—En estas barras los mejores veinte chef aficionados tendrán que competir durante cinco semanas para lograr ser los finalistas del concurso que entregara premios desde hoy, con su llegada a la morada que ocuparán por el tiempo que estarán con nosotros.
Yasuda dio la orden de hace un paneo de Zen a Kayama que ingresaba desde la segunda cocina en un vaporoso traje que la mostraban como digna de llevar el galardón de la Mujer mejor vestida del año.
—Divididos en dos grupos en compañía de Zen y mía, serán evaluados por el olor, el sabor y el manejo que le den a los ingredientes en sus platos.
Con una leve reverencia Kirishima Zen dio la bienvenida a su copresentadora Kayama Mai, Yasuda se sintió satisfecho por la dupla. Ellos hacían un equipo formidable frente a las cámaras, sin el ensayo previo se complementaban en sus diálogos y daban el ambiente de tranquilidad y glamour que se necesitaba para la competencia.
Caminando por entre las estaciones se ubicaron al lados de los prestigiosos evaluadores, dos ocupaban cargos en el Consejo Estudiantil de la escuela más prestigiosa de cocina en el Japón, dos era reconocidos por su gastronomía tradicional, y finalmente, dos chef de fama internacional y vanguardista.
—Para total confiabilidad en los resultados, los jueces y nosotros ante las cámaras escogeremos entre dos sobres que contienen el color del equipo que acompañaremos en esta primera fase —explicó Kirishima en lo que uno de los ayudantes de producción se aproximaba con una cuatro bolsas negras que contenían lo notificado.
La aparición del Omega Kazuma Henmi causó gran cantidad de murmullos en el lugar, el chico con gran aplomo se dirigió hasta la tarima dando a elegir de manera pareada a los seis árbitros y a los dos presentadores.
Mai no disimuló su disgusto, los rumores acerca de ese joven sobre la manera como obtuvo su puesto en la empresa no eran halagadores. Ante la incomodidad de las feromonas y el ruido, Yasuda ordenó un receso en la grabación.
Kirishima observó como su amigo se arrimó a su compañera de conducción, en lo que esta llamaba al maquillador para que le diera unos retoques a su peinado y labios.
Las palabras salieron sin filtro de parte del Alpha de gafas que provocaron de inmediato el sonrojo y que una lágrima indiscreta se asomara en los ojos miel de Kayama. Gou le recalcó como de entre los allí convocados, era la menos indicada para repeler a alguien por chismes y habladurías, todos en el set conocían el historial de "acoso" que poseía por los problemas con sus anteriores parejas. Tan pronto como dejó claro el punto, fue a donde Kazuma felicitándole por su trabajo.
La fulminante mirada detrás de los lentes y el fuerte aroma a roble en descomposición demostró a los demás que debían modificar su comportamiento, unos cinco minutos después se reanudo el trabajo quedando repartidos los evaluadores de los equipos Rojo y Azul, apadrinados por Mai y Zen respectivamente.
—En esta tómbola tendremos balotas con los nombres de todos los seleccionados —anunció el castaño al ver llegar un mecanismo similar al del bingo—. Cabe resaltar que desconocemos quienes pasaron a esta ronda, ya que sólo los jueces a "puerta cerrada" en cada uno de los lugares de selección, fueron los encargados de puntuar los platos.
Con una sonrisa le dio la oportunidad de elegir primero a la Beta que llevó su brazo a la cintura de Kirishima para pedirle soplar juntos deseando suerte el aparato. Desconcertado sonrió para dentro del esquema del programa actuar como si estuviese previamente ensayado.
Los nombres de los participantes se iban iluminando en la medida que las cámaras en el exterior ponchaban al concursante en el momento que recibía la filipina y un set de cuchillo marcado, junto con el delantal francés del color del equipo.
Para todos quedaba claro que Isaka junto con los inversionistas no escatimaron en gastos para el programa, desde los pasajes de quienes vivían fuera de Tokio, hasta la casa donde se hospedarían y los utensilios, eran un timbre de distinción, y aseguraban que los premios realmente prometían.
Una vez concluida la repartición, la grabación cesó para dar el tiempo del almuerzo, a las dos de la tarde comenzarían con la primera prueba de eliminación, la cual tomaría tres días de grabaciones y se emitiría en un especial de dos horas.
Yasuda vio a Henmi alejarse para como siempre comer en soledad, le dolía ver como la sociedad seguía estigmatizando a los Omegas masculinos como bichos raros, en su concepto ellos eran un milagro de la naturaleza, unos seres excepcionales que debían ser protegidos y no humillados como normalmente ocurría.
Otro de los ayudantes le pasó el listado de la división y rápidamente en la computadora pudo determinar las marquillas para las presentaciones, casi se cae de la silla cuando vio el grupo de Kirishima, curiosamente de los Omegas que jugaban, las dos hembras quedaron con Zen y el único hombre con Kayama el problema es que entre ellas se encontraba una de las admiradoras de su amigo: Ryouko Oosaki.
La dama en cuestión era una reconocida novelista por su seudónimo masculino, nadie sabía quien era, así que debió aprovechar la situación para asistir al proceso como cualquier otro individuo.
—¡AHHH! —el ensordecedor grito de Ryuichiro le hizo arrepentirse de nunca colocar bien los audífonos en sus oídos—. ¡Kazuma, quiero que cambien la filipina de ese chico! Una camisa blanca sin posibilidad de apuntársela en el cuello, un pantalón negro y ... el delantal francés puede mantenerlo.
Gou vio a Henmi aparecer de la nada y correr hacia donde Asahina que de inmediato agilizó las ordenes de su pareja, por su parte el CEO le corrió de su silla para escribir un mensaje bastante particular en la marquilla del ojiazul.
—¿Estas seguro de poner eso?
—Totalmente, ¿crees que solo ganaron tres Omegas? —cuestionó Isaka con burla—, Oosaki se coló porque nadie la reconoció, Kaoruko porque fue la única manera de quitarme de encima a mi mamá, pero los demás fueron sacados por sus parejas alegando que eran de su propiedad.
Yasuda no comprendía la relación entre su pregunta y lo explicado, la expresión en su rostro fue disuelta con una sonrisa y lo que consideró un arma de doble filo para el programa.
—La sociedad debe entender que los Omegas no somos objetos, y ¿qué mejor que un padre soltero para demostrarlo?