Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dulce venganza. por RLangdon

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Y ahí frente a él, se erige el imponente edificio en el que, una vez más, se ve obligado a entrar. Entra despacio, casi arrastrando los pies, forzando a su cuerpo a atravesar aquella puerta corrediza que divide el exterior con la empresa
 
-Buen día- saluda la recepcionista al ver al adolescente frente al escritorio. En los ojos azules ella aprecia un inmenso vacío, una tristeza capaz de sumir a cualquiera en el mismo estado de ánimo
 
No contesta, por unos instantes su mente se queda en blanco. No ha comido nada desde la noche anterior, pasó la noche vagando por las calles sin rumbo fijo, sin un lugar a donde volver
 
Finalmente su mente parece reaccionar ante la voz femenina que se ofrece a ayudar en algo, lo que sea
 
-Sasu…- su propia voz rasga sus cuerdas vocales. Tiene que cerrar los ojos para forzarse a continuar. –Sasuke Uchiha- murmura en un hilo de voz, rogando por no romperse ahí mismo, por no derramar ni una sola lágrima más a quien no lo merece. La mujer comienza a teclear algunas claves, imprime el papelillo no sin antes preguntar el motivo para aquella visita. Una vez más, el chico de cabello rubio no responde. Tras meditarlo un poco, la mujer accede a entregarle el diminuto papel, dando por sentado algún problema familiar grave, la pérdida de un pariente quizá. Le pide amablemente que espere unos minutos, hasta que los empleados salgan de sus despachos, en quince minutos más o menos
 
Naruto mira apenas el papel, la gruesa capa cristalina que se ha formado en ellos, le impide observar claramente el número de la oficina. Ha apagado su celular desde el día anterior, harto de las insistentes llamadas que no respondió, harto de las mentiras…
 
Con la mirada distante y el papelillo en mano, recorre una a una las puertas de los pasillos. Sus pasos hacen un eco sordo entre el silencio perpetuo. Un dolor agudo sacude su cuerpo, ya no es el cansancio, esta vez no se trata de dolor físico. Naruto ve la taza del escritorio romperse al tocar el suelo, tal como su corazón se ha hecho pedazos
 
-Naruto…- los pares de ojos observan al recién llegado. De pie, junto a la puerta, aun sosteniendo el picaporte, Naruto no se mueve, no reacciona ante la imagen que se proyecta en sus pupilas azules. –Esto no…- a prisa, el pelinegro abandona su anterior postura. La chica parpadea al no sentir el cuerpo del otro aprisionando el de ella. El calor se esfuma de su cuerpo al reparar en la silueta de un chico cerca de la entrada de la oficina
 
Rápidamente se acicala el cabello, su ropa sigue en su lugar, todo está en orden, menos la acción que estaba llevando a cabo segundos antes. Sus labios aun están húmedos y su respiración acelerada
 
-Podemos discutirlo- corre a detener del brazo a Naruto, quien, ya se ha dispuesto a dejar el lugar, su propósito masoquista ya se ha cumplido. Ahora sabe por quién lo ha reemplazado Sasuke, desde… ¿Cuándo? , ¿Semanas…meses?
 
Sus ojos se opacan, el dolor en su pecho se abre como un profundo hueco que amenaza con absorberlo. Y aun en su estado es capaz de sentirlo. Su muñeca es fuertemente sujeta por quien fuera su pareja durante casi un año
 
Un año…
 
-Naruto, hablemos- le exige Sasuke, sin aflojar su agarre. Naruto pestañea, forzándose a volver en sí. Cientos de imágenes se han apoderado de su mente. Escenas donde Sasuke está presente, forzando una sonrisa en el amargo gesto que siempre porta, defendiendo su orgullo por sobre todas las cosas, reteniéndolo a su lado
 
"Te amo, Naruto"
 
Mintiéndole…
 
-Naruto
 
Enamorándolo para después hacerlo a un lado. Un amor no correspondido, un amor que nunca existió por no ser mutuo
 
-Vayamos a casa
 
"Quiero que vivas conmigo"
 
