Ritsu se dejó consentir mientras trataba de mantener un tono de voz serio con el cual pudiese convencer a Yasuda que le informaba que estaban sobre el tiempo para las grabaciones. Una excusa de cajón de haberse desvelado por cuestiones de la editorial fue aceptada a duras penas por el productor que bufó dando a entender que no le creía del todo.
Takano le enjabonó reconociendo con sus dedos el lugar que quería seguir llenando hasta la muerte ahora que de nuevo lo tenía a su lado.
—No, por fa...favor Masamune...ahh...tengo que ir...mmm.
—Hoy estás muy atrevido —dijo el más alto preparándolo para que le recibiese—. ¿Dónde quedó el senpai o Takano-san?
El castaño se liberó de los brazos que le sujetaban para tentar a su Alpha, abrió la ducha de agua fría y dejó que cayera sobre el pelinegro que lanzó una maldición que rompió el encanto del momento.
Desayunaron en la habitación, ese día el editor tenía una reunión cerca al Resort con una posible autora, en horas de la noche volverían a verse y hablarían sobre lo que pensaban hacer de ahí en adelante.
Los gritos de Kayama-chan les hicieron esconderse para evitar un escándalo más, Onodera le pidió con señas a Takano escuchar la conversación de los dos que actuaban como desconocidos por la presencia de Dojima, quien después de hablar en teleconferencia con Isaka, resolvió retirar a Mei del programa, no sin antes recordarle que, si tenía pensado demandar, la productora podía hundir por completo su carrera como presentadora.
Al quedar a solas, Yokobô dio una cachetada a la Omega abriéndole el labio.
—Eres una imbécil, ¿cómo se te ocurrió atacar a Takafumi?
—Ese maldito Omega los tiene a todos hechizados —escupió la mujer con ira—. ¿No ves que todo es una trampa?
El Alpha negó con la cabeza, ella que era una experta en urdir planes para enloquecer a quienes perseguía, se hacía la victima porque nada salía a su gusto.
—Es mejor que pidas una disculpa a tu jefe, sabes que no pondré ninguna demanda en tu contra —dijo Anata sin entender la arrogancia que todavía mostraba la rubia—. Te pido que no me busques más, el pago por tus servicios lo verás esta tarde, eso será suficiente mientras consigues otro trabajo.
—Hazme caso, hoy pude darme cuenta...
El Alpha la dejó hablando sola, esa Omega no le dañaría la alegría de tener en sus manos a Yokozawa después de tanto tiempo.
Takano miró a Ritsu intentando que le explicará lo que acababa de ocurrir, el joven narró lo poco que conocía de la situación hasta preguntarle ¿si quería seguir con el proceso de adopción?
El ojimiel no respondió, un mensaje en su celular le obligó a despedirse y salir prácticamente corriendo para llegar a tiempo a su cita, el castaño exhaló fuerte para dirigirse hacia el estudio donde los demás jueces le esperaban, por ahora debía continuar con lo preparado por el grupo de inversionistas, aunque ya no estaba tan seguro de querer que su chef seleccionado ganara.
En el estudio los dos amenazados se dieron la mano y destaparon la caja que contenía la proteína y los vegetales a preparar, tenían sesenta minutos para servir un plato dulce o salado, podían escoger cualquier acompañamiento extra que necesitaran, junto con los aliños y demás ingredientes.
Una cámara se enfocó en la señora Yong y otra en Iokawa Shiro, ambos debían cocinar un pez escorpión, contaba tanto el sabor como la presentación.
La tercera cámara mostraba las impresiones de los demás finalistas, aunque varios trataban de guiar a quienes estaban en las estaciones, Takafumi concentro su atención en Onodera que parecía más feliz que de costumbre, pero además podía jurar que en su cuello llevaba un collar de Omega tapado con la chaqueta que vestía ese día.
Cumplido el tiempo los aplausos fueron para la señora Yong y las lágrimas para Iokawa que agradeció por todo, pero admitió que era consciente que ya debía regresar a casa, su familia lo recibió con besos y abrazos en la parte exterior del Resort como pudieron ver a través de las cámaras los demás participantes.
Una vez almorzaron, fueron invitados al salón de clases de la Rectora de la Academia Tōtsuki, la rubia era menor que todos los presentes, pero daba miedo por la manera como exigía y juzgaba los platos, todos rogaron porque no fuera el jurado invitado en el desafío del día siguiente, porque ya estarían derrotados antes de comenzar.
Al salir de la capacitación Kirishima observó a Takafumi marcharse con Yuudai y Aniki, los celos por la manera como los dos Alpha podían estar al lado de su Omega comenzaban a causarle problemas para contenerlos, su lobo cada vez más exigía marcarlo, y aunque le había hecho la promesa de confiar en él cuando despidieron a Kayama, el Omega se había negado a contestarle a su destinado, ignorando las frases que le envió durante la grabación.
—Deberías disimular, tus feromonas están molestando a más de uno —como siempre Yasuda era su polo a tierra, asintió para marcharse con el de gafas a la reunión de producción con los jurados, al día siguiente tendrían el segundo desafío de salvación y este sería en tríos, un único equipo se salvaría el resto quedarían amenazados para eliminación.
—Es un pesar ver que compartirán tan poco con nosotros, en esta semana tendremos tres eliminados —exclamó Dojima viendo los nueve participantes que quedaban, sus dedos pasaron por el rostro del Omega que horas atrás había defendido—. Si todo sale como esperamos, el domingo podrán descansar los finalistas y hacer uso de los servicios del hotel.
Kirishima no pasó desapercibido el interés del administrador en el ojigris, el resto de la reunión se delineó la prueba y quien sería el chef invitado.
Cuando salieron Ritsu vio con una sonrisa el mensaje en su teléfono, solicitó hablar en privado con Gin-sama que le pidió fueran a su oficina.
El hombre rio con fuerza ante la situación que el joven heredero le refería, Onodera se sintió frustrado por la reacción.
—No lo tomes a mal, siempre dije que eras un Beta demasiado extraño, además que tu aroma te delataba —explicó el chef tranquilizando al castaño—. Takano podrá hospedarse el tiempo que dure el concurso, pero sí te recomiendo arregles la situación con tu padre, el señor Onodera no se quedará quieto hasta hundirlos.
El ojiverde hizo una reverencia y salió rumbo a su habitación, en esta su Alpha lo esperaba con una cena romántica. Cuando terminaron de amarse como lo hicieron desde que volvieron a encontrarse, Masamune pronunció las palabras que Ritsu había esperado para convencerse que no debía dar marcha atrás en su decisión.
—Detendré el proceso de adopción de Kiseki, y necesito que me des un tiempo para hablar con Yokozawa.
—Y ¿Haitini? —cuestionó simulando indiferencia el Omega.
—Mi madre ya está en eso, si es verdad lo que dijo Nao, él también tendrá que darme sus explicaciones.
Takano percibió el delicioso olor a rosas de su pareja, no sólo le invitaba a poseerlo, sino que sabía que era la propuesta para marcarlo, parecía que esa noche su propio hijo sería gestado.