yo soy James- te presentaste acercándote para verlo mejor.

 

-¿qué haces en mi bosque niño?-

 

-Vivo cerca-

 

-¿dónde?-

 

"Dile, pero usa una expresión afligida"

 

Usando los ojos de cachorro que ponías para escaparte de las niñas y poder jugar con otros niños, le dijiste dónde y porque vivías en el orfanato.

 

 -así que eres un joven mago solo, viviendo entre muggles en un orfanato muggle- dijo el señor Labou mirándote fijamente por fin.

 

 -si- fue toda la respuesta que le diste, para bajar la mirada al piso de piedra fingiendo aprensión.

 

 -¿ningún mago ha aparecido cerca de ti?-

 

 -ninguno, solo sé que soy un mago porque hago cosas que otros no-

 

 -entonces eres más listo que la mayoría de los niños- dijo con una sonrisa divertida -¿qué cosas haces que otros no?- pregunto jocoso.

 

"Muéstrale"

 

Sacando la rama de roble que escondías en la manga de tu chaqueta marrón, hiciste un círculo atrayendo a tus manos una figurita en forma de venado que estaba sobre la chimenea.

 

 El señor Labou se mostró francamente sorprendido ante tus acciones.

 

-realmente haces cosas que otros no pueden niño- dijo mirando la rama en tu mano izquierda.

 

 -¿usted no puede hacerlo?- preguntaste algo decepcionado.

 

-al menos no podía a tu edad, y menos con una simple rama de un árbol cualquiera-

 

-¿ahora si puede?-

 

 -jajajaja eso y más niño, después de todo soy un gran mago-

 

"Pídele que te enseñe, necesitas aprender más de lo que ya sabes"

 

-si usted es un gran mago, ¿Puede enseñarme?- preguntaste ampliando tus ojos y mirándolo intensamente.

 

La voz te había enseñado a cómo lograr tus cometidos siendo lo que denominó un embaucador encantador.

 

-¿porque habría de enseñarte? ¿Que ganaría yo con eso?- 

 

-por favor, no tengo dinero pero puedo ayudarlo haciendo la limpieza, sembrando plantas mágicas y y y y- dejaste la frase intencionalmente sin concluir para que el mismo te diera una idea del precio para lograr controlar tu magia de mejor forma.

 

"Apela a la compasión, se ve que es un viejo blando"

 

-por favor, necesito aprender, no quiero que me descubran y me hagan daño- recordando los tiempos en la alacena de los Dursley, evocaste lágrimas para hacer más realista tu actuación de desvalido.

 

 El señor Labou cedió las lágrimas y tu actuación de niño desvalido.

 

 -bueno te enseñaré, pero tú te encargaras de limpiar este lugar y de cocinar para mi-

 

 "Un trato fácilmente ganado, dónde la mayor ganancia es para ti, no está mal chico jajaja"

 

La victoria en la voz de tu cabeza te hizo sonreír.

 

-lo haré, lo haré señor Labou- 

 

Después de eso iniciaste a limpiar todo, bajo la promesa de enseñarte apenas terminases.

 

Bien le habías dicho a Greta que nada te pasaría. Seguir los consejos de la voz es lo único a lo que realmente podías aferrarte.

Notas finales:

Bueno, después de mucho traigo ante ustedes el siguiente capítulo de este fic.

Espero puedan perdonarme quienes estaban interesados en saber que sigue.

 

Este capítulo podemos considerarlo como un relleno necesario, algo así como los de one pice jajajaja.

 

Cualquier duda, sujerencia o comentario es bien recibido, siempre y cuando sea constructivo y no destructivo.

 

El día de mañana hay capitulo doble por el tiempo de espera.


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