No
 
-Se que estas molesto pero déjame explicarte- sin darle tiempo a reaccionar, su cuerpo es empotrado contra la pared, reteniéndolo una vez más. Y Naruto mira por sobre el hombro del muchacho a aquella mujer de cabellos rosas y ojos color jade
 
Es bonita. Se dice a sí mismo en un intento por evadirse, por justificar los actos ajenos que terminaron inmiscuyéndolo
 
-Por favor- la petición se vuelve ruego en cuestión de segundos. Naruto siente la asfixia al tener el cuerpo de Sasuke aprisionando el suyo contra la pared, forzándolo a quedarse en esa posición por más tiempo. –Tuve que hacerlo
 
-Quítate- sus labios apenas se mueven pero Naruto está seguro de haber conseguido articular aquellas palabras que estaban quemándole la garganta. Sasuke se aparta un poco, lo suficiente para notar la enorme tristeza que amenaza con desbordarse de los ojos azules. Esa es la única razón que logra inquietarlo al punto de soltarlo sin ser siquiera consciente de ello
 
Naruto se da la vuelta, sin querer mirar atrás. Busca en sus bolsillos y arroja en el suelo el sobre con los resultados. ¿Qué importa ya?, ha caído tan bajo que le sorprende estar en pie todavía
 
-Naruto- Sasuke permanece estático en su lugar. Tratando de asimilar que ha sido descubierto. Un ridículo descuido mas, el definitivo esta vez. – ¡Naruto!
 
-Está apagado- resopla cansino, apoyando ambos brazos sobre el escritorio. Hidan sonríe divertido por el semblante de entera decepción del otro
 
-¿Problemas amorosos?
 
Sasori niega en ademan, mirando de nuevo la pantalla de su móvil. Le había costado obtener el número de Naruto para poder contactarlo. Y es que la preocupación lo invadió cuando Naruto le pidió que lo acompañara al hospital. Pero no importó cuantas veces insistiera, el chico se limitó a afirmarle que todo estaba bien, que solo se sentía algo decaído, quizá unas vitaminas le vendrían bien
 
Y él se maldijo mentalmente por su exceso de preocupación. Tal vez solo buscaba una excusa para volver a verlo. Lo peor de todo es que no tenía un punto de referencia para buscarlo. Tampoco quería atosigarlo cuando había quedado bastante clara la situación entre ellos. Solo podían ser amigos, nada más…
 
Naruto llegó más rápido de lo imaginó tardaría. A pesar de que el cuerpo le pesaba horrores. Había retenido las lagrimas durante el camino con éxito pero el dolor era inmenso. Su mente estaba aun demasiado nublada por todos los sucesos que acababan de suscitarse
 
Y su cuerpo tiembla a medida que avanza hasta la recamara. Sus hombros se sacuden al ponerse de cuclillas para recoger algunas de sus pertenencias. Muy pocas en realidad, pensaba marcharse solamente con lo que llego, se marcharía en iguales condiciones, solo que…con el corazón roto y una enfermedad que no comprendía, ni quería hacerlo
 
A prisa, saca su ropa del armario. Camisetas, pantalones, todo lo arroja sin delicadeza alguna. Unas prendas caen fuera de la maleta pero él continua lanzando cada artículo que sus manos tocan
 
Finalmente y agitado, se da cuenta que queda un solo artículo mas. Busca entre los cajones lo más rápido que puede. No tarda en encontrarlo. Inconscientemente su labio inferior se posa sobre el superior, reprimiendo un puchero al tener entre sus dedos la pequeña cadenita con el dije de sus iníciales en ella. El único obsequio que conserva de sus padres. Le servirá de algo se dice, aunque le duele en el alma tener que deshacerse de ella también. Es el único objeto que posee valor monetario de entre sus pertenencias
 
-Naruto- sobresaltado, el rubio se pone de pie. -Tenía que hacerlo
 
No piensa escucharlo. Decidido, toma la maleta para dirigirse a la salida, siendo interceptado antes de que logre su objetivo
 
-Escúchame, tenía que conseguir el puesto. No volverá a pasar- las palabras salen atropelladas de la boca del mayor. No va a perderlo, no ahora, cuando más lo necesita
 
-Eres un bastardo interesado
 
-No ha sido como tú crees- en un arranque de desesperación, el pelinegro lo toma de los brazos, inmovilizándolo una vez más contra la puerta. Naruto se queja por el dolor, con la cabeza ladeada sobre la superficie de madera. –No volverá a suceder, te lo prometo
 
Naruto deja de forcejear al darse cuenta de que no conseguirá nada, Sasuke siempre ha sido más fuerte que el. No es débil ni patético como él lo es ahora
 
-Déjame, Sasuke- trata de nuevo
 
-No hasta que lo hablemos- dice con firmeza, intentando disuadirlo. No lo hará, Naruto ha empezado a sollozar en silencio debido a la impotencia. Sasuke decide soltarlo para dialogar en calma pero ni bien lo hace, Naruto le devuelve un escupitajo en el rostro
 
Ya era suficiente con su actitud estúpida
 
Molesto, Sasuke arremete un puñetazo que alcanza el rostro del menor fácilmente, derribándolo en el suelo. Es demasiado tarde otra vez para tratar de remediar lo que ha hecho
 
Naruto se lleva las manos a la zona afectada. Su ojo derecho punza por el dolor pero eso no le impide razonar.
 
-Naruto- se inclina para levantarlo pero Naruto aprovecha el descuido para tomar el objeto que yace cerca de los pies de Sasuke. –Espera, ¡Naruto!- no alcanza a terminar la frase cuando el portazo ya ha sido dado en la puerta aledaña. –Maldición- golpea el suelo con el puño
 
Y aunque trata de moverse, Sasuke no sabe cómo actuar esta vez. Con ambas manos, se restriega el rostro en señal de desespero. Mira la maleta junto a la cama. Naruto tiene que volver, regresara porque no tiene a donde más ir
 
Error…
 
Sus manos tiemblan y sus piernas se ponen rígidas cuando Naruto al fin se detiene dentro de un local de joyería. Su mirada se dirige casi por inercia hacia uno de los vitrales pero no ve lo que hay dentro sino lo que se refleja en el vidrio. El nuevo cardenal que se expande desde su parpado hasta rozar el inicio de su mejilla. Le arde, le duele. Ni siquiera ha podido sacar su ropa pero eso ya no tiene importancia ahora. Sasuke lo golpeó, no conforme con haberlo herido emocionalmente, le había hecho daño una vez más
 
Pero no quiere lamentarse, no es el lugar para hacerlo, se ha quedado finalmente solo. Sin amigos, sin padres que velen por él, sin…Sasuke
 
Sus labios tiemblan. Tiene miedo, de estar solo, de que la tristeza lo consuma por completo y no deje nada de él. La sonrisa ya no se vislumbra en sus labios, en su lugar ha quedado una mueca de temor que trata de deshacer lentamente al ver como el encargado del local se acerca hacia él
 
Naruto coloca velozmente la cadenita sobre el aparador, esperando conseguir al menos lo necesario para un transporte. Fue lo único que se le ocurrió mientras corría hacia allí. Podría tomar un autobús y buscar algún otro lugar donde lo acogieran, otro orfanato tal vez. Tendría que empezar de nuevo, hacer amigos y estudiar en otro lugar. Las lágrimas empañan sus ojos cuando el adulto toma el recuerdo de sus padres para observarlo mejor
 
-Jodido tráfico de mierda- insulta golpeando el volante con la palma de su mano. Sasori suspira a espaldas del fanático religioso. No estaba de buen humor ese día. Naruto no respondió ninguna de sus llamadas y no tenía otra forma de contactarlo y por culpa del embotellamiento llegaría tarde a la juguetería
 
Aburrido, apoya la mejilla sobre su mano. Mira desinteresado por la ventana, tratando de no centrarse demasiado en el trafico, comenzaba a desesperarse, a sentirse asfixiado, media hora atrapado en el mismo carril, escuchando los múltiples insultos del resto de los conductores. El dolor de cabeza aparecería pronto pero no tenía alternativa. No supo cuanto tiempo permaneció observando el mismo letrero de una tienda de abarrotes. Estaba por desviar la mirada cuando un conocido chico ocupó su campo de visión
 
-¿Naruto?
 
Sasori lo observa detenidamente, tratando de discernir si es realmente quien está pensando, quizá su mente le estaba haciendo malas jugadas debido al inestable clima
 
El chico de cabello rubio camina cabizbajo, unas gafas oscuras se encargan de cubrir sus ojos. Sasori decide aclarar aquella duda, a sabiendas de que es él
 
-¿Qué carajo haces?- Hidan pregunta pero es tarde cuando la puerta trasera es cerrada de golpe. El sonido del claxon se prolonga mientras el joven pelirrojo corre en dirección de la acera de enfrente, esquivando los vehículos que recién comienzan a avanzar. – ¡Loco!- le grita negando en desaprobación pero en el fondo divertido por la impulsividad de su pelirrojo amigo
 
-Naruto- agitado, Sasori se detiene frente a él, bloqueándole el paso. Naruto tarda unos instantes en reconocerlo. Mueve su cabeza por inercia, cual autómata. -¿Qué haces por aquí? Te estuve llamando para preguntarte acerca del hospital pero no atendiste ninguna llamada. -Y ante lo ultimo cruza los brazos tras de su nuca, mirando con desinterés el cambiante techo sobre ellos
 
Naruto fuerza una sonrisa sin atreverse a decir la verdad. Se repugna a sí mismo por haber permitido que las cosas llegaran a esos extremos. Había sido tan estúpido, tan ignorante que ya no le sorprendía la actitud de Sasuke. Si era un idiota después de todo
 
-Me dieron vitaminas- comenta sin detenerse, esperando que el pelirrojo ceda en su intento por averiguar nada mas
 
-¿Cuáles?
 
-Hmm…- Naruto lo piensa unos segundos. –No recuerdo el nombre- miente una vez más, sintiendo cada vez mas incomoda la compañía del otro. No quiere que se entere de lo patético que ha sido
 
-Interesante- suspira Sasori, dando un paso a la izquierda, interponiéndose entre el rubio y la avenida. –Lindas gafas, ¿puedo verlas?- pregunta, estirando su brazo. Naruto retrocede asustado. Se ajusta las gafas y niega con la cabeza. No tiene una mentira para el golpe y dudaba que el pelirrojo le creyera de todas formas
 
-Tengo que irme- murmura, rodeando a Sasori para atravesar la calle
 
-Yo puedo llevarte, ¿A dónde te diriges? - pregunta el pelirrojo, deteniéndolo del brazo. Naruto se queja por lo bajo al sentir los dedos sobre su piel. –Lo lamento, ¿te hice daño?
 
-No, está bien- lo frena Naruto, acariciándose la zona afectada. Sasuke lo había tomado del mismo lugar, pero con mayor fuerza. –No te respondí porque…- la emoción se desvanece cuando las gafas le son arrebatadas en su descuido. Naruto se agita al notar la mirada de Sasori sobre él
 
-¿Qué te…?
 
-¡Nada!- se altera y en un desesperado intento por alejarse, le arrebata las gafas de la mano. –Lo siento- retiene las lagrimas antes de empezar a correr pero no llega muy lejos cuando un dolor punzante en la ingle lo obliga a doblarse. Naruto cierra los ojos, sintiendo aquella molestia recorrerle desde el costado de la pierna. –Duele…
 
Definitivamente Sasori no entendía nada pero eso no le impidió darle alcance a Naruto. La confusión se acrecentó al reparar en el estado del rubio y el semblante de dolor en sus felinas facciones
 
-Naruto, ¿te sientes mal?, ¿Dónde te duele?- inquiere lo ultimo al escuchar a Naruto quejarse. Toma el móvil dentro de su bolsillo para realizar una llamada mientras acaricia la espalda del rubio –Hidan apresúrate, tenemos que ir al hospital- ignora la pregunta del otro lado de la línea para tomar a Naruto en brazos, a pesar de la contundente negativa del chico porque lo tocara. No era la primera vez que lo cargaba aunque Naruto no lo recordara. Sabía que estaba mintiendo, quería acorralarlo para descubrir que era lo que el chico se empeñaba en ocultar pero jamás esperó que fuera algo tan grave. De hecho solo creía que se trataba de otra evasiva de Naruto para dejarle en claro que no quería saber nada de él
 
-¿Qué?...- otra cosa que no esperó Sasori fue lo que acababa de decirle el médico en turno. Casi estuvo seguro de cubrirse la boca por semejante noticia pero su mente no maquinaba como minutos antes lo hacia
 
-Es delicado pero si lleva el tratamiento como está indicado…- el médico hablaba con tal fluidez que Sasori había tenido que repasar mentalmente las palabras, buscando algún secreto oculto entre los términos rebuscados que empleaba el anciano
 
-Lo entiendo- dice al fin, levantándose de la silla. Rasca su nuca con más nerviosismo que incomodidad. Pensar que Naruto estaba lidiando con aquello él solo, lo hacía sentir…extraño. Una preocupación se apoderaba de su cuerpo pero al mismo tiempo se sentía incapaz de actuar más de lo debido
 
-Otra cosa más- le indica el médico tomar asiento mientras saca los resultados de entre las carpetas sobre el escritorio. Sasori accede a tomar la hoja que se le ha entregado. –Se le practicó un examen toxicológico para descartar que hubiera alguna droga presente en su organismo
 
Sasori quiso reír por escuchar semejante estupidez. ¿Naruto drogarse?, no lo conocía bien pero no era necesario hacerlo para saber la clase de persona que Naruto era
 
-Salió positivo
 
La sonrisa que por unos segundos jugó en sus labios, terminó por desvanecerse totalmente
 
-¿Cómo…?- de cerca, Sasori inspecciona la hoja que afirma lo recién enunciado por el anciano. Se había preocupado más de que Naruto escuchara semejante acusación al estar del otro lado de la puerta. La consulta era privada después de todo y Naruto seguía siendo menor de edad, solo había acudido como un conocido
 
-La dosis detectada no ha sido alta pero entra dentro de los estándares. Naruto es fármaco dependiente, le daré instrucciones, necesitara terapias para superar la dependencia. Sería adecuado moderar la toma mientras tanto
 
Los ojos chocolate se posan sobre el frasco que el médico le extiende. Tiene que estar bromeando…
 
-¿Medicamento controlado?
 
-Si se le retira de una sola vez, habrá efectos secundarios- le informa el adulto con seriedad. –Ansiedad, depresión, tendencias suicidas, taquicardias- numera aseverando la mirada ante la expresión atónita del pelirrojo. –Le será retirado lentamente para evitar que tenga una nueva recaída. Respecto a la clamidia, con las pomadas y las píldoras estará bien
 
-De acuerdo. Me está pidiendo que le suministre a Naruto mas droga porque se ha vuelto dependiente y repercutirá gravemente en su estado de salud si le es retirada de golpe, ¿sin más?
 
-Así es- concuerda el médico, entrelazando las manos bajo su barbilla. Sasori reprime una mueca de contrariedad, se limita a tomar lo que se le ha dado, no sin antes preguntar
 
-¿No hay otra manera? Le hará daño- realmente no quería, ni siquiera creía que fuera cierto el hecho de que Naruto fuera farmacodependiente y encima tenía clamidia…
 
-Si tiene un mejor método-ironiza el adulto, señalando la salida. –Úselo
 
Sasori da un respingo al distinguir el sarcasmo oculto en la voz del mayor. Pero todo vestigio de enojo desaparece al ver a Naruto sentado en una de las bancas en la sala de espera. Lentamente suaviza la mirada y se dirige hacia donde está el
 
-Vamos- lo alienta, extendiéndole la mano para que la tome. Naruto alza de a poco la mirada, dudando en aceptar la ayuda o quedarse nuevamente sumido en el mutismo y aquella sensación de profunda vergüenza que lo invade
 
Opta por lo primero y se pone despacio de pie, reprimiendo un gesto de dolor en el acto
 
Era increíble, ridículo…y cierto. Sasori había repasado una y otra vez los resultados de una y otra prueba, todavía incrédulo al leer aquello. Pero no se sentía con el derecho de pedirle una explicación a Naruto. El chico apenas si pronunciaba palabra desde que salieran del hospital. Actualmente Naruto descansaba en su recamara. Sasori hubiera reído con ironía cuando el rubio se ofreció a pagarle por los medicamentos que tuvo que comprar por su cuenta. Pero lejos de representar alegría, la risa habría salido antipática y llena de desdén, no contra Naruto, sino por el simple hecho de que no encontraba sentido en lo ocurrido. Naruto no parecía ser esa clase de persona pero tarde se estaba dando cuenta de que no podía dejarse llevar por las apariencias. Tampoco por un par de hojas que indicaban una enfermedad de transmisión sexual y sustancias dañinas en su organismo
 
Abrumado, decide dejar las hojas sobre la mesa. Toma un par de frascos antes de encaminarse hacia su recamara
 
-Naruto- lo llama con suavidad al encender la luz. Ahí en medio de las cobijas yace el recién nombrado, aferrando la almohada sobre su rostro, quizá con la intención de llorar o solo para reprimir un grito de impotencia que lucha por escapar de su garganta
 
El pelirrojo suspira al adentrarse a su pieza. Naruto había accedido quedarse por esa noche en su casa, le había comentado que en realidad no tenía a donde más ir, que su relación de noviazgo terminó y que se merecía todo lo que le estaba pasando. Solo eso, ni más ni menos que un perpetuo desprecio hacia su persona. Pero Sasori no indagó más allá de lo que el menor le dijo, tenía que darle su espacio, dejarlo relajarse un poco
 
-Da la vuelta- pide, abriendo un pequeño tubo mientras espera a que Naruto acate la petición. Sin embargo no ocurre. Naruto estruja la almohada al sentir las manos ajenas posarse en su cadera. En verdad no quiere que lo vea, tampoco que le tenga lastima. Debió irse simplemente, debió rechazar la invitación a pasar la noche en su casa de nuevo
 
-No- temeroso, abre los ojos. Sasori se limita a esparcir la pomada sobre sus dedos. Usa su mano libre para tratar de bajar los pantalones del rubio, quien, fuertemente ruborizado, continúa negando con la cabeza
 
Pero Sasori no escucha, ni piensa hacerlo. Su rostro se ha tornado apático y no tiene reparo alguno en distribuir la crema sobre la ingle de Naruto, acariciando levemente la zona
 
Naruto se muerde los labios al sentir las manos sobre su cuerpo. Se aflige al reparar en lo que estará pensando el pelirrojo, tal vez que se enreda con cualquiera. La sola idea consigue hacer que se sonroje aun más
 
Trata de detenerlo pero Sasori es mas rápido y con una mano detiene las dos de Naruto sobre su cabeza para evitar que le estorbe mientras termina de colocarle la pomada. Y entre suspiros Naruto se rinde, ladea la cabeza y mira hacia otro lado, más apenado que antes
 
Para cuando quiso darse cuenta, Sasori ya había terminado
 
En silencio, el pelirrojo sale de la recamara. Aun indeciso sobre administrarle el medicamento controlado a Naruto. Era una locura, no podía
 
Al llegar al comedor, no tarda en arrojar todo a la basura. Recordando una vez mas lo enunciado por el medico
 
"Si tiene un mejor método…úselo"
 
¿Lo tenía?, ¿había otra forma de lidiar con los efectos secundarios acaecidos por la falta de la droga?
 
-Naruto- decide llamarlo aunque sabe que no acudirá por su cuenta. Una idea fugaz se atraviesa en sus pensamientos, una que posiblemente de resultado. Tenía que ayudarlo después de todo, se sentía en la necesidad de hacerlo, no podía simplemente dejarlo a su suerte, Naruto ni siquiera parecía preocuparse por su propio estado de salud
 
Ese era absolutamente el peor día de todos
 
Sasori se aleja pensativo hacia otra de las recamaras. Su abuela solía guardar ropa de cuando era pequeño hasta la fecha, alegando querer tener algún recuerdo para cuando creciera. ¿Quién diría que le sería de utilidad ahora?
 
Y entre las prendas que decide apartar, se encuentran unos pantalones cortos y una polera azul. Naruto ya tenía zapatos deportivos así que no habría gran diferencia. Tenían que actuar antes de que los síntomas se presentaran, antes de que la ansiedad cobrara fuerza. De momento parecía inexistente pero… ¿Por cuánto tiempo seguiría así?
 
-Ponte esto- dice acercándose a la cama para depositar las prendas sobre la misma. Naruto apenas si lo mira, enfrascado en el ensimismamiento que, cada vez se hace más fuerte. Como si no fuera suficiente sentirse basura en ese momento. Y es que ni siquiera llevaba ropa consigo. No logró sacar nada y le habían pagado muy poco por el collar y el dije
 
-Quiero dormir- musita, dándose la vuelta para quedar de espaldas con el pelirrojo. Verlo lo pone nervioso, sabe lo que debe estar pensando sobre él y eso solo termina por derrumbarlo emocionalmente
 
-Y yo quiero que te levantes- alega el muchacho, sosteniendo el medicamento a contra luz para ver la medida. Había tirado las píldoras controladas pero el tratamiento para la clamidia no, ese era indispensable, lo quisiera o no. –Abre la boca
 
-Tengo sueño- repite Naruto en el mismo tono, incapaz de oponerse. Se incorpora sobre sus codos, rogando porque Sasori no pregunte nada más. Realmente solo quiere olvidar todo, por eso tomó la resolución de irse lejos de la ciudad
 
Apenas unas gotas caen en la lengua de Naruto, este tose estrepitosamente. Mira a Sasori con un gesto de asco, suplicándole que lo deje en paz
 
-Por favor, no puede saber tan mal- lo anima el pelirrojo, saboreando un par de gotas. Una arcada lo fuerza a cubrirse la boca. Naruto lo mira divertido. –Está bien, esto sabe asquerosamente amargo- admite, contemplando el frasco. –Pero es necesario que lo tomes. A intervalos pero hazlo
 
Naruto asiente, no muy convencido todavía. No tiene alternativa, eso lo sabe muy bien
 
Aun sentía nauseas por los medicamentos pero la sensación que predominaba en Naruto, sin lugar a dudas era la tristeza. Se sentía patético por haber caído tan bajo, de pronto ya nada le importaba, no le molestaba irse lo más lejos posible de ahí, pero por momentos su mente parecía querer traicionarlo, no podría iniciar de nuevo en ningun otro lugar, y le angustiaba darse cuenta de que, por primera vez, ansiaba darse por vencido
 
Sumido en sus pensamientos, intenta bajar la mirada
 
-Si te mueves no funcionara- le advierte Sasori, retirando de a poco la compresa con hielo
 
Naruto está a punto de decirle que desista, que solo lo hace sentirse más miserable, pero de su boca apenas escapa un ligero respingo. El dolor en su parpado no se compara al interno, ¿Cuántos "te amo" le dedicó a Sasuke?, no solo eso, se había entregado a él sin restricciones, prometiéndose a sí mismo que siempre estaría ahí para cuando Sasuke lo necesitara. De repente se vio aceptando todos esos ramos de rosas, disculpas que ni siquiera comprendía ahora
 
-No soy nadie para juzgarte- suspira el pelirrojo, dejando a un lado la compresa al notar el ensimismamiento ajeno. –No te conozco, en lo absoluto- Naruto baja aun más la mirada, permitiendo que los mechones de su cabello dorado le cubran los ojos. Ni siquiera está poniendo atención, solo está convencido de que no podrá enamorarse nunca más, de nadie. Jamás volverá a bajar la guardia como lo hizo con Sasuke, así como tampoco se entregara como lo hizo con él. Porque a final de cuentas sufría, era tan patético, tan poca cosa, no tenía nada para ofrecer, por eso Sasuke lo había usado, por eso estaba sufriendo tanto, lo merecía, todo se lo…
 
-Suficiente- el firme golpe contra la mesa consigue sobresaltarlo por la impresión. Sasori frunce el entrecejo mientras se inclina lo suficiente para quedar de frente con el chico que yace sentado junto a la mesa. –No te exijo que me digas lo que sucedió, estoy consciente de que no existe la confianza entre nosotros para que lo hagas. Sin embargo, dadas las circunstancias solo me queda sugerirte que dejes de infravalorarte. No llegaras a ningun lado así
 
Naruto calla, reprimiendo las ganas de decirle que en realidad no quería ir a ninguna parte, lo había dado todo y por eso estaba así de lastimado, le costaba admitir abiertamente que estuvo deambulando por horas, indeciso sobre sus propios sentimientos, todo para darse cuenta de que a Sasuke ni siquiera le importaba ocultar su relación con una tercera persona. Tan estúpido había sido, pero no se volvería a repetir
 
-¿Sabes porque me resultaste agradable, pese a no conocerte?
 
Nada. El silencio que secunda a la pregunta se prolonga durante varios segundos. Sasori suspira resignado, retrocediendo el cuerpo al notar las lágrimas que descienden por las mejillas de Naruto
 
-Tu sonrisa- masculla entre molesto y decepcionado. –Te veías tan alegre, como si no te importara lo que pasara a tu alrededor. Pensé que podría contagiarme con toda esa felicidad cuando te vi corriendo hacia mí en la empresa. Por un instante deseé ser la persona a la que estabas buscando, a ese tal Gaara si mi memoria no me falla…como sea, lamentarse no ayuda a nada
 
-Muchas gracias- súbitamente, Naruto se pone de pie, limpiándose velozmente las lagrimas que empañan su mirada. Sasori le devuelve la mirada interrogante por la acción repentina del chico. –Por…todo- duda en pronunciar lo último. No quiere ser una molestia, no quiere seguirlo escuchando. Porque tiene razón, de nada le sirve lamentarse, ya no puede hacer nada. El no volverá a Sasuke y tampoco puede regresar el tiempo para rechazarlo la primera vez que lo vio, cuando Sasuke lo invitó a una cita, y después fueron varias hasta que accedió vivir con él, hasta que hizo que su corazón sangrara también…
 
-Te dije que podrías quedarte- bien, se había excedido un poco pero no se arrepentía de nada, simplemente no soportaba ver a Naruto en ese estado, irónicamente a Sasori solo le molestaba verlo a él así, porque el sufrimiento ajeno solía producirle una sensación bastante grata
 
-No puedo, iré a un hotel- dice Naruto caminando hacia la salida. –Después buscaré un trabajo y…- se abstiene de decir lo último. "Y se ira de la ciudad…"
 
-¿Trabajo?, ¿es eso? justo pensaba pedirte ayuda, creí que era una buena forma de recompensarme- trata de no sonar ansioso pero no lo logra. Lo había estado pensando desde antes de ver a Naruto. –La juguetería, no tengo quien la atienda
 
Naruto duda al tener el picaporte entre sus dedos. No tenía ninguna habilidad ni tenía templado abandonar sus estudios hasta que reuniera el dinero suficiente para el transporte, también tendría que separar un poco de dinero para la comida y pagar un hotel estaba fuera de sus posibilidades por el momento
 
-¿Tienes otra habitación?- pregunta uniendo sus dedos índice, desviando la mirada para impedir que el mayor vea su propia vergüenza
 
-Tengo tres- responde Sasori con una sonrisa autosuficiente
 
-¿Me llamaba, jefe?- inquiere con arrogancia, pasándose el mondadientes por encima de los labios. Sasuke asiente al ver a su subordinado en el alfeizar de la puerta, con un ademan lo invita a pasar. Realmente detestaba pedir ayuda a terceras personas pero se le dificultaría más si decidía tragarse el orgullo y cargar él solo con todo. Necesitaba ubicarlo de cualquier forma y a cualquier precio. Naruto no podía ser tan idiota para pasar la noche fuera, aunque lo que más le enfurecía era pensar en la diminuta posibilidad de que Naruto decidiera buscar a Gaara de nuevo, no iba a permitirlo, primero muerto que renunciar a Naruto. Solo tenía que convencerlo y aumentar un poco la dosis…
 
-Búscalo Suigetsu, no me importa que hagas ni como lo hagas. Juugo te ayudara y Karin me será de apoyo para descartar hoteles y departamentos en renta. Naruto no puede haber ido lejos- lo ultimo lo musita para sí mismo. Enseguida, se da la vuelta para tomar la computadora portátil. Tenía que encontrarlo de uno u otro modo
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).